miércoles, 3 de junio de 2015

CATA DE CLIMA...NO SE PUEDE OLVIDAR ¿RENDIRSE O LUCHAR?




Hiroo Onoda  nació el 19 de marzo de 1922. Fue entrenado como oficial de inteligencia y el 17 de septiembre de 1944 fue enviado a la isla de Lubang en Filipinas. Las órdenes de Onoda eran realizar una guerra de guerrillas contra los estadounidenses, que estaban listos para invadir la isla, especialmente atacando las pistas de aterrizaje y los muelles del puerto para evitar que fueran usados por el enemigo. Antes de empezar la misión, el Mayor Yoshima Tanigushi, les dijo claramente a sus soldados:
"Está terminantemente prohibido suicidarse. Puede tomar tres años, puede que sean cinco, pero pase lo que pase, regresaremos para buscarlos. Hasta entonces, mientras uno de ustedes permanezca vivo, esta guarnición seguirá bajo su mando. Se puede sobrevivir comiendo cocos, y si eso fuera necesario, vivirán comiendo cocos. Pero, bajo ninguna circunstancia se rendirán o se quitarán la vida voluntariamente"
Las fuerzas aliadas fueron superiores militarmente y tomaron el control de la isla en pocos días. La mayor parte de los soldados japoneses murieron o fueron hechos prisioneros. Onoda y tres compañeros más (Yuichi Akatsu, Siochi Shimada y Kinshichi Kozuka) lograron huir y se internaron en la selva de aquella isla, prácticamente se aislaron del mundo. Esto ocurrió casi al final de la guerra, pero Onoda y sus compañeros no lo sabían; para ellos la guerra continuaba y su vida de guerrilleros se prolongó durante años, donde nunca se enteraron de la Orden Imperial de deponer las armas. Los cuatro hombres sobrevivieron alimentándose con frutas y cazando animales salvajes o robando de los rebaños de los campesinos, tratando siempre de no llamar la atención ni desperdiciar municiones.
Un día encontraron cerca a la costa un panfleto que decía: "La guerra terminó el 15 de agosto de 1945. ¡Bajen de las montañas!". Los cuatro hombres vivieron así durante años, atacando y saqueando comunidades rurales y a soldados filipinos que encontraban en “su territorio”. Durante esos años mataron un considerable número de personas en sus ataques clandestinos. Remendaban sus uniformes haciendo hilos con lana silvestre y utilizando alambres en lugar de agujas. Los árboles de palmas les eran muy útiles ya que con la fibra de su tronco se cepillaban los dientes, y extraían el aceite para engrasar sus armas. Básicamente su dieta era a base de plátanos, cocos, larvas y una que otra ave o roedor que atrapaban. Por este motivo, cuando lograban robar una vaca y comer carne de res, les caía pesada y les daba fiebre, la que sabían contrarrestarla bebiendo leche de cocos verdes. Cuatro años más tarde, en 1949, el soldado Akatsu ya no aguantó el aislamiento y decidió regresar a casa. Un día, sin previo aviso, decidió abandonar a sus tres compañeros. Al poco tiempo, Onoda y sus hombres encontraron una nota de Akatsu en la que les decía: que había sido encontrado por tropas filipinas amigas, que lo habían acogido cuando abandonó la jungla. Ellos creyeron que Akatsu había sido forzado a escribir esa nota y por tanto continuaron sus patrullajes y ataques guerrilleros con mayor precaución. Cinco años después, a mediados de 1954, Onoda y sus hombres se encontraron en la playa con una patrulla de soldados que justamente los buscaban para rescatarlos, pero la psicosis de los fugitivos pudo más y empezaron a dispararles. En este cruce de balas cayó abatido el cabo Shoichi Shimada. Después de este incidente, Onoda y Kozuka volvieron a internarse en la selva, ahora solo quedaban ellos dos. Para mayo de 1959, quince años después de que se escondieron en la jungla, llegó a la isla otro grupo de búsqueda liderado por los hermanos de ambos soldados. Permanecieron durante seis meses tratando de encontrarlos. No tuvieron éxito. En esa oportunidad el hermano de Onoda comenzó a cantar usando un megáfono con la esperanza que su hermano reconociera su voz. Hiroo Onoda pensó que alguien trataba de suplantar a su hermano Toshio. Después de esta infructuosa búsqueda, las autoridades japonesas los declararon como desaparecidos. 

El 19 de octubre de 1972, Onoda y Kozuka intentaron incendiar la cosecha de arroz que los campesino habían cosechado, "para sabotear las líneas de abastecimientos del enemigo". Una patrulla de la policía filipina descubrió a los dos hombres y les disparó. El soldado Kozuka -que ya tenía 51 años- murió en el combate, finalizando así 27 años de lucha clandestina. Onoda logró escapar internándose en la jungla.  En el Japón este soldado llegó a convertirse primero en celebridad y luego en un mito urbano. Su historia recorría colegios y universidades donde se pensaba que sólo era una leyenda. Un estudiante universitario y soñador llamado Norio Suzuki, que era fanático de estos mitos y leyendas recopiló en archivos del ejército y con la familia Onoda, toda la información posible del fugitivo soldado. De hecho bromeaba con sus compañeros de aula, que alguna vez encontraría un Oso panda, al Hombre de las Nieves y al Teniente Onoda. Este joven aventurero, con la poca información que pudo obtener, tomó un día su cámara de fotos, unos apuntes y la mochila. Partió a Filipinas a buscar a su héroe.
Una mañana, mientras hacía su búsqueda habitual de cocos, Onoda divisó un toldo en forma de carpa cerca de la playa. Cerca al toldo pudo ver a un joven sentado que leía unos apuntes. Se escondió y decidió vigilarlo de cerca. Estaba en un dilema porque al encontrarse solo no podía tomar prisioneros, pero después de una difícil comunicación inicial, Onoda confió en el muchacho y se hicieron amigos. Suzuki trató de convencerlo de que la guerra había terminado hacía mucho tiempo, pero Onoda estaba determinado a no rendirse a menos que se lo ordenara su superior, el Mayor Tanigushi. Suzuki tomó fotografías de ambos y convenció a Onoda para reunirse en ese mismo lugar dos semanas después.
El 7 de marzo de 1974, Onoda fue al lugar del encuentro, donde Suzuki le mostró las fotografías reveladas. Después de 29 años, Onoda veía su rostro por primera vez y se asombró por el parecido que se encontró con las caras de sus tíos. Suzuki le dijo que su ex comandante, el Mayor Tanigushi lo esperaría en ese lugar dos días después.
El 9 de marzo, Onoda se presentó con mucha cautela y con su fusil rastrillado, en caso de que fuera una emboscada. Vestido con su uniforme, su espada y el fusil Arisaka y varias granadas de mano se dispuso a presentarse a su superior. Aún esperaba recibir nuevas órdenes para continuar la lucha contra los estadounidenses.
El Mayor Tanigushi, que hacía mucho tiempo era un civil, llevó consigo la carta del Emperador donde se le ordenaba deponer las armas y cesar las acciones de combate. Se la leyó en voz alta. Después de unos instantes de profundo silencio y tensión, Onoda abrió el cerrojo de su fusil, descargó el arma y puso todo el equipo en el suelo. Luego se sentó a llorar.

Por esta fecha aproximadamente las distintas compañías que tienen programas de Clima Laboral lo suelen testar de forma aleatoria con una muestra sobre un porcentaje de los empleados. Con ello se pretende obtener información de cómo se encuentra el mismo en el ecuador del año en curso, así como obtener una lectura de las iniciativas puestas en marcha después del estudio de los resultados de la encuesta general de Clima del año 2014. Es pues fundamental que la cata se realice puesto que es un elemento fundamental para visualizar si lo que se ha puesto en marcha va en la dirección correcta o si hay que cambiar de dirección debido a que no satisface las necesidades e inquietudes de la plantilla. 
Dentro de cualquier compañía que se somete a dicha encuesta se debe de tener presente que existen una serie de elementos que suceden y componen las organizaciones y que no se pueden ignorar:
El Clima Laboral esta referenciado al medio ambiente en el trabajo.
• Las características del Clima son percibidas directa o indirectamente por los trabajadores que hacen su trabajo en ese medio ambiente.
El Clima repercute en el desempeño laboral.
• El Clima es una variable interviniente que media entre los factores del sistema organizacional y el comportamiento individual.
• Estas características de la organización son relativamente permanentes en el tiempo, se diferencian de una organización a otra y de una dirección, departamento, equipo, etc., a otra dentro de una misma empresa.
• El Clima, junto con las estructuras y características organizacionales y los individuos que la componen, forman un sistema interdependiente altamente dinámico.
Las percepciones y respuestas que abarcan el Clima Organizacional se originan en una gran variedad de factores:
• Factores de liderazgo y prácticas de dirección (tipos de supervisión: autoritaria, participativa, laissez-faire, etc.).
• Existen una serie de factores relacionados con el sistema formal y la estructura de la organización como (sistema de comunicaciones, relaciones de dependencia, promociones, remuneraciones, etc.).
• Las consecuencias del comportamiento en el trabajo (sistemas de incentivo, apoyo social, interacción con los demás miembros, etc.). 


Cuando se mide dicho Clima Laboral se obtiene una información muy valiosa que nos permite realizar las siguientes cuestiones: 
  • Obtener información confiable y válida del estado de la organización.
  • Establecer un valor promedio de dicho Clima Laboral y compararlo con las diferentes áreas y departamentos de la compañía.
  • Posibilidad de establecer un benchmarking interno a fin de establecer las mejores prácticas en toda la compañía. 
  • Monitorear el resultado de las iniciativas llevadas a cabo en la mejora del Clima Laboral, evaluando su avance en diferentes momentos, lo cual es importante cuando la compañía se encuentra en un proceso de cambio.
  • Conocer que elementos o acciones producen satisfacción y cuales son insatisfactorios para la plantilla.
  • Se obtienen indicadores valiosísimos de la calidad de la gestión llevada a cabo por los responsables de la compañía (mandos intermedios, jefes, gerentes y directores).
  • Se detectan debilidades y fortalezas de la organización.
  • Se puede realizar benchmarking externo si disponemos de datos de otras compañías ajenas a la nuestra. 
  • Permite el desarrollo de competencias y habilidades por la participación de sus miembros en dichos programas.


No realizar dicha encuesta es conformarse con el mal Clima Laboral, es renunciar a intervenir en aquello que aumenta la productividad y produce unas sinergias que benefician a los diferentes grupos de interés como son (empleados, accionistas, inversores, etc.). Cuando se realiza la misma se tiene el firme propósito de modificar aquello que perjudica a la compañía y produce unos resultados beneficiosos para la misma. Por todo ello la gestión del Clima Laboral es un elemento fundamental para la correcta gestión de las organizaciones y, como tal, es una parte indispensable en las metodologías de gestión empresarial más acreditadas de la actualidad como pueden ser (Total Quality Management (TQM), EFQM, SEIS SIGMA, Balanced ScoreCard, etc.)

Las personas que participan en los programas de Clima Laboral deben de tener una virtud por encima de todo, ser personas resilientes. Los programas de Clima son proyectos de larga duración, con altos y bajos en la consecución de los objetivos, es pues una carrerea de fondo. De ahí que la palabra rendirse no debe de existir como relato al principio de este post con el ejemplo de Hiroo Onoda , la lucha,  tenacidad y creatividad son cualidades que tienen que tener muy arraigadas los miembros de dichos programas, pero sobre todo los directivos que encabezan los mismos. No hacerlo así, es una forma de demostrar la preocupación que se tiene por los colaboradores  y la importancia que se da a los mismos, que son los que llevan a cabo la misión que tiene establecida la compañía. En este asunto no solo debe haber entrega y lucha  para conseguir superarse sino que la palabra rendirse no debe existir.
 
Ya lo dijo el actor inglés Hugh Laurie (doctor Gregory House):"El concepto que tiene usted sobre mí no va a cambiar quien soy, pero sí puede cambiar el concepto que tengo yo sobre usted."

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