En
el año 2005 era uno de los principales jugadores del mercado de la publicidad
online, pero subestimó la importancia del servicio de búsqueda y buscó en cambio convertirse en un gigante de los medios. Así, se les pasó por alto las tendencias de consumo y la necesidad de mejorar la experiencia de los usuarios. Aunque tuvo gran cantidad de usuarios
dispuestos a ver contenido, Yahoo no logró ganar dinero para ganar escala.
Además, perdió un montón de oportunidades que la pudieron haber salvado. En
2002, estuvieron cerca de comprar Google, pero el CEO de Yahoo se negó a ir
adelante. En 2006 tuvo la oportunidad de comprar Facebook, pero cuando
rebajaron su oferta, Mark Zuckerberg declinó. Si Yahoo hubiera tomado
algunos riesgos, tal vez hoy todos estaríamos yahooeando en vez de googleando.
Ayer podía leer un artículo de la empresa Boeing que daba una imagen muy concreta de como está abordando el grave problema que atraviesa actualmente ante el arrollador empuje de Airbus en el mercado de los aviones comerciales. Tres son los valores sobre los que se cimenta cualquier organización empresarial; misión, visión y valores. Que el fabricante norteamericano de aviones Boeing va mal es algo conocido a estas alturas en la sociedad por la información que nos llega a través de los medios de comunicación. Que tampoco se adivina un futuro claro, empieza a ser algo preocupantemente y obvio también. “En este momento los ejecutivos de Boeing están corriendo como pollos sin cabeza, incapaces de vender aviones e incluso cuando venden un avión, no lo pueden entregar a tiempo”. Son declaraciones del consejero delegado de la aerolínea irlandesa Ryanair, Michael O’Leary en mayo pasado, cuando conoció que sus aviones MAX encargados no se iban a entregar hasta finales de junio y que se vería obligado a recortar sus programaciones de primavera y principio del verano, afectando gravemente a la operativa de su compañía al impactar de lleno en sus resultados de explotación. El CEO de Ryanair no se quedó ahí: “¿Qué diablos han hecho en los dos últimos años? O el equipo directivo debe cambiar su forma de manejar la empresa o directamente debe dejar la empresa”. Así de claro, así de contundente. Debemos recordar que Ryanair opera casi 500 737s, tiene más de 140 pedidos y que rompió negociaciones con Boeing en septiembre pasado para comprar más MAX 10 al no llegar a un acuerdo en el precio. Pero no es el único directivo que manifestó su descontento. Tim Clark, el presidente de la compañía Emirates, acaba de declarar tras conocer que la entrega de sus 777-9, algunos ya fabricados, se retrasaría de 2023 a 2025: “Soy escéptico con la fecha que nos dicen ahora, pero además es que los 12 que ya están fabricados tendrán siete años en 2025, de modo que a todos los efectos son aviones viejos, de segunda mano, y tendremos que ajustar el precio consecuentemente”.
Boeing sigue teniendo problemas con la producción y certificación del MAX y el Dreamliner y en abril pudo entregar solamente 28 MAX, muy por debajo de sus intenciones declaradas de “limpiar” su inventario de 320 MAX aparcados a finales de 2023, para lo que tendría que fabricar de 15 a 16 aviones más por mes de lo que está haciendo. Otros que han manifestado su enfado son los lessors (arrendadores), también están perdiendo la paciencia. El secretario ejecutivo de Air Lease Corp., Steven Udvar-Hazy declaró que “rechacé comprar el carguero derivado del 777X porque veía mucho riesgo en el programa entero, demasiadas preguntas sin respuesta”. La compañía de arrendamiento de aviones, Avolon y su Ceo, Domnhal Slattery ha ido más lejos: “Boeing ha perdido el norte, me pregunto si lo que se necesita es un cambio de liderazgo”. De momento, la única reacción pública de Boeing ha sido trasladar su sede de Chicago a Arlington, Virginia (1.194 km), “para estar más cerca de nuestros clientes, socios y disponer de la mejor ingeniería” según declaró su CEO David Calhoun.
Foto: problema del Boeing 737 MAX
Porque la otra comunicación pública de la compañía ocurrió el 27 de abril, durante la presentación de resultados del primer trimestre: más de 1.200 millones de dólares en pérdidas y 45.400 millones de deuda neta. Y lo peor fue la declaración de 2.800 millones en concepto de gastos extra y compensaciones de los programas de defensa y comerciales, que sin duda sumarán más si las entregas se siguen dilatando. El problema es que los analistas bursátiles creían que Boeing ya había declarado todas las pérdidas y compensaciones en el año 2021 y confiaban en su promesa de volver al cash-flow positivo en el 2022. Desgraciadamente, cuando las promesas no se cumplen las recomendaciones de los analistas son de “vender”, cansados de las posiciones de “mantener” durante ya dos largos años. El año 2022 se cerró con unas pérdidas que alcanzaron los 4.935 millones de dólares frente a los 4.202 millones que perdieron en el año 2021 https://tinyurl.com/53rtfmkd
Foto: problemas del Boeing 787 Dreamliner
El calvario de Boeing empezó con el 11-S con la crisis de la subida de los precios del petróleo, esto significó un cambio de paradigma, alimentado por el aumento previsto del tráfico aéreo y la probable congestión aeroportuaria: de la filosofía del centro de conexión (hub), al punto a punto. Un hecho que estaba en total oposición con la estrategia planteada por su gran competidor, Airbus, con el modelo del 380, el cual puede transportar hasta 800 pasajeros con clase turista exclusivamente. Por el contrario, el Boeing 787 se adoptó la estrategia del outsourcing en el lanzamiento de su fabricación en el año 2003. Según los cálculos de los directivos del fabricante, esto permitiría reducir los procesos en tres cuartas partas, estimando que en sólo tres días se podría ensamblar un avión 787. Aproximadamente un 70% del avión sería fabricado fuera de las instalaciones de Boeing. La consecuencia de dicha acción fue un retraso sustancial del desarrollo de dicho avión, siendo el primer vuelo a finales de diciembre del año 2009 tras múltiples problemas. Ante dichos problemas Boeing decidió interiorizar parte del proceso de fabricación externalizado con el modelo in-sourcing. Esto no significó que se acabaran los problemas de diversa índole, como fue los del sistema eléctrico o las baterías de litio. Motivo por el cual la obtención de la certificación ante las autoridades de aeronavegabilidad se retrasó hasta el 26 de agosto del año 2011. Desde el año 2006 el desarrollo de un reemplazo del 737 acompañaba al 787 dentro de la estrategia del fabricante, estimando que tardarían seis años en llegar al mercado, esto es en el año 2012. Mientras tanto Airbus lanzó el A320 Neo en el año 2010… Y arrasó el mercado con los pedidos. Por si fueran poco los problemas ya, el 30 de agosto lanzó el programa 737 MAX, recibiendo la certificación de aeronavegabilidad el 9 de marzo del año 2017. Los accidentes ocurridos por dicho avión por la compañía Lion Air y Ethiopian Airlines significó la parada obligatoria mundial de todas las unidades de este modelo. Siendo el comienzo de la ruina de Boeing tras celebrar los 100 primeros años de historia de la compañía.
El caso de Telefónica es similar al de Boeing, el 17 de septiembre del año 2012 se publicaba en la prensa que el actual presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete era nombrado consejero delegado de Telefónica https://tinyurl.com/2rm9vzpp Al cierre de dicho año la operadora presentó las siguientes magnitudes económicas; facturó en dicho ejercicio 62.356 millones de euros, tenía en el grupo un total de 133.263 empleados, era la séptima operadora por capitalización bursátil del mundo, primera operadora europea por ingresos, estaba presente en 24 países y tenía una deuda de 51.259 millones de euros https://tinyurl.com/yc7kwuvk El informe presentado del año 2022 las magnitudes de la operadora fueron las siguientes; la cifra de ingresos alcanzó los 39.993 millones de euros, los empleados que estaban en nómina de la operadora alcanzo la cifra de 103.651 empleados, la capitalización bursátil es de 21.290 millones de euros, muy lejos del ranking de las diez compañías más valiosas del mundo y la deuda neta al finalizar el primer trimestre del 2023 fue de 26.443 millones de euros. El gap con respecto al valor de las diez compañías más valiosas en el sector a nivel mundial es enorme, ocupa el puesto 31 https://tinyurl.com/y8r7f44h según el ranking global publicado en los últimos 30 días.
Principales empresas de telecomunicaciones del mundo 2023, por capitalización bursátil (en miles de millones de dólares estadounidenses) https://tinyurl.com/vb99r9e2
El problema de las compañías de telecomunicaciones arranca en la década de los 90 cuando aparecieron los Over-the-top, como Google (Alphabet), Apple, Facebook, Amazon, etc. En 1997 David Isenberg en su artículo “The Rise of the Stupid Network” ya pronosticaba que las nuevas tecnologías iban a eliminar los modelos de negocio de los servicios telefónicos e incluso a las empresas mismas. Pero ¿a qué servicios sustituyen las OTT y por qué afectan tanto a los operadores de telecomunicaciones? https://tinyurl.com/4xxmax9c La digitalización supuso un antes y un después de esta guerra entre operadoras y OTTs, cambiando el campo y reglas de juego donde se libra la batalla de la comunicación. Si hasta entonces las operadoras de telecomunicaciones con la posesión de las redes eran dueños y señores al poseer las redes, la digitalización abrió nuevos campos de juego donde se libra la batalla de la comunicación al construir ecosistemas que han destruido el valor de la comunicación tal y como venia siendo prestada por las operadoras. Un ejemplo de esta digitalización lo encontramos en la pérdida de valor del servicio de voz en la comunicación, la voz hoy es gratis, dicho servicio hoy no vale nada ya que existen multitud de formas para comunicarse con aplicaciones que facilitan dicho servicio sin coste alguno para el ciudadano. Con el nombre de Over-the Top (OTTs), se conoce a los servicios de vídeo como Netflix, de mensajería instantánea como Whatsapp o de llamadas VoIP como Skype o Viber. Los servicios OTT prestados por las empresas pueden dividirse en diferentes categorías:
· Las empresas OTTs más conocidas son aquellas que prestan servicios de comunicación equivalentes a los que ofrecen las operadoras. Los servicios de telefonía y mensajería se ven sustituidos con servicios como Skype o Whatsapp. Análogamente, algunos servicios como Netflix devoran el mercado de los contenidos multimedia por TV que ofrecen las operadoras de telecomunicación.
· También se consideran OTTs a las empresas que acaparan una gran cantidad de nuevos servicios aunque estos no sustituyan a los servicios de las operadoras. Un ejemplo de ello son Google o Amazon, empresas que ofrecen infinidad de servicios como correo electrónico, compras on-line, servicios de mensajería y GPS, redes sociales, dispositivos electrónicos, servicios de prensa y un largo etcétera. Para ello han construido un ecosistema digital alrededor de dichos servicios con millones de aplicaciones que son, unas de pago y otras gratuitas a través de acuerdos con desarrolladores para que sean incluidos en dicho ecosistema.
· Por último encontramos a las OTTs que no prestan servicios de telecomunicaciones pero que generan un tráfico excesivo en las infraestructuras de las operadoras. El ejemplo más conocidas de este tipo de empresas son por ejemplo; Youtube, empresa perteneciente a Alphabet (Google) o Meta con sus redes sociales (Facebook, Instagram, Whatsapp).
El
problema surge para las operadoras al ser un servicio regulado en lo que se refiere a políticas de
privacidad y seguridad en la prestación de sus servicios, cuestión esta que los
OTTs no tienen. Las empresas de telecomunicaciones señalan que ellas tienen que
invertir en la instalación y el mantenimiento de las infraestructuras que
posibilitan la prestación de los servicios de las empresas OTTs. Por ejemplo,
las operadoras deben cumplir las normativas referentes a la calidad de las
llamadas telefónicas o permitir el seguimiento de llamadas por orden judicial o
de otras autoridades competentes. Mientras que por su parte, es evidente que
algunos servicios como Whatsapp o Skype están exentos de cumplir esas
normativas y además no ofrecen la misma calidad en las llamadas de voz. Frente
a ello, las empresas OTT prestan servicios que compiten con los de las operadoras
invirtiendo para ello muchos menos recursos con sus ecosistemas
digitales. Los servicios de mensajería instantánea y VoIP no necesitan
desplegar sus propias infraestructuras de comunicaciones puesto que su modelo
de negocio se basa en ofrecer sus servicios a un usuario sabiendo que éste
accederá a sus servicios a través de la red de acceso que tenga contratada con
su operadora. Para llegar a esta situación, desde la aparición de los OTTs allá
por la década de los años 90 hasta hoy, los OTTs han invertido miles de
millones de euros en construir el armazón que hoy poseen en sus negocios,
cuando esto sucedía las operadoras de telecomunicaciones, ¿Qué hacían en el mundo
de la digitalización aparte de construir redes y pagar dividendo a sus accionistas para facilitar
esta? NADA, su contribución al desarrollo digital con nuevas aplicaciones como hacían los OTTs ha sido nulo. El resultado de dicha
situación lo vemos hoy en la cotización en bolsa de los OTTs y las compañías de
telecomunicaciones, los primeros tienen un valor bursátil que supera el billón de
dólares o se acerca a este como es el caso de Apple (3 billones), Microsoft (2,56
billones), Amazon (1,33 billones) o Meta (0,754 billones), por el contrario,
las operadoras de telecomunicaciones su nula participación en la captura de la
tarta de la digitalización les ha supuesto languidecer en bolsa como se puede leer
anteriormente en el post. El motivo principal se publica todos los años por la Comisión
Europea en el ranking de las 2500 empresas que más invierten en I+D del mundo https://tinyurl.com/45xuj8cw
Cuatro de estas compañías dentro de los OTTs: Alphabet (Google), Meta
(Facebook), Microsoft y Apple han ingresado por ventas en el año 2022, según la Comisión
Europea un total de 829.640 millones de euros. La inversión en I+D de estas compañías
el año pasado ha sido de 90.624 millones de euros, esto supone 7,23 veces más
que las 15 compañías que aparecen en dicho ranking.
Por otro lado esta situación que ya viene arrastrándose hace 25 años, no ha hecho que las directivos de las compañías de telecomunicaciones se reinventen y busquen nuevos nichos de mercado (océano azul) dentro de la digitalización donde no existan competidores, sino que algunas como es el caso de Telefónica ha optado por lo fácil como es ir a buscar en la TV (océano rojo) donde están multitud de competidores, la salvación a sus problemas con los que fidelizar al cliente que contrata sus servicios. El resultado lo estamos viendo como hoy viene reflejado en la prensa, Telefónica en el mercado español en los últimos cuatro años ha perdido 600.000 accesos de TV con su oferta https://tinyurl.com/yc55zyns Ahora pretende reincidir en dicho negocio con un nuevo canal, pero le falta escala y recursos para competir con gigantes como Netflix, Amazon, Disney, HBO u otros. Un ejemplo, Netflix cerró el segundo trimestre de este año con 238,4 millones de suscriptores. Hay que contar que Warner Bros Discovery tiene pérdidas multimillonarias, pero aun dejándola fuera, entre Netflix, Disney y Paramount no alcanzan los 10.000 millones de dólares de beneficios. Siguen siendo negocios rentables, pero muy lejos del impacto que llegaron a tener hace una década, en este momento están pasando por dificultades en el mercado https://tinyurl.com/5y94cpvu En el año 2022 la inversión de los cinco gigantes del streaming fue la siguiente; Disney 33.000 millones de $, Netflix unos 17.000 millones de $, Warner Media-Discovery unos 18.000 millones de $, Amazon 15.000 millones de $, Apple TV+ unos 6.000 millones de $ https://tinyurl.com/5ppksu7b ¿Puede competir Telefónica con estas compañías con una masa de usuarios de poco más de 3,5 millones de usuarios de su TV en España y una inversión de poco más de 1.300 millones de euros al año? Los datos y cifras de abonados de TV dicen claramente que no en estos últimos cuatro años.
Boeing y Telefónica son dos compañías centenarias que han encontrado su horma al zapato en la falta de inversión en I+D ante el cambio que terreno en el que se libraba su futuro con nuevos competidores que traen nuevas reglas basadas en la I+D como son Airbus o los OTTs. Boeing cometió el error añadido de externalizar y poner en manos de compañías filiales su fabricación de aviones, 30.000 proveedores, a la vez que en plena crisis sacar del mercado a miles de sus profesionales de las fábricas de montaje. Cuando vinieron otra vez los tiempos de construir y fabricar nuevos aviones no tenía mano de obra para ello ante la escasez que había, muchos no quisieron volver. Ahora se encuentra con problemas para lanzar nuevos modelos al mercado, hasta el año 2035 por lo menos si resuelve todos los problemas que está pasando como son los aviones que tiene parados pendientes de subsanación de errores de sus proveedores y construcción de los que tenía encargados. En el caso de Telefónica la competencia y falta de nuevos nichos en el mercado digital donde compensar la caída de ingresos en sus negocios tradicionales como es el de la conectividad, se ve agravada con el pago de un dividendo y una escasa inversión en I+D que dificulta la remontada del valor de la compañía en bolsa. Si a este hecho unimos que la externalización de la operación ha significado la salida de 50.000 empleados en lo que va de siglo https://tinyurl.com/38xa73mp este hecho se ve agravado por el problema con el invierno demográfico que padece nuestro país. Esto tiene consecuencias directas sobre la compañía como es el hecho de la pérdida de conocimiento (know how) que viene sufriendo con las masivas salidas de personal. A esta situación hay que añadir, que la propia Comisión Europea siendo conocedora que la información de las principales compañías e instituciones de Europa estaban en servidores ajenos a la propia Unión Europea ha decido lanzar un proyecto para desarrollar la nube europea que permita que nuestra información más sensible este a buen recaudo en Europa y no fuera de nuestras fronteras en Estados Unidos con los OTTs, con el proyecto, Networks as a Service (NAAS) https://tinyurl.com/4t6spyt2
Para terminar el post, quiero decir que los tiempos y los campos donde libra la batalla una compañía son dinámicos, se ven cambiados fundamentalmente por la tecnología y preferencias del cliente. El que no entienda o quiera responder a dicha realidad, le sucederá como sucedió a Yahoo al comienzo de este post… Incluso aunque sean compañías centenarias como Boeing y Telefónica, por lo tanto, hay que sacar conclusiones de lo que ha sucedido en lugar de ahondar en el error buscando donde ya se ha buscado.
Ya lo digo José Luís Sampedro: “Hay dos tipos de economistas: los que trabajan para hacer más ricos a los ricos y los que trabajamos para hacer menos pobres a los pobres”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario