Nochebuena de 1942, Batalla de Stalingrado:
Debido al intenso asedio de las tropas alemanas, a los soldados soviéticos que defendían la ciudad se les agotaron las municiones y empezó a escasearles la comida. Este también fue uno de los más crudos inviernos que se recuerde y para colmo, ya casi no tenían leña para quemar. La moral de los soviéticos estaba por los suelos y las deserciones de sus soldados empezaban a ser preocupantes.
Buscando una manera de inyectar ánimo a sus soldados, el alto mando soviético ordenó que se reclutara a los músicos más importantes de la URSS. La idea era regalarles un gran concierto navideño al aire libre, justamente en el centro de la ciudad, donde pusieron a punto unos enormes altavoces para que la música sonara en todos los rincones de la devastada Stalingrado.
Así pues, llegaron actores, músicos y bailarinas, y entre estos artistas se encontraba el joven violinista Boris Goldstein, quien se alejó del grupo y se dirigió a las trincheras para curiosear en qué condiciones vivían los soldados.
El violinista ruso estaba impactado, nunca había visto un campo de batalla con tanta muerte y desolación como el de Stalingrado. Casi todo estaba destruido por las bombas y la artillería, y junto a los cadáveres de los soldados que yacían en el suelo, le horrorizó ver muchos esqueletos de caballos que habían sido literalmente "devorados" por las tropas hambrientas.
Todo este horrendo paisaje conmovió de tal manera a Goldstein, que se inspiró como nunca y tocó magistralmente su violín para los soldados soviéticos. Empezó interpretando canciones típicas del folklore popular ruso, ya que el alto mando tenía prohibido tocar melodías extranjeras, peor aún alemanas; pero, en un momento de su interpretación, Goldstein hizo caso omiso de las órdenes y empezó a tocar piezas navideñas del compositor alemán Johann Sebastián Bach.
Las melodías que interpretaba Goldstein con su violín también podían ser escuchadas en las trincheras alemanas por el efecto de los grandes altavoces que pusieron, y de repente, como si de un milagro se tratara, cesaron los tiroteos y la artillería. En medio de aquel sepulcral silencio, sólo se escuchaban las notas desgarradoras del violín. Cuando el violinista terminó, un gran silencio se apoderó de las tropas soviéticas, y desde otro altavoz situado en las trincheras alemanas, se escuchó una voz vacilante que en un incipiente ruso pidió:
"Por favor, toquen algo más de Bach. Nosotros haremos un alto al fuego."
El alto mando soviético aceptó la petición y Goldstein volvió tomar su violín e interpretó un Gavotte de Bach. En ese momento, incluso los técnicos alemanes acoplaron sus micrófonos para que la música pudiera oírse con mayor nitidez en su lado.
Debido al intenso asedio de las tropas alemanas, a los soldados soviéticos que defendían la ciudad se les agotaron las municiones y empezó a escasearles la comida. Este también fue uno de los más crudos inviernos que se recuerde y para colmo, ya casi no tenían leña para quemar. La moral de los soviéticos estaba por los suelos y las deserciones de sus soldados empezaban a ser preocupantes.
Buscando una manera de inyectar ánimo a sus soldados, el alto mando soviético ordenó que se reclutara a los músicos más importantes de la URSS. La idea era regalarles un gran concierto navideño al aire libre, justamente en el centro de la ciudad, donde pusieron a punto unos enormes altavoces para que la música sonara en todos los rincones de la devastada Stalingrado.
Así pues, llegaron actores, músicos y bailarinas, y entre estos artistas se encontraba el joven violinista Boris Goldstein, quien se alejó del grupo y se dirigió a las trincheras para curiosear en qué condiciones vivían los soldados.
El violinista ruso estaba impactado, nunca había visto un campo de batalla con tanta muerte y desolación como el de Stalingrado. Casi todo estaba destruido por las bombas y la artillería, y junto a los cadáveres de los soldados que yacían en el suelo, le horrorizó ver muchos esqueletos de caballos que habían sido literalmente "devorados" por las tropas hambrientas.
Todo este horrendo paisaje conmovió de tal manera a Goldstein, que se inspiró como nunca y tocó magistralmente su violín para los soldados soviéticos. Empezó interpretando canciones típicas del folklore popular ruso, ya que el alto mando tenía prohibido tocar melodías extranjeras, peor aún alemanas; pero, en un momento de su interpretación, Goldstein hizo caso omiso de las órdenes y empezó a tocar piezas navideñas del compositor alemán Johann Sebastián Bach.
Las melodías que interpretaba Goldstein con su violín también podían ser escuchadas en las trincheras alemanas por el efecto de los grandes altavoces que pusieron, y de repente, como si de un milagro se tratara, cesaron los tiroteos y la artillería. En medio de aquel sepulcral silencio, sólo se escuchaban las notas desgarradoras del violín. Cuando el violinista terminó, un gran silencio se apoderó de las tropas soviéticas, y desde otro altavoz situado en las trincheras alemanas, se escuchó una voz vacilante que en un incipiente ruso pidió:
"Por favor, toquen algo más de Bach. Nosotros haremos un alto al fuego."
El alto mando soviético aceptó la petición y Goldstein volvió tomar su violín e interpretó un Gavotte de Bach. En ese momento, incluso los técnicos alemanes acoplaron sus micrófonos para que la música pudiera oírse con mayor nitidez en su lado.
Gavotte de Bach
Muchos soldados alemanes terminaron cantando el “O Tannenbaum”, típico villancico germano, y algunos rusos ortodoxos clandestinamente, también cantaron algunas canciones típicas.
Se produjo una tregua de hora y media. Por una hora y media en el infierno de la peor batalla de la historia, se abrió una pequeña ventana del paraíso.
Quien diría que una de las páginas más dolorosas de la historia nos dejó un hermoso mensaje: que aún en la peor de las circunstancias, siempre encontraremos un momento para sonreír.
Si hubiese que hacer un
resumen de esta primera mitad de este año, deberíamos empezar por recordar que las
compañías enfilan este año con graves problemas adquiridos en años anteriores,
quizás el principal problema sea el endeudamiento que se ha adquirido,
el cual lastra las posibilidades de crecimiento y valor en bolsa, debido a las
dudas que se generan por dicho apalancamiento. Pero sobre todo lo que está
sobre el tapete es la posibilidad de movimientos corporativos hostiles por
parte de compañías foráneas, los cuales sin llegar a comprar la totalidad de
las compañías pueden adquirir un paquete de hasta el 29,9% sin necesidad de
lanzar una opa sobre la totalidad del capital. Un accionista no deseado con una
participación de dicho tamaño sería un enorme hándicap para gobernar la misma. El endeudamiento se ha
convertido en la prioridad número uno para todas aquellas compañías que quieran
sobrevivir al escenario actual.
INFORME FUNCAS http://bit.ly/2jkh3L7
Un hecho que ha servido para
aliviar dicha situación financiera en las compañías ha sido el “Tapering”, compra de deuda
corporativa que ha lanzado el Banco Central Europeo. Esta compra de deuda
ha servido para aliviar la carga financiera de dichas compañías en un escenario
con tipos de interés más altos. Un ejemplo de dicho hecho es lo recogido por
los diarios económicos con Telefónica. La compañía de bandera española es la que
más se ha beneficiado del programa de compra masiva de deuda por parte del
Banco Central Europeo. El banco presidido por Mario Draghi le ha comprado 19.100
millones de euros, http://bit.ly/2scH4jx, la
compañía española es tercera compañía que más deuda ha emitido y comprado el
BCE solo superada por la cervecera AnheuserBusch
InBev (23.300 millones de euros), inmersa en un proceso de fusión, y de la
eléctrica francesa EDF (20.000
millones de euros). Este escenario se prevé que cambie el año que 2018 cuando el BCE
empiece a retirar dicha compra de deuda paulatinamente, lo cual anticipa una
financiación más elevada y mayor carga financiera para aquellas compañías que
sigan endeudadas.
Otro hecho reseñable en esta
primera mitad del año son los resultados económicos presentados por las
compañías. Si bien la economía crece a tasas del 3%, dicha recuperación no
acaba de llegar a todas las capas de la sociedad, haciendo que el consumo no
tenga la alegría que cabría esperar. España
ha salido de la crisis en el 2016 tras ocho años de problemas económicos con
35.000 millones de euros menos en salarios, el PIB en el año 2016 se quedó a
sólo 2.500 millones de euros de volver a los niveles de 2008, pero por el
camino se ha perdido el 6% de la masa salarial.
Mario Draghi sostuvo hace unos días en una conferencia organizada por
el BCE en Sintra (Portugal) que,”Esa masa de subempleados prefieren
trabajar más horas o tener contratos fijos a conseguir subidas de salarios.
Eso, al final, se deja notar en una inflación que no consigue recuperarse, por
ende, y en un crecimiento económico por debajo del obtenido en otras
recuperaciones”.
En
sectores que están sometidos a una fuerte competencia y regulación como es el
sector de las telecomunicaciones, se ha seguido con una senda de crecimiento de
precios por los servicios que se prestan, la cual empezó en el año 2015, bajo
la premisa de ofrecer más datos y servicios por un mayor precio, sin embargo
esta fórmula se ha encontrado con un operador, Masmóvil, que juega en sentido contrario a dicha regla con ofertas
ajustadas a las necesidades del cliente sin servicios no requeridos. Esto de
momento ha obligado a que otros competidores como Vodafone haya tenido que
lanzar una oferta lowcost a través de su operador Lowi para poder competir
en dicho nicho, no se descartan otras ofertas de otros competidores. Un factor que será
determinante en un futuro próximo será el precio de los servicios, ya que aquellas ofertas con demasiado contenido se
pueden ver expuestas a un nicho de clientes reducido, si los precios que
tienen no están en consonancia con la situación económica y poder adquisitivo
de las personas. En la sociedad española existe una pérdida real de renta de
los salarios que dificultará la recuperación económica de forma sostenible.
Según el Instituto Nacional de Estadística la pérdida de poder
adquisitivo de los salarios entre el 2008-2014 fue del 9,2%, si bien en
términos macroeconómicos ha sido beneficioso para la economía, para la
recuperación del consumo no está siendo todo lo favorable que podría ser.
El propio presidente del Banco Central Europeo Mario Draghi y
el Gobernador del Banco de España lo han dicho, "sin rentas
salariales no hay consumo, ni capacidad de expansión de la demanda interna ni
capacidad para sostener un crecimiento sólido más allá de 2017".
Ingresos de los principales players en el sector de las telecos http://bit.ly/2r0umbI
A nivel general en el mundo
corporativo estos seis primeros meses del año han servido para poner de
manifiesto la consolidación de nuevos escenarios económicos producidos por esa disrupción
tecnológica como es la digitalización. Las Fintech siguen avanzando implacables
frente a una sociedad analógica, en el sector bancario el Blockchain está generando
profundos cambios en el mapa bancario, con fusiones y ajustes de capacidad en
plantilla y oficinas. En el sector salud el Healthtech se abre camino
en base a mayor eficiencia y rapidez en la gestión de información, lo cual
genera unas sinergias enormes dentro del sector médico. El Proptech en el sector
inmobiliario está modernizando al sector
inmobiliario: desde portales inmobiliarios con el crowfunding, el big data, la realidad virtual para la
comercialización o visualización de inmuebles, software de gestión, domótica,
etc.
En el sector de los seguros, el Insurtech, está cambiando la
fisonomía del mismo con las nuevas
tecnologías, estas reducirán y minimizaran los riesgos que tienen las
aseguradoras en la actualidad cuando realizan las pólizas.
A nivel interno dentro del
mundo corporativo sigue existiendo un elevado déficit de mejora en cuanto al Liderazgo
y Clima Laboral dentro de las mismas. Existe mucho poder y poca
autoridad dentro de las compañías, cuestión esta fundamental para
lograr lo mejor de las personas que trabajan en las mismas. La
autoridad es un intangible que los directivos se lo tienen que ganar en base a
acciones, decisiones y hechos que sean una referencia de ejemplo para el resto
de personas que integran las compañías. Fue el profesor Warren Bennis el
que en su libro “On Becoming A Leader” (1994), habló de las
características que distinguen al líder. Para Bennis, durante
siglos el concepto de liderazgo se presentaba como la figura de poder, que no
cedía su autoridad. Para que el directivo se convierta en líder tiene que pasar
por un proceso de cambio y transformación. Esto será efectivo si el líder está dispuesto a
enfrentar los cambios necesarios, para poder ejercer su liderazgo
efectivo por el bien de la organización o empresa que dirige. Para ello, es necesario
conocerse profundamente, conocer el entorno, trabajar con el cambio y ganarse
la confianza de sus seguidores, de esta manera el líder tendrá una colaboración
más efectiva para el logro de sus metas. Estos seis meses que han transcurrido en
algunas compañías no han servido para ver mejoras en la dirección que se está
llevando, lo cual lleva a que las personas entren en una “espiral de silencio”
como dijeron en su día Elizabeth
Wolf Morrison y Frances J. Milliken.
Este miedo y falta de comunicación resultante de trabajar en una cultura
en la que impera el temor, son los mayores obstáculos para la innovación y el
aprendizaje. La motivación disminuye y se produce desidia, rechazo hacia el
propio trabajo, con una bajada muy severa en el rendimiento. El "despido
interior", (hacer lo mínimo sin que te llamen la atención), florece como las
flores en primavera. Pero esta
situación no se produce por casualidad, existen responsables, unos por acción y
otros por omisión. Y muchas de las personas que participan en la “La Espiral del
silencio” de puertas para afuera hablan con naturalidad de liderazgo, de
compañías líderes, de promover el talento y la creatividad entre sus empleados,
etc. La huella que dejan estas personas va más allá de la propia
organización, la cual abocan no
solo al fracaso y a la irrelevancia, sino que la desaparición llega más pronto
de lo que se imaginan. Una de las situaciones que
se constata a rebufo del liderazgo que existe en algunas compañías es la
ausencia total de programas de Clima Laboral, los nuevos liderazgos que han
emergido en algunas compañías vienen con las mismas carencias y debilidades con los que
terminaron los líderes que se fueron. Parece que la nueva tierra prometida de
regeneración y cambio, poniendo foco en las personas tendrá que esperar a
mejores tiempos…
Otra
cuestión importante a resaltar durante estos seis meses es la inversión que se
está realizando por parte de las compañías españolas en I+D+I, en algunas los
retornos a dichos proyectos innovadores no llegan después de trenzar
ecosistemas de startup, muy al
contrario dichos ecosistemas están presentando pérdidas considerables.
Un ecosistema
de innovación tiene varios componentes: talento, cultura, acceso a capital y un marco jurídico
adecuado. Un ejemplo de esto último lo encontramos en Tel Aviv, considerado por algunos el mejor ecosistema
emprendedor del mundo, es conocido también como Silicon Wadi. Este
clúster sitúa a la ciudad entre las 10 primeras del mundo en referencia a la alta
tecnología. Especialmente potentes son allí las compañías relacionadas con las
tecnologías de la información, TI, pero seguro que hay de todo teniendo en
cuenta que la ciudad israelí tiene la mayor densidad de startups por
kilómetro cuadrado del mundo, equivalente a 1 startup por cada 431 residentes. Israel tiene apenas 7,9 millones de
habitantes sin embargo su inversión en I+d es del 4,2% del PIB, además cuenta
con más de 4.000 startups tecnológicas que, según un informe de Price
Waterhouse Coopers, granjearon más de 5.500 millones de dólares tan sólo en
2012. Además, entre sus grandes éxitos empresariales cuenta con ejemplos como
el de Waze (vendida a Google por 1.000 millones de euros), PrimeSense (a Apple
por 345 millones), Trusteer (a IBM por 1.000 millones de dólares) u Onavo, por
la que Facebook pagó 120 millones de dólares, entre otros ejemplos. La
innovación no puede ser solo entendida como un ejemplo de voluntarismo, sino
que tiene que tener un retorno a dicho esfuerzo, la cuestión fundamental es la selección
de dichos proyectos y los medios con los que cuenten dichos equipos. Así pues
es fundamental hacer de la innovación una palanca que genere unos retornos a
dicha inversión ya que sino todo el esfuerzo que se hace invirtiendo en la
misma no sirve para nada, salvo para salir en algún medio y poco más.
Otra cuestión pendiente
todavía de realizar e importante por su impacto, son los cambios en los
organigramas, estos en algunos casos se encuentran pendientes de realizar, lo cual ha generado un empobrecimiento en el
crecimiento de parámetros críticos de las compañías como; clientes, ingresos, deuda, etc. El
agotamiento de dichos liderazgos lastra cualquier tipo de regeneración e
impulso, el cambio que debería ser la vía natural para reorganizar y modificar
estrategias y personas se encuentra todavía pendiente de realizar para poder
salir del bache en el que se encuentran.
Así pues, este primer
semestre en algunas compañías ha sido un test que ha permitido cuando menos
observar el nivel de compromiso de sus líderes con los cambios que se necesitan
en sus compañías para poder seguir compitiendo en el mercado en el que se
encuentran. Después del verano quedará poco más de un trimestre para acabar el
año en curso, lo cual verdaderamente es poco tiempo para ya una vez realizados
los cambios, obtener unos rendimientos a los mismos en el año en curso… No sé si durante el verano surgirá una música
como “El Gavotte de Bach”, que haga que algunas personas se planteen de verdad
cambiar el sentido y rumbo que han tomado dichas compañías …
Ya lo dijo Gustavo Adolfo Bécquer: “El
que tiene imaginación, con qué facilidad saca de la nada un mundo”.
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