La hipocresía es el arte de amordazar la dignidad humana, ella hace enmudecer los escrúpulos en los hombres insolventes a la hora de resistir la tentación del mal. Es la falta de virtud para renunciar a éste y de coraje para asumir su responsabilidad. Es el estiércol que fecunda los temperamentos vulgares, permitiéndoles crecer en la mentira: es como esos árboles cuyo ramaje es más frondoso cuando crecen a inmediaciones de las ciénagas. La hipocresía hiela todo noble germen ideal allí por donde pasa, es el vago del entusiasmo. Los hombres rebajados por la hipocresía viven sin ensueño, ocultando sus intenciones, enmascarando sus sentimientos, dando saltos como el eslizón; tienen la certidumbre íntima, aunque inconfesa, de que sus actos son indignos, vergonzosos y nocivos. Por eso es insolvente su moral, siempre implica un estado donde el fingir es su piedra angular. Ninguna fe impulsa a los hipócritas, no sospechan el valor de las creencias firmes. Esquivan la responsabilidad de sus acciones, son audaces en la traición y tímidos en la lealtad. Conspiran y agreden en la sombra, escamotean vocablos ambiguos, alaban con reticencias ponzoñosas y difaman con afelpada suavidad. Nunca lucen una distinción inconfundible, cierran todas las rendijas de su espíritu por donde podría asomar desnuda su personalidad, sin el ropaje social de la mentira. El hipócrita suele excederse en su virtud fingida, mucho más que el verdadero virtuoso. Pululan hombres respetados en fuerza de no descubrírseles bajo el disfraz; bastaría penetrar en la intimidad de sus sentimientos, un solo minuto, para advertir su doblez y trocar en desprecio la estimación. El psicólogo reconoce al hipócrita; rasgos hay que distinguen al virtuoso del simulador, pues mientras éste es un cómplice de los prejuicios que fermentan en su medio, aquél posee algún talento que le permite sobreponerse a ellos. El hipócrita no aspira a ser virtuoso, sino a parecerlo; no admira intrínsecamente la virtud, quiere ser contado entre los virtuosos por las prebendas y honores que tal condición puede reportarle. Faltándole la osadía de practicar el mal pese a estar inclinado hacia dicha situación, contentándose con sugerir que oculta sus virtudes por modestia; pero jamás consigue usar con desenvoltura el antifaz. Sus manejos asoman por alguna parte, como las clásicas orejas bajo la corona del rey Midas. La virtud y el mérito son incompatibles con el hipocresía; la observación induce a desconfiar de las virtudes misteriosas. Como decía Horacio “la virtud oculta difiere poco de la oscura holgazanería”.
El 17 de junio se publicaba en la prensa española la noticia donde se recogía las declaraciones del presidente de Telefónica, Álvarez-Pallete, en la gala anual de COTEC (la Fundación COTEC para la innovación es una organización privada sin ánimo de lucro cuya misión es promover la innovación como motor de desarrollo económico y social). En la misma afirmaba que Europa “ha perdido el tren de la innovación” durante las últimas dos décadas, quedándose a la zaga de otras potencias, por lo que ha instado a “despertar” y generar una política industrial competitiva. Ha realizado este llamamiento durante un coloquio mantenido con el presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, y el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, en la gala anual de la Fundación COTEC, presidida por Felipe VI en el Gran Teatro CaixaBank Príncipe. Para el presidente de Telefónica, Europa se ha quedado con “reglas del siglo pasado para un mundo del siglo XXI” marcado por la digitalización. “Europa ha perdido el tren de la innovación en los últimos veintitantos años y eso ha hecho que nos hayamos quedado atrás y nos esté costando recuperar ese terreno”, ha lamentado Álvarez-Pallete en la charla moderada por la presidenta de COTEC, la exministra Cristina Garmendia. Por ello, ha hecho un aviso a la Unión Europea (UE) con el fin de que “despierte y genere la política industrial necesaria para recuperar el terreno” a la vista de que no se ha fomentado la innovación lo suficiente. El acto ha contado con la asistencia de unos 800 invitados, entre ellos, la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant; y el de Industria y Turismo, Jordi Hereu.
Lo primero que hay que realizar cuando se habla de innovación es hacer una fotografía del estado de la cuestión en nuestro país. Y para ello hay que ir a la fuente donde nos muestre los datos de lo que está pasando. Tenemos una fuente muy fiable en la Comisión Europea, la cual edita todos los años un ranking de las 2500 empresas que mas invierten en el mundo en I+D. Este ranking se inició su publicación en enero del año 2019 a través del Centro Común de Investigación de la Comisión Europea (JRC). Para ello inició una novedosa actividad institucional para utilizar las herramientas del marco de la Complejidad Económica con el fin de ayudar a abordar temas de relevancia política en materia de desarrollo territorial, innovación y competitividad industrial. Liderada por las Unidades B7 (Desarrollo Territorial) y B5 (Economía Circular y Liderazgo Industrial), este ranking reúne capacidades y analiza la competitividad y la innovación bajo la perspectiva de la complejidad, abordando cuestiones de relevancia política europea desde tres ángulos http://tinyurl.com/3x969h9c:
(1) La competitividad de las industrias europeas
(2) La innovación como motor de la competitividad industrial
(3) El apoyo a la Agenda Política del Pacto Verde (complejidad verde).
Del último ranking publicado en diciembre del año 2023 nos ofrece los siguientes datos de las compañías que más invierten en España:
Las principales compañías a nivel mundial que más invierten en I+D según la Comisión Europea son:
De las 50 compañías que más invierten a nivel mundial, 23 son norteamericanas, 4 chinas, 12 europeas y 5 japonesas. Fuente: Comisión Europea
Europa tiene un gap con
respecto a Estados Unidos del 50% en compañías que más invierten en dicho
ranking, si comprobamos el número de compañías que aparecen en el ranking en
los 50 primeros puestos. Sin embargo, Europa supera a China y Japón en casi un
300%. Pero donde más resalta este desequilibrio es en el sector tecnológico,
donde está precisamente Telefónica. Nuestra operadora incumbente presenta unas
magnitudes que reflejan el grave problema que tienen hoy con respecto a los
gigantes de Internet, que se omite de poner de manifiesto como se pudo comprobar en el
acto de COTEC hace unos días por parte del vicepresidente de COTEC y presidente
de Telefónica, Álvarez-Pallete. Si comprobamos el porcentaje sobre ventas
que invierten las tecnológicas y las compañías de telecomunicaciones vemos el
grave problema que hoy presentan las compañías de telecomunicaciones. El año 2022 el
gap o diferencia de Telefónica en inversión efectuada en I+D con respecto al
mayor inversor en I+D, Alphabet (Google), era de 33 veces, pero este año 2023 ha
subido 51,8 veces más. Otro dato muy importante que nos
ofrece el ranking y que no se puede perder de vista, es la inversión sobre
ventas de estas compañías en I+D, Telefónica tiene una ratio del (1,6%),
Deutsche Telekom (0,6), Orange (1,4%), BT (2,7%), ATT (1%) y Telecom Italia es
la que más se aproxima a los gigantes de Internet con un (6%). Con
esta inversión, la diferencia que tienen con las compañías tecnológicas en
inversión en I+D sobre ventas es estratosférica, Apple (6,7%) Meta (26,8%),
Alphabet (14%), Microsoft (12,8%), Huawei
(24,3%) o Intel (27,8%), que se mueven en cifras de doble dígito. Con estos
datos es imposible que se puedan capturar oportunidades de negocio en la
digitalización, pese a ser propietarios de las redes de telecomunicaciones. Las 14 compañías de telecomunicaciones que
aparecen en este ranking del año 2023 invierten en total seis veces menos que
lo que invierte Alphabet (Google) en I+D… Sobran las palabras. Es
por esto que resuena a hipocresía lo dicho por el vicepresidente de COTEC, cuando hay
sectores de la economía europea como son los del automóvil o farmacéutico que están a la
cabeza del mundo en inversión en innovación, la pregunta es, ¿Por qué las compañías
de telecomunicaciones europeas, incluida Telefónica, presentan este estado tan lamentable
en dicho parámetro? Lo curioso y llamativo de esta cuestión, es que se invierte escasamente
en innovación a la vez que se paga un dividendo como el hoy pagado por
Telefónica https://tinyurl.com/54uzjsty,
850 millones de euros, a la vez que se encuentra compitiendo en un mercado
marcado por un “océano rojo”. El mismo está definido por una competencia en
precio que se centra robar los clientes existentes
en el mercado, pero sin ningún producto o servicio nuevo donde la competencia no
pueda competir, esto es definido como un “océano azul”. Bajo la presidencia
de Álvarez-Pallete desde el 8 de abril del 2016, Telefónica ha repartido unos
20.000 millones de euros aproximadamente de dividendos, sin embargo, cuando llego a la
presidencia la compañía tenía una capitalización bursátil de unos 44.000 millones de euros,
hoy vale en bolsa 22.870 millones de euros (-52%) https://tinyurl.com/4sb35d4v
La foto que nos ofrece el ranking el año 2023 con respecto a las empresas españolas es preocupante para el devenir de algunas de ellas. De las 2.500 empresas que más invierten en I+D a nivel mundial, España tiene doce en dicho ranking. En conjunto las doce invierten 5.105,036 millones de euros. Tiene el mismo número de compañías que tenía en el ranking del año 2022, el incremento de inversión en I+D de este año con respecto al anterior fue del 12,20%, creciendo dicha inversión en compañías como el Banco de Santander o Amadeus y retrocediendo por ejemplo en Telefónica un 14,50%, que la relega a la tercera posición de las compañías españolas http://tinyurl.com/z278h665 Es llamativo que el presidente de Telefónica pida a los demás, como es la administración pública, en el foro de COTEC que inviertan más en I+D mientras él retrocede en dicha I+D, es lo que tiene las cifras cuando uno las comprueba y ve lo que ha sucedido durante el año pasado.
Pedir que Europa tenga política industrial como hizo, Álvarez-Pallete, en el evento de COTEC, mientras uno se centra en pagar el dividendo, mientras realiza ajustes permanentes en busca de eficiencias con salidas de personal de forma continua, es algo que no tiene muy buena concordancia. Desde el 17 de diciembre del año 2012 en que fue nombrado consejero delegado del grupo Telefónica, la plantilla del grupo en España se ha reducido en 12.658 empleados (-34,2%) y los ingresos han caído desde ese año en un (-16,6%), desde los 15.175 millones de euros que ingresó https://tinyurl.com/3c5tddz6 Telefónica es una compañía con impacto transversal en todos los sectores económicos de la economía española al facilitar sus procesos productivos con la digitalización si aporta el valor que hoy tienen países con compañías de telecomunicaciones que invierten en esa digitalización. Un buen espejo en el que mirarse lo tenemos en Japón y Corea del Sur, donde NTT Docomo y Korean Telecom https://tinyurl.com/y8dw4pux, son la punta de lanza de su desarrollo en el sector de las telecomunicaciones y del desarrollo empresarial de las compañías de ambos países. Ayer el presidente de Telefónica de España, Emilio Gayo, aprovechó su intervención en el congreso anual de la patronal de las telecos española DigitalES para pedir, más fusiones en el sector, menos regulación y más formación para crear y retener talento en plena revolución digital. “Necesitamos ayuda”, ha subrayado, reclamando facilidades para poder impulsar la digitalización y la inteligencia artificial como claves para que Europa deje de perder peso frente a Estados Unidos, China o la India. “Necesitamos ayuda. Necesitamos más consolidación: compañías más sólidas, con capacidad de inversión. Menos regulación: menos trabas que nos permitan utilizar esa capacidad de inversión y hacerlo más rápido. Necesitamos más colaboración público-privada. Y necesitamos más talento, más formación especializada”, ha destacado Gayo. Parece claro que el análisis de Gayo sobre el problema que hoy tiene Telefónica no recoge su mayor problema, la falta y carencia de nuevos productos y servicios que proporciona la digitalización por medio de la I+D. Mientras esta situación no sea interiorizada y combatida por quien tiene los mandos del timón de la operadora, el problema seguirá minando los ingresos de la compañía al no tener los servicios más baratos del mercado.
Para terminar el post, quiero manifestar que lo que se necesita de forma urgente hoy en Telefónica, es un cambio de estrategia y equipo directivo. El fin último es reorientar la compañía hacia nuevos nichos de mercado, (no nichos maduros donde ya compiten otras compañías más fuertes como son los seguros, alarmas, banca, etc.), sino servicios nuevos que compensen la caída de ingresos que viene sufriendo la conectividad, para lo cual hay que crearlos a través de la I+D. Con ello se conseguirán dos cosas, la primera es crear una nueva necesidad en la sociedad a parte de los servicios de comunicación que se prestan y que todavía no han entrado los competidores y segundo, permitirán amortiguar la caída o crecimientos exiguos de ingresos que viene padeciendo Telefónica desde que se inició la liberalización del sector. Retardar dicha decisión es perder un tiempo demasiado valioso para aquel que tenga que encauzar el destino futuro de la operadora.
Ya lo dijo Aristóteles: “No se puede ser y no ser algo al mismo tiempo y bajo el mismo aspecto”.
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