El valor de
la confianza es hoy en día una de las principales patentes que
puede tener cualquier organización empresarial. Las empresas son lo que son por
las personas que trabajan en ellas, los beneficios dependen en buena medida del
bienestar de sus empleados. Una tesis que los algunos expertos en recursos
humanos alertan ahora de manera muy especial en tiempos de crisis.
Trabajar y liderar personas con calidad es el principal talón de Aquiles de las
compañías.
Dicen que
una vez, había un ciego sentado en la vereda, con una gorra a sus pies y un
pedazo de madera que, escrito con tiza blanca, decía: “POR FAVOR AYÚDEME, SOY
CIEGO”.
Un creativo de publicidad que pasaba frente a él, se detuvo y observó unas pocas monedas en la gorra. Sin pedirle permiso tomo el cartel, lo dio vuelta, tomo una tiza y escribió otro anuncio.
Volvió a poner el pedazo de madera sobre los pies del ciego y se fue.
Por la tarde el creativo volvió a pasar frente al ciego que pedía limosna, su gorra estaba llena de billetes y monedas. El ciego reconoció sus pasos y le preguntó si había sido él el que rescribió su cartel y sobre todo... ¿qué había puesto?
El publicista le contestó: "Nada que no sea tan cierto como tu anuncio, pero con otras palabras", sonrió y siguió su camino.
El ciego nunca lo supo, pero su nuevo cartel decía: “HOY ES PRIMAVERA... Y NO PUEDO VERLA”.
¡Cambiemos de estrategia cuando no nos sale algo, y veremos que de esa manera puede que resulte!
Un creativo de publicidad que pasaba frente a él, se detuvo y observó unas pocas monedas en la gorra. Sin pedirle permiso tomo el cartel, lo dio vuelta, tomo una tiza y escribió otro anuncio.
Volvió a poner el pedazo de madera sobre los pies del ciego y se fue.
Por la tarde el creativo volvió a pasar frente al ciego que pedía limosna, su gorra estaba llena de billetes y monedas. El ciego reconoció sus pasos y le preguntó si había sido él el que rescribió su cartel y sobre todo... ¿qué había puesto?
El publicista le contestó: "Nada que no sea tan cierto como tu anuncio, pero con otras palabras", sonrió y siguió su camino.
El ciego nunca lo supo, pero su nuevo cartel decía: “HOY ES PRIMAVERA... Y NO PUEDO VERLA”.
¡Cambiemos de estrategia cuando no nos sale algo, y veremos que de esa manera puede que resulte!
La complejidad
de los escenarios donde compiten
las empresas hoy en día está condicionada por un torbellino de acontecimientos: desconfianza generalizada, cambios
constantes en la regulación y en el entorno, nueva competencia, nuevas
asociaciones y fusiones, entrada en nuevos mercados, reorganizaciones internas,
necesidad de adaptarse a culturas diferentes, competencia desleal, etc. Para
contrarrestar todo lo anterior, las compañías solo pueden ser competitivas e
innovadoras si se aumentan significativamente los niveles de confianza con
todos sus empleados y se les otorga la oportunidad de asumir nuevas
responsabilidades y ejercer el liderazgo y la inteligencia en equipo. Dicho de
otra forma, la competitividad de las
organizaciones es directamente proporcional a la capacidad de confiar en el
talento y las aptitudes individuales y colectivas de sus empleados, sin
importar su escala jerárquica. Prácticamente todas las decisiones que se deben
tomar dentro de una compañía implican confiar en otros en un mundo
complejo y cambiante como él actual esto
es fundamental. A las compañías se les exige ser rápidas para ser competitivas,
lo que significa contar con empleados autónomos capaces de tomar
decisiones, de innovar, de enfrentar los
cambios, de asumir la responsabilidad grupal,
de crear y construir e impulsar el nuevo rumbo de la organización.
Los directivos tradicionales han establecido un
esquema de control basado en la falta de confianza, en el que no existe certeza en que el empleado haga
correctamente sus funciones. Se parte de
la premisa de la existencia de desconfianza, por lo tanto lo que se
observa en las empresas es que cuanto menos confianza existe más controles son
necesarios. Esto en realidad tiene un gran impacto económico en las
compañías, existen estudios que indican
que entre el 20 y el 30 % de los costos de gestión de una empresa están
relacionados directa o indirectamente con formas de control y vigilancia, pero
él que más se utiliza es la actuación de jefes que dedican una gran parte de su
tiempo a controlar lo que el trabajador hizo o dejo de hacer simplemente porque
no confían en él o en ella. Y lo que es peor, pierden un tiempo precioso que
deberían aprovechar para liderar otras actividades de mayor importancia como dirigir
estratégicamente, impulsar el cambio o innovar.
Ya lo dijo Peter Druker: “Las organizaciones ya no se fundamentan en el poder si no en la confianza”, tomemos buena nota de ello si queremos seguir adelante.
Ya lo dijo Peter Druker: “Las organizaciones ya no se fundamentan en el poder si no en la confianza”, tomemos buena nota de ello si queremos seguir adelante.
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