Pero incluso dentro de esas fuerzas armadas, tuvo poco uso. "Yo sé dónde estoy, ¿para qué necesito un maldito satélite que me lo diga?", decían muchos, según cuenta el periodista Tim Harford.
Pero todo eso cambió en 1990, con la primera Guerra del Golfo. Cuando durante la operación Tormenta del Desierto una verdadera tormenta de arena redujo la visibilidad a 5 metros, el GPS les permitió a los soldados continuar con sus tareas.
A partir de ahí, la ventaja militar que daba el GPS se hizo más obvia, lo que llevó a que se desarrollara el sistema de satélites. Aunque el ejército quiso monopolizar el uso del GPS, las fuerzas económicas pudieron más. Diversas empresas desarrollaron aplicaciones que utilizaban la señal de GPS y el beneficio económico se volvió cada vez más evidente. En el año 2000 el presidente estadounidense Bill Clinton aceptó lo inevitable e hizo que la señal estuviera disponible para todos. Es así como, hasta el día de hoy, en todo el mundo utilizamos una red cuyo costo operativo está estimado en unos 2 millones de dólares por día, pero que solo pagan los contribuyentes estadounidenses.
La mayoría de los "Siete Magníficos" (Apple, Microsoft, Alphabet (Google), Amazon, Nvidia, Meta (Facebook), y Tesla), se encuentran en una situación de estudio de la amenaza que supone la (IA) para su reino hegemónico que ostentan actualmente. Esa cuestión se ha puesto de manifiesto en las últimas semanas: las acciones de Alphabet cayeron más de un 7% tras las declaraciones de un alto ejecutivo de Apple que reveló que el tráfico de búsqueda de Google en sus dispositivos que utilizan Safari cayó por primera vez en 20 años. (Google aclaró más tarde que sigue registrando un crecimiento general de las búsquedas, incluso en los dispositivos de Apple). Por su parte, el consejero delegado de Apple, Tim Cook, está tratando de ganar tiempo para su compañía, presionando a los inversores durante su última presentación de resultados para que sean pacientes con los retrasos del fabricante del iPhone en torno a las funciones de (IA). También está el intento del cofundador de Facebook, Mark Zuckerberg, de pintar un futuro brillante para su gigante de la publicidad como una especie de mana que vendrá con la (IA). Incluso Elon Musk parece estar sudando la gota gorda al regresar de su puesto en el gobierno del Trump, DOGE, para contrarrestar la caída de las acciones del fabricante de coches eléctricos Tesla con la promesa de implantar coches sin conductor. “No estamos al borde de la muerte, ni siquiera cerca”, dijo Musk recientemente a los analistas.
Si somos realistas con la situación de dichas compañías, ninguna de ellas está muerta todavía. Tienen razones para sentirse felices, son los pilares más rentables de la América corporativa, su valor en bolsa es de alrededor de los 7 billones de dólares. Sin embargo, se encuentran en una encrucijada frente a la (IA) a la que se les podría aplicar el clásico libro de la escuela de negocios “El dilema del innovador”. Su autor, Clayton Christensen, intentaba explicar cómo los nuevos productos o servicios desplazan a los actores existentes creando nuevos mercados. Fue un libro que popularizó el término “disrupción” en los consejos de administración.
La teoría de dicho libro es que las empresas de éxito que hacen todo lo que parece correcto pueden fracasar cuando surgen empresas más pequeñas, no limitadas por lo que ha sido, a menudo con nuevas tecnologías o procesos. Un ejemplo, pensemos en la compañía Netflix que se dirige a sus suscriptores por correo electrónico, frente al modelo de Blockbuster en las tiendas. Muchos recurrieron a este libro para explicar el boom de las puntocom a comienzos de los 90, que ayudó a dar paso a los actuales gigantes de Silicon Valley. Hoy existen grandes paralelismos, al igual que Internet era una nueva tecnología que podía hacer muchas cosas, la (IA) promete grandes riquezas para aquel que se zambulla en la misma. Sin embargo, en estos comienzos la cosa no está siendo tan clara como cabría de esperar, no está claro como se desplegará la IA, ni quién lo hará, ni cuándo. Incluso Christensen tuvo dificultades para predecir disruptores del mercado como el teléfono iPhone de Apple. Cuando el gadget salió al mercado en el año 2007, el profesor de Harvard no lo vio como una amenaza para los teléfonos. De hecho, el dispositivo inauguró una nueva era de la informática móvil y la economía de las aplicaciones. Sin embargo, ese mercado de aplicaciones podría tener un aspecto muy distinto si las compañías llegaran a los clientes de maneras diferentes. Los agentes de (IA), por ejemplo, podrían poner patas arriba la forma de trabajar del ecosistema de Apple, App Store. Hasta ahora, la respuesta de Apple a la IA parece muy exagerada. “Sólo necesitamos más tiempo para completar el trabajo de modo que cumpla con nuestro listón de alta calidad”, dijo Tim Cook a los inversores durante la reciente presentación de resultados de Apple sobre el retraso que llevan en la implementación con resultados de la (IA).
Google tiene un asistente de IA, Gemini, aunque no está nada claro que este chatbot sea suficiente para salvar su verdadero negocio: la publicidad, que representó la mayor parte de sus ingresos el año pasado. Son muchos anuncios vendidos a usuarios que hacen clic en enlaces en un mundo en el que la gente cada vez hace más preguntas a un chatbot. Aun así sorprende que ninguna plataforma dominante parezca tener todavía una fórmula ganadora con la integración de la (IA). A menudo las grandes compañías como son los “Siete Magníficos”, les es difícil ser creativos arriesgando con un nuevo producto. Si no que se lo pregunten a Google, en los primeros días de Gemini, se vieron empañados por disculpas y promesas de mejorar después de que sus respuestas de chat se consideraran sesgadas -según el CEO Sundar Pichai- “inaceptables”. El despliegue de explicaciones se produjo en medio de preocupaciones tras percibir que la startup, OpenAI, estaba por delante en el espacio a pesar de que Google había estado trabajando en IA durante mucho tiempo. “Ninguna (IA) es perfecta, especialmente cuando la misma esta fase emergente del desarrollo de la industria, pero sabemos que el listón está muy alto para nosotros y seguiremos trabajando en ello durante el tiempo que sea necesario”, escribió Pichai en aquel momento. Sin embargo, la aparición de la pequeña compañía china, DeepSeek, que utilizó nuevos modelos de (IA) que supuestamente utilizan una potencia de cálculo mucho menos gravosa económicamente fue un terremoto que planteo nuevos interrogantes sobre el futuro de la (IA). Sigue sin estar claro dónde aterrizará el valor de la nueva tecnología para aquellos que incursionan en la misma. Es todo un dilema, al menos de momento nadie está muerto... todavía.
Las estimaciones de gasto mundial en (TI) asociado con software, hardware y servicios de (IA) alcanzará los 521.000 millones de dólares para el año 2027, en comparación con los 180.000 millones de dólares que tuvo en el año 2023. Algunas estimaciones con respecto a la (IA) estiman que la misma contribuirá en más de 15,7 billones de dólares a la economía mundial para el año 2030. Las dos mayores economías del mundo, Estados Unidos y China, experimentarán los mayores beneficios económicos gracias a la (IA). Juntos, China y Norteamérica representarán alrededor del 70 % del impacto económico global de la IA para 2030. De hecho, PwC estima que la IA impulsará el PIB de China poco en más del 26 % para 2030, y el de Norteamérica en un 14,5 %.
Fuentes de izquierda a derecha: BofA Global Research, Me, Myself and AI - Artificial Intelligence Primer, 28 de febrero de 2023; IDC a mayo de 2024; y PwC a septiembre de 2017.
Entre los sectores e industrias que presumiblemente serán ganadoras con la (IA), están las compañías de desarrollo de software, los semiconductores, los centros de datos, la ciberseguridad, los motores y otros sectores que se beneficien. Más allá del software se necesitan importantes mejoras de infraestructura para el flujo masivo de información como son las redes de última generación de las compañías de telecomunicaciones. Industrias que se dedican a sectores como la educación, la salud, aeroespacial o el derecho también deberán transformarse. En el sector farmacéutico la (IA) podría ayudar a analizar nuevos compuestos de fármacos para predecir sus tasas de éxito o identificar a los candidatos adecuados para ensayos clínicos. En el ámbito jurídico, la (IA) puede redactar documentos legales y descargo en procesos judiciales entre otras cuestiones.
La (IA) ofrece una oportunidad excepcional para el mundo corporativo. Casi el 90 % de los líderes empresariales (capacidad de influir sobre las plantillas de las compañías) prevén que la implementación de la IA impulsará el crecimiento de los ingresos en los próximos tres años. Sin embargo se da una contradicción preocupante, asegurar ese crecimiento implica una transformación corporativa, y las empresas tienen un historial deficiente en este ámbito. Casi el 70 % de las transformaciones fracasan. Un estudio reciente de Boston Consulting Group (BCG) examinó cómo las empresas estaban integrando la IA en sus entornos de trabajo y descubrió que el 75 % de los ejecutivos la consideran una de sus tres principales prioridades, y uno de cada tres planea invertir más de 25 millones de dólares en esta tecnología. Sin embargo, solo una cuarta parte de las empresas está obteniendo un retorno de la inversión (ROI) de las inversiones realizadas hasta la fecha.
El modelo para la implementación de la (IA) con éxito en las compañías se basa en 10-20-70, (da hincapié en los algoritmos de codificación (10%), la tecnología y los datos (20%) y el 70% consiste en integrar la (IA) con la experiencia humana para mejorar el flujo de trabajo organizativo. La esencia está en la codependencia de los tres factores. Eliminar los riesgos que más tarde pueden conducir a grandes contratiempos a los responsables digitales de las compañías, con el fin de lograr un modelo de negocio estable con prontitud una vez aplicada la (IA).
Hay tres razones por las que las compañías no alcanzan las metas esperadas con la implementación de la (IA), son las siguientes:
- Muchos ejecutivos que hoy están al frente de las compañías han pasado por la universidad hace 30 años, en aquel momento no existían muchas de estas tecnologías que hoy están a su disposición. Sin duda en aquel momento no había (IA) a gran escala implementada al alcance de la mano. Por lo tanto no saben cómo anticipar estas cosas. No está en la esencia de su modo de trabajar cómo la implementación en el flujo de trabajo de dicha tecnología produce mejoras sustanciales en productividad y beneficios.
- Como eran gerentes intermedios y estaban ascendiendo, no necesitaron replantear los procesos en torno a este tipo de tecnología, por lo que realmente nunca desarrollaron la fuerza y potencialidad de las mismas. Esa es una de las razones principales del porque no pueden hacerlo.
- Muchas compañías estaban acostumbradas a mejoras continuas anuales del 2% o el 3% en eficiencia y productividad, etc. Ahora hablamos de cambios del 20%, 30%, 40% o 50% en productividad y eficiencia. Este es un cambio de magnitud disruptivo que requiere una configuración, una gobernanza y una capacidad de adaptación muy diferentes https://tinyurl.com/4b5f8pyv
Las compañías de telecomunicaciones están acelerando el uso de la inteligencia artificial generativa (IA). Algunas estimaciones sugieren que las telecos incorporarán la (IA) generativa a sus procesos en los próximos tres años. La tecnología tiene el potencial de transformar muchas facetas de las operaciones de telecomunicaciones, desde la mejora de la experiencia del cliente hasta la optimización de la calidad de la red, generando no sólo valor para los clientes, sino también un impacto significativo en los resultados. Aproximadamente el 94% de los operadores de telecomunicaciones creen que la IA generativa tendrá un impacto significativo en sus negocios en los próximos cinco años. Los agentes digitales potenciados por (IA), las interacciones personalizadas y los procesos automatizados podrían permitir a los operadores de telecomunicaciones mejorar la atención al cliente, reducir el tiempo de inactividad y aumentar la eficiencia operativa. Aprovechando la (IA) para el soporte de productos e introduciendo nuevas ofertas basadas en (IA), los operadores pueden añadir valor e impulsar el crecimiento. La (IA) también desempeñará un papel cada vez más importante en la gestión de riesgos y la garantía de resiliencia.
Las compañías de telecomunicaciones entienden que para alcanzar el verdadero potencial de la (IA) generativa no basta con desplegar la tecnología. En su lugar tienen que adaptar sus capacidades tecnológicas y su arquitectura de procesos para aprovechar plenamente el valor de la (IA) generativa para su negocio y aplicarla a casos de uso de alto valor. Adoptando un enfoque integral -integrando la (IA) en toda su organización y modelo de negocio- pueden ir más allá de la mera automatización de procesos. Las compañías tienen que comprender la importancia de alinear la visión de la empresa con la identificación de los casos de uso relevantes y aprovechar los facilitadores adecuados. La oportunidad para la (IA) generativa en las telecomunicaciones no ha hecho más que empezar; la adopción a gran escala es el objetivo a largo plazo. En estos momentos, las compañías de telecomunicaciones parecen centrarse en probar y aprender en áreas funcionales específicas, concentrando los casos de uso para obtener información y perfeccionar las estrategias de implantación (Recuadro 1).
Recuadro 1
Otras oportunidades que tienen las telecos para aprovechar la (IA) generativa incluye la gestión del conocimiento para mejorar la recuperación de información y la toma de decisiones y la dirección utilizando grandes conjuntos de datos para impulsar la productividad y la creatividad y ayudar en la toma de decisiones y la realización de acciones a escala.
Los agentes digitales autónomos impulsados por la (IA) generativa son la próxima frontera para las telecos. Estos agentes digitales podrían actuar como verdaderos compañeros de trabajo, gestionando tareas y procesos dentro de dominios funcionales. Estos robots o sistemas pueden integrarse en el núcleo de las operaciones de back-end e interactuar de forma independiente. El enfoque más eficiente son los modelos agénticos (sistema capaz de tomar decisiones y actuar de forma autónoma), que consisten en un grupo de agentes especializados que colaboran para abordar casos de uso específicos. Pueden gestionar grandes cargas de trabajo al tiempo que mejoran los resultados empresariales. Los miembros del equipo pueden utilizar un lenguaje cotidiano para preguntar sobre el estado del proyecto, crear funciones de software o solicitar ayuda a estos agentes para solucionar problemas sobre el terreno. Un ejemplo, pueden llevar a cabo un análisis de la causa raíz de la degradación del rendimiento y su resolución, aplicar procedimientos operativos de mantenimiento basados en (IA) que reduzcan los costes de mantenimiento entre un 25% y un 30%, aumentar la capacidad de gestión de proyectos entre un 30% y un 40%, y proporcionar recomendaciones predictivas de demanda y capacidad que conduzcan a una optimización de entre el 5% y el 8% en Capex.
Para las compañías de telecomunicaciones como Telefónica, la (IA) es uno de los sectores donde más impactará dicha tecnología. Telefónica tienen un amplio campo de implantación de (IA) generativa con el fin de buscar la eficacia y eficiencia que propuso el presidente Murtra en la Junta de Accionista el 10 de abril. Son muchos los posibles beneficios de dicha implantación, pero como explicó en el post el factor humano tendrá un papel esencial a través del liderazgo directivo y la comprensión del: como, cuando y porque hay que aplicar la misma.
Para terminar el post, quiero manifestar que lo mismo que en su momento inicial, el GPS o posicionamiento global, fue percibido sin toda la potencialidad que arrastraba, la (IA) está en esa fase inicial. Desgraciadamente donde quizás ya empezamos a sentir la (IA) es en los aspectos perversos o negativos que arrastra como es el caso de la manipulación de la realidad y la información… Cuestión nada ajena en algunos seres humanos, siempre hay lumbreras que buscan el lado oscuro de las cosas en lugar de buscar la luz para todos.
Ya lo dijo Satya Nadella: “Los humanos agregarán valor donde las máquinas no pueden. A medida que avance más y más la Inteligencia Artificial, la inteligencia real, la empatía real y el sentido común real serán escasos. Los nuevos trabajos se basarán en saber cómo trabajar con máquinas, pero también en cómo impulsar estos atributos humanos únicos”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario