Un rey, recibió como obsequio dos pequeños halcones y
los entregó al maestro de cetrería para que los entrenara.
Pasado unos meses, el maestro le informó al rey que uno de los halcones estaba perfectamente, pero que al otro no sabía qué le sucedía, no se había movido de la rama donde lo dejó desde el día que llegó.
El rey mandó llamar a curanderos y sanadores para que vieran al halcón, pero nadie pudo hacerlo volar.
Al día siguiente el monarca decidió comunicar a su pueblo que ofrecería una recompensa a la persona que hiciera volar al halcón. A la mañana siguiente, vio al halcón volando ágilmente por los jardines. El rey le dijo a su corte:
- “Traedme al autor de este milagro”.
Su corte le llevó a un humilde campesino.
El rey le preguntó:
- “¿Tú hiciste volar al halcón? ¿Cómo lo hiciste? ¿Eres acaso un mago?”
Intimidado el campesino le dijo al rey:
- “Fue fácil mi señor, solo corté la rama y el halcón voló, se dio cuenta que tenía alas y se largó a volar.”
Quizás la predicción fuera que al cortar la rama el halcón caería, pero la adversidad le dio la oportunidad de descubrir su potencial y pudo volar.
Pasado unos meses, el maestro le informó al rey que uno de los halcones estaba perfectamente, pero que al otro no sabía qué le sucedía, no se había movido de la rama donde lo dejó desde el día que llegó.
El rey mandó llamar a curanderos y sanadores para que vieran al halcón, pero nadie pudo hacerlo volar.
Al día siguiente el monarca decidió comunicar a su pueblo que ofrecería una recompensa a la persona que hiciera volar al halcón. A la mañana siguiente, vio al halcón volando ágilmente por los jardines. El rey le dijo a su corte:
- “Traedme al autor de este milagro”.
Su corte le llevó a un humilde campesino.
El rey le preguntó:
- “¿Tú hiciste volar al halcón? ¿Cómo lo hiciste? ¿Eres acaso un mago?”
Intimidado el campesino le dijo al rey:
- “Fue fácil mi señor, solo corté la rama y el halcón voló, se dio cuenta que tenía alas y se largó a volar.”
Quizás la predicción fuera que al cortar la rama el halcón caería, pero la adversidad le dio la oportunidad de descubrir su potencial y pudo volar.
El liderazgo es una habilidad crítica en el mundo empresarial actualmente, sin embargo en algunas compañías dicha habilidad está subrogada y sometida a un triste trámite coercitivo frente a lo que representa el amplio campo del termino “resonante”. Un líder “resonante” es aquel que genera emociones positivas en sus subordinados a través del cultivo de tres factores: conciencia, esperanza y compasión. Por lo tanto, la resonancia es una sintonización de los colaboradores con su líder dentro de un estado de ánimo positivo. Los autores de dicho término, Richard Boyatzis, Daniel Goleman y Ann Mckee, señalan: “que un líder produce resonancia cuando propaga un clima emocional positivo dentro del ámbito laboral donde ejerce su responsabilidad, esta acción es indispensable para movilizar lo mejor que atesora cada uno de los miembros de su equipo. El líder expresa sinceramente sus propios valores y sintoniza con las emociones de las personas que le rodean.”
Cuando uno dialoga con
otros miembros y compañeros de su compañía y se acuerda de un líder o mando y
se analiza su tipo de liderazgo, más allá de los razonamientos o argumentos, hay
un impulso que nos une a esas personas de las que hablamos, una sensación.
Es la unión o instinto que está fundado en vivencias y hechos que
atesoramos en nuestro cerebro (hipocampo). Los líderes
resonantes, según parecen mostrar las investigaciones efectuadas, provocan
un patrón de activación y desactivación en determinadas áreas cerebrales de sus
colaboradores que es completamente diferente al que producen los líderes
disonantes. Un líder disonante contagia las emociones y los
pensamientos negativos a aquellos que se encuentren cerca de él. Es perjudicial
para su equipo, ya que propicia perturbaciones debido al mal Clima
Laboral que genera, haciendo que las personas que lo rodean se
distraigan de su trabajo debido a la incomodidad, represión o irritabilidad. Estos líderes son presa del llamado “Síndrome de
Sacrificio”, que consiste en entregar más de lo que se puede. Cuando esto
sucede, entran en una espiral de estrés de la que es muy difícil salir.
El líder resonante presenta
algunas de las siguientes características:
- Logra retener un control emocional adecuado para lograr el éxito personal y empresarial.
- Establece un fuerte vínculo emocional con su equipo; una adecuada combinación entre lo cognitivo y afectivo, entre el corazón y la razón
- Fija empatía con su equipo de trabajo de forma eficaz y creativa
- Los líderes tienen que manifestar la resonancia de forma sincera, creíble, transmitiendo a los demás miembros de su equipo confianza y sinceridad.
- Examinan automáticamente a las personas, tanto individual como de forma colectiva.
- Los líderes resonantes conectan con sus propios sentimientos y con los sentimientos de los demás
- El líder es una persona, no un disfraz, tiene que ser persona en su esencia
- El líder resonante sabe de sus miembros del equipo, ¿Quiénes son?, ¿Cuál es el potencial con que cuenta? , ¿Cuáles son los defectos?, etc.
- La resonancia implica hacer posible el feed-back asertivo
- Cada uno percibe las cosas de forma diferente (constructivismo) y por tanto el líder debe descubrir cuál es la verdad o visión de cada cual. Esto implica que posteriormente se aplica el liderazgo más adecuado en función de cada situación
El Clima Laboral determina
el desarrollo de un empleado dentro de su compañía, ya que condiciona su trabajo,
desempeño, productividad y satisfacción. Sin embargo, en las compañías los modelos
de Clima no establecen ninguna causa-efecto que permita medir dicho impacto en
la variable productividad. Esto limita mucho la concienciación de los
directivos, mandos y empleados al no existir un ratio que cuantifique dicha
variable. En la actualidad el Clima solo se puede medir en base a
percepciones que están relacionadas con las actividades, interacciones y
experiencias que tienen cada uno de los empleados que integran la organización.
Se sabe por estudios, que un buen Clima Laboral orienta a los
empleados hacia los objetivos generales que fija la compañía de forma
comprometida, cuando lo que sucede es lo contrario, la consecuencia que
se genera es la destrucción del ambiente laboral con consecuencias que están
fundamentalmente relacionadas con el bajo rendimiento. Para Daniel
Goleman el tipo de liderazgo condiciona en un 70% el Clima Laboral, lo que
significa que la actitud y manera de comportarse de las personas con mayor
responsabilidad dentro de una compañía, va a condicionar en gran medida el
ambiente laboral. Uno de los efectos más perversos
que ocasiona el mal Clima Laboral es, el estrés. El estrés laboral no
sólo afecta al Clima Laboral, sino que impacta directa y negativamente en
la productividad. La American Psychological Association
estima que más de 500.000 millones de dólares se pierden en la economía
norteamericana debido al estrés laboral. Sin mencionar los
diferentes problemas de salud que causa, desde problemas cardíacos hasta la
muerte. Una de cada cuatro bajas que existen en España es por estrés, es
decir un 25%, es un problema que afecta al 54% de la población activa y es el
2º motivo de bajas laborales, detrás de las dolencias musculares y óseas. En el
año 2015 el absentismo y las bajas por estrés supusieron 173,6 millones de
jornadas laborales perdidas; es decir, casi 476.000 años completos. El coste
anual que supuso a España por esas causas alcanzó los 80.000 millones de euros,
más del 7% del PIB. Ese año, un 79% de los ejecutivos estaban preocupados por
esta situación, pero sólo el 26% de las empresas tomaron medidas.
Es por todo lo
anteriormente descrito, que la actitud del líder es fundamental para crear un
ambiente ideal en el trabajo, cuando se consigue, se logra la integración de
los equipos generándose la correspondiente sinergia entre sus miembros. Este
hecho es lo que marca la diferencia entre la compañía ganadora y sus
competidores en el mercado, ya que se consiguen eficiencias en
factores esenciales en la productividad como el tiempo, la calidad o el
coste. Sin embargo esto no es lo mejor de dicho Clima
Laboral, lo
mejor que tiene esta palanca dentro de una compañía son los espacios de
libertad que genera para que los empleados pongan en valor aspectos como la
creatividad, desarrollando ideas y proyectos que puedan originar el cambio en
las organizaciones que garanticen su continuidad. Para
llegar a esta situación, los principales motores de dicho cambio son los mandos
y directivos de la compañía, ya que son los con su ejemplo consiguen
implantar al resto de la compañía los cambios fundamentales que necesitan. Por
lo tanto, los líderes tienen que involucrarse mediante el servicio hacia el
resto de sus empleados, con ello aumentará la satisfacción y compromiso hacia
la compañía y el proyecto que está en marcha.
Parece que los beneficios
que aporta el liderazgo resonante para el problema de Clima
Laboral son enormes, lo único que hace falta es que en estas compañías
con un pésimo Clima Laboral año tras
año según la encuesta que lanzan, en algunos casos con riesgos
psicosociales en su fuerza laboral, es que los programas se
lleven de forma rigurosa. Cuando digo “rigurosa”, me refiero y lo reitero, a
medir dicha variable y llevar a cabo las acciones oportunas para mejorar el
mismo. El mirar para otro lado como hacen algunos directivos en dichas
compañías, conduce inexorablemente hacia la irrelevancia como vienen
sufriendo trimestre tras trimestre en sus resultados económicos. En este tema
hay que dar libertad y fomentar el compromiso como hizo el campesino con él halcón
al comienzo de este post, con ello se conseguirá que la persona “vuele” y saque
sus mejores aptitudes y conocimientos. Ya que como dice Richard Branson,
“Los clientes no son lo primero. Lo primero son tus empleados, si cuidas de
ellos, ellos cuidaran de tus clientes”. Así pues, el dilema de los
directivos en una compañía es pequeño, lo primero en lo que hay que focalizar
los esfuerzos es en cuidar y poner en valor su activo más valioso…Las
personas.
Ya lo dijo Jean
Paul Sartre: “Respeto las órdenes, pero también me respeto a mí mismo, y no
obedeceré ninguna regla hecha especialmente para humillarme”.
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