viernes, 5 de junio de 2015

VISUALIZAR EL VALOR DE LOS RECURSOS PARA SER MAS EFICIENTES



El economista Adam Smith explica mediante la famosa paradoja del agua y el diamante su percepción de valor. El agua es un bien necesario para la supervivencia del hombre por lo que su valor de uso es muy alto. Pero, la capacidad de trabajo necesaria para conseguir agua es escasa ya que es la propia naturaleza la que facilita este bien. El agua, por tanto, no tiene la capacidad de comprar nada ni de ser intercambiada por nada.
Sin embargo un diamante en cambio tiene un valor de uso escaso, pero requiere de un proceso de trabajo complejo hasta que se convierte en una piedra preciosa y una gran cantidad de bienes pueden ser intercambiados por éste. La paradoja del valor sigue siendo un hecho relevante en la actualidad sobre todo en países donde existen problemas de abastecimiento de agua. Es en este punto cuando tenemos que hablar también de otro concepto de utilidad relacionado con los bienes y servicios, denominado utilidad marginal de los bienes. La utilidad marginal de un bien indica el grado de utilidad o satisfacción que una persona experimenta al consumir una unidad adicional de un determinado bien. Esto quiere decir que la utilidad marginal va descendiendo paulatinamente a medida que se consumen esos bienes. El concepto de utilidad marginal incorpora otro elemento al estudio del valor como es la escasez. A modo de ejemplo, el valor que los habitantes de un país con problemas de abastecimiento de agua otorgan a ésta puede llegar a ser mucho mayor que el de los habitantes residentes en países con un clima húmedo y no haya problemas de abastecimiento de agua. Cuanto mayor es la cantidad de un producto más bajo será el lugar que ocupe en nuestra escala de valores. Volviendo al ejemplo de países con problemas de abastecimiento de agua, el último vaso de agua en ese país es tan valioso porque su uso corresponde con una necesidad vital. Pero si en ese mismo contexto tuviéramos acceso a cuatro vasos de agua el valor del agua dependería del uso que le diéramos al cuarto vaso. Es decir, que el valor del agua no viene determinado por ese vaso que nos salva la vida sino por el agua que usamos para bañarnos, regar las flores o tirar globos de agua.


Toda compañía se mueve en unos límites finitos de recursos, principalmente su energía viene determinada por los recursos económicos que dispone para conseguir los fines que tiene establecidos (Misión), por lo que dichos recursos tienen que ser priorizados en función de aquellas metas que son más importantes. En las grandes compañías todos los días se mueven cientos de miles de euros, en transacciones y operaciones que son automáticas a través de procesos informáticos u otras herramientas, pero que no son visualizados por las personas que realizan los mismos. Estas operaciones se realizan a todos los niveles dentro de la estructura formal de las compañías, siendo muchas veces asumidos por el cerebro de las personas como algo natural sin visualizar el valor de dichos procesos económicos y el impacto que tiene sobre las compañías, ya que el manejo que realizan las personas se hace dentro de un contexto en el cual no se visualiza la capacidad de recursos que existe dentro de la misma.  

Frente a este problema los directivos de las compañías adoptan una estrategia clásica de limitar el manejo de dichos recursos a través de la cadena de mando o jerarquía, impulsando acciones de recorte y control de dichos recursos hacia los colaboradores cuando existen ciclos económicos bajos o existen dificultades dentro de las compañías. Hasta aquí la realidad, pero me surge la siguiente pregunta, ¿es suficiente para hacer un manejo más efectivo y eficiente de los recursos, limitar los mismos a las personas que tienen que trabajar con ellos, o existe otras estrategias complementarias a esta?


Existe la conocida teoría de la Reactancia Psicológica, desarrollada por el psicólogo Jack Brehm, según la cual, siempre que una elección libre es limitada o amenazada, la necesidad de mantener nuestras libertades nos hace desearlas (así como los bienes y servicios asociados a ellas) mucho más que antes. Por lo tanto, cuando aumentar la escasez, o cualquier otra cosa, interfiere con nuestro anterior acceso a un objeto, "reaccionaremos en contra" de la interferencia deseando y tratando de poseer el objeto más que antes. Aunque es una teoría muy simple, podría ser aplicable a una gran parte de nuestra conducta y sería también interesante saber cuándo empieza la gente a mostrar ese deseo de luchar contra las restricciones de sus libertades.



La respuesta entonces tiene que venir por otro lado, por ejemplo por las acciones que deben impulsar los directivos de una compañía para que sus colaboradores se conciencien, visualicen el valor y la disponibilidad de dichos recursos que existen dentro de la compañía en todas las acciones que realizan cuando trabajan sin aplicar solo las restricciones. Este es un proceso real de alineamiento con los objetivos que tiene establecidos cualquier compañía, es la mejor forma de empoderar a una persona haciéndola participe de las decisiones y futuro de la misma.


Obviamente para llegar a este grado de madurez en el compromiso con la compañía, los trabajadores tienen que vivir una situación real entre lo que se comunica por parte de la alta dirección y lo que se vive realmente por ellos. Son factores muy negativos; entornos donde el Clima Laboral no es óptimo, los liderazgos al servicio de los superiores jerárquicos y o de las personas de los equipos, la ausencia de transparencia en las acciones fomentando el desconocimiento y desconcierto en la visualización del valor del trabajo que realiza cada trabajador en sus quehaceres diarios, la comunicación deficiente es una palanca que se utiliza mucho a nivel de alta dirección pero que a medida que desciende en la estructura de las compañías pierde capacidad de enganche con las personas que tienen que alinearse con los objetivos ya que la misma llega muy distorsionada en el valor y sentido de lo que se quiere decir, haciendo que las personas huyan de dichos mensajes de forma pasiva, los mensajes ni entusiasman ni ilusionan...se ignoran, etc.
 




Toda compañía que buscan estimular el compromiso sólo con incentivos de tipo económico como; subida de sueldo, opciones sobre acciones, u otro tipo de remuneración económica y se olvida de lo escrito en el párrafo anterior de este post, tiene muy poco margen para triunfar, las acciones que buscan el compromiso con premios económicos carecen de recorrido constante en las compañías, son estímulos temporales que se agotan tan rápido como el tiempo que tarda la persona que lo recibe en gastarlo, generando una adicción de recorrido muy corto, debido a que cada persona tiene una jerarquía de necesidades y al aumentar dicha capacidad también se aumenta dicha necesidad. Así pues, las acciones que conciencian a los trabajadores sobre el valor de los recursos de una compañía y comprometen en la búsqueda de la eficiencia, son todas aquellas que hacen la vida más fácil y sencilla a las personas que trabajan en la misma, así de fácil y de difícil de conseguir.


Ya lo dijo Arne Garborg: "Con dinero se puede comprar la cáscara de todo, pero no el grano".
 

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