martes, 30 de mayo de 2017

MUERTE A LA NEUTRALIDAD EN LA RED... LLEGA INTERNET A DOS VELOCIDADES



En el año 1908 la ciudad de Londres acogió la cuarta edición de los Juegos Olímpicos modernos, tras las celebradas en Atenas, París y Sant Louis. Hasta entonces, las carreras de maratón se disputaban sobre una distancia de unos 40 kilómetros, la distancia que separa Marathón de Atenas, trayecto que recorrió el soldado Filípides para anunciar la victoria sobre el ejército persa en el año 490 a.C., según nos cuenta la leyenda sobre el origen de esta prueba. Pero en esta ocasión tendría una distancia algo superior a la habitual, por decisión real. Como no podía ser de otra manera, la carrera finalizaría en el majestuoso Shephers´s Bush Stadium, con capacidad para 75.000 espectadores. Pero para que pudiera iniciarse en los jardines del Castillo de Windsor, residencia de los Príncipes de Gales, hubo de establecerse un recorrido de 26 millas y 385 yardas (42.195 metros). En 1.921, por razones nunca suficientemente explicadas, se tomó la decisión de establecer esta distancia como la definitiva para todas las pruebas de maratón.
                                       Dorando Pietri entra en la meta
Estos Juegos han pasado a la historia, sobre todo, por la epopeya de un italiano llamado Dorando Pietri. Dominó la carrera y llegó al estadio en cabeza, pero destrozado, su entrada en el estadio  Shephers’s Bush Stadium, que tenía una cuerda de 536,45 metros resulta dramática. Al entrar en el estadio, cae desorientado y con el rostro desencajado, toma el sentido equivocado de la pista y debe ser redirigido por los jueces. Inconsciente y con pasos erráticos, se tambalea y cae sobre la ceniza de la pista una y otra vez, así hasta cuatro veces, y en cada ocasión debe ser ayudado por varios jueces y un médico. El público asiste a la escena con el corazón encogido. Tarda más de nueve minutos en recorrer los últimos 350 metros. Le ponen en pie, le reaniman, le dan masajes, le orientan a meta… Su última recta es un calvario, pero Pietri se resiste a retirarse. Cae por última vez a cinco metros de la llegada, justo en el momento en que John Hayes está entrando en el estadio olímpico. Y cruza la línea de meta en un tiempo de 2 horas 54 minutos y 46 segundos, ayudado y sujetado por un juez, en una de las imágenes más famosas de la historia del olimpismo. Nada más llegar se desploma y permanece un tiempo tendido en el suelo, auxiliado por médicos y organizadores. Se dijo incluso que estuvo en riesgo de fallecer por el brutal sobreesfuerzo. Pocos segundos después llega a meta Hayes, y tras él lo harían Hefferson y otros dos norteamericanos (Frenshaw y Welton). Inmediatamente, la delegación estadounidense presenta una reclamación por la ayuda recibida por Pietri, quien es descalificado. Hayes se convertiría en el ganador oficial de aquel maratón.


El 18 de mayo del 2017 la FCC (Federal Communications Commission) o Comisión Federal de Comunicaciones de los Estados Unidos ha aprobado acabar con la neutralidad en la red, lo cual permitirá un Internet a dos velocidades. Esto significa que las operadoras de telecomunicaciones podrán discriminar el tráfico de datos estableciendo “líneas rápidas” para determinados servicios. La FCC ha votado a favor de eliminar las medidas que protegen la neutralidad de la red y que fueron aprobadas bajo el gobierno de Barack Obama. La neutralidad en la red ha supuesto una caída en la inversión de un 5,6% entre 2014 y 2016, lo que demuestra que dicha medida pone en riesgo la evolución del sector. Con el presidente Donald Trump ha llegado un cambio que tendrá consecuencias muy importantes tanto para los operadores de telecomunicaciones como para los OTT´s. El resultado de la votación se ha saldado con dos votos a favor y un voto en contra. Los votos a favor de la supresión han sido de Ajit Pai (presidente) y Michael O’Rielly (vocal). El voto en contra se ha producido por parte de Mignon Clyburn (vocal). No obstante, este es el primer paso de varios que se deberán dar para eliminar la norma que protege la neutralidad de la red. A continuación la FCC abrirá un periodo de consulta pública para que los ciudadanos manifiesten su opinión sobre dicha medida, este periodo de consulta pública durará 90 días. Para los dos vocales que votaron a favor de la supresión de la neutralidad de la red, esta situación suponía que se restringía la inversión de los operadores de banda ancha en redes y que con la desregulación de dicha situación la situación se tornará mucho más beneficiosa para los diferentes actores que están en dicho mercado, como inversores, players, clientes, proveedores, etc. El nuevo presidente de la FCC Ajit Pai, tras la victoria de Trump y una FCC controlada por el partido republicano manifestó lo siguiente: “debemos encender la cortadora y remover esas reglas que están frenando la inversión, la innovación y la creación de empleo”. Pai es un republicano que ya formaba parte de la FCC y es un vocal opositor al principio de la neutralidad de la red. Asimismo trabajó como  consejero general para Verizon entre 2001 y 2003. Los bandos de esta guerra en Estados Unidos por parte de los proveedores son Comcast, Verizon, AT&T y Time Warner y por parte de los OTT´s  son por ejemplo; Netflix, Facebook, Google, etc.
La neutralidad en la red es el principio por el cual los proveedores de servicios de internet y los gobiernos que regulan Internet deberían tratar a todo el tráfico de datos que transita por la red por igual, sin discriminarlo o cargar al usuario de manera diferente según el contenido, página web, plataforma, aplicación tipo. Se basa pues en que los proveedores de acceso a Internet dan acceso a los contenidos sin privilegiar a un participante de la red por encima de otros. Es decir, tratar como iguales a todas las máquinas conectadas con respecto a los paquetes que van por la red. Según este principio, el usuario no tendría que notar diferencia si navega en dos páginas o se descarga dos archivos iguales al margen de donde provengan. Si dos archivos pesan igual deben ser tratados igual sin importar el origen. Al aplicar esta regla se evita que haya contenidos de primera y de segunda, lo cual limita a los proveedores o operadores de red a no tener ingresos por el tráfico de contenidos en función de que el cliente esté dispuesto a primar el mismo y hacerlo más rápido. Esta ley aplicada hasta ahora en Estados Unidos favorecía principalmente a los OTT´s como Google, Facebook, Amazon (aliados de la Administración Obama). Con la supresión de la misma los operadores tradicionales pueden primar y discriminar dicho tráfico y obtener unos ingresos que les permita amortizar antes las redes de nueva generación que se desplieguen. Una declaración de intenciones sucedió en el año 2006 cuando Cisco y Motorola propusieron construir tarifas de diferente categoría: platino, oro, plata y bronce; según las necesidades de cada cliente. Las compañías argumentaban que se trataba de adaptar mejor el acceso según el tipo de usuario. La controversia se ha abierto también con los servicios de Voz sobre IP, como Skype. Si se evitase la neutralidad de la red, los proveedores de conexión podrían evitar el acceso a este servicio si lo creyesen oportuno. O a la descarga de contenidos por P2P, o la mensajería instantánea.



Lo que aprobó la FCC es una propuesta para cambiar la regulación de internet, donde el regulador manifestaba lo siguiente:  

“…to end the utility-style regulatory approach that gives government control of the Internet and to restore the market-based policies necessary to preserve the future of Internet Freedom, and to reverse the decline in infrastructure investment, innovation, and options for consumers put into motion by the FCC in 2015.”
“…para acabar con el enfoque regulador que le da el gobierno al control de Internet y restaurar las políticas basadas en el mercado, necesarias para preservar el futuro de la libertad en Internet, y para revertir el descenso de la inversión en infraestructura, la innovación y las opciones para los consumidores puestos en marcha por la FCC en 2015.”

Entre las propuestas que se encuentran en esta normativa de demolición de la neutralidad en la red se encuentran:
  • Restablecer la clasificación de servicios de información para el servicio de acceso a Internet de banda ancha.
Al reclasificar el servicio de banda ancha como un servicio de información y no de telecomunicaciones, este servicio pasaría a estar dentro del título I del Acta de Telecomunicaciones de 1996. De esta forma los ISP podrían priorizar unos contenidos sobre otros por motivos económicos. A los efectos la FCC quedaría fuera de la regulación de los servicios de Internet porque sólo regula los servicios de telecomunicaciones.
  • Restablecer la determinación de que el servicio de acceso a Internet de banda ancha móvil no es un servicio móvil comercial.
  • Devolver la autoridad a la Comisión Federal de Comercio (FTC) para que vigile las prácticas de privacidad  de los proveedores de servicios de Internet (ISP).
En resumen la nueva regulación que trae consigo el organismo regulador da vía libre a los ISP o proveedores de acceso a la red para gestionar el acceso a determinados contenidos basándose en criterios económicos. Este escenario abierto y sin regulación que se ha aprobado en Estados Unidos devuelve el poder a las telecos en detrimento de los OTT´s. Esto hará que los gigantes de internet no dispongan más que de dos alternativas: 


1º Negociar acuerdos con los ISP o telecos para la no discriminación de su trafico cuando se muevan grandes cantidades de datos. Esto supondrá el pago de unas tarifas acorde a la ocupación de dichas redes. 




2º. Los OTT si se encuentran con tarifas elevadas pueden optar por ser ellos los que construyan dichas redes o las compren. Google ha cambiado de estrategia con el despliegue de su red de fibra óptica en Estados Unidos. La compra del operador Webpass es un ejemplo de dicha estrategia, esta compañía cuenta con su propia red de fibra en ciudades tan importantes como San Francisco, Oakland, San Diego, Miami, Chicago y Boston, lo que le permitirá llegar a esos nuevos mercados instantáneamente, sin los plazos de tener que ejecutar su propio despliegue. El fin de la neutralidad en la red ha disparado el interés de los gigantes de la red por disponer de toda la cadena de valor para sus servicios, y la red de transporte es fundamental. Si a esto unimos su capitalización bursátil y la liquidez que atesoran, es fácil suponer que puedan comprar operadores de telecomunicaciones importantes en los Estados Unidos o Europa. http://bit.ly/2qsSDHB




En Europa sin embargo las autoridades regulatorias (BEREC) están a otra cosa. Europa aprobó en agosto del 2016 las directrices para una aplicación armonizada del Reglamento de neutralidad de red a través del BEREC, (Organismo de Reguladores Europeos de Comunicaciones Electrónicas) http://bit.ly/2rgrwi5  El reglamento aprobado con las nuevas directrices publicadas son sobre el papel muy claras. Según el artículo 3.3 del reglamento"los proveedores de acceso a internet deben tratar todo el tráfico por igual, sin discriminar, restringir o interferir el contenido al que se accede o se distribuye, independientemente de quién lo facilita, las aplicaciones utilizadas o el terminal desde el que se accede". Si se interpreta correctamente, el (BEREC) comunica a los operadores de telecomunicaciones que tienen en teoría las manos atadas para cargarse la neutralidad de la red. Pero hay excepciones, la más importante es la gestión de ese tráfico en momentos de congestión. Según detalla el nuevo documento del (BEREC), "los reguladores de cada país deberán considerar los mecanismos internos de red de los IPSs usados en momentos de congestión como un recurso en línea con el trato igualitario (del tráfico) y, por tanto, permisible, siempre y cuando estos mecanismos sean agnósticos de las aplicaciones y no se circunvale la regulación". El significado de agnóstico queda a interpretación de los reguladores nacionales de cada país dentro de la Unión Europea. Si los operadores toman la medida de "intervenir y discriminar" el tráfico en momentos de congestión, tendrán que justificar (en España a la CNMC) por qué lo han hecho, y demostrar que no ha habido bloqueo, reducción, alteración o restricción del tráfico de ningún tipo. Otro punto polémico que reguló el (BEREC) ha sido el zero-rating (también llamado tasa cero o tarifa cero) es una práctica de operadoras de telefonía móvil y operadores móviles virtuales para no cobrar a sus clientes finales por un volumen de datos usados por aplicaciones específicas o por servicios de internet a través de sus redes, en planes de datos y tarifas. Es decir, básicamente regalan el acceso a dichos programas cuando no se disponen de datos al haber consumido los mismos. El problema que surge cuando los operadores de telecomunicaciones realizan dicha acción y discriminan a unos OTT´S en detrimento de otros. Como por ejemplo se permite el acceso a Spotify o Netflix y se discrimina a sus competidores. Al realizar esta acción según el regulador, se está restringiendo  la libre competencia y elección de los usuarios. El BEREC dice que si el cliente agota sus datos mensuales y los operadores reducen la velocidad de todas las “apps” excepto aquellas sujetas al acuerdo comercial, la práctica iría en contra del artículo 3.3 de la regulación de la UE. Si hubiesen excepciones, estás serán analizadas por la CNMC quien tendrá la decisión final en España y analizará caso por caso.



En Estados Unidos, el  dilema que se planteaba a las operadoras de hacer plataformas para hacerse con el control de los datos que generaban sus clientes y luego entregárselos para que decidieran sobre los mismos,  y con ello limitar la amenaza de los OTT´s... desaparece. El regulador al abolir dicha neutralidad en la red permitirá a las operadoras  discriminar y restringir los datos que circulan por dichas redes cuando se haga de forma abusiva, o en su caso permitirá a los operadores reclamar a los OTT´s el pago de un peaje económico por la utilización abusiva que hacen de la red. Esto estimulará la construcción de redes y permitirá que el sector no se resienta como sucede en la actualidad. En Europa, la regulación que está en marcha no puede ser un hándicap para que las telecos se sientan en igualdad de condiciones que sus semejantes norteamericanas, ya que el mercado y las reglas que se van a implantar al otro lado del charco les favorecen ampliamente frente a sus competidoras europeas. El regulador europeo (BEREC) debe de avanzar y equipar la regulación europea con la que disfrutan los competidores americanos, si no quiere poner a las operadoras europeas en el punto de mira de las telecos y OTT´s americanas. Como dije al principio de este post con Dorando Pietri, la ayuda que reciben los operadores americanos no servirá a los europeos para reclamar la descalificación de dichos competidores, sino que serán los ayudados los que se beneficien de competir  con sus rivales con una gran ventaja.


Ya lo dijo Philip Kotler: “Las empresas pobres se desentienden de sus competidores; las empresas del montón copian a sus competidores; las empresas ganadoras marcan el camino a sus competidores”.