Apple, la empresa más valiosa del mundo cumple 42 años en la cresta de la ola. La primera compañía en superar el billón de dólares en capitalización bursátil, tiene una historia cuando menos curiosa y ejemplarizante para aquellas compañías que se encuentran en dificultades económicas. La historia reciente de la tecnología no se entendería sin Apple, sus demandados productos como el iPod, el iPhone o el iPad, son emblema de un visionario como fue Steve Jobs, el cofundador de la compañía de la manzana, elevado a mito desde su fallecimiento en 2011. Apple ha cumplido los 42 años con una salud a prueba de bomba, es la mayor tecnológica del mundo por ingresos de 229.234 millones de dólares, con un 6,3% más de beneficios con respecto al año anterior en el que obtuvo 215.639 millones de dólares de ingresos. La compañía de la manzana ganó un total de 48.351 millones de dólares en su año fiscal 2017, creciendo un 5,8% más que el año anterior. Apple avanza imparable convertida en una gran marca de consumo, con éxitos del calibre del iPhone, que ha alcanzado la categoría de icono de nuestra época, sin embargo no siempre fue así.
En
1985 Steve
Jobs al poco de cumplir los
treinta años, fue despedido de la empresa que había fundado junto Steve
Wozniak. Se produjo una lucha por el poder entre los dos principales
ejecutivos de la compañía, Jobs y Sculley, que terminó con
la decisión de la junta directiva de prescindir de Jobs. En lugar de
hundirse, o retirarse a vivir de las rentas, Jobs vendió todas sus
acciones (menos una); y con el dinero fundó otra empresa informática, NeXT. Así mismo compró a George
Lucas un pequeño grupo de animación por ordenador, The Graphics Group, al
que después llamaría Pixar.
En 1995 estrenó Toy Story,
la primera de una exitosa serie de películas animadas por
ordenador, que salvaron a Disney de la bancarrota y
permitieron a Jobs hacer una provechosa venta y, así, convertirse en el mayor
accionista individual de la compañía Disney. En 1996 Apple
compró NeXT... y Jobs volvió a dirigir su compañía un año
después. Si bien no cobraba demasiado: un dólar al año, eso no fue un
gran problema debido a los millones en dividendos que le reportaba Disney.
Su verdadera obsesión era la aparentemente imparable decadencia en que habían
entrado los Mac desde hacía unos años antes. La solución fue adaptar
el sistema operativo creado en NeXT para lanzar Mac
OS X, lo que permitió que, tecnológicamente, Apple volviera a estar en la
vanguardia y, poco a poco, alcanzara cifras de venta que nunca antes había
tenido. Sin embargo Jobs no se conformó con dicho éxito, en el año 2001
lanzaría el Ipod, el primer reproductor musical portátil de éxito que no
necesitaba casetes ni CD, sino ficheros en formato MP3, que por aquel 2001 ya
circulaban por las redes de forma masiva. La rápida adopción del invento por
los clientes habituales de Apple fue el comienzo: pronto se convirtió en un
símbolo de la generación que vivía entonces su adolescencia y la forma habitual
de consumir música. Pero Jobs no se detuvo, cuando cada vez más analistas veían
el riesgo de que los reproductores como el Ipod quedaran obsoletos ante el
avance de los teléfonos móviles "inteligentes", que podían también reproducir música, Apple
empezó a trabajar en el suyo propio, que vería la luz en 2007. El Iphone
revolucionó el mercado de la telefonía, y dejaría a gigantes como Nokia
tambaleándose. Convertida Apple en una “máquina” de ganar dinero, Jobs siguió tomando riesgos y
anunció en 2010 el lanzamiento de un nuevo producto, el Ipad,
que triunfó donde otros –empezando por Bill Gates– habían
fracasado. Fue la primera tableta, el primer ordenador sin teclado, que tuvo
éxito. Si
bien su salud personal no corrió la misma suerte que su éxito empresarial, debido a un
empeoramiento grave de la misma. Su deterioro físico se convirtió en la
principal preocupación de los accionistas. Incluso le dieron por muerto, en Bloomberg
ya en 2008. Gracias a él y a su ingenio, hoy millones de personas disfrutan de
productos tecnológicos que facilitan sus quehaceres y la vida diaria.
Fue
Pilato
el que dijo: “¿Qué es la verdad? Y después de
decir esto, se dirigió otra vez a los judíos” (Jn18: 38). A lo largo de
la historia de la filosofía han surgido teorías de la verdad cuyo principal
interés ha sido responder a la pregunta de Pilato. Aristóteles
fue el primero en expresar lo que después se llamaría concepción lógica de la
verdad, o sea, que no hay verdad sin enunciado y sin la cosa que se afirma que
es verdad. Para los que consideran que la proposición es fundamental, la
verdad aparece como la correspondencia de signos con signos, de pensamientos
con pensamientos, de conceptos con conceptos, de realidades con realidades y
también como la adecuación de signos, pensamientos y conceptos con un hecho
real. Para los escolásticos (personas asociadas a una corriente
teológica y filosófica que utilizó parte de la filosofía grecolatina clásica
para comprender la revelación religiosa del cristianismo), la verdad es una
propiedad trascendental del ente, también llamada verdad metafísica y
ontológica y definida como la conformidad del ente con la mente, que supone que
el ente es inteligible. Fue Ortega y
Gasset el que afirmo que la verdad es "la coincidencia del hombre consigo mismo".
Las cosas no tienen por sí mismas un ser pero el hombre se ve obligado a
conocer, porque el conocimiento lo salva del naufragio de su existencia.
Crisis
proviene etimológicamente del griego krino que significa “evaluar”,
“juzgar” o “decidir” (Kerchove, 1999: 100). Cuando apareció este
concepto por primera vez en la antigua Grecia, se aplicaba sobre todo en el
campo de la medicina. En la actualidad, las compañías se
encuentren más familiarizadas con el concepto de crisis dentro del ámbito de la
continuidad de negocio. Sin embargo, ese concepto de crisis al que la
propia ISO 22301 define como: “una
situación con un alto nivel de incertidumbre que afecta las actividades básicas
y/o la credibilidad de la organización y requiere medidas urgentes”, no
define muchas veces la casuística de crisis a las que se ven sometidas. El prodigio de la
globalización ha supuesto para las grandes compañías que actúan a nivel
planetario que hayan multiplicado su poder, pero al mismo tiempo su vulnerabilidad.
Esa vulnerabilidad está aumentada más allá de los problemas que atraviesa por
la utilización de las redes sociales, espacios donde la velocidad con la que
las noticias y comentarios se propagan, así como el número de destinatarios que de
esta manera se informa ha aumentado de forma exponencial, dañando a las compañías si son negativas.
Algunas de las principales
causas que pueden generar una grave crisis en una compañía son:
Todas las
compañías a lo largo de su historia pueden pasar por situaciones delicadas, sin
embargo, uno de los factores que
determinan la salida de dichas crisis es la calidad directiva (gestión) de los
responsables de llevar las riendas de dichas compañías con el fin de esquivar
las mismas. En
aquellas donde las crisis no se superan, se tiende a “matar” la verdad, con un culto en muchos
casos exacerbado al CEO a través de los medios de comunicación u otros medios
propagandísticos, que tienen como último fin encumbrar y construir una
realidad ficticia que enmascare la realidad. Antiguamente las compañías en dificultades acostumbraban a ocultar la
realidad. De esta forma, ganaban tiempo en las crisis, ya que al no ser
mediatizada, o bien se disipaba por medidas que se tomaban o se llevaba por delante a
las mismas. La revolución que ha supuesto Internet ha hecho que
dicha opción no sea posible, es por este motivo que las compañías
deben perder el miedo a la transparencia, en la medida que exista
cierta resistencia hacia ella, es porque algo se trata de encubrir su equipo directivo.
El
silencio no es una opción actualmente, en
una sociedad conectada como la actual, todas las personas pueden
conocer lo qué está sucediendo a través de los registros oficiales. En consecuencia, no emitir respuestas solo empeora
el panorama al que se enfrenta cualquier compañía con problemas. Por el
contrario, enfrentar las crisis de forma responsable y profesional, genera en
los diferentes stakeholders de una compañía, una percepción positiva. La gente tolera errores -propios y ajenos-; lo
que no tolera es el engaño.
1. Alto
endeudamiento: El sobreendeudamiento es una de las
causas por la que las empresas pueden estar en peligro.
2. Deficiencia organizativa en áreas como la
administrativa, financiera y empresarial: No
tener un rumbo claro, ni un correcto funcionamiento de la empresa en aspectos básicos
como el administrativo, financiero o de los recursos humanos pueden ser letales,
ya
que el caos y las debilidades frente a la competencia terminan pasando factura.
3. Competencia: Estas razones están entre los factores externos que influyen en el crecimiento y posicionamiento de las empresas. Muchas denuncian la complejidad que tienen al tener que competir en desigualdad de condiciones por factores como pueden ser los que determinan los reguladores del mercado donde operan.
4. Depreciación de las monedas: La pérdida de valor de las monedas donde operan las compañías (principalmente mercados emergentes) es uno de los factores que puede afectar gravemente a las operaciones de una compañía, ya que los ingresos por operaciones se pueden ver seriamente comprometidos. Aunque actualmente existen coberturas cambiarias para atenuar el impacto de la devaluación, muchos empresarios siguen afectados por el comportamiento de la tasa de cambio.
5. Disfunciones en el funcionamiento de la compañía: Las diferencias entre los miembros de una compañía, tanto por acción como por inacción, pueden terminar en acciones pasivas de los miembros de la compañía, lo cual generan conflictos que no dejan avanzar a las mismas.
6. Problemas con proveedores: Los suministros e insumos para la producción, comercialización o distribución de los productos es un factor clave para el sostenimiento financiero de cualquier compañía. Tener problemas en esta área es una de las mayores debilidades que puede tener una compañía.
7. Baja rotación de cartera (impagos): Cuando los clientes no pagan, las compañías pueden entrar en una falta de liquidez que puede generar graves problemas. Es primordial que las empresas evalúen la calidad de la cartera para evitar problemas a futuro.
3. Competencia: Estas razones están entre los factores externos que influyen en el crecimiento y posicionamiento de las empresas. Muchas denuncian la complejidad que tienen al tener que competir en desigualdad de condiciones por factores como pueden ser los que determinan los reguladores del mercado donde operan.
4. Depreciación de las monedas: La pérdida de valor de las monedas donde operan las compañías (principalmente mercados emergentes) es uno de los factores que puede afectar gravemente a las operaciones de una compañía, ya que los ingresos por operaciones se pueden ver seriamente comprometidos. Aunque actualmente existen coberturas cambiarias para atenuar el impacto de la devaluación, muchos empresarios siguen afectados por el comportamiento de la tasa de cambio.
5. Disfunciones en el funcionamiento de la compañía: Las diferencias entre los miembros de una compañía, tanto por acción como por inacción, pueden terminar en acciones pasivas de los miembros de la compañía, lo cual generan conflictos que no dejan avanzar a las mismas.
6. Problemas con proveedores: Los suministros e insumos para la producción, comercialización o distribución de los productos es un factor clave para el sostenimiento financiero de cualquier compañía. Tener problemas en esta área es una de las mayores debilidades que puede tener una compañía.
7. Baja rotación de cartera (impagos): Cuando los clientes no pagan, las compañías pueden entrar en una falta de liquidez que puede generar graves problemas. Es primordial que las empresas evalúen la calidad de la cartera para evitar problemas a futuro.
Steve Jobs fue un visionario con un carácter ciertamente controvertido según sus biografos, su compañía, Apple, con frecuencia es un ejemplo de reconversión empresarial, la mayor historia de éxito que ha servido para reinventar varias industrias -la discográfica, la informática y la de móviles- para asombro de muchos. El éxito de Apple no estuvo exento de dificultades, estuvo al borde de su desaparición antes de convertirse en el gigante actual… Buen ejemplo para aquellos directivos que viven en otro planeta.
Ya lo dijo Steve Jobs: “No tenemos la oportunidad de
hacer muchas cosas, por lo que cada cosa que hagamos debe ser excelente porque
esta es nuestra vida”.
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