El ejemplo puede ser, a todas luces, el mejor método de enseñanza. Pero ejercerlo con honestidad y decisión, de la forma más correcta e idónea, resulta algo muy difícil de lograr sobre todo cuando uno no tiene ninguna intención de ser coherente y realista con lo que hace. No obstante, también es algo que vale la pena y que puede darle sustancia a una vida y su propósito. Predicar con el ejemplo es lo más sabio que uno puede transmitir. Ya lo dijo Stephen Covey: “Tus actos siempre hablan más alto y claro que tus palabras.” Porque los hechos son la forma de concretar lo que se dice y porque decir una cosa y luego hacer otra es auto descalificarte con aquellos que te observan y sufren las consecuencias de tus actos. Si uno no interioriza verdaderamente lo que expresa, jamás será creíble a ojos vista de una sociedad que anhela la coherencia entre lo que uno piensa y lo que uno hace.
Se acaba de publicar por parte de la Comisión Europea el ranking de las 2.500 compañías que más invierten en I+D en el mundo https://bit.ly/3poBqM1. Con el mismo se pretende comparar el rendimiento de las industrias impulsadas por la innovación de la UE con sus principales homólogos mundiales y proporcionar una base de datos de inversión en I+D que las empresas, los inversores y los responsables políticos puedan utilizar para comparar los resultados de cada empresa con los mejores competidores mundiales en sus sectores. La edición del Cuadro de Indicadores del 2021 se analiza las compañías que invirtieron las mayores sumas en I+D. Estas compañías, tienen sedes en 39 países y más de 800.000 filiales en todo el mundo. La inversión total de las 2.500 empresas fue de 908.900 millones de euros, una cantidad equivalente al 90% de la I+D mundial financiada por las empresas. Entre las veinte primeras compañías que más invierten hay, ocho tecnológicas, cinco del sector del automóvil y siete farmacéuticas. De ellas, nueve son norteamericanas, dos chinas, cuatro alemanas, dos suizas, dos japonesas y una coreana. Entre las 2.500 primeras compañías figuran 401 con sede en la UE, que representan el 20% del total, 779 empresas estadounidenses (38%), 597 chinas (16%), 293 japonesas (12%) y 430 del resto del mundo (14%). El grupo RoW incluye empresas de Corea del Sur (60), Suiza (57), Reino Unido (105), Taiwán (86) y empresas con sede en otros 15 países. España tiene 14 compañías en dicho ranking (0,52%), todo un síntoma de lo que sucede en nuestro país con la I+D, en total invirtieron 4.447 millones de euros, el 19,79% de lo que invirtió la primera compañía de dicho ranking Alphabet (Google) que invirtió 22.470 millones de euros.
Este informe analiza la I+D, las patentes y otros indicadores de rendimiento financiero de las empresas en los últimos años, centrándose en el rendimiento comparativo de las empresas de la UE y sus homólogas mundiales. Además, incluye un análisis basado en las patentes que muestra el posicionamiento de la UE en materia de tecnología verde para las industrias que hacen un uso intensivo de la energía; y un estudio que explora el papel de las compañías del Cuadro de Indicadores en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU. En el año 2020, la pandemia golpeó duramente a las empresas mundiales, provocando una importante caída de las ventas, beneficios y gastos de capital de las empresas. Sin embargo, la inversión global en I+D se mantuvo gracias a los aumentos en los sectores positivamente afectados por la crisis, a saber, los servicios de TIC y las industrias de la salud, mientras que la mayoría de los demás sectores disminuyeron la inversión en I+D, en particular las industrias relacionadas con el transporte, que han sido las más afectadas por el bloqueo. Los resultados de este informe ponen de manifiesto los retos y las oportunidades a los que se enfrenta la UE en su intento de mejorar su capacidad de I+D y revitalizar su base industrial, en consonancia con las prioridades de la nueva política industrial y de innovación de la UE, especialmente en el contexto de las transiciones digital y ecológica.
Fuente: Comisión Europea
Las diez primeras compañías que más invirtieron en el mundo en I+D, lo hicieron por valor de 149.109,3 millones de euros. El desglose de la inversión en I+D quedó de la siguiente forma por compañías y áreas del mundo: Estados Unidos 779, China 597, Unión Europea 401, Japón 293 y el resto del mundo 29. Las compañías de Estados Unidos invirtieron 343.600 millones de euros (37,8%), las chinas 141.000 millones (15,5%), las de la Unión Europea 184.100 millones (20,3%), las de Japón 111.100 millones (12,2%) y el resto del mundo 129.200 millones (14,2%). En total fueron 908.900 millones de euros los invertidos.
Uno de los sectores que no recupera gran cosa en inversión de I+D frente a las compañías tecnológicas (OTTs), es el sector de las telecomunicaciones. En total las quince compañías que están en el ranking invirtieron 11.662,6 millones de euros. En el año 2020 en dicho ranking había también 15 compañías https://bit.ly/34Th82X, las cuales invirtieron en I+D un total de 7.983 millones de euros. Este crecimiento del (32%) con respecto al año pasado tiene un nombre, la compañía japonesa NTT, la cual invirtió un 303% más hasta alcanzar los 5.566 millones de euros frente a los 1.834 millones de euros que invirtió en el año 2020. Si observamos el avance de Telefónica languidece con respecto a la apuesta japonesa, el año 2020 invirtió 866 millones de euros y en el 2021 lo hizo con 959 millones de euros (+9,5%). Las otras grandes operadoras europeas como Deutsche Telekom, Orange o BT invierten unas cantidades en I+D que hace que Europa pierda el tren de la digitalización que de momento está en manos de las grandes OTTs norteamericanas o chinas. Un ejemplo, en el año 2021 Alphabet invirtió el 15,1% sobre ventas totales, por el contrario, Telefónica invirtió el (2,22%) sobre el total de sus ventas. Este gap hace insalvable el poder coger el tren de la digitalización por mucho que se repita el mantra de que es una compañía digital, las cifras son hechos contrastables e incontestable para ver que la orientación es la equivocada. Este hecho tiene su foto en el crecimiento de ingresos que tienen los OTTs, a doble digito todos los años, y el retroceso que vienen experimentando los operadores de telecomunicaciones.
Otra foto que no podemos perder en dicho ranking es la inversión que efectúan las compañías españolas. España tiene 14 compañías en el mismo (0,57%), todo un síntoma de lo que sucede en nuestro país con la I+D, en total invirtieron 4.447 millones de euros. En el año 2020 el ranking tenía también 14 compañías españolas que invirtieron un total de 4.700 millones de euros, este año se produjo un retroceso en la inversión del (-5,4%). La lectura a dicho hecho viene siendo una cuestión que año tras año viene reflejando la Fundación COTEC. que todos los años publica su informe con las mismas recomendaciones con respecto al déficit que tenemos en cuanto a la inversión privada en I+D de las compañías españolas https://bit.ly/3msIyp6 Las pymes españolas son el principal motor de la economía del país, ya que constituyen su tejido empresarial. Engloban más del 95% de las empresas y generan más del 90% de empleo. Las empresas pequeñas tienen una capacidad menor a las empresas grandes para invertir en I+D+i ya que disponen de menos recursos. Esto afecta directamente a la productividad, que es inferior en las empresas pequeñas y eso influye, a su vez, directamente en la capacidad competitiva, por lo que les cuesta más crecer. Esta es la principal causa por la que España invierte menos en I+D, si a eso añadimos que las grandes empresas no hacen de tractor para impulsar dicha innovación, tenemos una foto preocupante para pintar algo en el universo competitivo del mundo empresarial. Otro de los problemas que tiene nuestro país es tener una clase directiva que mira dicha inversión como un gasto no como un recurso que garantiza la durabilidad de las compañías.
En el mundo de la innovación lo primero que debe decidir una compañía es si quiere ser líder o seguidor. Ser líder no significa necesariamente ser el primero en llevar a cabo la innovación, aunque, a menudo, suelen ser las primeras en hacerlo las que, a través de esta estrategia, consiguen ganar un segmento en el mercado. Aun así, frecuentemente los líderes tecnológicos son los que adoptan la estrategia de “ser segundos”. En segundo lugar, “ser seguidor consiste en seguir de cerca al líder”, evitando los riesgos que conllevan ser el primero y los costes que supone la investigación. Desde esta posición, se podría lograr el liderazgo si el primero comete algún error o si la empresa logra asignar más recursos económicos. El problema es, cuando la mentalidad del equipo directivo vive de realidades inexistentes, como es la publicidad o propaganda que irradian como sucede en algunas grandes compañías españolas.
Fuente: Comisión Europea
Para terminar el post, hay que decir que la coherencia no parece ser un signo que caracterice a algunos de los principales directivos de nuestro país. El gobierno español tiene ante sí un reto importante como es el hecho de influir a través de medidas legislativas que propicien un cambio en la estrategia empresarial. El fin último, es crear valor sobre la I+D que repercuta en la sociedad, no como viene sucediendo desde hace años lo que nos ha situado en un lugar que ni merecemos ni nos conduce a ningún sitio… Salvo a la irrelevancia que ostentamos.
Ya lo dijo Steve Jobs: “La innovación es lo que distingue a un líder de los demás”.