El 13 de septiembre del año 2017 se publicaba en la prensa que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, bloqueó la operación de compra de una firma de capital privado respaldada por fondos del gobierno chino que buscaba hacerse con un fabricante estadounidense de chips. Una decisión que envía una clara señal a Pekín de que Washington se opondrá a futuras adquisiciones corporativas que involucren tecnologías con potenciales aplicaciones militares y supongan un riesgo para la seguridad nacional del país.
La adquisición de Lattice Semiconductor Corp por parte de Canyon Bridge Capital Partners, valorada en 1.300 millones de dólares, se postulaba como una de las mayores compras de un grupo de inversores respaldados por dinero chino dentro del sector de semiconductores estadounidense.
Sin embargo, el escrutinio regulatorio estadounidense fue en aumento desde que el pasado noviembre, la agencia Reuters informase que Canyon Bridge estaba financiado en parte con fondos del gobierno chino y tenía vínculos indirectos con el programa espacial de Pekín.
Posteriormente, varios funcionarios de defensa estadounidenses manifestaron sus preocupaciones sobre dicha operación. Lattice, con sede en Portland, Oregon, fabrica chips que permiten a las empresas poner su propio software en semiconductores de silicio para distintos usos.
Trump señaló en una orden ejecutiva que Lattice y Canyon Bridge "tomarán todas las medidas necesarias para abandonar total y permanentemente la transacción propuesta" en un periodo de 30 días. Los riesgos de seguridad nacional que presenta el acuerdo de compra incluyen "el papel del gobierno chino en la operación, la importancia de la integridad de la cadena de suministro de semiconductores para el gobierno de Estados Unidos y el uso de productos de Lattice por parte del gobierno estadounidense", dijo la Casa Blanca .
Esta es la cuarta vez en un cuarto de siglo que un presidente estadounidense frena la compra de una empresa estadounidense por parte de una compañía extranjera aludiendo riesgos de seguridad nacional. El gobierno de China ya advirtió el pasado mes de agosto que "en una guerra comercial no hay un ganador", al hacerse eco de las declaraciones del ex estratega jefe de la Casa Blanca, Steve Bannon, que se produjeron justo después de que Trump firmase un memorando en el que ordenó la apertura de una investigación para determinar si las prácticas de China en materia de "propiedad intelectual" dañan a las empresas nacionales.
Hoy podemos leer en la prensa una noticia donde se nos informa sobre los nuevos posicionamientos ideológicos del PP de, Alberto Núñez Feijoo, con respecto a las compañías que cotizan en el IBEX-35. En campaña electoral permanentemente, ahora promete a los inversores evitar los “dedazos” y las intervenciones en las compañías cotizadas desde los despachos del Gobierno. La ponencia del Congreso popular, con los nuevos postulados del partido, dedica seis páginas a fijar los ejes principales de la política económica del partido. Así, la formación renovará en el cónclave su compromiso con la defensa “con convicción del libre mercado y la libre empresa”, rechazando las distorsiones que impiden que la iniciativa privada “se desenvuelva con eficacia”.
Con esto se refiere a la intervención que el Gobierno de Pedro Sánchez ha venido ejerciendo sobre algunas de las compañías cotizadas más grandes del país, entrando en Telefónica con un 10% del capital gracias a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) o auspiciando cambios en la cúpula de Indra para tratar de crear un campeón nacional en el ámbito de la defensa. “Rechazamos situaciones como el nombramiento de altos cargos de empresas del Ibex 35 desde Moncloa”, refieren los populares en su ponencia política, en referencia a los cambios en la presidencia de la teleco, con la sustitución de José María Álvarez-Pallete por Marc Murtra, una figura cercana al socialismo catalán; y también de Indra, con el ascenso de Ángel Escribano al puesto de mayor relevancia de la tecnológica.
Puede incluirse también en esta categoría la presidencia de Redeia (matriz de Red Eléctrica), una cotizada en la que el Estado cuenta con el 20% del capital (el resto de accionistas tienen un tope del 5%) y que está liderado por la exministra Beatriz Corredor, otra designación a cargo de Moncloa que ha sido muy cuestionada por su papel durante el apagón.
En una enmienda a la totalidad a los planes del Gobierno, que ha reforzado la Sepi y ha lanzado una nueva ‘Sepi digital‘ (la Sociedad Española para la Transformación Tecnológica, Sett), desde el PP optan por “poner orden y reducir el tamaño del sector empresarial público, limitar el intervencionismo a situaciones donde el mercado no sea capaz de dar un buen servicio, despolitizarlo y asegurar la profesionalidad de sus gestores”. “El estándar de exigencia ha de ser mayor cuando se trata de gestionar los recursos que son de todos. Las empresas públicas tienen que estar administradas profesionalmente: se acabó llevarlas a la quiebra y repartir bonus entre los altos cargos responsables del desastre”, señala el documento.
Los abanderados que iluminan al candidato Feijoo en la privatización de activos estratégicos
La pata económica de la ponencia se desarrolla en seis folios en los que se desgranan sus posiciones sobre política laboral, fiscal, climática y regulatoria. Unas visiones que, apunta el texto, cuentan con “la credibilidad de haber aportado el 80% del avance económico real de los últimos 30 años” a España. El PP apuesta por fomentar la cultura del trabajo y no “asfixiar” a los ciudadanos (que no solo contribuyentes) con impuestos. También quieren los populares “que no se persiga a los empresarios más exitosos” y se ve la Inteligencia Artificial como una “oportunidad histórica” para modernizar la economía. Sobre el modelo productivo, piden “no criminalizar el turismo” y que el campo no se enfrente a la “sobrerregulación y las políticas verdes”.
En el ámbito laboral es, quizá, la parte donde más llama la atención el ideario del PP. Los populares vuelven a entrar en el debate sobre la jornada justo en la misma semana en la que han presentado una enmienda a la totalidad en el Congreso de los Diputados para frenar el proyecto de ley que pretende reducirla a 37,5 horas a la semana. Esta vez, y a diferencia del terremoto provocado por las declaraciones de Feijoo a finales del año pasado, los populares son más claros o ponen más peros. Defienden la creación de bolsas de horas y la flexibilización del horario laboral, pero solo “allá donde sea posible, mediante procedimientos que atiendan las especificidades de los diferentes sectores y no ahoguen de forma irremediable a pymes y autónomos”. Para reducir el paro, apuestan por crear empleo de calidad. “Queremos que el paro baje porque hay más ingenieros trabajando aquí, no porque hayan emigrado”, dicen. Y abren la puerta a que los desempleados puedan perder el subsidio por desempleo si se rechazan de manera “reiterada e injustificada de ofertas de trabajo adecuadas”. En la parte relativa a las cuentas públicas el PP aboga por “eliminar el despilfarro” y hacer una revisión en profundidad del gasto del Estado. También apuestan por simplificar el sistema fiscal con impuestos bajos y por incorporar el “derecho al error” en las declaraciones fiscales para “reducir la indefensión del contribuyente” https://tinyurl.com/4vmz4ywb
Privatizaciones en nuestro país bajo la presidencia de los diferentes gobiernos
Lo primero que quiero abordar de las declaraciones hechas por el presidente del PP, Feijoo, son las referentes a las compañías estratégicas de nuestro país como son: Telefónica o Indra. Lo que sucede en nuestro país con dichas compañías no es nada ajeno de lo que sucede en países de nuestro entorno, que son referencias de nuestro modelo económico como son los motores de la Unión Europea, Francia y Alemania. En Francia, Orange y Thales, serían las compañías similares a las mencionadas por Feijoo en sus declaraciones. El Estado francés tiene tres miembros en el consejo de su operadora de telecomunicaciones incumbente, Orange, estos están en representación del 23% del capital que posee el Estado francés. Otra compañía tecnológica similar a Indra es la francesa Thales, en ella el Estado francés a través de su holding nacional (Agence des participations de l’État), posee aproximadamente el 25,7 % del capital social de Thales. Según un informe de AFG sobre el SBF120 posterior a la junta del 16 de mayo de 2025 en dicha compañía, el consejo quedó compuesto por 16 miembros, con un cierto equilibrio entre ejecutivos y no ejecutivos https://tinyurl.com/y63yb5yt El mismo documento detalla que hay tres miembros nombrados por el Estado francés, todos considerados “no libres de intereses” según esa clasificación https://tinyurl.com/4anhjjzm Si nos vamos a Alemania tendremos que hablar de Deutsche Telekom y de la compañía Hensoldt AG. En la compañía de telecomunicaciones incumbente, Deutsche Telekom, el gobierno federal alemán, a través de participaciones directas e indirectas (p. ej., vía el banco público KfW), posee aproximadamente un 27–28 % de la compañía. El consejo de Supervisory Board está compuesto por 20 miembros: 10 representantes de los accionistas y 10 de los empleados. Entre los representantes de los accionistas, al menos Katja Hessel, que es secretaria de Estado Parlamentaria del Ministerio Federal de Finanzas, fue designada como miembro del consejo (desde abril 2022). Además, desde enero 2025, Stefan Ramge, responsable de una dirección general en el mismo Ministerio de Finanzas, fue designado por un tribunal en este consejo. Por tanto, actualmente el Estado alemán tiene al menos 2 representantes directos en el consejo de Deutsche Telekom. En la compañía tecnológica equivalente a Indra sería Hensoldt AG. En ella el Estado alemán tiene el 25,1 % de su capital. El caso español de Indra y Telefónica es el siguiente, en Indra el Estado español tiene el 28% del capital y de los 16 consejeros que tiene dicho consejo, tres son en representación del Estado español. En Telefónica el Estado español a través de la SEPI tiene el 10% del capital de la operadora, de los quince miembros del consejo el Estado español tiene un consejero. Por lo tanto, la pregunta que nos deberíamos hacer los ciudadanos españoles es la siguiente, ¿Están equivocados los gobiernos de Francia y Alemania en la defensa de sus sectores y compañías estratégicas? O esta equivocada la derecha extrema del PP, cuando afirma que tiene que ser el mercado el que regule los intereses prioritarios de los ciudadanos españoles… Parece que la defensa de los postulados del candidato Feijoo en esta cuestión de la defensa de los intereses estratégicos no hay por donde cogerla, salvo por lo que viene siendo habitual en la derecha extrema del PP o Vox, son partidarios de privatizar los intereses empresariales donde hay ganancias para sus "amigos" y mutualizar aquellos sectores o compañías que ofrecen pérdidas.
Cuando hablamos de nombrar representantes del Estado en estos activos estratégicos, estamos asociando dicho nombramiento a personas que tengan una acreditada trayectoria en el mundo empresarial. Sin embargo, los hechos nos muestran que cuando hablamos de Telefónica e Indra, comprobamos que bajo gobiernos del PP no fue así, sino que sirvieron para hacer languidecer dichas compañías con personas que no representaron de forma correcta a los españoles como nos muestran las métricas económicas durante el tiempo que estuvieron como miembros del consejo de administración. El caso de Telefónica es quizás el mas ilustrativo, tras la salida de uno de los mejores presidentes de la operadora, Cándido Velázquez Gaztelu, llegó a la presidencia el compañero de pupitre de José María Aznar, Juan Villalonga Navarro el 7 de junio del año 1996 (la cotización entonces era de 4,76 €), posteriormente el 26 de julio del año 2000 es nombrado presidente a Cesar Alierta Izuel hasta el ocho de abril del año 2016 que fue nombrado presidente el destituido Jose María Álvarez-Pallete hasta el 18 de enero del año 2025, (la cotización entonces era de 3,97 €). Los 27 años y siete meses de viaje con tres presidentes nombrados bajo la modalidad del “dedazo” por el PP… Y el resultado de su elección habla por sí sola con él valor de la cotización. Por lo tanto, todo el proyecto regenerador en el que se envuelve el candidato Feijoo para conquistar la voluntad de los españoles, no es más que un brindis al sol cuando uno ve lo que hicieron otros miembros de su formación política.
Eloína Núñez Mesid en un vídeo de la asociación Alcer Coruña A, gerente del área sanitaria de Santiago y O Barbanza
Pero si con lo dicho anteriormente debería ser más que suficiente para disuadir a cualquier ciudadano a la hora de entregar la confianza de los activos estratégicos al candidato Feijoo, voy a centrarme en su gestión y nombramientos cuando era presidente de la Xunta de Galicia:
* Altos cargos cercanos en la Xunta: empresas públicas y consellerías
- Galaria –
Empresa pública de gestión del patrimonio cultural
Feijóo promovió de forma discrecional (saltándose a menudo convocatorias públicas) el nombramiento de la exconsejera Mosquera como directora https://tinyurl.com/4wyabymd - Sociedade
Galega de Medio Ambiente (Sogama)
Bajo su presidencia, Feijóo colocó a Domínguez Lino (exconcejal del PP) como presidente de Sogama, entidad mayoritariamente pública dedicada a la gestión de residuos https://tinyurl.com/yvr826zw
*Nombramientos con repercusión por conflicto de intereses
Durante su mandato, se documentó la designación en cargos de libre designación de diversos familiares, especialmente en empresas o entidades públicas con contratos lucrativos:
- Eloína Núñez Masid (prima de Feijóo) fue nombrada gerente de hospitales públicos (Ourense, luego Santiago/O Barbanza) poco después de su llegada a la Xunta en mayo de 2009, y también impulsada en la executiva del PP gallego https://tinyurl.com/22xwv6ax
- En paralelo, la empresa que dirige su hermana, Micaela Núñez (Eulen Galicia), obtuvo contratos por más de 37 millones de euros durante la legislatura https://tinyurl.com/22xwv6ax
Parece obvio que la doctrina política de “laissez faire” que defiende el candidato Feijoo para la economía española, no es la mejor solución cuando uno habla de cuestiones estratégicas como vemos en países socios y referentes a la hora de defender sus activos estratégicos, como sucede con Francia y Alemania. Sin embargo, el candidato Feijoo en seis folios despacha el modelo económico de nuestro país como quien firma un contrato, cuestión esta que es muy ilustrativa de porque no lanza una moción de censura contra el gobierno actual… Se le verían las costillas y su ausencia de programa económico para nuestro país y sus ciudadanos. Cuando habla de bonus al candidato Feijoo, olvida recordar los bonus que se llevaron aquellos que nombraron sus compañeros de partido, Villalonga (27 millones de euros), Alierta (54 millones de euros) https://tinyurl.com/yudb6jue o Álvarez-Pallete (45 millones de euros) https://tinyurl.com/mwjma73b... Un buen ejemplo para saber de que estamos hablando cuando escuchamos al PP.
Para terminar el post quiero volver al principio del mismo, con la defensa que realizó un ultranacionalista como, Donald Trump, de los activos estratégicos de su país en contra de lo que defiende un político que se califica de “centroderecha”. Es muy ilustrativo para los españoles que todos los países y gobiernos occidentales europeos defiendan sus compañías y activos estratégicos y que en nuestro país, existan opciones políticas como el PP que defienda que sea el mercado el que decida lo que es mejor para los ciudadanos españoles. Se ve claramente que el oráculo de Feijoo y sus correligionarios del PP es, Milton Fridman, economista que tenía la brújula puesta en las siguientes cuestiones: en la defensa radical del liberalismo económico, la privatización de servicios públicos, la reducción del papel del Estado, la eliminación de controles de precios y subsidios y en la defensa de que los mercados libres son más eficientes que los gobiernos en la asignación de recursos. El PP gobernará cuando le llegue la hora… Pero lo que no tiene que sorprender al ciudadano es lo que hará cuando llegue al poder político, sus antecedentes le preceden como nos muestra la hemeroteca.
Ya lo dijo Pepe Mújica: "Se ha generado una literatura contra el Estado falsa. Pero el Estado es como la caja de herramientas, no tiene conciencia. Los que fallamos somos los humanos que manejamos el Estado"
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