domingo, 4 de diciembre de 2022

TELEFÓNICA Y SU NUEVO PLAN ESTRATÉGICO, UN VIAJE HACIA... ¿DONDE?


Los senderos mentales que recorre un ajedrecista mientras juega no siempre son los que el profano puede llegar a suponer. Durante el campeonato de la Unión Soviética de 1964, el Gran Maestro Mijaíl Tal enfrentaba con blancas a su colega Eugueni Vasiukov. Después de dieciocho movimientos, la posición era compleja y cerrada. Tal, creativo jugador de ataque, se puso a considerar la posibilidad de sacrificar un caballo para abrir la defensa del rey negro. Pero tras algunos cálculos, le vino a la memoria una poesía infantil rusa que decía “qué difícil es el trabajo de sacar un hipopótamo de un pantano”. A partir de allí el Mago de Riga consumió cuarenta valiosos minutos de su tiempo imaginando cómo podría rescatarse al mamífero, para lo cual consideró desde poleas hasta helicópteros. Tras semejante desvarío, Tal concluyó que el hipopótamo de la canción estaba condenado. Afligido, volvió a mirar al tablero… Y entonces lo vio todo claro. Sacrificó el caballo y acabó ganando la partida.

El 30 de noviembre se publicó en un diario digital la siguiente noticia, Telefónica: consejo de 48 horas con la mirada puesta en la tecnología y en el Gobierno” https://cutt.ly/61J87pV En la misma se informa de que el consejo de la operadora se reúne para actualizar un plan estratégico que no ha tenido la respuesta deseada por parte del mercado. Hay que tener en cuenta que cuando a finales de noviembre del 2019 se aprobó el anterior plan estratégico la acción cotizaba rozando los 7 euros, hoy está en 3,58 euros. La operadora española vale un 46 % menos que en 2019 (21.097 millones de euros), cuando puso en marcha un nuevo plan estratégico marcado por el bajo precio de la acción, que entonces alcanzó mínimos, y del que el domingo 27 de noviembre se cumplió tres años hoy.

Esta reunión del consejo de administración de dos días se realiza, para analizar el resultado del plan estratégico de transformación 2019-2022, que ahora finaliza y lanzar una actualización de algunas de las líneas ejecutivas para conseguir el reconocimiento de la bolsa. Para ello, el presidente se reunió con su guardia de corps en Buitrago de Lozoya, a unos 70 kilómetros de Madrid, para revisar la próxima hoja de ruta operativa, el futuro de algunos de los negocios, pendiente de la nueva regulación en Bruselas y de la decisión del Gobierno sobre el blindaje antiopa aprobado hace ahora un año. Según han confirmado varias fuentes, el consejo de administración de Telefónica se inició el martes de la última semana de noviembre por la tarde. En dicho consejo el órgano de gobierno de la operadora hará un resumen de lo que hace tres años llamó “un plan de acción” que debía de servir de “catalizador de la transformación de la compañía”. Aquella estrategia tenía cinco pilares, que eran priorizar los mercados relevantes, crecimiento sostenible, impulsar las oportunidades de mayor potencial, poner en valor las infraestructuras y elevar la eficiencia. Telefónica ha cumplido parcialmente estos retos, con operaciones relevantes en sus principales mercados, como el acuerdo con Virgin en Reino Unido, la venta de la división de torres a Telxius, el despliegue de la fibra rural de la mano de Vauban y Crédit Agricole, y la apuesta decidida por Telefónica Tech. Transacciones acompañadas de una reducción significativa de la deuda, el mantenimiento de la retribución al accionista y una asignación de capital basada en el ROE o rentabilidad sobre activos. Sin embargo, la cotización, lejos de aplaudir estos movimientos, vale casi la mitad de cuando se lanzó el plan estratégico, influida por los efectos de la pandemia, la guerra en Ucrania y la inflación. Fuentes próximas a Telefónica indican que el nuevo guidance, elaborado con la ayuda de la consultora de negocios McKinsey, es una continuidad del anterior, pero con una actualización para reforzar la división Tech, en la que podría dar entrada a un socio financiero para acelerar su crecimiento, ya que las últimas adquisiciones en esta división han provocado un incremento de la deuda. La compañía también quiere encontrar socios para el desarrollo de sus redes de fibra en Reino Unido y profundizar en su apuesta por la tokenización de los activos y el metaverso, que Pallete ha definido como “la gran revolución que cambiará nuestras vidas”. “El metaverso va a generar muchísimo valor. No es una fricada”, subrayó recientemente.

Por el contrario, Movistar Plus, la televisión de pago, donde el número de clientes no ha dejado de caer en los últimos tres años por la competencia de Netflix, Amazon Prime, Disney o HBO. Según fuentes próximas a la operadora, la compañía ha recibido nuevos acercamientos de grandes players mundiales, como Vivendi y Univisión. Pero en Telefónica descartan cualquier movimiento sobre este activo en un año marcado por las elecciones municipales, autonómicas y generales. En el mercado se espera, más allá de la actualización del plan estratégico, decisiones de la Unión Europea, que influirán en el sector de las telecomunicaciones, y del Gobierno, que de momento protege a las grandes compañías del Ibex de cualquier inversor que pueda ser considerado hostil. Por una parte, Bruselas se tiene que pronunciar sobre la fusión entre MásMóvil y Orange, que incentivaría nuevas operaciones de concentración, y sobre la petición de las grandes operadoras europeas de obligar a las multinacionales como Meta, Amazon, Google, Twitter o Netflix a financiar el desarrollo y el mantenimiento de las redes por las que venden sus negocios. El comisario europeo de Interior, Thierry Breton, lanzará el próximo año una consulta sobre la nueva regulación, por lo que Telefónica, apoyada por Deutsche Telekom, deberá esforzarse en hacer lobby en la capital belga para ganar una guerra de miles de millones contra los gigantes estadounidenses.


Por otra parte, una cuestión fundamental para dicho consejo es la decisión que tome el gobierno de Pedro Sánchez sobre el real decreto que impide a un inversor de fuera de la Unión Europea comprar más del 10% de una compañía nacional considerada estratégica. Telefónica es una de las principales empresas de esta lista, lo que ha blindado a la operadora de los acercamientos de fondos activistas, que sí han tomado posiciones en competidores como Vodafone y Telecom Italia, pidiendo cambios en la estrategia. Hace cuatro años, el fondo oportunista Elliot hizo una aproximación que fue abortada a última hora. Esta norma vence el próximo 31 de diciembre y fuentes próximas a la Moncloa confirman que se está estudiando prorrogarla por los efectos en los mercados de la invasión rusa de Ucrania y la consecuente subida histórica de la inflación. Lo lógico, según estas fuentes, es que Sánchez extienda lo que se conoce como escudo antiopa durante un año más, ante la incertidumbre generalizada sobre el conflicto bélico y las previsiones de que el IPC seguirá en niveles elevados, como señaló este lunes la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde. Un real decreto que, de un lado, protege a empresas como Telefónica, Repsol o Prisa de inversores no deseados.

Lo primero que hay que decir después de la puesta en marcha del plan estratégico de noviembre del 2019, es que el mismo ha sido un rotundo fracaso si nos atenemos al resultado del mismo en el devenir del valor bursátil de la acción en los mercados. La principal cuestión que se ha puesto de manifiesto es que se han empleado a fondo en vender participaciones de activos del grupo con un resultado de momento incierto. Digo incierto, porque estas operaciones se han hecho con un Real Decreto en vigor, https://cutt.ly/T1ZTI84 en el cual se ponía de forma explícita que para enajenar activos de la operadora se necesitaba la aprobación del consejo de ministros. Desde entonces hasta hoy ningún BOE ha publicado nada con respecto a la aprobación de dichas operaciones; venta del 50,01% de Telxius, fusión de la división de Telefónica en el mercado británico con Liberty, venta de participaciones en las FiberCo de Colombia, Chile, Brasil, Alemania o España o venta de las divisiones de Telefónica en Centroamérica. Todo lo contrario, por ejemplo, con lo sucedido en Naturgy con la entrada del fondo australiano IFM  https://cutt.ly/b1ZHrOq   Lo curioso de esta situación es que el 2 de diciembre se publicaba la siguiente noticia en un diario, “El Gobierno ultima el plácet para que Vauban y CA entren en la filial de fibra rural de Telefónica” https://cutt.ly/41ZIOv5 , la pregunta es, ¿Dónde está el plácet de las otras operaciones de venta? Si no ha habido permiso recogido en ÉL BOE, entonces no se han vendido dichos activos, lo que existe es un memorándum de intenciones con respecto a la intención de venta de dichos activos, sin embargo, dicha carta de intenciones se ha puesto en valor a los resultados presentados a los accionistas sin estar consumadas dichas ventas. De ahí que en la noticia se pusiese de manifiesto que el equipo directivo de la operadora estaba muy pendiente de que el escudo antiopas del gobierno se levantase para poder finalizar dichas ventas. Faltan 25 días para que el escudo antiopas decaiga y las compañías estratégicas pierdan el blindaje que impide que las mismas sean compradas por los fondos de capital riesgo u otras compañías como pueden ser las “big tech” tecnológicas. 

                                          https://cutt.ly/51ZMIoR

Hay que decir que los dos principales países de la Unión Europea, Francia y Alemania, tienen una ley específica que protege a dichas compañías estratégicas ante cualquier intento de OPA hostil sobre las mismas. Célebres fueron los intentos de comprar algunas de ellas recientemente y la respuesta fulminante de ambos gobiernos para proteger a las mismas, en Francia por ejemplo el astillero STX que pretendía comprar la italiana Fincantieri https://cutt.ly/91ZDlPC. En Alemania lo vimos con la farmacéutica Curevac, el intento de compra de Donald Trump desató la compra del 23% del capital con él fin de proteger la nacionalidad alemana de dicho activo estratégico en medio de la pandemia https://cutt.ly/e1ZDMS1

En el nuevo plan estratégico una de las medidas que se pretende realizar es profundizar en el camino de las desinversiones, en este caso será Telefónica Tech https://cutt.ly/51ZL8df Este sería un escenario que ahondaría lo llevado hasta el momento. Esta acción siempre ha estado sobre la mesa, al igual que la entrada de un socio que participara en esta división con un porcentaje que no le permitiera tener el control, en torno al 30 ó el 35% del capital. Sería pues otro activo más que se encontraría en parte enajenado y habría que pagar una parte de los beneficios que genere al tenedor de dicho porcentaje que se venda. Ante este escenario, una de las cuestiones que vengo diciendo desde hace tiempo es que el dividendo debe ser suprimido, en concreto el 15 de diciembre se pagarán 866 millones de euros, 0,15 euros en metálico por acción. Desde la llegada del actual presidente el dividendo ha ido reduciéndose progresivamente, empezó con 0,75 euros, luego bajo a 0,40 euros y ahora son los conocidos 0,30 euros. Este ultimo dividendo representa una rentabilidad del 8,32%, más que la rentabilidad de los bonos de la Reserva Federal norteamericana (FED).  


Una de las cuestiones que se comunicó al termino de dicho consejo de administración por parte del equipo directivo, es que en él año 2023 han reafirmado poner el foco de la compañía en tres pilares: la innovación, el liderazgo y el crecimiento. En las tres variables Telefónica está muy por debajo de los kpis que le permita salir reforzada allí en los mercados donde compite. Con respecto a la innovación llevo diciendo desde hace mucho tiempo que la inversión en I+D+i de la operadora está a años luz de la inversión que realizan los grandes players, las OTTs, https://cutt.ly/31ZBSBv En cuanto a liderazgo el mismo está seriamente amenazado en el principal mercado, España, con la fusión de MásMóvil con Orange, que dará a un rival que en muchas de las magnitudes del mercado será superior en magnitud de accesos a Telefónica. España representa un porcentaje que se aproxima al 30% de los ingresos del grupo, por lo que si su rentabilidad se erosiona afectará al grupo en su conjunto. En cuanto al crecimiento de ingresos, a nivel de grupo la venta y enajenación de activos por los que hay que pagar unos alquileres sumados a un aumento de costes de la operación como son la energía, combustibles, etc., lastrarán la rentabilidad. A esta situación hay que sumar que el sector es hasta hoy deflacionario, el aumento de ingresos será difícil en un momento de dificultad económica y con unos OMVs presionado los márgenes al no subir los precios de los servicios como sin harán por lo publicado en prensa, Movistar y Vodafone.

Para terminar el post, quiero volver el principio del mismo. Con la situación actual de la operadora se impone sacrificar estrategia y directivos que cometieron graves errores que desembocaron en una situación que no admite demoras. Tal sacrifico un caballo con el fin de ganar la partida. En la operadora no parece que se aproximen sacrificios más allá de las políticas de ajuste que ya sé han anunciado, sin embargo, en estrategia y personas… Nada de nada.

Ya lo dijo Gary Kasparov: “El trabajo duro es un talento. La capacidad de seguir intentándolo cuando otros abandonan es un talento”.

   

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