Cuando
uno lee la lista de los mayores millonarios del planeta en la revista Forbes le
asalta a uno la siguiente pregunta, ¿lo han conseguido en
base a la riqueza creada en las sociedades o corporaciones que gestionan para
los accionistas y stakeholders o lo han hecho sin que dichos accionistas se
hayan beneficiado de dicha riqueza? Para empezar diremos que los
salarios o ingresos de dichas personas no son justificativos de dicha riqueza, según las cifras salariales
disponibles de algunos ejecutivos más conocidos por ejemplo: Bill Gates percibía
anualmente 11.5 millones de $ anualmente, Carlos Slim 288.000 $, Warren Buffett
100.000 $, sin embargo hay casos particulares como Mark Zuckerberg de Facebook,
Steve Jobs en Apple, Sergey Bring, Larry Page de Google, Larry Ellison de
Oracle o John Chambers de Cisco con salarios anuales de 1 dólar. Sin duda,
todos ellos no crearon su fortuna en base a su salario. Los ingresos son
importantes para crear una riqueza personal, pero lo es más la inteligencia de
qué hacer con el dinero. Los que percibían 1 $, tenían vinculada su retribución
a el valor de las acciones a lo largo del ejercicio, si se alcanzaban unos
objetivos cobraban un bonus en acciones, de esta forma la
riqueza llegaba a todos los accionistas. Esto sin embargo no es lo que
sucede en la mayoría de las compañías del IBEX 35, salvo contadas excepciones.
En España los directivos tienen sus retribuciones fijas que perciben
indistintamente del devenir de la compañía, aparte perciben planes adicionales
o bonus en acciones ligados al devenir de las mismas en función de que alcance
un precio objetivo que se fija por el comité de retribuciones.
La
definición de Riqueza (patrimonio) es la diferencia entre lo que
uno tiene (activos) y lo que debe (pasivos). No es lo que se gana por salarios
u otros ingresos. Por ejemplo, si alguien posee 1.000 millones $ en activos y
900 millones $ en pasivos, su riqueza es 100 millones $, ese es su patrimonio.
Donald Trump tenía la siguiente anécdota, cuando estuvo en bancarrota en más de
2.000 millones $ (patrimonio negativo), vio a un mendigo en un parque tomado el
sol y pensó: ese mendigo tiene 2.000 millones $ más que yo.
Generar
riqueza y estabilidad financiera requiere más que producir o ganar dinero. Se
requiere ser juicioso con las ganancias en su administración. Esto es así para
cualquier actor, sean; países, empresas, hogares o personas. Los cuatro pueden
ser solventes y prósperos o pueden quebrar como se ha visto en los últimos
tiempos en determinados casos como: Bankia, Rumasa, Martin Fadesa, Pescanova,
etc.
El concepto de “creación de valor”
es en esencia verdaderamente simple: una compañía crea valor para sus
accionistas cuando la rentabilidad obtenida es superior al coste de dicho
capital. Para poder lograr dicha situación es fundamental una política
estratégica y operativa de la compañía bajo criterios de creación de valor para
el accionista. Esta gestión y sus consecuencias en el medio y largo plazo
tendrán inevitablemente su reflejo en el valor de la compañía. Los inversores no
solo buscan revalorización en forma de dividendos y de aumento del valor de sus
acciones, sino que también posea unas perspectivas de crecimiento que sean
sostenibles a largo plazo, todo ello acompañado de niveles de endeudamiento
bajo y una cartera de proyectos de innovación que generen esas expectativas de
crecimiento sostenido en el tiempo. Precisamente porque toda la
teoría financiera se ha desarrollado en torno al objetivo de maximizar el
valor, es perfectamente demostrable que la mejor gestión de valor consiste en
aplicar los principios conocidos de sana política financiera en la gestión
diaria de las operaciones, en el análisis de las inversiones, en las políticas
de endeudamiento y en los dividendos, así como en la ejecución táctica de
dichas políticas.
PESO DE LOS ACCIONISTAS NACIONALES Y EXTRANJEROS EN LAS MAYORES COMPAÑÍAS DEL PAÍS 2014
Pero, ¿cómo se mide el
valor creado? Esta cuestión, muy sencilla en su planteamiento, no lo
es tanto a la hora de ponerla en práctica. Si esto lo trasladamos a la
toma de decisiones de inversión significa que para que se cree valor en
la empresa el valor actual neto (VAN) de la inversión deberá ser
positivo y por tanto estaremos invirtiendo en activos que generan un valor
adicional para la empresa. Dicho de otro modo, se crea valor en la empresa
cuando la utilidad o riqueza que genera es lo suficientemente grande para
cubrir el coste de todas las fuentes de financiación de los recursos invertidos
en el negocio. Para medir la creación de valor en la empresa se parte de tres
conceptos básicos:
- Capital empleado
- Coste de capital
- Utilidad neta de operación después de impuestos
Con estos tres elementos se busca llegar a lo que se
conoce como “utilidad económica” (economic profit = EP). También
se le conoce a la utilidad económica como EVA (Economic Value Adde) ó VEA
(Valor Económico Agregado).
Algunas reglas que son aceptadas dentro del juego
capitalista a la hora de entender la gestión orientada a la creación de valor
para el accionista son las siguientes:
• La dirección está obligada a crear valor para los inversores.
• Los
inversores invierten en una compañía porque esperan un retorno a su inversión.
• Los
inversores esperan un mínimo nivel de beneficio por parte de su inversión, al
que se denomina coste del capital.
• Una
empresa que no crea valor a largo plazo en el sentido de que ofrece una
rentabilidad inferior al coste del capital es económicamente inaceptable, especialmente
desde la perspectiva de los accionistas.
• La
creación de valor en la empresa puede determinarse a través de un aumento o
disminución de su valor de mercado, calculado por el método de los flujos de
caja, separando de esta forma, para el caso de empresas cotizadas, el concepto
de valor intrínseco de la acción del precio de la acción en el mercado.
• Los
inversores pueden retirar sus fondos de la empresa desde el momento en que
tengan otras inversiones alternativas de mayor rentabilidad (coste de
oportunidad).
Dicho lo anterior si estudiamos las compañías que integran el índice IBEX 35, hay una compañía que rompe todos los record en cuanto a creación de valor para sus stakeholders, es INDITEX.El
pasado jueves 22 de octubre Inditex consiguió superar el umbral del 1.000% de
rentabilidad desde su salida a bolsa allá por el 2001, su precio de salida fue
de 2.446 pesetas el precio por
acción, con un valor de grupo de 1,525 billones de pesetas, unos
(9.000 millones de
€). Una cifra que se
eleva hasta el 1.155% incluyendo en el cálculo los dividendos que ha repartido
a lo largo de estos años. Hoy Inditex tiene una
capitalización bursátil de unos 100.000 millones de € (aproximadamente
unos 16,7 billones de pesetas) y el precio
de la acción es de 34,10 € después de haber realizado varios split (operación financiera por la cual se aumenta el número de
acciones dividiendo el valor nominal de las antiguas por una cantidad
equivalente).
Así mismo durante estos catorce años la compañía no ha efectuado
ampliaciones de capital, no ha emitido bonos, ni recompra de acciones
propias y no ha permitido la entrada de accionistas ilustres.
En el mismo periodo en que
Inditex ha subido un 1.048%, el Ibex-35 ha avanzado un 28%. Estas cifras son
espectaculares para cualquier inversor que busca rentabilizar su capital, pero
por ejemplo languidecen ante la rentabilidad de Apple, la mayor empresa del
mundo por capitalización bursátil se ha revalorizado un 6.600% desde su
salida a bolsa el 12 de octubre de 1980, http://bit.ly/1M96Ybp
, con el añadido de que Apple no paga dividendos desde 1.995 a pesar de la
espectacular cantidad de tesorería que atesora.
Así pues si tuviésemos que
reconocer algunas acciones que crean valor en las compañías, diríamos las
siguientes:
- Relaciona tu visión, estrategia y procesos de negocio con lo que necesitas hacer para tener éxito. Y pon en marcha mecanismos que animen a tu personal a hacer lo mismo.
- Prepárate para enfrentar toda una gama de futuros posibles, pero apunta sólo al que necesites para el futuro que realmente se presente.
- Alinea tu portafolio de iniciativas con sus objetivos y estrategias.
- Asegúrate de que tus palabras inspiren las acciones deseadas dentro de la compañía a tus colaboradores.
- Focalízate en las conexiones entre las diferentes partes interesadas de la compañía que pueden generar valor para todas en su conjunto.
- Utiliza estrategias concretas (y los impulsores de valor que las sustentan) para presentar un cuadro de mando creíble y convincente de hacia dónde te diriges.
- Convierte la creación de valor en el eje de cómo evalúas y administras al personal así como la forma de recompensar su desempeño.
- Coloca a una persona a cargo de alinear estrategias, acciones y evaluación del desempeño.
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