jueves, 3 de abril de 2014

ORGANIZACIÓN SIN ALMA

Cualquier trabajador de una compañía debe trabajar con los valores que se pregonan desde dicha sociedad, aquella compañía donde sus líderes practican valores de palabra pero no de hecho están condenados al fracaso allí donde compiten con otras compañías.

Para entender este post sobre valores diré que en una compañía hay dos tipos de valores: Valores Terminales y los Valores Instrumentales. Los Terminales son aquellos que nos marcan la situación deseada por la que hacemos las cosas, como por ejemplo: igualdad, libertad, autorrealización, seguridad, etc. Los Instrumentales son aquellos referidos a formas, modos o conductas para lograr las metas terminales, como por ejemplo: honestidad, empeño, perseverancia, motivación, veracidad, etc.

                                              Ejemplo de valores medioambientales de Apple



Es común en muchas compañías hacer bandera de sus valores sólo de palabra, gestos grandilocuentes que en el fondo están completamente huecos, ya que para que dichos valores tengan vida estos se tienen que ver reflejados en las conductas que encarnan las personas, con estas es con lo que se consiguen las metas que nos fijamos. La jefatura debe servir de ejemplo a los colaboradores, generalmente los valores pierden su importancia a medida que se comunican por parte del  CEO hacia su estructura de mando, esto es debido a que no se hace ningún tipo de pedagogía al respecto, en el fondo es una carencia de cultura, formación y compromiso. No se da valor a estos porque no se entiende como cohesionan y vertebran a la organización, se está mucho más centrado en el día a día de la compañía sin entender que lo que facilita y potencia la consecución de los objetivos es precisamente dicha cultura, para muchos mandos constituye un agravio tener de servir, enseñar y hacer de dichos valores su leit motiv dentro de la organización, se tiene interiorizado que son los colaboradores los que deben servir a sus designios y no al revés.





Esta ausencia de valores hace que las organizaciones pierdan su referente ético, el cual afecta en última instancia al cliente ya que es el eslabón final de cualquier compañía. Los valores tiene que: conmover el corazón sin nublar nuestro cerebro, hacer de impulsores internos en cada persona a la hora de acometer su labor, servir de guía a nuestros comportamientos y dar coherencia a todos nuestros actos en relación a cualquier actor con el que interaccionemos en la organización.

Ya lo dijo Ayn Rand la filósofa norteamericana "Cuando advierta que para producir necesita obtener autorización de quienes no producen nada; cuando compruebe que el dinero fluye hacia quienes trafican, no bienes, sino favores; cuando perciba que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por el trabajo, y que las leyes no los protegen contra ellos, sino, por el contrario son ellos los que están protegidos contra usted; cuando repare que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un autosacrificio, entonces podrá afirmar, sin temor a equivocarse, que su sociedad está condenada". 






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