Autodefinido en su condición de “friki”, Guillermo del Toro, desde el comienzo de su carrera, se ha propuesto dar un giro a ese tipo de cine que tanto le ha influido y que desde pequeño devoraba desmedidamente. Para él el concepto de lo fantástico es descomunalmente amplio, pero en el fondo se remite a una concepción simple: es todo aquello que escapa de la realidad y que entra dentro del plano de lo maravilloso, lo sobrenatural o lo mágico. Lo fantástico es aquello que crea la imaginación, una facultad humana que nos hace únicos y que es el material del que se hacen los sueños. Algo que se desborda en las creaciones del cineasta. En la película, “El laberinto del fauno” se utilizó lo fantástico para hablar sobre la condición humana. A través de Ofelia, se establecen puentes entre la crueldad de la guerra y un mundo maravilloso creado por la imaginación desbordante de la niña que se convertirá en la metáfora sobre la que se reflexione en el filme. Esta yuxtaposición entre la dura realidad social y la fantasía ya aparecía de manera más somera en la película del director mexicano “El espinazo del diablo” del año 2001. La diferencia es que mientras esta última pretende ser una revisión del relato gótico, “El laberinto del fauno” obedece a las reglas del cuento de hadas, quizá el género literario más cercano al mito y desde el cual lo fantástico cobra más sentido para dicho director.
Estamos a poco más de diez días para terminar el año y a la operadora se le amontonan una serie de problemas que marcaran su futuro próximo. Los hechos por orden de importancia que marcaran dicho futuro son los siguientes por orden de importancia:
- Aprobación por parte del gobierno de las ventas de activos anunciadas en el año 2021.
- Aprobación del PSI que se esta negociando con la representación social a la vez que el gobierno cierra la reforma laboral que tiene que enviar a la Comisión Europea para recibir los fondos Next Generation EU.
- Beneplácito de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) de los derechos audiovisuales que resultó adjudicataria el 13 de diciembre, que actualmente limita a un máximo de tres años la duración de los contratos de Telefónica para la adquisición de derechos deportivos https://bit.ly/3Fd9sbO.
Si a dichos hechos sumamos que su despegue bursátil no se produce en parte por las perspectivas nada optimistas de los principales bancos de inversión como JP Morgan https://bit.ly/31bx6qx, en unos operadores principales que esperan como “agua de mayo” la consolidación del sector con el fin de reducir la presión competitiva de los operadores “low cost” que tiene los márgenes muy presionados. A todo esto, hay que sumar un hecho importante como ha sido la reducción de los consejeros dominicales de los dos los accionistas de referencia, BBVA y La Caixa. Telefónica ha destacado que asegura que el cambio le ayudará a seguir evolucionando en la implantación de las “mejores prácticas y recomendaciones en materia de gobierno corporativo”, ya que además de reducir miembros, el nuevo consejo tendrá mayor proporción de independientes (60%) y de mujeres (33%), según ha notificado la firma a la CNMV. Sin embargo, tras esta acción que podría suponer un avance en las mejores prácticas del gobierno corporativo se esconde quizás un movimiento de mayor calado como es el hecho de intentar blindarse el actual equipo directivo ante una acción coordinada de dichos dominicales, máxime si tenemos en cuenta que el Estado tiene un 16% de La Caixa https://bit.ly/3e62QQu Pero quizás un hecho importante que no se le ha dado mucha publicidad pero que puede ser muy indicativo de lo que puede suceder en la operadora se publicó el 16 de diciembre en un diario digital, “Iberia comprará solo hasta el 49% de Air Europa y el Estado entrará en el capital” https://bit.ly/3GV8dhH. Según la noticia, “el Estado tomará entre un 10 y un 25% de Air Europa”. Esta situación es la que se produce en los principales países de la Unión Europea con sus compañías estratégicas como, por ejemplo, Francia y Alemania, donde están en el capital de sus operadoras de bandera. El Estado francés tiene el 23% de Orange y en Alemania el Estado alemán tiene un 15% de forma directa en Deutsche Telekom y otro 15% a través del banco público KfW. Una de las cosas que llama la atención es que dicha reducción de dominicales en él consejo se argumente bajo el signo de mejores practicas de gobierno corporativo y sin embargo el 15 de abril se imputó a el vicepresidente de la operadora, Isidro Faine, y no se tomo ninguna medida de buen gobierno corporativo, como por ejemplo, la salida de la operadora mientras demostraba su inocencia https://bit.ly/3EcIujg Posteriormente dicho directivo fue des imputado por el juez instructor de la causa el 30 de julio como recogía la prensa https://bit.ly/3yFegEe
Otro hecho importante sucedido estos últimos días ha sido el pago del dividendo, la operadora tendrá que afrontar una ampliación de capital equivalente al 2,5% y emitirá 141 millones de nuevas acciones para repartir como dividendo. El capital social de la operadora alcanzará los 5.779 millones de acciones https://bit.ly/33wiGll Aunque la operadora anunció una amortización de acciones propias de autocartera del 1,65% del capital, esto no evitará el efecto dilutivo de dicho scrip. En la presentación de resultados del primer trimestre del año 2016, antes del 8 de abril cuando se produjo el relevo del actual presidente, el número de acciones que cotizaban era de 4.931 millones, hoy son 848 millones de títulos más.
Varios son los frentes que se tienen que resolver antes de terminar el año, pero poco es el tiempo que existe para resolver los mismos. En la operadora todavía hay quien ve el vaso medio lleno como por ejemplo cuando afirma en una entrevista hace escasos días, “viene una oleada de creación de valor” https://bit.ly/32ip4vS. Si Guillermo del Toro parte de su inocencia y de su falta de prejuicios para indagar en la realidad, al mismo tiempo que le sirve para reflexionar sobre temas tan trascendentales como la juventud, la inmortalidad o la propia condición humana… En la operadora, se echa en falta precisamente esa reflexión sobre cuestiones que la han llevado hasta la situación actual en la que se encuentra.
Ya lo dijo Goethe: “Pensar es fácil, actuar es difícil, y poner los pensamientos de uno mismo en acción es lo más difícil del mundo”.
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