viernes, 29 de noviembre de 2019

ESPAÑA, LATINOAMÉRICA Y TELEFÓNICA, UNA UNIÓN INDISOLUBLE...PESE A LO QUE PRETENDEN ALGUNOS


Resulta difícil de creer pero así ocurrió: el gran Diego Rodríguez de Silva Velázquez (Sevilla, 1599 – Madrid, 1660) fue demandado y auditado por el fisco después de muerto. Se trata de uno de los grandes genios de la pintura española y universal, no sólo del Siglo de Oro sino de todos los tiempos y, probablemente, habría legado un catálogo mucho más amplio de obras de arte sino se hubiera entregado en cuerpo y alma al servicio del rey Felipe IV, donde ejerció diversos cargos de funcionario cortesano (pintor del rey, ujier de cámara, alguacil de corte, veedor y contador o aposentador de palacio); un trabajo que requería demasiada dedicación y que relegó la pintura a un segundo plano cuando Velázquez tuvo que encargarse de la intendencia real: pagaba a los acreedores, entregaba el sueldo al personal de palacio y rendía cuentas de los gastos en logística que conllevaba mover a la Corte y su séquito fuera de Madrid. El autor de “Las Meninas, La venus del espejo, Los borrachos, La rendición de Breda o La fragua de Vulcano” fue acusado de desfalco después de haber fallecido. Una comisión del fisco revisó sus libros de cuentas y lo condenó a devolver 35.000 reales. Como el pintor ya no vivía, se procedió a embargar parte de sus bienes y -de acuerdo con las leyes de la época- su yerno, el pintor Juan Bautista Martínez del Mazo (1610-1667), que no tenía nada que ver con la contabilidad de su suegro, tuvo que hacer frente al resto de la deuda.

El 26 y 27 de noviembre el Consejo de Administración de la operadora alumbró una nueva Telefónica, mas pequeña e irrelevante, que tiene como santo y seña el posible abandono de 112,7706 millones de accesos en ocho mercados de Sudamérica, que se sumarían al ya consumado a todas las divisiones de Centroamérica que ya han sido enajenadas.  Esto es el 32,61% más pequeña que lo que es actualmente sin contar las divisiones de Centroamérica. Este hecho se produce en un momento en el que pintan bastos en dichos mercados, y frente a las dificultades que existen en los mismos, se opta por abandonar los mismos con la creación de una spin-off con el fin de enajenarla parcial o totalmente. Ayer, publique un post “TELEFÓNICA Y "EL MESÍAS" DE LA IRRELEVANCIAhttp://bit.ly/2OWYNZI, donde centraba mi análisis sobre las métricas que arrastra dicha compañía y las razones que han llevado a la misma a encontrarse en la situación actual. Sin embargo, hoy quiero entrar a analizar las razones que deben hacer que los nexos y relaciones que tienen mas de medio siglo no sean rotos por cuestiones econométricas, sino que los mismos sigan manteniéndose en un momento en el que el ciclo económico no acompaña en dichas inversiones.
El idioma español se hizo global en todos los países americanos pese a la independencia que fueron obteniendo cada uno de ellos, y eso le confiere un valor difícil de cuantificar. Era una lengua minoritaria en el imperio cuando se conquistó, sin embargo 527 años después es el nexo que sirve como pegamento a toda la población. Según la CEPAL la población latinoamericana en dicho continente alcanzaba los 625 millones en el año 2016 y se calcula que alcanzará los 680 millones en 2025 y 779 millones en 2050. Es célebre y elocuente la cita de uno de los padres de la revolución de un país latinoamericano, "Les hicimos la guerra por ser tiranos, no por hablar español". Los lazos humanos, históricos, sociales, culturales, políticos, económicos y lingüísticos han hecho de Iberoamérica una constante en la política exterior de los Gobiernos españoles. En la actualidad, nuestro país aspira a lograr unas relaciones en pie de igualdad y equilibradas. Además, España es un agente clave en las relaciones entre Europa y los países de esa región. Los gobiernos que ha habido al lo largo de los años, han concedido un estatus preferencial en su política exterior a la relación con los países iberoaméricanos.  


Los problemas sociopolíticos que atraviesan diversos países en dicha región no han impedido que España mantenga una estrecha relación económica con el continente. Ésta se ha debilitado enormemente en el año 2019 por culpa de las incertidumbres que azotan la región. Así lo confirman los datos de las inversiones españolas en la inmensa mayoría de los estados, según se registra en el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. Por ejemplo, a Bolivia llegaron 510 millones el año pasado, y el primer semestre de 2019 no ha recibido nada. Igual que Nicaragua, que viene de obtener 17 millones. En Argentina, teniendo en cuenta la proyección, se prevé que la inversión se reduzca un tercio, en Brasil un 65%, en Chile un 75% y en Uruguay un 86%. En Venezuela se desploman cada vez más. En Ecuador sumaban casi 7.500 millones el anterior 31 de diciembre, y el próximo sería una buena noticia que alcanzase el millón. Y México, habitualmente “el Dorado” de las inversiones, ha pasado de los 5.300 millones en los 12 meses de 2018 a los 73 millones en los seis primeros de este ejercicio, registrando una proyección impactante por lo negativa. Colombia y Perú iluminan un poco el panorama. Por otro lado, las compañías españolas con negocios en Latinoamérica están aguantando la inestabilidad social y económica, sin perder de vista la evolución de la situación de cada país. Se hacen análisis exhaustivos, sin que de momento ninguna de ellas haya ido más allá, salvo la que plantea la operadora con la creación de una spin-off con el fin de enajenarla si surgen ofertas.
Según el Instituto Universitario de Investigación en Estudios Latinoamericanos (IELAT) de la Universidad de Alcalá (UAH), asegura que las compañías españolas no se pueden relajar porque algo como lo que se está viviendo actualmente, ya que no había ocurrido nunca. Para las compañías españolas es difícil evaluar los riesgos ante esta situación porque no están acostumbradas a esto. Antes había protestas por los salarios y otras cuestiones concretas. Lo que está sucediendo actualmente es que la población percibe la desigualdad y la falta de calidad democrática, incluso en Chile, donde la situación que está ocurriendo ha cogido a muchos por sorpresa. Hasta ahora, las protestas en Latinoamérica las organizaban los sindicatos, pero esta vez no ha sido así. Posiblemente los sectores que sufrirán más las tensiones serán los vinculados a los recursos naturales, como la minería o los hidrocarburos. El financiero, puede ver reducida su rentabilidad porque los tipos de cambio les perjudiquen. Todas las compañías afectadas hacen seguimientos muy próximos al terreno, con el fin de que no les pillen con el paso cambiado. Las compañías españolas tienen en Latinoamérica una parte muy importante de su negocio. España y sus compañías multinacionales son una potencia de primer nivel en la región, especialmente en algunos sectores como las infraestructuras, la energía y las telecomunicaciones, que hace que gocemos de un liderazgo que posibilita una mayor colaboración y un incremento en la contribución al desarrollo de la región. El Banco Santander por ejemplo genera un 46% de sus beneficios en el continente, Telefónica un 42,8% y Repsol un 13%.

Para algunos analistas económicos, es posible que las tensiones que están sucediendo en la zona vayan para largo, porque han tenido mucho éxito y puede que se sumen nuevos grupos sociales que reivindiquen otras nuevas cuestiones. Además, es posible que se produzca un efecto contagio, la duda son Brasil y Argentina, donde si el nuevo presidente Alberto Fernández no logra mejorar la economía de la gente en unos pocos meses, quizá también aparezcan fuertes protestas. Todas las crisis sin embargo tienen su lado positivo en dicho continente, ya que a medio y largo plazo puede desembocar en una modernización y una mejora de la sociedad donde ocurren. Esto puede propiciar que las compañías que se encuentren operando en dichos mercados, empiecen a trabajar en un ambiente que les es más familiar y obtengan de la misma los beneficios que surjan por su permanencia. Sin embargo, aquellas que se vayan como la operadora, probablemente será imposible que vuelvan a entrar a dichos mercados, si tenemos en cuenta la dificultad que representa entrar en los mismos. Cada país de la región tiene el deseo de incrementar los lazos con España (el idioma es el nexo), con su idiosincrasia o particularidad, este factor no dificulta, sino que posibilita las transferencias de tecnología y capital para ambas sociedades, la iberoamericana y española. Las relaciones entre las compañías españolas con las instituciones o gobiernos iberoamericanos en momentos de dificultad como el actual deben de ser más estrechas, sin tenemos en cuenta que las diferentes sociedades iberoamericanas son entes vivos, que piensan, sienten y se mueven por un fin común, como es el desarrollo hacia un bienestar que se conjugue los intereses de todas las partes. Abandonar a dichas sociedades a su suerte por criterios economicistas, no es una opción, máxime si tenemos en cuenta como bien dije anteriormente el nexo común que tenemos, el idioma. Mas allá de eso, existen razones poderosas como ayer explique en el post que ponen el foco sobre una gestión manifiestamente mejorable, sin embargo, sobre eso se pasa de puntillas. Esperemos que el gobierno que surja en los próximos días en la sociedad española…Ni olvide los lazos y nexos que nos unen con Iberoamérica, ni perdone los errores en la gestión de las multinacionales españolas, como se está poniendo de manifiesto estos días con el "Caso Tándem". Todo ello para evitar que la deuda que nos une con Iberoamérica no sea pagada por al pueblo español como sucedió al yerno de Velázquez.


Ya lo dijo Platón: “La obra maestra de la injusticia es parecer justo sin serlo”.