Un monje andariego se encontró, en uno de sus viajes, una piedra preciosa, y la guardó en su talega. Un día se encontró con un viajero y, al abrir su talega para compartir con él sus provisiones, el viajero vio la joya y se la pidió.
El monje se la dio sin más. El viajero le dio las gracias y marchó lleno de gozo con aquel regalo inesperado de la piedra preciosa que bastaría para darle riqueza y seguridad todo el resto de sus días. Sin embargo, pocos días después volvió en busca del monje mendicante, lo encontró, le devolvió la joya y le suplicó: "Ahora te ruego que me des algo de mucho más valor que esta joya.
Hace unos días, 26 de octubre, se reunieron en París Emmanuel Macron y Olaf Scholz. Dicho encuentro terminó sin acuerdos concretos, pero con el establecimiento de grupos de trabajo para lograr acercamientos. Ambos discutieron asuntos relacionados con la energía, defensa y comercio, en los que se han constatado grandes diferencias entre ambos mandatarios. Estas se manifiestan en medio de la guerra rusa en Ucrania con graves efectos económicos para la Unión Europea. No obstante, ambos líderes calificaron el encuentro como positivo. Pese a la visita de Scholz, su gobierno alemán siguió adelante con uno de los asuntos que más rechazo ha encontrado por parte de Francia y otros países de la Unión Europea, la luz verde que el gabinete alemán dio a la compañía china Cosco para comprar una participación en una terminal en el puerto más grande de Alemania, el puerto de Hamburgo. Una decisión impulsada por el canciller que también provocó una protesta sin precedentes dentro de la coalición gobernante. Esta situación de elevar el proteccionismo de la industria europea se ha visto acrecentado por las cada vez más voces que piden a la Unión Europea adopte medidas proteccionistas frente al inminente desembarco masivo de fabricantes de automóviles chinos. Este movimiento, que buscaría replicar la estrategia recientemente adoptada por Estados Unidos para beneficiar a la industria local, está siendo liderado por Francia. El presidente francés, Emmanuel Macron, declaró en una reciente entrevista que Europa está demasiado abierta a la industria extranjera. El mandatario defendió la necesidad de proteger a los grupos autóctonos, pues la cada vez mayor competitividad de China podría poner en riesgo numerosos puestos de trabajo en el viejo continente.
El presidente francés, Emmanuel Macron. recibe al canciller alemán. Olaf Scholz
De salir adelante estas propuestas, no solo los fabricantes chinos se verían obligados a levantar plantas en suelo europeo (algunos grupos como Great Wall ya están buscando ubicación, mientras que otros como BYD todavía están estudiándolo), sino que ciertas marcas occidentales que importan vehículos desde el país asiático tendrían que relocalizar la producción de sus modelos. Uno de los principales defensores de esta estrategia está siendo Carlos Tavares, director ejecutivo de Stellantis. “Si hay algo que temer es el declive del mundo occidental. Necesitamos trabajar de manera más eficiente para vencer a los chinos no solo en tecnología sino también en calidad, precio, servicio… Ese es el problema principal que tenemos por delante. El mercado europeo está completamente abierto a los chinos y no sabemos si su estrategia es ganar cuota de mercado con pérdidas y aumentar su precio más tarde. El presidente Macron entiende esto, pero tiene que haber un frente más grande (la Unión Europea) para decir que damos la bienvenida a los chinos en Europa, pero solo si compiten con nosotros bajo las mismas reglas”. Emmanuel Macron pidió una "Ley de Compra Europea" para proteger a los fabricantes de automóviles del continente frente a la competencia de China y en respuesta al polémico plan de Estados Unidos para incentivar la producción nacional. "Necesitamos una Ley de Compra Europea como la de los americanos, necesitamos reservar (nuestras subvenciones) para nuestros fabricantes europeos", dijo Macron. "Tienes a China que protege su industria, a Estados Unidos que protege su industria y a Europa que es una casa abierta". Francia ha liderado la carga contra la reciente Ley de Reducción de la Inflación de Washington, que incluye incentivos fiscales para que los consumidores estadounidenses "compren productos americanos" a la hora de elegir un coche eléctrico. La Unión Europea, Corea del Sur, Japón, China y Rusia han denunciado ante la Organización Mundial del Comercio que esta medida viola las normas comerciales internacionales al discriminar injustamente a los fabricantes extranjeros. Bruno Le Maire, también criticó recientemente el plan estadounidense por "poner en peligro la igualdad de condiciones" y aumentar el riesgo de una "nueva guerra comercial”. En Francia fue en el año 2014 cuando el primer ministro, Manuel Valls, quién firmó el decreto que está en vigor. Francia amplío los sectores estratégicos a los que se aplica la ley de “Patriotismo Económico” en vigor desde el año 2005 cuando fue aprobada por el entonces primer ministro de Jacques Chirac, Dominique de Villepin, se establecían como estratégicos la defensa, armamento, las tecnologías de la información, e incluso el juego.
En Alemania vivieron una situación que desencadeno la ley de protección de empresas estratégicas por parte del gobierno de turno bajo la presidencia de Angela Merkel. Fue en el año 2016, el grupo alemán de robótica Kuka fue adquirido por el fabricante chino de electrodomésticos Midea. Esto despertó el temor de que la tecnología industrial más avanzada de Alemania acabe en manos de China. El recelo de Alemania ante los verdaderos motivos del gigante asiático para lanzar opas a empresas extranjeras ha crecido desde que el presidente Xi Jinping presentara el plan “Made in China 2025”, destinado a transformar su país y convertirlo en una de las principales potencias tecnológicas del mundo. El gobierno alemán aprobó el 8 de abril del 2020 una iniciativa que refuerza el control sobre los intentos de compra de empresas estratégicas por parte de inversores extranjeros, en el marco de una reforma acelerada por la pandemia del coronavirus. Este proyecto buscar reforzar la legislación, y dar prioridad a "la preservación de los intereses alemanes de seguridad", en particular "el abastecimiento de determinados bienes esenciales, como las vacunas", dijo en su momento el ministro de Economía, Peter Altmaier. Berlín, ya tiene la posibilidad de bloquear adquisiciones de más del 10% del capital en ámbitos considerados "sensibles" como la defensa y las telecomunicaciones, robótica, inteligencia artificial y biotecnología, si la operación representa un peligro para la seguridad pública. Bastará una simple sospecha de amenaza contra algún país de la Unión Europea –y no solamente contra Alemania– para iniciar un control por parte del ministerio de Economía https://cutt.ly/3NJRYKZ
La situación española con respecto a sus compañías estratégicas es la devenida por el Real Decreto-ley 8/2020, de 17 de marzo, de medidas urgentes extraordinarias para hacer frente al impacto económico y social del COVID-19, que se promulgo a comienzo de la pandemia, el cual se ha ido prolongando sucesivamente hasta el 31 de diciembre del 2022 https://cutt.ly/CNHNKqh En dicho Real Decreto se introdujo el nuevo artículo 7 bis de la Ley 19/2003, que regula el régimen jurídico de los Ejecutivo todas las operaciones que supongan que un inversor de fuera de la UE o de la EFTA (Noruega, Suiza, Liechtenstein e Islandia) pase a ostentar el 10% o más del capital social de una sociedad española, u obtenga el control de la misma, ya sea de forma directa o indirecta. Esta situación con fecha de caducidad a dos escasos meses de que decaiga, vuelve a ser una necesidad imperiosa para nuestro país contar una ley que aborde el blindaje sine die sobre aquellas compañías que son estratégicas para España. El Gobierno ultima el Real Decreto Ley con el que pretende clarificar el escudo antiopas que puso en marcha en plena pandemia. Este texto prevé agilizar el proceso por el que el Ejecutivo autorice o rechace la toma de más de un 10% de una compañía española considerada como estratégica por parte de un inversor de fuera de la UE. Reduce el plazo a tres meses, desde los seis meses actuales. Así figuraba en el texto normativo que la secretaria de Estado de Comercio sacó a consulta pública a finales del año pasado. Tras meses a la espera, hace escasos días se publicaba en un diario el choque de diferentes ministerios por dicha norma que se está preparando https://cutt.ly/eNJRSvi Una vez que se solvente dicha situación, solo faltará que el Consejo de Estado emita su opinión al respecto para que el Real Decreto vaya al consejo de ministros para su luz verde final. Llama la atención, que determinados ministerios de este país sean tan permisivos con aquellos activos troncales de nuestro país a la inversión extranjera y que países como Francia y Alemania con gobiernos de derecha sean celosos con aquello que es crucial en el interés de sus ciudadanos al ser activos troncales de ambas sociedades para su desarrollo. Francia es el país que mejor defiende y abandera la defensa de aquellos activos que son estratégicos dentro de la Unión Europea. Quizás en España nos hemos acostumbrado a ver como normal la venta de nuestras compañías de referencia como algo natural, sucedió con gobiernos de Felipe González y José María Aznar con el amplio programa de privatizaciones que lanzaron durante sus gobiernos. La herencia de dicha situación, es que compañías como Telefónica, Repsol, Endesa, etc., hoy son compañías donde el Estado ha perdido el control y la capacidad de incidir, no en su gestión, que también, sino que en la estrategia que deben cumplir con la sociedad en la que prestan sus servicios, la cual está marcada por los intereses que tiene España, actuando al margen de estos. Al mismo tiempo, son compañías que si no existiese el blindaje actual serian fagocitadas sin ningún problema, un ejemplo, Telefónica vale hoy en bolsa poco más de 20.000 millones de euros, son los beneficios que tuvo Apple en el tercer trimestre de este año.
Para terminar el post, quiero decir que Macron vuelve a ser un gobernante adelantado con respecto al interés europeo, con respecto a la realidad perversa en la que se han embarcado algunos países europeos con sus intereses estratégicos. Aunque actué por interés de Francia en defensa de sus compañías, que también, su forma de actuar sería como la del monje del comienzo del post, dar a los demás gobernantes una opinión interesante y necesaria para garantizar los intereses europeos. España y su gobierno, no pueden ni deben perder este tren en defensa de aquello que nos abandera en una Unión Europea que ha apostado por convertirse en uno de los bloques comerciales más importantes del mundo.
Ya lo dijo Sócrates: “Reyes o gobernantes no son los que llevan cetro, sino los que saben mandar”.
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