Hace
unos años, unos científicos realizaron un experimento con 6 monos. Los metieron
en una jaula, en el centro de la cual había una escalera que permitía alcanzar
una cesta de plátanos cerca del techo. En cuanto uno de los monos subía por la
escalera para coger los plátanos, los científicos duchaban a todos los monos
con agua helada, lo que hacía que desistieran de su intento inmediatamente.
Este proceso se repitió todas las veces que algún mono intentaba subir a por
los plátanos. Hasta que al final, cuando algún mono intentaba subir la
escalera, sus propios compañeros le daban una paliza para hacerle desistir de
su intento, y con ello evitar la ducha helada. Entonces, se saca a uno de los
monos de la jaula, y se introduce uno nuevo que no había participado
anteriormente en el experimento, y por tanto no había visto lo que pasaba
cuando alguien intentaba subir a por el plátano. Al poco de entrar en la
jaula, el mono intenta subir a por los plátanos, pero en cuanto se acerca a la
escalera, sus compañeros lo agreden ante la posibilidad de una ducha fría. Este
nuevo mono no entiende nada, pero tras varios intentos se da cuenta que no se
puede acercar a los plátanos, si no quiere llevarse una paliza. A
continuación se saca de la jaula otro de los monos que empezaron el
experimento, y se introduce otro nuevo. Igual que en el caso anterior, el mono
intenta ir a por los plátanos, y cada vez que lo hace, sus compañeros le
propinan una paliza. Lo curioso es que el mono que introdujeron a mitad del
experimento y que no ha sufrido la experiencia de la ducha fría, también participa
en la paliza, aunque sin saber por qué. Para él "no está permitido
acercarse a la escalera".
Poco
a poco se van sustituyendo todos los monos, hasta que no queda ninguno del
grupo inicial, que habían sido rociados con agua helada cuando intentaban subir.
Cuando se sustituye el último mono, el comportamiento del grupo sigue siendo
igual, en cuanto un nuevo mono intenta acercarse a la escalera, recibe una
paliza. Y ninguno sabe por qué, ya que ninguno de ellos ha sido rociado con
agua helada.
Lo
único que sabían era:
"Está
prohibido subir por la escalera, y quien lo intente se expone a ser vapuleado
por el resto del grupo".
Esta historia ilustra bastante
bien el hecho del comportamiento de las personas dentro de las organizaciones
empresariales, si miramos cada organización podemos detectar cómo
están influenciadas por su cultura, esta es algo
intangible, aunque sus manifestaciones sí son observables. En este
sentido, la cultura de una organización está constituída por una red de
símbolos o costumbres que guían y modulan, en distinto grado, los
comportamientos de quienes trabajan en ella y, sobre todo, de las
personas que se van incorporando. Muchas veces existen unos patrones de (liderazgo, trabajo en equipo, innovación, gestión, etc.) que nadie sabe
porque se ejecutan cuando no existen hechos que prueben su eficiencia a la hora
de obtener los resultados y las metas que tiene fijada la compañía. Son formas
de gestionar los recursos materiales y liderar los recuros humanos que se perpetúan en muchos casos sin una razón clara de ser,
cuando los indicadores dicen que hay que girar el timón ya que los resultados
de dicha estrategia no están alineados con lo que se espera. En el mejor de los
casos tuvieron su época pero en la actual con un escenario de cambio permanente no tienen sitio, más si cabe, si dicha compañía compite en
mercados maduros donde el factor más importante que puede atesorar una compañía para marcar la diferencia con su competencia es: el capital humano. Peter Drucker el padre de la gestión moderna decía, "que las empresas deberían identificar a aquellos empleados que
nunca cometen errores y despedirlos, ya que aquellos que no se equivocan
es porque nunca hacen nada interesante". No desmotivar más de lo que puede venir un empleado a trabajar es una labor esencial de cualquier directivo en una empresa, un equipo unido es esencial para lograr el objetivo que se persigue, por ejemplo Steve Jobs cuando lanzó el primer Mac se pasó tres años seguidos trabajando
90 horas a la semana con su equipo de diseño. Cuando un empleado se entrega a un proyecto, el
mejor incentivo es verlo culminado con la mayor calidad porque se siente
parte de la empresa y por ende, de su éxito. Siempre es mejor utilizar "la
zanahoria que el palo", siempre vale más motivar que
obligar, esto es algo que cuesta mucho concienciar a determinados
mandos, la clave es ponerse en la piel de la otra persona, así es fácil tener
una perspectiva de las cosas que se piden y como se piden. La diferencia entre "seducir" y "amenazar" a tus compañeros
de trabajo es que sean tus socios o tus empleados, y es que a estos
últimos, aunque les pagues por su trabajo, si no logras que se enamoren
de tu proyecto no obtendrás el 100% de su capacidad. Este tipo de
comportamiento es fundamental para el desarrollo de cualquier proyecto de
cambio que se lleve dentro de una compañía, acompaña y ayuda a desterrar
comportamientos conformistas de las personas que participan en el proyecto con
la frase "es lo que hay" y sirven de apoyo y estímulo
para que las decisiones que tome un líder le den confianza de no equivocarse de los logros que puede conseguir con su equipo.
Pero, ¿que
lleva a las personas a tomar decisiones que se demuestran equivocadas y no corregirlas?
Según el neurólogo Richard Restak, más del 90% de lo que se conoce hoy en
día del cerebro humano es desde 1997, además, más del 80% de lo que se creía
que era cierto antes de 1990 ahora se ha demostrado que es falso. A menudo el
ser humano no es consciente de las razones y causas de su propio
comportamiento, sus decisiones subconscientes pueden ser tomadas un poquito
antes de ser conscientes de ellas, el cerebro humano tiende a justificar lo que
siente y el ser humano hace. Sin embargo, la acción de la decidofobia (miedo a la toma de
decisiones) tiene en muchas personas su causa principal no en su falta de razón
sino en la falta de resolución y coraje para tener determinación y perder el miedo
a enfrentarse a dichas acciones que nos hacen elegir un camino, en determinado
momento difícil y duro.
Cuando
una persona toma una mala decisión esta comprende una serie de pasos, comienzan
con la creación de metas y continúa con la identificación de los problemas y
acciones alternativas a la resolución del problema, esta situación no termina
hasta que se toma efectivamente la decisión o se realiza la elección, ni hasta
que no se hayan experimentado las ansiedades posteriores a la decisión, y si una persona se equivoca desde al inicio de la elección no habrá valido la pena el esfuerzo
aplicado.
Toda decisión va acompañada de tres pasos:
- El reconocimiento de una necesidad: sensación de insatisfacción con uno mismo; sensación de vacío o necesidad.
- La decisión de cambiar, para llenar el vacío o la necesidad;
- El afán consciente para implementar la decisión.
Una vez que se toma dicha decisión es ahí donde tenemos que hacer uso de nuestras habilidades y capacidades emocionales, lo primero la persona tiene estar bien consigo misma, para poder estar bien con lo demás que le rodean, posteriormente las personas que deciden tienen que ser competentes ante la dificultad que van a abordar, deben detenerse a analizar cuidadosamente cada uno de los factores a tener en cuenta, asimismo deben anticipar de alguna manera lo que realizaran en caso de que se presente algún imprevisto, y por último tienen que tener voluntad para enfrentar las dificultades que se presenten. Hay que tener en cuenta que existe una relación estrecha entre la idea de lo que queremos hacer, con respecto a lo que debemos de hacer. La persona tiene que ser consciente que una idea sin la otra no puede ser concebida, si se desea obtener un buen resultado. Dicho esto no es menos importante recordar que la toma de decisión es un acto simbólico, lo verdaderamente duro e importante comienza cuando hay que llevar a efecto dicha decisión.
1- Conocer algo que antes no sabíamos.
2- Experimentar lo que funciona y lo que no.
3- Nos sirve de advertencia.
4- Nos hace más humildes.
5- Estimula el cambio.
6- Conocemos mejor nuestras propias debilidades, diagrama (DAFO)
No hagamos como hacían los persas según el historiador y geógrafo Heródoto allá por el año 450 A.C., el cual lo contaba de la siguiente forma:
“Si
se debe tomar una decisión importante (los persas) discuten la cuestión cuando
están ebrios y al día siguiente el jefe de la casa…presenta la decisión para su
reconsideración cuando están sobrios. Si aun así la aprueban, se adopta; si no,
se abandona. A la inversa, toda decisión tomada en estado de sobriedad, se
reconsidera posteriormente cuando están ebrios.”
A
veces cuando trazas una estrategia puedes cometer errores. Es mejor
admitirlos rápidamente, y seguir adelante apostando por otra diferente, ya que
persistir en el error trae aparejado dos consecuencias graves, la primera es
que se agotan los recursos de la compañía como pueden ser los ingresos de
los clientes y segunda es que cuando se persiste en el error y no se cambia el
rumbo, se termina desmotivando al mayor activo de la compañía: las
personas.
Lo
importante es aprender de los errores y comprender de una vez por todas, que el
fracaso es una de las mayores fuentes de aprendizaje.
Ya
lo dijo Sir Francis Bacon: “El requisito del éxito es la prontitud en las decisiones".
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