miércoles, 3 de enero de 2018

DISTOPÍA DIRECTIVA EN EL SECTOR TELCO ESPAÑOL (2008-2017), LA CONSTRUCCIÓN DE UN FALSO RELATO




"1984", es una novela de ficción escrita por George Orwell y publicada por primera vez en 1949, en la que divide al mundo en tres continentes Oceanía, Asia Oriental y Eurasia las cuales viven tratando de mantener al enemigo a raya con continúas y mantenidas guerras. Oceanía, estado totalitario donde se desarrolla la novela y cuya ideología es INGSOC (socialismo inglés), cuenta con cuatro ministerios: Ministerio de la Verdad, dedicado a la difusión de las noticias, arte, educación, etcétera; Ministerio de la Paz encargado del tema de las guerras; Ministerio del Amor que cuida de la ley y del orden; y Ministerio de la Abundancia, que se ocupa de la parte económica. También tiene su propio idioma, la Nuevalengua. En Oceanía, se llega a la perfección política y social gracias al partido dirigido porEl Hermano Mayor”, el cual vigila y controla todos los rincones de Londres (una ciudad de Oceanía) mediante micrófonos y la tele pantalla. Los primeros se encargan de mantener continuamente informados sobre la guerra contra Asia Oriental y, si es necesario, reprenden al ciudadano que está cometiendo alguna falta. En cambio la tele pantalla vigila cada movimiento realizado dentro de su rango, por eso Winston Smith le da la espalda a la tele pantalla y se hunde en los pocos recuerdos que le quedan de su infancia, ya que cada acto sospechoso es vigilado por la policía del pensamiento. En consecuencia, tanto control ha acabado con cualquier atisbo de libertad y de verdadero afecto humano.


Las tres consignas del partido son: La Guerra es la Paz, La Libertad es la Esclavitud, La Ignorancia es la Fuerza. Y para potenciarlo aún más nos encontramos con la proyección de los Dos Minutos de Odio durante los cuales se usa la propaganda y la exaltación nacionalista hasta los extremos del puro fanatismo. El blanco principal de estos dos minutos es Emmanuel Goldstein, enemigo del sistema por dedicarse a actividades contrarrevolucionarias y buscar el desprestigio del Hermano Mayor. Hablan de un grupo de activistas conocidos como La Hermandad y un libro conocido como “El Libro” donde se recoge la tesis revolucionaria de Goldstein. Un día Winston, fuera de la vista de la tele pantalla, saca cautelosamente una libreta adquirida en el mercado negro y escribe cuatro de Abril de 1984, con muchas dudas de si en verdad data ese año ya que todos ignoran que el pasado no existe pues éste se acomoda diariamente a las circunstancias, y por qué o para quién decide escribir ese diario. De repente recuerda un incidente ocurrido en la proyección de los Dos Minutos de Odio, donde se topa con una joven obrera, Julia, por la que siente un gran odio y de la que más tarde se enamora y con O´Brien, con quién tiene un significativo encuentro visual y que por el contrario le agrada, aun siendo un miembro interior del partido. Una vez terminado el recuerdo, Winston descubre que ha escrito repetidamente Abajo el Gran Hermano, Abajo el Gran Hermano… Aun sabiendo que como sea descubierto será inmediatamente vaporizado por la policía del pensamiento. Tanto Julia como O´Brien se convierten en los protagonistas de los cambios que sufrirá la vida de Winston tanto en el amor como en el odio, hasta que se da cuenta que 2 y 2 son 5.
Lo fundamental de la novela es que la libertad como la verdad viene dadas por el partido y así ejerce su poder sobre los individuos hasta el punto en que los individuos no pueden vivir sin el partido. En esto consiste el éxito del partido, en conseguir una dependencia tal que el individuo no es capaz de revelarse contra el partido, de lo cual surge la siguiente pregunta ¿Terminaremos viviendo en una sociedad así?


Una distopía es una representación imaginaria de una sociedad del futuro cuyas características son indeseables. Se trata, por lo tanto, de lo opuesto a una utopía. Mientras que una utopía es una sociedad ideal, una distopía es una sociedad negativa. Dicho de otra manera: la utopía es un anhelo imposible de conseguir y la distopía, una posibilidad cuya concreción se debería evitar. Toda compañía funciona sobre tres ejes básicos que tienen que estar definidos y alineados: la Visión, la Misión y los Valores. Fueron los profesores Warren Bennis y Burt Nanus (1985) los que identificaron la idea de Visión como una definición central de la teoría del liderazgo. La misma dice lo siguiente: “Para elegir una dirección, el líder debe desarrollar previamente una imagen mental del estado futuro deseable para la compañía. Esta imagen, que llamaremos Visión, puede ser tan vaga como un sueño o tan precisa como una meta o una definición de Misión”. Algunas compañías creen que la Misión es básicamente una herramienta estratégica, una disciplina intelectual que define su razón comercial y su mercado objetivo. En este contexto, la Misión aparece como el primer peldaño a realizar en la gestión estratégica y existe para responder a dos preguntas fundamentales: ¿Cuál es nuestro negocio? y ¿Cuál debería ser? Otras compañías ven la Misión como el “adhesivo” pedagógico que hace que dichas compañías funcionen con empleados unidos en una asociación con intereses comunes. La Misión relaciona la cultura y la estrategia, de hecho solo existe la misma cuando la estrategia y la cultura llegan a apoyarse mutuamente. La Misión expresa el carácter, identidad y razón de existir de una compañía. Esto a su vez se divide en cuatro partes interrelacionadas: el propósito (u objetivo máximo), la estrategia, los patrones de comportamiento y los valores. La  definición de cada una de dichas partes es la siguiente: 
  • El propósito nos lleva a conocer el porqué de la existencia de una organización, para qué se está llevando a cabo todo ese esfuerzo.
  • La estrategia considera la naturaleza del negocio, su posición competitiva respecto a otras compañías y las fuentes de ventaja competitiva.
  • Los patrones de conducta son las normas y reglas que fijan “la forma en la que hacemos las cosas en la empresa”.
  • Los valores son los principios morales y creencias que subyacen tras los patrones de conducta y que habitualmente se transmiten al seno de la empresa por el equipo directivo o propietarios de la compañía. 
La misión proporciona un cuadro para la acción, enlaza los patrones de conducta con el propósito de la Misión de dos formas distintas: 
  • La unión estratégica explica que algunas formas de comportamiento llevan al éxito de la compañía
  • La unión con determinados valores explica cómo ciertos comportamientos son la forma correcta de actuar para triunfar.  
Sintetizando diríamos que, la visión está mucho más relacionada con un objetivo, mientras que la misión está más unida a la forma de actuar. En el mundo corporativo no existe mayor distopía que el hundimiento de la sociedad (compañía) que opera en el mercado, tanto en los fines (Visión) como los medios (Misión) de los que se dota, (empleados y medios materiales).

Sin embargo, la sociedad (compañía) en si es un ente abstracto regido por decisiones directivas, las cuales  no escapan al control de los diferentes stakeholders de la compañía, tanto en cuanto que se ven los resultados económicos de las mismas, pero a veces si escapan a la posibilidad de revertir las decisiones que se toman en las mismas cuando se sabe que son perjudiciales para los diferentes stakeholders que componen la compañía. 
Durante estas pequeñas vacaciones de fin de año, me ha permitido hacer un estudio más detallado del comportamiento de los diferentes operadores de telecomunicaciones  durante el  periodo de crisis más largo que ha atravesado la economía española (2008-2017). Este primer post del año 2018 quiero que sirva para aclarar y desterrar el falso relato que algunos directivos y compañías han construido y transmitido durante años a los diferentes stakeholders de sus compañías, según el cual, se estaba liderando los distintos sectores del mercado de las telecomunicaciones donde competían. En esta crisis tan prolongada ha habido ganadores y… perdedores, y los indicadores y métricas de gestión que voy a mostrar así lo indican. Esta situación ha llevado al límite a algún operador y los motivos y las causas trataremos de verlos a continuación.  
En el año 2008 el sector de las telecomunicaciones español facturó un total de 44.136 millones de euros, un 0,5% más que en el ejercicio anterior, según la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC). Por el contrario los últimos datos publicados por dicho organismo en el año 2016, los ingresos cayeron a un total de 33.018 millones de euros. Veamos las diferentes métricas que ha habido en el sector en dicho periodo de tiempo según el organismo regulador, CNMC.


Estudiemos la situación y los indicadores de cada uno de los principales operadores en dicho periodo de tiempo para visualizar cual ha sido el discurrir competitivo de los mismos. 

                       TELEFÓNICA


El operador azul arrancó el comienzo de dicha crisis en el año 2008 con una posición de dominio en el sector, las principales magnitudes del operador en el periodo son las siguientes:
  Gráfico 1. Fuente: Invertirenbolsa http://bit.ly/2CcQK4p   Grupo Telefónica 
Durante este periodo de tiempo el principal operador del mercado español ha ido perdiendo accesos de forma continuada trimestre a trimestre ininterrumpidamente, siendo el gap o pérdida de accesos hasta el tercer trimestre del año 2017 de un total de 6.439.000 accesos. Hay que contar que en el año 2015 Telefónica realizó la compra de Distribuidora de Televisión Digital (DTS) a PRISA aportando 1,4 millones de accesos como recogió la prensa http://bit.ly/2Eu2ikD Otro dato fundamental en dicho periodo de tiempo ha sido el CAPEX o inversión efectuada por dicho operador, la cual ha alcanzado los 15.200 millones de euros según recogen las memorias presentadas por dicho operador a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, (CNMV). Si se compara el esfuerzo inversor de Telefónica con respecto a sus competidores se puede observar que ha sido 2,55 veces superior a Orange y 2 veces superior a Vodafone, sin embargo, el saldo de accesos en el caso del operador español ha sido negativo y en el caso de los otros dos operadores ha sido positivo. Una de las cuestiones más en boga de la mitad del periodo (2008-2017) ha sido la aparición de las redes FTTH (fibra óptica) en los diferentes operadores. España ha sido un país avanzado en cuanto al despliegue de dichas redes y Telefónica su alumno aventajado. Como se puede ver en las macros que adjunto, el total de dicho despliegue al cerrar el tercer trimestre del 2017 ha alcanzado los 18,6 millones de unidades inmobiliarias pasadas, sin embargo existe un grave problema, es el grado de ocupación de la misma, 3.309.300 accesos, esto representa solamente un 17,79% de dicha red construida. Siempre se ha oído alabar a los ejecutivos el grado de capilaridad de dicha red, sin embargo solo con capilaridad no se consiguen ingresos, sino que la misma tienen que estar ocupada por clientes. Hay que recordar que estas redes requieren una inversión muy elevada, un kilómetro de fibra óptica tiene un coste estimado de unos 23.000 euros. A Google Fiber le costó 84 millones de dólares llegar a 149.000 hogares, lo cual da un coste de 563 dólares por unidad inmobiliaria pasada (casa). http://bit.ly/2Cn1y3g Es por este motivo que la misma no debe ni puede tener tan baja ocupación, ya que el inmovilizado de capital que esto representa es muy elevado y los recursos tienen que tener un retorno lo más corto posible ante las nuevas tecnologías que surgen y las necesidades de inversión a las que se ven sometidos los players.


* 842 millones de espectro DATOS DE TELEFÓNICA DE ESPAÑA
Otra de las cuestiones importantes que conviene resaltar es la caída de ingresos que ha registrado dicho operador en dicho periodo de tiempo, ya que alcanzó los 8.212 millones de euros al año. En el año 2008 su facturación alcanzó los 20.838 millones de euros, sin embargo en el último año (1 de octubre del 2016 al 30 de septiembre del 2017 su facturación alcanzó los 12.626 millones de euros.  Si la caída de los ingresos en el sector en dicho periodo (2008-2017) ha sido del 25,19%, en el caso de Telefónica ha sido de un 39,41%, un 14,22% superior a la del sector. 
Como consecuencia de lo dicho anteriormente nos encontramos con una disminución sustancial del resultado operativo antes de amortizaciones (OIBDA), en el año 2008 fue de 10.285 millones de euros, frente a los 3.731 millones de euros durante los nueve primeros meses del año 2017. El flujo de caja operativo OpCF (OIBDA-CapEx) del año 2008 fue de 8.046 millones de euros, frente a los 2.634 millones de euros en los nueve primeros meses del año 2017. Se adjunta tabla del periodo de tiempo en el cual se puede observar la disminución progresiva que ha venido sufriendo el operador a lo largo de dicho intervalo.
Como se puede observar en los gráficos anteriores el empaquetamiento de servicios ha ido avanzando a la vez que iban apareciendo nuevos servicios al cliente, uno de los principales y que más ha impactado ha sido el de la televisión a la carta. En este tema los operadores han ido empaquetando dichos servicios con una suerte desigual, ya que las nuevas plataformas en streaming como Netflix o HBO han sido las grandes estrellas del desarrollo de dichos servicios estos últimos años. Los operadores se han embarcado en la compra de derechos de eventos deportivos (futbol, F1, Tenis, etc.), los cuales han tenido un resultado dispar. Los derechos del futbol han resultado ruinosos ya que el precio pagado por los mismos (2.400 millones de euros, http://bit.ly/2CEmGis) han resultado irrecuperables para dichos operadores. Para escapar a dicha deriva competitiva los principales operadores han establecido la famosa regla de “más servicios por un poco más de dinero”. En el último año Telefónica habrá subido sus tarifas seis veces con la subida que efectuará en febrero del 2018, como recoge la prensa http://bit.ly/2pCdmII Esto está resultando contraproducente como recogen las cifras de portabilidad que periódicamente facilita la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC), donde Másmovil mes a mes está desbancando a los tres principales players (Vodafone, Orange y Telefónica). Los operadores tienen el argumento siempre listo: los precios son más altos, pero también se ofrecen más servicios. El problema es que en la mayoría de los casos no se ha preguntado a los propios clientes. Si se hubiera hecho quizá hubieran obtenido esta respuesta. Un 18,7% de los españoles, según un estudio del comparador Rastreator.com, al decantarse por un operador u otro, valora la posibilidad de personalizar los servicios a sus necesidades. Pero, lo más importante, es que la inmensa mayoría de los españoles (85%) demanda elegir su tarifa en función de su consumo real


Una última cuestión a resaltar en este periodo de tiempo ha sido la evolución del endeudamiento de la compañía. En este momento, es quizás el mayor problema al que se enfrenta la misma. Este problema se ha agravado con una política de pay-out o dividendos insostenibles como se ha demostrado con él tiempo, ya que últimamente su equipo directivo actual lo ha reducido a unos niveles más racionales, ya que en el periodo (2008-2016) se pagaron unos dividendos de 36.022 millones de euros, como se puede ver en el gráfico 1, sin embargo el nivel de endeudamiento ha permanecido prácticamente igual. 
 
Estos últimos años la compañía ha gozado del favor de la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE), en marzo del 2015 lanzó el programa QE europeo, este ha servido para alargar los pagos a tipos de interés muy reducidos (Tapering Corporativo). Sin embargo este bálsamo ha llegado a su fin, y durante el año 2018 el BCE ira deshaciendo posiciones en dichos bonos, según ha avisado su presidente, Mario Draghi. http://bit.ly/2Ce9pfl Ante situaciones venideras donde los tipos de interés empezarán a subir con el fin de controlar la inflación, las compañías se ven en la obligación de reducir sus apalancamientos ya que a mayor deuda, mayor carga financiera que tendrán que soportar en sus balances. Esto será una de las cuestiones que más penalizaran los inversores y las agencias de calificación, por lo que de nada servirá acogerse a ese famoso “mantra” que periódicamente sale de la boca de algún directivo cuando afirma que los inversores no recogen el verdadero valor de la acción de su compañía. Los inversores son cualquier cosa menos…tontos, saben ver los fundamentales y la evolución de las compañías antes de realizar la compra de cualquier activo. 

                     VODAFONE
Vodafone ha atravesado un cierto desierto durante la crisis, si bien empezó dicha crisis con unos datos buenos tanto en accesos como en ingresos, el resultado final ha sido de un ligero crecimiento después de dicho periodo de crisis. El operador inglés terminó el año 2008 con un total de 16.538.000 millones de accesos y una facturación de 5.238 millones. Sin embargo a lo largo de los siguientes años sus cifras se fueron deteriorando hasta terminar en los tres trimestres del año 2017 con 17.788.000 millones de accesos y unos ingresos de 3.435 millones de euros en dichos nueve meses del 2017, si se coge el  periodo del último año (1 de octubre del 2016 hasta el 30 de septiembre del 2017) los ingresos suben hasta los 4.560 millones de euros. En el periodo de análisis que se estudia en el post, Vodafone ha hecho una operación corporativa importante como ha sido la compra de ONO, el operador de cable, por 7.200 millones de euros. Esta compra efectuada en julio del 2014, permitió al mismo  aumentar su base de clientes en cerca de 1.900.000  accesos. Por otro lado su CAPEX o inversión en dicho periodo ha sido de 6.751 millones, con ello ha logrado conseguir un saldo neto positivo de 1.240.000 accesos al finalizar el periodo (2008-2017). La caída de dichos ingresos de Vodafone con respecto al comienzo de la crisis es del 12,95%, frente a una caída de ingresos en el sector del 25,19%, es decir un 12,24% menor. Por otro lado el número de clientes de fibra alcanzó los 1,525 millones de clientes a fecha 30 de septiembre del 2017. Esto supone un ratio de ocupación de su planta de fibra del 14,8%, ya que su planta de fibra propia es de 10,3 millones de unidades propias. Si se incluyen los despliegues compartidos con otros operadores, su red FTTH alcanza los 19,5 millones unidades pasadas.
 CUADRO MACRO DE VODAFONE (2008-2017)

ORANGE

El operador francés ha sido el gran triunfador en el periodo de estudio, ya que su crecimiento tanto en accesos como en ingresos así lo corroboran. El operador naranja cerró el año 2008 con un total de 13.462.000 millones de accesos y una facturación de 3.382 millones de euros. Sin embargo al cierre del último ejercicio completo desde el (1 de octubre del 2016 hasta el 30 de septiembre del 2017) sus ingresos alcanzaron los 5.305 millones de euros, y un total de 22.906.000 millones de accesos.  El incremento de accesos ha sido de un 41%, 9.444.000 millones de accesos. En el ámbito de los ingresos, el aumento de los mismos ha sido de 1.923 millones de euros al año. Una operación corporativa importante que lanzó dicho operador fue la compra de Jazztel por 3.355 millones de euros en el año 2014. La suma de Orange y Jazztel sumó 13,7 millones de clientes móviles y unos 3 millones de clientes de banda ancha. Unas cifras muy próximas a las que alcanzó la unión Vodafone-ONO, el cual llegó a 14,5 millones de clientes móviles y 2,6 clientes de banda ancha. El CAPEX o inversión de Orange en este periodo de tiempo alcanzó los 5.948 millones de euros, ha sido la más baja de los tres principales players del sector.
CUADRO MACRO DE ORANGE (2008-2017)

El operador francés ha seguido desarrollando su red de fibra óptica (FTTH) propia, al contrario de la solución adoptada por Vodafone, que fue llegar a un acuerdo con Telefónica para utilizar la red del operador español donde no tuviese red propia http://bit.ly/2CsrSsK Su red FTTH alcanza los 11,5 millones de unidades inmobiliarias, con una ocupación de 2.100.000 clientes, un 18,58% de ocupación.

Más del 90% de los fracasos empresariales se deben a una gestión incorrecta, principalmente por una toma de decisiones inoportuna o errática. Este porcentaje ha crecido con el auge de las nuevas tecnologías, que provoca que las ventajas competitivas sean efímeras. Ante este panorama, las empresas se ven obligadas a innovar constantemente, sin perder la esencia de su marca, para sobrevivir y no ser devoradas por la competencia. Las distopías empresariales cuando surgen, toman el camino de una deriva totalitaria dentro de las compañías, el pensamiento único y la mediocridad generalizada que hemos llamado decadencia, se instaura como una enfermedad en todos los órganos de la compañía. Esto conduce a un aislamiento y propaganda interna en la comunicación que termina agotando a las mismas. Cuando el fracaso se instaura en una compañía como forma de vida, la utopía que representa la visión, misión y valores que tiene la compañía, se convierte en una distopía, donde la manipulación -lo que hemos llamado el poder como estrategia- apunta en ese sentido. La distopía en todo su esplendor necesita tener un conocimiento profundo de las personas que integran las compañías, con el fin de poner en práctica acciones que permitan lograr su respaldo. Para ello es necesario construir una visión imaginaria, este "mundo feliz" equivaldría a la dictadura perfecta, un lugar donde el placer sería servir a la estructura jerárquica con orgullo, dentro de un perfecto desconocimiento de lo que realmente está sucediendo dentro de la compañía. 
Durante el periodo de estudio de este post (2008-2017), en algunas compañías del sector telco español se construyó un distopía gigantesca con el fin de ocultar lo que realmente estaba sucediendo. Esto trajo consigo que dichas compañías entrasen en una cierta decadencia, perdiendo una importante cuota de mercado e ingresos. Frente a los avisos que proporcionaban las métricas y los indicadores de gestión que iban llegando en los años posteriores en plena crisis económica, los directivos lanzaban mensajes que distorsionaban dicha realidad y que alejaban a los empleados de lo que realmente debía de comprometerlos, que no era otra cosa quela situación de su propia compañía. Pero si grave fue lo que sucedió por las consecuencias que dicha acción trajo consigo, es si cabe más grave la inacción en la que se encuentran actualmente dichas compañías, donde los cambios se han postergado y no se ve salida a los problemas detectados. 

Para terminar este post quiero decir que el libro “1984” de George Orwell nos plantea una distopía irracional y despótica en la sociedad, donde el individuo queda relegado a un fin superior.  La idea de que podamos ser manipulados en aras de oscuros intereses sin ser conscientes de ello traspasa la barrera de la ficción actualmente y se asoma como posibilidad al mundo real bajo el análisis del autor. Esto sucede en todos los ámbitos de la vida, en el económico, político o social, sin embargo en el mundo empresarial tiene connotaciones trágicas, ya que las compañías que lo sufren terminan cayendo en irrelevancia económica. En una sociedad actual como la que vivimos, donde la información fluye de forma libre por diferentes canales, las compañías y sus directivos no pueden jugar a ocultar la realidad, ya que el tiempo y las fuentes juegan en su contra. Con la distopía el individuo pierde la inteligencia, la libertad interior, la capacidad de elegir, de meditar y seleccionar según su propio criterio aquello que cree más válido o cierto… No lo entender es condenar al fracaso a las compañías, como así lo dicen las métricas cuando uno las comprueba.



Ya lo dijo Ernesto Sábato: “Sólo quienes sean capaces de encarnar la utopía serán aptos para el combate decisivo, el de recuperar cuanto de humanidad hayamos perdido.”
 




 

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