De acuerdo con la historia, la estrategia militar y los relatos de los supervivientes, la peor derrota de Napoleón se produjo en la batalla de Waterloo, en 1815. Sin embargo, hubo una que, sin ser la peor, sin duda fue su derrota más humillante. Ocurrió unos años antes, en 1807, cuando el poderoso Emperador de Francia no había cumplido los 40 años aún. En aquel momento su imperio abarcaba gran parte de Europa: Francia, parte de España, Polonia, casi toda Italia, Países Bajos, Suiza… Cinco años después los únicos territorios europeos que no pertenecerían a él serían básicamente Portugal, Suecia, Gran Bretaña y el Imperio Otomano. Puede que no fuera respetado, pero sin duda era temido… tanto que los británicos se referían a él cuando querían asustar a los más pequeños. Para celebrar su éxito, el emperador decidió celebrar una gran fiesta y ordenó a su jefe de personal, Alexander Berthier, que organizara una caza de conejos e invitara a los altos mandos militares. Berthier preparó un almuerzo al aire libre y recogió unos 3000 conejos. Los pequeños roedores estaban colocados en jaulas a lo largo de los márgenes de un campo de hierba, esperando a ser liberados… y cazados al instante por los favoritos de Napoleón y por el mismísimo emperador. Solo que nada salió como estaba planeado. Cuando los conejos fueron liberados, en lugar de huir aterrorizados lejos de los cazadores, fueron directamente a por el emperador.
El emperador Napoleón Bonaparte
Lógicamente, al principio, Napoleón y sus generales no hicieron más que tomárselo a broma al ver a las pequeñas criaturitas dirigiéndose hacia ellos. Las risas duraron muy poco. Los conejos comenzaron a rodear a los franceses, a subirse por sus piernas y luego por su cuerpo. El historiador británico David Geoffrey Chandler, especializado en la era napoleónica, el emperador trató de desprenderse de ellos con su fusta, mientras que los que lo rodeaban intentaron ahuyentarlos con palos. Sin embargo, eran demasiados y Napoleón huyó a su carruaje. “Con una mejor comprensión de la estrategia napoleónica que la mayoría de sus propios generales – explica Chandler –, la horda de conejos se dividió en dos frentes y rodeó los flancos del grupo y se dirigió hacia el carruaje imperial”. Algunos llegaron a subir al carruaje, mientras Napoleón ordenaba a los cocheros que partieran rápidamente. Aparentemente todo el problema fue una cuestión de estrategia: Berthier, en lugar de capturar liebres salvajes, había comprado conejos domesticados, completamente acostumbrados a la gente. Cuando fueron liberados de sus jaulas, en lugar de huir, saltaron hacia ellos con la esperanza de recibir comida. Waterloo y la campaña a Rusia serían recordadas siempre por los historiadores como las grandes derrotas del francés, pero los conejos no solo le derrotaron, también le humillaron.
Hoy un diario español nos
informa de la siguiente noticia,
“Vodafone congela la venta de su fibra en España por
4.000 M tras la salida de su CEO” https://cutt.ly/J19fp7W
Vodafone sigue sin rumbo ante
una falta de estrategia desde que la dirección de la operadora fue asumida por
Nick Read. El mercado español es un claro
ejemplo de dicha situación, después de comprar ONO por 7.200 millones de euros
y provisionar más de 5.600 millones de euros por la pérdida de valor de su
filial y negociar hasta la pasada primavera la fusión con MásMóvil que se abortó
a última hora. La compañía británica ha decidido congelar los planes para la
venta de su red de fibra, tras el despido este lunes de Nick Read, su
consejero delegado. La compañía no tomará ninguna
decisión corporativa hasta el nombramiento de un nuevo primer ejecutivo, en un
momento muy delicado por la pérdida de clientes que viene sufriendo en el
mercado español. Read, había apostado por el crecimiento orgánico en
nuestro país, aseguró en 2019 que “nunca había sopesado la venta de
España”, justo cuando El Confidencial publicó el interés de
MásMóvil en fusionarse con la británica. Las
negociaciones, tras varias reuniones en Londres, no prosperaron por una diferencia
de 1.000 millones de euros. Posteriormente, los fondos KKR, Cinven y Providence se hicieron
con MásMóvil por 5.000 millones, incluidos 2.000 millones de deuda,
lo que multiplicó la rumorología sobre una siguiente fase de consolidación con
la venta del que en esos momentos era el cuarto operador de telefónica a Orange
o Vodafone. Tras el fracaso de la fusión con MásMóvil, Vodafone
quedó en fuera de juego dentro del mercado español. Esto propicio que se quedara
muy alejado de los que eran sus competidores directos, Telefónica y Orange.
Ante la presión de sus accionistas por el desplome de la cotización, su CEO Nick Read, que no consiguió dar la vuelta a los resultados en España, anunció esta primavera que estudiará la venta de algún activo. En octubre, contrató los servicios del banco estadounidense Evercore para analizar la desinversión de su red de fibra hasta el hogar, ante el interés de los fondos de infraestructuras por este tipo de activos. Una transacción valorada en al menos 4.000 millones de euros que ahora, según fuentes del mercado, queda en "stand by" a la espera del nombramiento de un nuevo CEO. Desde que Read se hizo con las riendas de Vodafone, las acciones han perdido un 44% de su valor. O lo que es lo mismo, han visto evaporarse 33.000 millones de libras de capitalización. Por primera vez en cerca de 25 años, los títulos se cambian en la Bolsa de Londres a menos de una libra. En los últimos cinco años, el derrumbe asciende al 60%, lo que ha reducido el valor del grupo a algo menos de 25.000 millones y ha provocado el aterrizaje en su capital de fondos activistas que exigen medidas drásticas para reconducir la situación. En España, el valor de las participaciones de Vodafone Holdings Europe, que agrupa todos los negocios en el país, se ha deteriorado en 5.689 millones de euros desde 2018 a 2021. Un importe que se acerca mucho a la cifra (7.200 millones) que pagó por ONO en 2014 cuando compró la que en aquel momento era una rival. Un dinero que se ha volatilizado, mientras la dirección en Madrid ha aplicado varios expedientes de regulación de empleo que han desanimado a la plantilla. Pese a la decisión de frenar cualquier decisión sobre la red de fibra en España, el grupo británico tendrá que vender una serie de activos para reducir su elevada deuda, que supera los 45.500 millones de libras, casi dos veces su valor en bolsa. Pero la multinacional se encuentra con dos problemas. El primero es que su negocio en la península Ibérica se ha deteriorado mucho. El segundo es que se ha quedado sin compradores posibles que puedan pagar un precio alto si se consuma la fusión entre Orange y MásMóvil, cuyo objetivo prioritario era en realidad Vodafone. Read, que había estado en el cargo durante algo más de cuatro años después de que asumiera el mando el 1 de octubre del 2018 y en Vodafone durante más de dos décadas, permanecerá como asesor hasta finales de marzo, dijo la compañía en un comunicado el lunes.
Lo primero que hay que decir a lo que nos comunica la noticia, es que el capitalismo sajón corta por lo sano cuando existe un deterioro de valor como el que se constata con la gestión del cesado CEO. Una de sus virtudes es qué a grandes males, grandes remedios, se sustituye el gestor por otro que aporte una nueva visión a la compañía en un momento clave para su futuro, sin embargo, un grave problema que tiene en este momento es que dentro de su accionariado están los temidos fondos activistas como, Cevian Capital. Este fondo ha estado en negociaciones con los directivos de Vodafone a principios de este año para presionar a la operadora para que mejore su evolución bursátil Las opciones de Vodafone para mejorar su valor en el mercado pasan por la consolidación con otras telecos en mercados claves, venta de operaciones o aumento de los planes de recompra de acciones https://cutt.ly/f19mb6R Cevian ha tenido una intensa actividad en los últimos tiempos, con entradas en compañías como Old Mutual, Aviva, que vendió activos no estratégicos o RSA Insurance, que aceptó una opa. El grupo sueco también está presionando en la actualidad a Ericsson para realice cambios, mientras que en 2021 entró en grupos como Thyssenkrupp y ABB para forzar cambios.
Evolución de la cotización desde la llegada del actual presidente de Telefónica el 8 de abril del 2016 hasta hoy, la perdida es del (-61,54%)
El 28 de enero del año 2020 se publicaba en prensa que el presidente de Telefónica, Álvarez-Pallete, buscaba un ancla en el capital de la operadora en los fondos de capital riesgo como, CVC Capital Partners. Este fondo británico suele comprar paquetes significativos que le dan derecho a tener asientos en el órgano de gobierno de las compañías en la que pone el dinero, con el objetivo de influir en la estrategia https://cutt.ly/y19E3KL Posteriormente dicha posibilidad quedó abortada al emitir el gobierno español el Real Decreto de 17 de marzo del 2020 https://cutt.ly/m19TlDi que fue prolongando, de momento, hasta el 31 de diciembre del 2022. El fin último del mismo, es blindar a las compañías estratégicas de nuestro país que operan en sectores clave de nuestra economía.
Dos son las diferencias que tiene la situación de Vodafone con respecto a la de Telefónica pese a que ambas tengan un grave deterioro bursátil. La primera diferencia tiene que ver con el hecho de que en el accionariado de Telefónica no hay ningún fondo activista, por lo que la gestión no corre el peligro que tiene Vodafone con Cevian Capital. Estos inversores aspiran a tener voz y voto para condicionar la labor de los gestores (en EEUU se considera una participación considerable por encima del 5% y en España por encima del 3%). Sus objetivos dependen de cada empresa y de cada inversor, pero principalmente buscan reorganizar la cúpula directiva, separar la compañía en diferentes unidades o mejorar aspectos de su gobernanza con el fin de maximizar su inversión realizada. Vodafone está presionado para que realice importantes modificaciones en su hoja de ruta y de un golpe en la mesa en el mercado para rentabilizar sus negocios. En su accionariado de la operadora británica además está el dueño de Illiad, Xavier Niel, con un 2,5% de su capital, lo que le convierte en el cuarto mayor accionista de la operadora, por detrás de BlackRock, que ostenta un 6,43%, y el fondo Vanguard, que tiene en su poder otro 4,55%. Asimismo, se situaría por debajo de Norges Bank (el fondo de pensiones noruego), con un 2,77%, pero por encima del banco suizo UBS, con un 2,26% https://cutt.ly/t195Iic Sin embargo, esta ventaja que tiene la operadora española con el hecho de no tener fondos activistas en su accionariado queda reducida desde el punto de vista de los activos enajenados por el operador inglés. El programa de desinversiones efectuado por la operadora española es muchísimo más amplio que el que Vodafone, él cual ha efectuado la venta solo de la filial húngara por 1.760 millones de euros. Por el contrario, Telefónica ha anunciado la venta de la filial de torres Telxius, las divisiones de fibra (FiberCo) en países como España, Alemania, Brasil, Colombia y Chile, la división de Centroamérica o parte de sus centros de datos. Esta situación, le confiere mucha menor maniobra a la hora de desapalancarse de la deuda que tiene a la vez que sus ingresos por operaciones se ven aminorados por el pago de un porcentaje de sus beneficios a los nuevos propietarios.
Fuente: Comisión Europea
El problema de las operadoras de telecomunicaciones como vengo reiterando es que se han quedado cada vez más aisladas en los servicios que proporciona la digitalización que incumbe el desarrollo de esta cuarta revolución industrial. Únicamente proporcionan conectividad, perdiendo lo que verdaderamente da valor añadido en la misma como son los servicios y ventajas que proporciona esta. Una métrica que mejor refleja dicha ventaja la tenemos en la inversión en I+D+i que realizan las telecos frente a las OTTs, según la Comisión Europea en el año 2021 las principales compañías de telecomunicaciones del mundo invirtieron en innovación 11.662,6 millones de euros en el año 2021 frente a los 22.470 millones de euros que invirtió Alphabet (Google) solamente https://cutt.ly/n17yr66 Ante esta situación las operadoras se han quedado exclusivamente con la conectividad por la red que atesoran, sin embargo, la desinversión que alguna de ellas está realizando en dicho activo como son las FiberCo (redes de fibra óptica), propicia que pierdan la misma. Las grandes tecnológicas GAFA (Google, Apple, Facebook y Amazon) son las que acaparan, los servicios e ingresos en el desarrollo tecnológico al que está expuesta en este momento la humanidad. El escenario que se abre a las operadoras de telecomunicaciones a nivel mundial en los próximos trimestres no es muy halagüeño, salvo que se adopten medidas legislativas por parte de la Comisión Europea que se acompañen de estrategias que se centren en la creación de valor añadido como son los desarrollos tecnológicos que se apoyan en la ventaja que tienen con sus redes (FTTH) de última generación, como es la fibra óptica. Entramos en un escenario económico de cierta contracción económica que impactará en el consumo, reduciendo los ingresos de dichas compañías, por lo que una de sus prioridades es escoger y seleccionar aquellos desarrollos que dan durabilidad a sus ingresos. Un ejemplo de lo mismo son él tendido de redes de fibra en la España vacía y él abandono de todo lo que tiene que ver con el negocio de la TV.
Para terminar el post, quiero manifestar que Jean-François Van Boxmeer, presidente de Vodafone ha movido ficha para hacer frente al problema que acecha a la operadora británica, no sabemos si por indicación de los fondos activistas o por otras razones. Lo que si ha quedado claro para todo el mundo es que el problema se está abordando sin esperar más a que el mismo se petrifique… Veremos que ocurre en otras operadoras que están en la misma situación.
Ya lo dijo Joseph Conrad: “Enfrentarse, siempre enfrentarse, es el modo de resolver el problema. ¡Enfrentarse a él!”
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