martes, 9 de diciembre de 2014

PARA EL AÑO 2015, BUEN CLIMA LABORAL Y DIRECTIVOS CON SENTIDO COMÚN



Había una vez una carrera de ranas en la charca más grande del bosque cuya meta era llegar a lo más alto de una torre que había justo en el centro. Ese día se congregaron en la charca prácticamente todos los animales de los alrededores para ver la carrera, aunque la mayoría no creían que las ranas pudieran alcanzar la cima. Al poco de estar todos preparados la carrera dio comienzo y fue entonces cuando empezaron a escucharse los primeros gritos en plan:
- “Qué pena, esas ranas no lo van a conseguir… caerán y se harán daño… no lo van a conseguir…”
Las ranas comenzaron a desistir. Pero había una que persistía y continuaba subiendo en busca de la cima. La multitud continuaba gritando y agitándose:
– “¡Qué pena, es imposible que lleguen, no lo van a conseguir!…”

Todas las ranas iban dándose por vencidas… salvo aquella rana que seguía y seguía. En un momento tuvo un resbalón y retrocedió varios metros, todos se asustaron, pero ella nuevamente tranquila y cada vez con más fuerza reemprendió la marcha. Antes de llegar al final de la competición todas desistieron, todas menos esa rana que curiosamente en contra de todos, seguía. Al final y aunque tardó mucho, llegó a la cima con todo su esfuerzo.
Las otras ranas y todos los demás animales querían saber qué había pasado, cómo había conseguido concluir la prueba y se acercaron para preguntarle…
…y descubrieron que era sorda y que pensaba que los demás desde abajo la estaban animando para coronar la cima.


Se termina el año y en muchas compañías se cierran balances, se estudia los indicadores conseguidos y los no conseguidos y se fijan nuevas metas para el año 2015. En el Clima Laboral si bien en muchas compañías los datos del análisis de la encuesta a lo mejor no están disponibles, no es menos cierto que ya existe un dato esencial para valorar, es el de participación. Aquellas compañías que no han tenido un buen dato de participación tienen el problema de la fiabilidad de sus resultados. El valor de dicha encuesta de Clima Laboral será mayor cuanta mayor participación exista en la misma, la participación cuando menos debería de estar aproximada al nivel de ICC fijado en la compañía. Si la participación es reducida, dicha muestra arrojará unos datos que si bien pueden ser representativos tienen una menor confiabilidad ya que son propensos a cometer un mayor error de estimación. Sin embargo por encima de las estadísticas existen dos preguntas que deberían plantearse los directivos de una compañía en función de dicha participación, ¿qué compañía puede decir que tiene buen Clima Laboral cuando por ejemplo tiene un 40 ó 50% de su plantilla  que no participa en la encuesta de Clima Laboral?, ¿puede una compañía fijar metas ambiciosas sin la participación y el compromiso de ese 40 ó 50% de la plantilla?, es pues fundamental que el índice de participación sea lo más elevado posible para que con los datos que se obtengan se puedan acometer las medidas que se necesitan para mitigar dicho mal Clima Laboral.

El objetivo de las medidas adoptadas en el Clima Laboral es formalizar un contrato psicológico o emocional en que el otro salario, él emocional, pese tanto como el salario monetario. El salario emocional es aquella variable retributiva compuesta por conceptos no económicos, destinados a satisfacer las necesidades de tipo personal, familiar y profesional de una persona trabajadora, con el objeto de mejorar de forma global la calidad de vida del trabajador y de su entorno. Se califica “emocional” porque, con independencia de la satisfacción de que se trate: vacaciones, atención a las necesidades personales, etc., se busca aportar satisfacción a algunos de los motivos intrínsecos que acompañan toda relación laboral. Todo esto es porque, además de las condiciones materiales, lo que más valora un trabajador en una compañía es tener la sensación de que su aportación a la empresa tiene sentido si se tienen en cuenta las necesidades de las personas que trabajan en la misma. La satisfacción laboral y la calidad del Clima Laboral son factores que agilizan y facilitan las relaciones entre departamentos dentro de la propia compañía y eventualmente facilitan la negociación colectiva.
La moraleja de la fábula al principio de este artículo es que no permitas que nada ni nadie te detenga en tú camino hacia una meta concreta, conocida y fijada. Una buena estrategia es ser “sordo” cuando te  inviten al desánimo con algo que te impida avanzar y conseguir tus sueños, siempre que lo que persigas sea bueno, justo y sincero para ti  y los demás.
 Hay que mantenerse alerta contra el desaliento, si hay un tropezón o una caída no hay que rendirse. Después de cada recaída se comienza desde un punto más avanzado… ya sabemos más, somos más expertos. Pero para eso hay que esforzarse, hay que ser constante, seguir ideando, creando, investigando, invirtiendo… estudiando y aprendiendo… o sea, trabajando cada día más.
La constancia es virtud… pero la tozudez en el error un defecto. Ambos son los extremos de esa línea que pueden llegar a tocarse, pero que son antagónicos. 

Asi pues ahora que vamos a empezar las navidades y el año se acaba, los directivos en las compañías tienen unos días muy bonitos para pensar sobre el Clima Laboral en su compañía, direcciónes, gerencias, jefaturas, etc... si el mismo no está en buenas condiciones. Evaluar y plantear un escenario donde el Clima Laboral sea uno de los ejes estratégicos del año que viene, es algo fundamental si los directivos que rigen las mismas no quieren estar abocados a un estrepitoso fracaso. 

Ya lo dijo el filósofo Yoritomo Tashi: "El sentido común es el arte de resolver los problemas, no de plantearlos". 



 
 

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