Richard Philips Feynman nació en la ciudad de Nueva York, EE.UU., el 11 de mayo de 1918. Fue un niño travieso y así siguió siempre. A los 10 años empezó a coleccionar aparatos de radio viejos para su laboratorio de electrónica y a los 12 ya montaba sus propios aparatos. Estudió física en el Massachussets Institute of Technology (MIT), continuando su carrera en la Universidad de Princeton. Siendo estudiante en Princeton continuó con su ansia investigadora, por ejemplo, con los elementos procedentes de un microscopio realizó observaciones sobre las costumbres de las hormigas que entraban en su habitación e ideó experimentos para determinar cómo descubren las cosas. Obtuvo el grado de doctor en Física en 1942, con un trabajo sobre las ondas electromagnéticas supervisado por físico nuclear estadounidense John Wheeler. Entre la audiencia se encontraban científicos de la talla de Einstein, Pauli y Von Neumann. Un breve apunte biográfico: fue descartado por el ejército para combatir en la II Guerra Mundial al ser catalogado como “deficiente mental”, virtuoso en el arte de tocar los bongos y amante de los bares de striptease. Feynman murió de cáncer el 15 de Febrero de 1988. Hasta 15 días antes de su desaparición, estuvo impartiendo clases. Cuando acabo sus estudios ayudó a construir la bomba atómica (lo que le persiguió durante su vida), ganó el premio Nobel, fue estrella televisiva y en su vejez investigó el accidente del Challenger, la mayor catástrofe de la conquista del espacio, enfrentándose a la NASA y al gobierno de su país. Feynman no sólo revolucionó la ciencia con su contribución a la electrodinámica cuántica sino que además fue un pensador que debatía con humor todo tipo de temas. Esta curiosidad queda reflejada en “La física de las palabras” editorial (Crítica), una antología de reflexiones agudas sobre ciencia, arte, política y religión. El hombre que aventuró qué ocurre cuando las partículas colisionan y cómo predecir la existencia de otras nuevas no se cansó de repetir que había que encontrar algo que nos apasionara para dedicarnos a ello, al margen de programas escolares y presiones familiares. Y, sobre todo, fue inflexible con una convicción que hoy, por desgracia, no tiene mucho predicamento: equivocarse no es malo. “Una de las herramientas más importantes de la física teórica es la papelera”, anotó en uno de sus cuadernos.
Estos días estamos asistiendo a una serie de hechos que ponen de manifiesto las diferencias que existen en el mercado español entre el operador incumbente (Telefónica) y el Gobierno con respecto al devenir de dicha digitalización. El día 27 de noviembre se publicaba en diferentes medios el lanzamiento por parte de Telefónica de fibra a 1.000 Mbps https://bit.ly/3luZUxZ Concretamente, las velocidades mínimas disponibles pasaron por 30, 50 y 100 Mbps, mientras que las velocidades máximas han ido incrementándose desde los 100 a los 600 Mbps, y a partir del 12 de enero de 2021, volverán a aumentar para alcanzar un nuevo máximo 1.000 Mbps simétricos. El próximo 12 de enero, Telefónica dará respuesta a varias de las mejoras ya aplicadas por operadores rivales, de manera que la velocidad mínima pasará de 100 a 300 Mbps simétricos y la velocidad máxima pasará de 600 a 1.000 Mbps simétricos. En el caso de Movistar Fusión ya no habrá tramo intermedio de 600 Mbps, por lo que dar el salto de 300 Mbps a 1 Gbps será más barato que en otros operadores, suponiendo un incremento de 10 euros, cuando la competencia viene aplicando incrementos de 20 euros. El 18 de enero de 2021 también entrarán en vigor nuevos precios de tarifas Fusión, que afectarán por igual a nuevos y actuales clientes, incluso aunque estos últimos no hayan solicitado el incremento de velocidad correspondiente a su tarifa. En concreto, Fusión 0 subirá dos euros su cuota mensual, mientras que el resto de tarifas Fusión se incrementarán en tres euros mensuales.
El día 2 de diciembre se publica la siguiente noticia, “La CNMC insta a Telefónica que baje el precio de su fibra para empresas un 5%” https://bit.ly/3fXM722 En dicha noticia se informa, que el regulador ha notificado al incumbente (Telefónica) que en el plazo de quince días rebaje sus precios mayoristas de fibra óptica, al menos, el 4,8 % para que sus competidores puedan replicar sus ofertas minoristas, ha informado el organismo supervisor en un comunicado. Mediante un test específico, la CNMC evalúa si los precios fijados por Telefónica en sus servicios mayoristas sobre su red de fibra -NEBA local y NEBA fibra- permiten a los operadores alternativos ofrecer a sus clientes los mismos productos que ofrece Telefónica. Este seguimiento persigue asegurar un elevado nivel de competencia en el mercado, según la CNMC, que ha recordado que los precios de NEBA local y NEBA fibra son fijados libremente por Telefónica, con la única condición de que deben superar el test de replicabilidad. El regulador revisa periódicamente los parámetros de este test para actualizar el listado de las ofertas minoristas de Telefónica de referencia y los costes subyacentes que se utilizan en el mismo. En su tercera revisión, la CNMC ha añadido el producto Fusión O2 600Mb al listado de "productos emblemáticos", en el que hasta ahora no había sido incluido. Todos los productos emblemáticos han superado el test de replicabilidad, con la excepción de Fusión Base 600Mb, debido, principalmente, "a un aumento de la intensidad promocional, muy relevante en este producto". Este ha sido el motivo por el que el regulador ha resuelto instar a Telefónica a reducir los precios mayoristas de NEBA local y NEBA fibra hasta el punto en que se supere el test. Los conceptos que Telefónica puede modificar son la cuota de acceso, o las cuotas de alta y baja del servicio.
El mismo día que el regulador obliga a rebajar el precio de la fibra a Telefónica, se publica también la siguiente noticia, “Telefónica y el Gobierno vuelven a chocar por el precio del espectro del 5G” https://bit.ly/33Ft6MW En la noticia se afirma lo siguiente, “Telefónica, junto al resto de compañías, creen que el Ejecutivo ha sacado su “afán recaudatorio” en la subasta 5G que va a comenzar en las próximas fechas y que concluirá a mitad del 2021. En concreto, tal y como reflejan los Presupuestos Generales del Estado, el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital puso una cifra de 2.071 millones de euros, una cifra muy superior a lo ingresado en la puja de 2018, con 438 millones de euros. Esta cantidad es, precisamente, la que chirría al sector que la califica “desmesurada”, según narran fuentes del mundo de las telecomunicaciones. De hecho, el pasado viernes Emilio Gayo, presidente de Telefónica España, pidió que “evite el afán recaudatorio” en dichas subastas”. Por otro lado, “las mismas voces del sector entienden que el nuevo pulso entre el Gobierno y el mundo de las telecomunicaciones pueden acarrear “graves problemas” a la hora de cubrir el 5G en todo el territorio nacional. Si el Gobierno sube el precio de las subastas, las empresas de telecomunicaciones van a tener menos capacidad económica para acometer las inversiones. Si en su hoja de ruta marcaba un plazo de cinco años, si se incrementan los costes la finalización de la extensión puede demorarse notablemente”, advierten. Por el contrario, el Ministerio de Economía cree que los más de 2.000 millones de euros por los que las empresas de telecomunicaciones tendrán acceso al nuevo espectro radioeléctrico no es “para nada” recaudatorio. Fuentes del ejecutivo se remiten a las palabras de la ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, y a las del secretario de Estado de Telecomunicaciones, Roberto Sánchez, quien ya el año pasado aseveró que en la subasta no habría “especial afán recaudatorio”. Mientras las compañías de telecomunicaciones se quejan del alto precio de la extensión del 5G en España y que la inversión sea 100% privada, Bruselas considera que las nuevas tecnologías son “claves” para la recuperación de la economía del Viejo Continente. Por lo tanto, quien quiera beneficiarse del fondo Next Generation EU tendrá que emplear sus ayudas en las políticas estratégicas comunes definidas por la Comisión Europea, especialmente en el desarrollo del 5G en Europa. Cabe recordar que España espera un montante de 140.000 millones de euros entre ayudas a fondo perdido y préstamos en condiciones muy ventajosas.
Si nos fijamos lo que ha ocurrido en otros países de nuestro entorno, quizás nos permita hacernos una idea de lo que puede resultar caro o barato en la subasta del espectro del 5G con respecto a nuestro país. El Gobierno de italiano ha captado más de 6.500 millones de euros en la subasta de espectro en bandas de frecuencias claves para el desarrollo de la próxima tecnología móvil 5G, superando en más de 4.000 millones de euros los 2.500 millones de euros previstos, según ha informado el Ministerio de Desarrollo Económico en un comunicado. https://bit.ly/2JEs4JX En concreto, cinco operadores (Telecom Italia, Vodafone Italia, Wind, Iliad y Fastweb) se han repartido el espectro después de 14 días de subasta y 171 rondas. "Los ingresos obtenidos superaron el valor de las ofertas iniciales en un 164% y la base de la subasta en un 130,5%", remarca el Ministerio. En otro de los grandes países de Europa, Alemania, el gobierno alemán recaudó 6.550 millones en la subasta del 5G, en la que Telefónica se gastó 1.425 millones de euros https://bit.ly/3fXIV6w La puja concluyó después de 52 días, en la misma participaron cuatro operadores (Telefónica, Deutsche Telekom, Vodafone y 1 & 1 Drillisch), informó la Agencia Federal de la Red (BNA). Deutsche Telekom pagará la máxima cantidad por las frecuencias adjudicadas, un total de 2.174,9 millones, seguido de Vodafone, que ofreció 1.879,7 millones. En tercer lugar se sitúa Telefónica, con 1.424,8 millones, y en último lugar están los 1.070,2 millones que pagará 1&1 Drillisch, informó la BNA en un comunicado. Las frecuencias vencen en el año 2040. La subasta del 5G ha superado en ofertas a las dos anteriores por el 3G y el 4G: en 2010, la suma total de las ofertas ascendió a 4.400 millones de euros tras 224 rondas mientras que en 2015 la cifra se situó en alrededor de 5.000 millones de euros en 181 rondas. En otro país como Estados Unidos, la subasta del 5G en la banda de espectro de 3,5 GHz recaudó 4.600 millones de dólares (3.801 millones de euros) https://bit.ly/3qoYkkS Hay que tener en cuenta que dicha banda no es la buena en el 5G, la misma se conoce como NSA (Non-Stand Alone). La tecnología que proporciona toda la potencialidad de dicha tecnología es la que se conoce como SA (Stand Alone), la que se subastará en el primer semestre del año 2021 en España.
Una cuestión importante que hay que valorar de dichas subastas es que el coste de las mismas se tiene que repartir en los próximo 20 años que tienen la vigencia de dichas licencias, por lo que si el Gobierno español plantea que la recaudación de las mismas sea de 2.071 millones de euros, sale cada año a los operadores que se adjudiquen las mismas a unos 100 millones de euros al año en su conjunto. El espectro para las operadoras es “core” de su negocio, por lo que no tenerlo significa que no tendrán ingresos y por lo tanto verán amenazada su existencia. Todo lo contrario de otro tipo de inversiones donde algunos operadores han invertido muchísimo más dinero sin ser “core” y con una rentabilidad cuando menos cuestionable como así ha sucedido con los derechos televisivos del fútbol https://bit.ly/3mWPsk3 Telefónica compró los derechos de LaLiga por 2.940 millones de euros en el año 2018 para el periodo 2019-2022, lo que equivale a 980 millones de euros por año, una cifra similar a la de la subasta anterior https://bit.ly/2PwcQGA
Una de las cuestiones que ponen de manifiesto dichas noticias acaecidas en los últimos días, es que la sintonía entre Gobierno y el equipo directivo es nulo. Ahora que arranca el Plan de digitalización que se pondrá en marcha con fondos europeos, es más necesario que nunca una perfecta sintonía entre el operador incumbente (Telefónica) y el Gobierno actual para el despliegue de dicha digitalización. El mercado español se caracteriza por tener entre dos y cuatro millones de hogares que tienen una problemática específica, tienen costes e inversiones mucho más altas para tener acceso a Internet a alta velocidad que la mayoría de la población española. Pese a que se ha reducido la brecha entre lo urbano y lo rural en las telecomunicaciones, también hay que reconocer que sigue muy vigente en algunas áreas dicha brecha. Esta brecha frena el desarrollo económico y social de muchos municipios, más aún en un contexto en el que el coronavirus ha traído la posibilidad de fijar población en eso que se conoce como la “España vacía”. Uno de los inminentes cambios en el sector de las telecomunicaciones en España y Europa será la llegada de la telefonía del 5G, una tecnología llamada a mejorar la conectividad y a aumentar el número de elementos conectados a dicha red (en concreto se calcula unos 100.000 millones en todo el mundo). Sin embargo en nuestro país, entre las pequeñas telecos locales y rurales prima un cierto escepticismo por el impacto existente a corto plazo que existe fuera de las ciudades. Existe un considerable volumen de hogares, 1,8 millones, que apenas llegan a una conexión de 2 Mbps de velocidad. Por lo tanto, existe un claro motivo para que el Gobierno destine una parte importante de recursos a facilitar los medios que posibiliten la digitalización de dichos hogares con los fondos europeos. Hay que recordar, que de los 140.000 millones de euros que se han destinado a la recuperación económica española a través del fondo Next Generation EU, el 20% serán destinados a dicha digitalización, unos 28.000 millones de euros. Y la operadora que tiene que realizar el desarrollo de dichos despliegues deberá ser el operador incumbente (Telefónica), para lo que se necesitan directivos y políticos que converjan en los intereses de la sociedad.
Para terminar el post, decir que al igual que Feynman reconocía que “equivocarse no es malo”, cuando el que dirige una compañía, se equivoca un día sí y otro también, las equivocaciones terminan socavando el interés general para el que sirve dicha compañía, como decía Edward Freeman en su “Teoría de los Stakeholders”. La obligación de contribuir al bien común en una época de pandemia como la actual, no admite “submarinos” que estén confrontando permanentemente aspectos como dicha digitalización, máxime si tenemos en cuenta que sus acciones son cuando menos discutibles si uno lee la hemeroteca. Equivocaciones de los directivos en la situación actual… Las justas, ya que no nos lo podemos permitir.
Ya lo dijo Richard Feynman: “Dios siempre ha sido inventado para explicar misterios. A Dios siempre se lo inventa para explicar esas cosas que no entiendes. Ahora, cuando finalmente descubres cómo funciona algo, obtienes algunas leyes que le estás quitando a Dios; ya no lo necesitas más”.
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