Cada persona viene a trabajar con una motivación
determinada, existe la falsa creencia de que los líderes de una
compañía tienen que motivar a sus colaboradores. Y es todo lo contrario, la
regla de oro es hacer todo lo posible por no desmotivar con tus actos como
líder, pero no intentar motivar ya que cada persona viene de su propia
realidad y con sus circunstancias personales.
Para conseguir esto el líder tiene que crear un ambiente
donde los colaboradores se diviertan, disfruten y sus sueños tengan cabida, así
como que los objetivos que se fijen por la compañía sean alcanzables. No hay peor cosa
que fundamentar nuestra esperanza u objetivo en algo inalcanzable en el corto
plazo. Los objetivos o sueños tienen dos fases, la primera es un sueño en el cual vemos la
meta a donde queremos llegar y en la segunda fase nos lanzamos a hacer de forma
tangible ese sueño, dando pasos, tropezando frecuentemente con dificultades pero
volviendo a levantarnos hasta conseguir ese sueño. Lo que nos mueve a
seguir es que en las metas intermedias son
ambiciosas pero alcanzables con lo que nuestra moral no se resiente si no que
nos hace persistir ya que vemos alcanzable la meta final.
Hace poco más de un año, Katsuaki Watanabe,
Presidente de Toyota, expresó en una entrevista a la revista de la universidad
de Harvard, lo siguiente: “No sé cuántos años tardaremos, pero yo quiero que
Toyota invente el automóvil de ensueño: un vehículo que pueda hacer que el aire
sea más limpio, que no pueda lesionar a las personas, que impida los
accidentes, que haga más saludables a las personas mientras más lo conduzcan;
capaz de entusiasmar, entretener y estimular las emociones de sus pasajeros,
que pueda recorrer el mundo con un solo tanque de gasolina. Ése es mi sueño”.
¿Se imaginan un vehículo que en lugar de
contaminar el aire, lo limpie? ¿Que mientras más lo conduzcas te haga más
saludable? ¡Impresionante verdad! Seguro que si no fuese Watanabe quien lo
dice, el líder de una compañía que en el año 2013 invirtió 7.000 millones
de euros en i+d siendo la 5º compañía del mundo, otra persona sería calificada
de loca, pero su conocimiento del sector, de la tecnología y desarrollo de su compañía
hace que dichos sueños puedan ser alcanzables.
Es filosofía de
Toyota lo siguiente;
“El vivir en el
hogar y el trabajo, tiene en común el que ambos (hogar y trabajo) constituyen
espacios en los que se desenvuelve la existencia de las personas. Con el
tiempo, cada uno de ellos se convierte en habitual, por lo tanto, los dos
pueden ser determinantes en la manera de ser en las personas. En esta línea de
pensamiento, la importancia de la influencia del trabajo en la forma de ser de
las personas se debe a que es generada por elementos externos al individuo. Lo
que se trata es de reflexionar si esa influencia es para padecer o para
disfrutar o tal vez debemos preguntarnos si debemos velar porque influya
apropiadamente en nuestra formación como ser humano. Lo menos que debemos
desear es que nuestra vivencia en el hogar y el trabajo sea grata. Lo que se
trata es de convertir al trabajo en un lugar agradable para vivir no sólo en
relación con las cosas que lo integran, sino también en la actitud con las
otras personas con las cuales se comparte.”
Watanabe habla a 2.000 nuevas incoroporaciones en Toyota
Si realizamos lo anterior conseguiremos que las personas que
trabajen en la compañía sepan la respuesta a tres preguntas que todo el mundo
debe conocer, ¿el qué?, ¿el cómo? y ¿por qué? se hacen las cosas en mí
compañía, es lo que se conoce con el nombre del Círculo de Oro de Simón Sinek.
Explicación del círculo de oro por Simón Sinek
El hecho de que un trabajador cumpla con sus horarios y con sus tareas de todos los días no significa que esté comprometido con su trabajo, sino, simplemente, que obedece unos reglamentos que le son impuestos una vez entra a formar parte de una organización y, tal vez, porque lo necesita. Pero el cumplir con esas reglas no es garantía de buenos resultados ni equivale a que el empleado esté dando todo de sí mismo. Eso sólo lo da cuando existen unas condiciones que lo motivan y que lo hacen sentirse comprometido con sus labores. Es el sentido común lo que tiene que predominar en los líderes a la hora de lograr esa vinculación entre los sueños de la compañía y suyos con las aspiraciones de sus colaboradores, de tal forma que cada uno de ellos vea su parte realizada.
Ya lo decía Richard Bach: "Vive tratando de realizar muchas de las cosas que siempre has soñado, y no te quedará tiempo para sentirte mal".
Hola Sergio. El artículo me crea unas cuantas contradicciones porque por un lado, dices que cuidado con querer cosas imposibles pero luego hablas de que el presidente de Toyota si puede soñar con cosas imposibles, aparentemente imposibles al menos, y luego sacas una foto de un montón de jóvenes vestidos igualitos, que parecen borregos sin ganas de soñar desde luego sino mas bien de no sobresalir del rebaño y únicamente parecen estar dispuestos a obedecer y se acabó.
ResponderEliminarYo hubiera empezado diciendo: mirar lo que se consigue soñando con cosas que no se pueden lograr, pero que al menos te llevan a estar cerca de cumplir tus deseos, aunque no llegues a conseguirlos del todo siempre te quedará la ilusión y las ganas de hacer mejores cosas cada día. Y acabar con la frase que has acabado, cerrando el círculo.
Es como que no me queda claro: ¿debo soñar con cosas imposibles, y quedarme con la experiencia o no?
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