"Trato de no hacer nunca predicciones a largo
plazo, pueden pasar tantas cosas que tan solo hacen que parezcas un tonto unos
años después". Son palabras de Linus Torvalds uno de los referentes en
la historia informática. Pero no todos piensan como él.
En 2020 aproximadamente el 75% de las empresas se
transformarán al mundo digital o se prepararán para este cambio según datos de
la consultora Gartner, de estas compañías, solo tendrá éxito alrededor del 30%.
Las tecnologías digitales han cambiado el comportamiento del cliente, pero las
empresas tienen problemas para seguir el ritmo de estos cambios. Los clientes
todavía se encuentran con páginas web confusas, largas esperas cuando se
comunican con “call centers”, y numerosas dificultades para resolver sus
problemas, independientemente del canal que utilicen. Esto se traduce en un
aumento de los clientes que cambian de compañía, lo que pone en juego una
oportunidad de negocio de unos seis
billones de dólares en ingresos a escala mundial. Los clientes se han
convertido en digitales en la forma de aprender sobre las empresas y marcas;
sobre los productos y los servicios de compra, y sobre su acceso al servicio al
cliente o soporte técnico. Ahora el cliente utiliza los canales digitales más
que nunca, y más de lo que cabría esperar: si hace cinco años, el 78% de los
consumidores utilizaba al menos un canal digital en el proceso de búsqueda, hoy
en día lo hace el 88% (el 85% en el caso de España), y cuatro de cada diez
quieren más formas de interacción digital de las que ya están ofreciendo las
empresas. Los consumidores buscan más opciones y más compañías para darles
servicio: dos terceras partes (casi un 70% si hablamos de clientes españoles)
aseguran que el número de empresas o marcas que tienen en cuenta a la hora de
comprar se ha incrementado significativamente respecto a hace diez años. El mundo
empresarial será uno de los que más habrá cambiado en 2020. El 75% de las 500 mayores empresas perderán su
liderazgo en 2020. El Observatorio de Tendencias Digitales
del MIB (Máster en Internet Business) dice que el 75% de las 500 mayores empresas en el año
2020 no existen aún. Las compañías serán diferentes en términos de
activos tangibles y en cómo se medirá su negocio, siendo este influido por
percepciones sobre la capacidad de las empresas para influenciar en las redes
sociales y capitalizar el conocimiento (ejemplo de ello son las altas
inversiones que algunas compañías han realizado recientemente en empresas que
operan con datos e información de usuarios). Los departamentos de marketing harán
todavía un mayor uso de la tecnología para predecir, en tiempo real, el
comportamiento de sus clientes y mejorar las relaciones con ellos. Los
principales retos a los que se tendrán que enfrentar las compañías serán: aumentar
la rentabilidad de los clientes (36%), el impacto de las nuevas tecnologías
(33%), y la atracción y retención del talento (33%) y la entrada de nuevos
competidores (31%). En cuanto a las prioridades de inversión las
compañías tienen como prioridad: mejorar el servicio al cliente (56%),
atraer al mejor talento (39%), el desarrollo de nuevos productos (35%) y la
implantación de nuevas tecnologías (31%). Uno de los campos que sufrirá una profunda transformación será la
gestión de la reputación, los CCOs
(Chief Communications Officers) liderarán la gestión de la reputación en 2020.
Los profesionales de la comunicación seguirán siendo los encargados de llevar a
cabo esta tarea, para alcanzar el éxito en su labor, deberán seguir mejorando
sus habilidades de liderazgo y visión de negocio. Los empleados serán los
embajadores de reputación, hay que tener en cuenta que las personas que
buscan nuevas oportunidades laborales, elegirán lugares para trabajar que, en
mayor medida, tengan que ver con sus propios valores, habrá una empatía entre
trabajador y principios con los que opera la compañía, siendo este un
catalizador para capturar talento en la sociedad. Cuanto más encajen las normas
y valores del individuo con los de la organización, más fácil será que apoyen
su estrategia y objetivos. Así que para reclutar y retener a los empleados con
más talento en 2020, las compañías necesitarán empezar a hacer cambios desde
hoy. Todas las empresas e industrias
necesitan hablar más sobre lo que hacen por la sociedad, aunque para algunas
sea más fácil, todas deberán esforzarse por dar a conocer los productos que más valor
agregan a la vida de las personas.
Algunos directivos plantean a sus trabajadores la
siguiente pregunta, ¿como ves a tu compañía dentro de cuatro o cinco
años? Lo primero que se me ocurre a dicha pregunta es personalizar la
misma hacia mí para focalizar el objetivo y preguntarme lo siguiente, ¿qué
estoy dispuesto a aportar para conseguir el objetivo de grupo que fijemos en mi
compañía? Ante ella me empiezan a surgir preguntas que sólo las podemos
contestar todas las personas que trabajamos en la compañía.
¿Somos eficientes en mí compañía con los proyectos y
recursos que manejamos?, ¿Tenemos un Clima Laboral que cohesiona al grupo y nos
motiva a alcanzar los objetivos que se fijan?, ¿Esta la cadena de mando
alineada para facilitar la aparición de la creatividad que atesoran los
trabajadores de la compañía?, ¿Somos capaces de competir con nuestros
competidores, incrementando nuestra cuota de mercado sin que la competencia nos
erosione nuestros ingresos?, ¿Tenemos partner solventes que unen sus esfuerzos
a nuestros objetivos o por el contrario tenemos problemas con nuestras empresas
colaboradoras? , ¿Somos disruptivos en la aparición de nuevos productos y
servicios para nuestros clientes?, ¿Tenemos nuestras finanzas robustas como por
ejemplo, nivel de endeudamiento, capitalización bursátil, dividendo a nuestros
accionistas, etc.?...
Si bien hay cuestiones que se pueden decir que gozan
de buena salud, hay otras que quizás haya que cambiar y desaprender lo que
hacemos para ser mejores de lo que somos hoy en día. Así pues, quiero centrar
mi pequeña contribución en este post en las cuestiones internas de
funcionamiento de una compañía que quiere adaptarse y triunfar en un entorno
tan disruptivo como es el sector tecnológico. Con ello situaré el foco sobre
aquellas cuestiones de interés que nos permitan generar valor para el cliente o
compañía y nos haga más fuertes.
La gestión de personas y organizaciones se verá
transformada aprovechando este entorno disruptivo digital, propiciando un
cambio que nos debe permitir alcanzar la transformación que se persigue. Para
ello propongo una serie de medidas que facilitarían dicha situación.
1º. Es
necesario fomentar el compromiso a través de unas condiciones de trabajo donde
la persona se identifique con los objetivos que se fijen por parte del equipo
directivo de la compañía, por ejemplo factores como el Clima Laboral.
Las personas tienen que percibir y sentir que son lo más importante para sus
directivos y la sociedad donde trabajan. Para ello el ejemplo de los directivos
entre lo que dicen y lo que hacen tiene que estar totalmente alineado, es
necesario cuando aparecen ejemplos o problemas que se denuncian que los mismos
se corrijan inmediatamente con las medidas que se tengan que adoptar. Hay que
subir el compromiso de los directivos con el Clima Laboral vinculando su
retribución por objetivos de un 10% que puede ser el porcentaje que percibe por
tener el indicador correcto a un porcentaje muy superior. Esto tiene una
explicación muy sencilla, si se cuida dicha variable el rendimiento y compromiso
del empleado aumentará generando una mayor productividad y por ende de los
resultados económicos.
2º. Hay que facilitar las herramientas y conocimiento para
aflorar la creatividad que poseen las personas y no se pone en valor. Hay que
ser disruptivos en las formas de hacer los trabajos Es muy común que los
mandos y estructura ordenen y lideren los equipos de trabajo sin la
participación de los individuos que componen los mismos, esto sucede porque con
respecto a la creatividad, los mandos:
- No tienen conocimientos sobre dicha variable ya que ni han recibido formación al respecto, ni comprenden el impacto de la misma en los resultados económicos.
- No disponen de un compromiso firme del equipo directivo para poner en práctica dicha creatividad en sus quehaceres diarios, implementando las herramientas existentes en la creatividad, como por ejemplo un braimstorming u otras en los procesos de trabajo de los diferentes equipos.
- Hay que revisar periódicamente dichos procesos y proyectos con la creatividad que disponen las personas de la compañía una vez formados e instruidos, en el fondo es ser constantemente disruptivos buscando la mejora.
3º. La relación
entre una empresa y sus proveedores ha sido tradicionalmente distante, debido principalmente
a que dicha interacción se ha venido basando en mantener posiciones opuestas
donde prevalece por ejemplo la importancia del precio como criterio fundamental
para la elección del proveedor, la tendencia a mantener una gran variedad de fuentes
de suministro, el enfoque del proveedor casi exclusivamente a la obtención del pedido,
los frecuentes conflictos en materia de calidad y dilaciones de entrega, y las cláusulas
de penalización por incumplimientos para asegurar la fiabilidad del proveedor. Bajo
estas condiciones, el principal objetivo de compra es conseguir el precio más bajo,
recurriendo a diferentes proveedores –a menudo muchos más de los necesarios–,
lo cual conduce a una inevitable competencia entre los mismos, manteniendo
stocks elevados como estrategia para garantizar el suministro. Hay que cuidar
y hacer partícipes de los beneficios reales a los proveedores de
servicios y materiales que tiene la compañía. Los proveedores tienen que
ser socios reales, a las duras y a las maduras, exprimir a los mismos son beneficios
a corto plazo para la compañía, ya que la relación se deteriora por el
estrangulamiento económico de uno frente al otro, lo cual puede conducir a
huelgas con el consiguiente impacto en la imagen y los resultados
económicos. Hay que reducir la subcontratación dentro de los proveedores, ya
que cuando llega al técnico o empresa real que tiene que realizar el servicio
se encuentra con unos precios inasumibles, siendo dicho servicio el que se
resiente ya que se hace con unos baremos de calidad inferior a los que se
debería por el precio fijado en la primera contratación. El comakership
es un buen ejemplo para copiar y hacer dentro de la compañía. Desgraciadamente
la transformación de dichas relaciones representa todo un reto para la compañía
ya que hay que reposicionar la relación de una forma diferente, cambiando
tanto a nivel tecnológico como en términos de sistemas de negocio y comportamientos. Las
principales ventajas del comakership radican en: la coordinación con un
proveedor como instrumento básico de logro de beneficios puede conducir a una
disminución de los márgenes de tiempo, mayor productividad en operaciones,
inventarios reducidos, mayor fiabilidad de entrega de proveedores, junto a
menores costos de productos; asimismo, de una relación de esta índole pueden
derivarse mayor flexibilidad, mayor capacidad de reacción, mejor intercambio
bidireccional de información, mejora de la calidad, consolidación de fuerza de
compras, menos proveedores y un enfoque más centrado en las fuentes. Sin
embargo, uno de los beneficios acaso más importantes es la consecución de
satisfacción de los clientes.
4º. Hay que ser eficientes en el manejo de los
recursos propios, hay que corregir la pérdida de recursos que puede tener
una compañía por sanciones por organismos públicos por prácticas no permitidas
en mercados donde compite. Esto consiste básicamente en desaprender lo que se
hace mal sobre la base de las cosas que se penalizan y poner foco y operativas
sencillas para evitar que se vayan los recursos disponibles de la compañía.
5º.
Hay que modificar la
forma de comunicarse con la plantilla, en la época de la inmediatez con
internet, los directivos tienen que comparecer pública y periódicamente para
hacer de ello una palanca movilizadora del personal. Internet nos proporciona
frescura, rapidez y una imagen de preocupación del directivo por sus
colaboradores. Los directivos y mandos de la compañía tienen que ir hacia
las redes sociales privadas y potenciar con su presencia las mismas. Una cosa
que hay que realizar es implementar elementos de comunicación pasivos como los
buzones de correo donde de forma anónima los trabajadores que no se atreven a
salir de forma pública lo hagan de forma privada y puedan interactuar con la
estructura directiva aportando aquello que consideren importante y no perder su
feedback. Así mismo, la verdad tiene que ser la piedra angular de dicha
comunicación, es imposible
comprometer si se anda con mentiras o medias verdades. Hoy en día las
personas tienen la posibilidad de enterarse de muchas cosas, si quieren,
gracias a internet. Si se potencia la comunicación se hará de ella una
herramienta valiosísima para impulsar las iniciativas que permitan lograr los
objetivos fijados y sus directivos serán los facilitadores de los verdaderos
protagonistas en la compañía: los trabajadores.
6º. La nube o Cloud
será el eje por donde discurran todos los procesos de computación de las
compañías. En esta arquitectura el cliente es una aplicación más que corre
sobre un dispositivo conectado a internet, el servidor es un conjunto de
servicios de aplicación hospedados en dicha plataforma de forma escalable y
flexible. La nube es el punto de control del sistema y las aplicaciones tendrán
grandes necesidades de computación lo que hará que la capacidad de
almacenamiento crezca de forma exponencial. Esta tendencia supondrá un punto de
inflexión marcado por el paso de los dispositivos a los servicios. En este nuevo
escenario los dispositivos seguirán siendo importantes, pero ninguno de estos
dispositivos será el hub primario: la nube adoptará ese rol.
El gráfico refleja los números referentes al Cloud Computing público, los 241.000 millones de dólares incluye el Cloud privado. Este año se esperan 40.000 millones de dólares en total, entre el privado más el público.
Las compañías están migrando hacia la nube porque es el mejor modelo en términos
económicos por, la velocidad y el bajo coste. A eso hay que
sumarle la disponibilidad constante de la información, la capacidad de eliminar
todo tipo de fronteras y la seguridad que ofrece a las empresas. Las potentes
capacidades de muchos dispositivos portátiles, la creciente demanda de la red,
el costo de la red y la necesidad de gestionar el ancho de banda, genera
incentivos, en algunos casos, para minimizar la utilización de almacenamiento y
de informática en la nube, y explotar la inteligencia y almacenamiento del
dispositivo cliente. Los usos masivos del software multiplicarán por 44 la
información digital a comienzos de la próxima década, con respecto a 2009: de
los 1.8 zetabytes actuales, se pasará a 35 Zb, pero el salto no será sólo
cuantitativo. Si actualmente los procesos de Big
Data gestionan poco más del 5% de la información disponible, en
2020 se podrá recoger y procesar ingentes cantidades de datos en tiempo real.
7º.Cuando se trata de preparar el futuro de una compañía
la formación y el conocimiento son la base sobre la que se construirá el futuro
de la misma. La fuerza laboral del mañana será más diversa y trabajará de forma diferente para lo cual las
compañías deberán fijar nuevas estrategias que respalden la diversidad e impulsen a
un nuevo nivel el compromiso y
la colaboración del empleado con la compañía o se quedarán
ancladas en el pasado.
En la actualidad y hasta el 2020 cinco generaciones
diferentes de personas trabajarán juntas desde diferentes ubicaciones y cada
una de ellas con distintas habilidades, experiencia y hábitos de trabajo,
y con muchos de estos trabajadores siendo freelances o subcontratados
a largo plazo, esto supone un gran reto para lograr gestionar el compromiso de
dicha fuerza laboral tan diversa, temporal y global. Los principales directivos
en la actualidad están alejados del
sentir de las personas que componen las compañías, vuelcan más su esfuerzo en
las priorizar la estrategia de
negocio y los empleados no obtienen lo que quieren de sus
directivos en términos de
incentivos, beneficios y formación. Si bien los sistemas de compensación
son importantes a la hora de motivar y comprometer a los empleados no es menos
cierto que uno de los principales temores que tienen los trabajadores en la
actualidad es quedarse atrás por falta de habilidades e incapacidad para adoptar las nuevas
tecnologías, el “quedarse
obsoleto” preocupa dos veces más que la pérdida de empleo. Pocas compañías
respaldan adecuadamente a sus trabajadores, aunque los directivos citan el alto nivel educativo o la formación como la capacidad más importante de
sus empleados, sólo el 23% dicen
ofrecer el desarrollo de estas capacidades o la formación como beneficio. Las
carencia de liderazgo son un mal endémico que van acompañadas de
un vacío del mismo. Esta falta del
liderazgo es citada por los directivos como el segundo impedimento para crear una fuerza
laboral que responda a los objetivos
del negocio. Casi la mitad de los trabajadores afirman que sus planes de
crecimiento se están viendo obstaculizados
por la falta de acceso a los líderes adecuados dentro de sus
organizaciones. El 31% de los
directivos señalan que cuando una persona con capacidades clave deja la
empresa es sustituida por alguien de
dentro de la organización, pero menos de la mitad de los trabajadores que
integran las compañías señalan que su equipo directivo tiene las capacidades para gestionar de
una forma efectiva el talento o
inspirar y motivar a los empleados. La formación en habilidades será
fundamental para tener una estructura de mando accesible con respecto a los
colaboradores, el ordeno y mando no es una opción donde se pretenda implementar
una descentralización o (empowerment) efectiva del trabajo con responsabilidad
del colaborador sobre la misión establecida por su equipo de trabajo. Los
liderazgos basados en el servicio serán esenciales para implicar y lograr los
objetivos que se fijen, el liderazgo del 2020 tiene que ser el de las
emociones, los sentimientos, los estados de ánimo y las necesidades humanas. El
líder necesita ser capaz de detectar el estado emocional de las personas con
las que trabaja, de forma que pueda saber lo que está ocurriendo en cada
momento y qué recursos puede emplear para que estos estados emocionales sean
impulsores de resultados positivos. Para ello desarrollar la capacidad de
observación y de escucha activa, la empatía y la asertividad es fundamental a
la hora de ejercer un liderazgo productivo, inspirador y eficaz.
Los
directivos que tiene metas a tan largo plazo como pueden ser el año 2020 deben
sobre todo ganarse día a día la confianza
de sus colaboradores , ya que, sin esa cualidad es imposible fijar colectivamente metas y alcanzarlas. Hay que vivir el día a día como si fuera el último que
nos queda, esto hará que el espíritu de lucha se mantenga siempre en unos
niveles altos, solo con trabajo duro y buscando siempre el interés común se puede
visualizar un mañana esplendido. Para cualquier persona tanto en lo
personal como en lo profesional es más ilusionante preocuparse por el presente
que por un futuro incierto. Ya lo dice un antiguo proverbio, “dominando
completamente una cosa, puedes tener acceso a muchas otras”. La única
forma de predecir nuestro futuro con algún grado de eficacia es hacer una
extensión de nuestros esfuerzos de hoy. Un equipo no simplemente planea
alcanzar una meta, planea desarrollar las habilidades necesarias para lograr
esa meta.
Ya lo dijo William O´Brien:
"El motor del cambio no es tecnológico sino humano; por lo tanto,
será necesario diseñar organizaciones que sean coherentes con las necesidades
de autorrespeto y autorrealización de la gente."
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