En 1984, nadie negaba que IBM era la reina de las computadoras. Su tecnología había estado presente en la llegada del primer hombre a la luna y, por si fuera poco, algunos de sus investigadores habían ganado Premios Nobel. Su éxito radicaba en no inventar nada por sí misma: simplemente adquiría los componentes de hardware de pequeños fabricantes, los armaba y les cargaba Microsoft Windows. El resultado eran PC de bajo costo que pronto se popularizaron. Sin embargo, fue este modelo de negocios el que también la puso al borde de la quiebra. A fines de los ochenta, muchas empresas siguieron el mismo modelo y pronto el mercado se inundó de PC clonadas… Para 1993, IBM registró la que entonces era la mayor pérdida para un corporativo norteamericano: 8.000 millones de dólares, según Forbes. En esta disyuntiva, la estrategia de la compañía fue renovarse o morir. Así que replanteó su giro y lo llevó hacia los servicios de tecnologías de información; con los años adquirió más de 200 desarrolladores de software y logró integrar una oferta de valor. Para el 2013, IBM era el mayor proveedor de servidores para empresas. Su reinvención es caso de estudio en escuelas de negocios.
La pandemia del Covid-19 ha puesto de manifiesto la necesidad de digitalización de la sociedad europea si se quiere aumentar la ambición y oportunidades que ofrece la misma. Las empresas de telecomunicaciones de Europa quieren aumentar las oportunidades digitales ya que son una gran oportunidad para el futuro de la economía y la sociedad. Según la consultora Boston Consulting Group, (BSG), el 5G por sí solo puede generar 113.000 millones de euros de impacto anual en el PIB y 2,4 millones de nuevos puestos de trabajo en el año 2025 en Europa. El análisis de dicha consultora muestra que todavía se necesitan 150.000 millones de euros de inversión para lograr un despliegue completo de 5G en Europa. El impacto social positivo de la tecnología es fundamental para apoyar la transición verde y digital. Los servicios esenciales, como la educación y la atención médica, dependen cada vez más del ámbito digital. Industrias enteras se están digitalizando rápidamente, pero el trabajo hacia la digitalización completa aún está incompleto. La sostenibilidad y el cambio climático son hoy en día los principales problemas para las operadoras y sus clientes. El futuro de las compañías de telecomunicaciones depende de la capacidad de ofrecer productos y servicios innovadores, construidos sobre la base de una conectividad segura y de alta velocidad, que permita a otros hacer más en una economía y una sociedad digitales sostenibles. La cooperación europea es el punto de partida, los responsables políticos y la industria de las telecomunicaciones han debatido durante mucho tiempo el papel adecuado y las normas que regulan las empresas de telecomunicaciones europeas. Mientras tanto, las tecnologías avanzan, las nuevas compañías están dotadas de nuevas tecnologías y modelos de negocios que colisionan con industrias establecidas desde hace mucho tiempo, a la vez que los consumidores adoptan nuevas formas de hacer las cosas. La pandemia de Covid-19 ha provocado un reinicio global en la forma en que llevamos nuestras vidas. Mirando hacia el resto de esta década y más allá, vemos grandes desafíos para el proyecto de integración europea e igualmente grandes oportunidades para el futuro digital de Europa. Europa necesita mejorar su desempeño digital, tiene conocimiento y los recursos, ha sido líder en tecnologías como las comunicaciones celulares y el diseño de semiconductores. Sin embargo, actualmente se ha quedado rezagada con países como Estados Unidos o China, estos dos países han tomado la delantera en tecnologías fundamentales como la nube, la inteligencia artificial, la computación espacial o la computación cuántica. Las operadoras están movilizando inversiones masivas para construir infraestructuras digitales y ampliar la capacidad y cobertura con la ambición de conectar a todos a través de redes de alta calidad. El propósito es lograr que todos los sectores de la economía y la sociedad estén en condiciones de beneficiarse de las redes de nueva generación y los servicios que habilitan. El uso eficiente de la capacidad de la red, también impulsado por incentivos económicos, será clave para alinear la creciente demanda con estándares ambientales mejorados. Hoy en día, la sostenibilidad está integrada en la toma de decisiones y adoptar la conciencia de que la rentabilidad debe ir de la mano de la contribución social, es un requisito indispensable. Los gobiernos y los reguladores deben colaborar en este proceso con el fin de acelerar la digitalización y aumentar su impacto. La inversión en el despliegue de redes europeas debe volver a ser atractiva y debe fomentarse la sostenibilidad a largo plazo del sector de las telecomunicaciones: este es un asunto relevante para todos los sectores de la economía y las sociedades europeas. El espectro y otros recursos públicos, como los lugares de instalación, deben estar disponibles de manera oportuna y rentable, en las condiciones adecuadas: el objetivo común debe ser llegar a todos los europeos. La construcción de una escala global para el sector de telecomunicaciones europeo y el fomento de la cooperación horizontal deben ser ambiciones compartidas, ya que permiten tanto el liderazgo digital global como una implementación más rápida. Es muy necesaria que la política alinee intereses en el lado de la demanda, de tal forma que se promueva la adopción de nuevas redes digitales con el fin de que el continente sea más sostenible.
Fuente: BCG
Europa se ha quedado descolgada en las plataformas compartidas, esta situación ha impedido que el continente europeo disponga de un estándar europeo digital que permita confiar y asegurar sus datos. Hoy en día, el 78% del mercado global de la nube está controlado por los cuatro principales jugadores, ninguno de los cuales es europeo. Por ello, Europa debe de ser capaz de asumir una posición de liderazgo también en datos y servicios. Los teléfonos están asumiendo un papel cada vez más activo en la creación e implementación de liderazgo y estándares europeos en áreas como la informática, Open RAN y soluciones en la nube. Para ello, es fundamental que los diferentes países europeos trabajen de manera unida y abierta con otros actores industriales para permitir soluciones escalables en las que Europa pueda tomar la iniciativa y respaldar el despliegue de una solución en toda la UE, por ejemplo, a través de ID, ofreciendo soluciones de identificación seguras, como la identificación móvil. Los gobiernos y los reguladores pueden fomentar e incentivar las plataformas e iniciativas europeas en RAN, así como la computación en la nube y el Computing Edge https://bit.ly/3zFqywI Debe apoyarse la colaboración en la red y los niveles de servicio, la digitalización de los servicios públicos debe utilizarse como palanca para promover una digitalización más amplia de la economía y la sociedad. Un ejemplo de todo lo dicho es el proyecto Gaia X (es un proyecto europeo que pretende desplegar una gran plataforma cloud capaz de competir contra los grandes proveedores de fuera de la UE. La idea detrás de esta iniciativa es que Europa tenga independencia tecnológica en relación con el Cloud Computing https://bit.ly/3fd6ubf) Ampliando el alcance de las oportunidades
Otro de los aspectos que Europa tiene que mejorar sustancialmente es la digitalización de las áreas con mayor valor social. En la actualidad, el 83% de las PYME de la UE no utilizan servicios avanzados en la nube y más del 60% de los niños de nueve años asisten a escuelas que todavía no están equipadas digitalmente. Las compañías de telecomunicaciones pueden y deben ser dinamizadores de la digitalización al desarrollar soluciones con el objetivo de beneficiar a la sociedad, como permitir la continuidad de la educación, mejorar la capacidad de recuperación de las pequeñas empresas y permitir que otros sectores industriales mejoren su productividad, potencial de innovación y sostenibilidad, al tiempo que reducen las emisiones de gases de efecto invernadero. Además, tienen que jugar un papel clave en el desarrollo de ambiciosos objetivos políticos para inspirar la digitalización en los sectores industriales y en la administración pública. Los paquetes de financiación pública como son los fondos del Next Generation EU pueden dirigirse a generar beneficios sociales a través de la digitalización. Dichos recursos pueden reducir los obstáculos burocráticos para acceder a la financiación digital.
Fuente: BCG
Otro aspecto de la digitalización es el aspecto de las habilidades digitales (skills digital), las cuales se tienen que implantar a la población y fuerza laboral del mañana llevando la alfabetización digital al siguiente nivel. En la actualidad, más del 42% de los europeos no tienen las competencias digitales básicas, mientras que más del 57% de las empresas tienen dificultades para encontrar personal de TIC. Este es un gran momento para hacer de dicha cuestión una necesidad incuestionable sin queremos disponer de una sociedad que extraiga él máximo valor que proporciona la digitalización. Los teléfonos son un elemento que pueden ampliar aún más sus programas de actualización y reciclaje. El sector público puede colaborar profesionalizando la alfabetización digital en toda la UE para ayudar a los ciudadanos a obtener las competencias necesarias para el trabajo y la vida en la economía digital, dando prioridad a la mejora y actualización de las competencias digitales mediante el establecimiento de objetivos e incentivos claros para todos los gobiernos de la UE y la promoción de la importancia de las competencias digitales a través de las instituciones públicas.
Solamente, fomentando el desarrollo de ecosistemas de innovación digital se pueden combatir algunos de los mayores desafíos a los que se enfrenta actualmente la sociedad, entre los que está, el cambio climático a la vez que se convierte en el motor de la invención y el avance en los próximos años. El sector digital intensificará su papel activo en la orquestación intersectorial proporcionando colaboraciones que permitan desarrollar innovaciones y nuevas tecnologías. También puede hacer de elemento vehicular compartiendo inversiones, recursos y conocimiento entre sectores e industrias para crear casos de uso innovadores con un impacto de gran alcance. Los responsables de la formulación de políticas deben apoyar las colaboraciones y construir escala al permitir asociaciones empresariales más allá de la infraestructura. Pueden permitir consolidaciones dentro y entre países para permitir a las empresas de telecomunicaciones construir soluciones más escalables y competir a nivel global, y pueden dirigir la financiación hacia nuevas empresas y capital de riesgo para apoyar el desarrollo de nuevas tecnologías.
Fuente: BCG
La situación en España con respecto a la digitalización es compleja debido a situaciones y hechos sucedidos que dificultan seriamente la digitalización como son la venta de activos, por ejemplo (Telxius), que son fundamentales para el desarrollo de esta. Los emplazamientos de Telxius deberán servir para instalar los nuevos equipos de la red de (700 Mhz), que constituyen la red SA (stand alone), verdadera tecnología 5G que servirá para impulsar el desarrollo económico y salida de la crisis del Covid-19. Si a esto unimos los 6.000.000 de accesos de fibra óptica que todavía faltan por tender en la España vacía para facilitar el acceso a la banda ancha. El trabajo pendiente por delante en los próximos años se vuelve fundamental con el fin de que la trazabilidad del sector telco sirva para impulsar otros sectores de la economía. Una de las cuestiones que ha empezado a cambiar en algún operador europeo y americano es la inversión en negocios ruinosos como es la TV. BT Group estudia la venta de su negocio audiovisual de deportes. La compañía británica confirmó que se encuentra en negociaciones con diferentes operadores para vender BT Sport, según el diario The Telegraph. Entre los principales interesados están Dazn, Amazon y Disney, y el grupo ya ha contratado al banco Lazard para pilotar la venta total o parcial a otro operador. Según el medio británico, al menos otra empresa local estaría interesada en hacerse con estos activos, aunque su identidad no ha trascendido. BT ha asegurado en un comunicado que “confirma las primeras conversaciones con un número concreto de socios estratégicos para explorar vías de generar inversión y reforzar nuestro negocio de deporte, así como ayudarlo a llegar al siguiente nivel de su crecimiento”. La noticia se produce en la misma semana en la que la Premier League anunciara su intención de evitar licitar la venta de derechos audiovisuales para el próximo ciclo. La competición ha solicitado el visto bueno del Ejecutivo presidido por Boris Johnson para negociar con los operadores de forma privada. El gobierno ahora está considerando si aprueba una renovación del acuerdo actual de 4.700 millones de libras, que se aseguró en 2018. Eso incluye a BT, que tiene los derechos de la Premier League en Reino Unido, así como los de la Champions League, la Premiership Rugby y MotoGP, entre otras competiciones. La intención de introducir cambios en el negocio deportivo no es nueva, ya que cuando Philip Jansen relevó a Gavin Patterson como consejero delegado en 2018 y dejó entrever que la estrategia del grupo cambiaría en los próximos años y el foco se pondría en su negocio de telefonía y ancho de banda https://bit.ly/3iRW5p6 Fruto de esta debilidad, hace unos días el inversor francés Patrick Drahi fundador del operador Altice ha comprado el 12% del capital de BT Group https://bit.ly/3zFB3Qm
En Estados Unidos el mayor operador de telecomunicaciones, AT&T, sufrió un deterioro de 15.500 millones de dólares mientras continúa la debacle de su grupo DirecTV. AT&T perdió 617.000 clientes de DirecTV y sus otros negocios de televisión en el último trimestre de 2020, culminando el año 2020 con una perdida de casi 3 millones de clientes en dicho negocio. AT&T informó a la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) que había tomado "cargos por deterioro no monetarios de 15.500 millones de dólares" relacionados con su debacle en curso de DirecTV. AT&T dijo que los cargos reflejan "cambios en nuestra estrategia de gestión y nuestra evaluación del negocio de video nacional ... incluida nuestra decisión de operar nuestro negocio de video por separado de nuestras operaciones de telefonía heredada y de banda ancha". Esta decisión operativa "nos obligó a identificar una unidad de informes de video separada y evaluar tanto la recuperabilidad de sus activos de larga duración como cualquier fondo de comercio asignado por deterioro", dijo el operador. AT&T afirmó que también registró "cargos de aproximadamente 780 millones de dólares por el deterioro de la producción y otro inventario de contenido en WarnerMedia, con 520 millones de dólares como resultado del cierre continuo de los cines durante la pandemia y el modelo de distribución híbrida para nuestra lista de películas de 2021". Los cargos se agregaron a los gastos del cuarto trimestre de la operadora. Como resultado, AT&T reportó una pérdida neta de 13.900 millones de dólares en el cuarto trimestre del año 2020, en comparación con una ganancia neta de 2.400 millones de dólares del año anterior. La pérdida neta del cuarto trimestre para el operador fue de 5.400 millones de dólares. "Los ejecutivos calificaron el cargo de contabilidad no monetaria como una señal del estado de envejecimiento de la unidad de televisión de pago, ya que la compañía de Dallas promueve un modelo de transmisión por Internet que le da a su negocio de producción de contenido una línea directa con los espectadores", según se publicó en el The Wall Street Journal. AT&T ha bajado a 16,5 millones de clientes en la categoría de TV Premium que incluye el satélite DirecTV, video por cable U-verse y el nuevo servicio en línea de AT&T TV. Eso es menos que los 17,1 millones tres meses antes y menos que los 19,5 millones que tenía al comienzo del año 2020. AT&T ha acumulado varios años de grandes pérdidas de clientes de televisión desde principios de 2017, cuando tenía más de 25 millones de usuarios en la categoría. La pérdida de casi 3 millones de clientes en el año 2020 fue un poco mejor con respecto al año 2019, cuando AT&T perdió 3,4 millones de clientes de TV Premium en el mismo periodo https://bit.ly/3gI8fQ0
Negocio de la TV de pago en Telefonica de España, fuente: Telefónica
En España la situación no es mucho mejor, Telefónica el principal operador sufre gravemente una tendencia a la baja en el número de suscriptores de dicho negocio televisivo, pese a las declaraciones que se ofrecen desde el equipo directivo https://bit.ly/3wHOGN6 de seguir invirtiendo en un negocio que es ruinoso según lo observado. Por todo ello, es más necesario que nunca un profundo cambio de personas y estrategia para los tiempos que se avecinan donde el foco está en el desarrollo tecnológico y la contribución que dicho sector telco tiene que generar como tractor de sectores que necesitan la digitalización como motor de desarrollo y salida de la crisis a la que nos llevó el Covid-19. La venta de activos no es una opción en el momento actual, los mismos constituyen una palanca esencial para permitir al país salir de la crisis en la que está inmerso. ¿Alguien cree que franceses y alemanes permitirían vender o entrar en el capital de sus operadoras incumbentes sin bloquear dicha acción? Por si había alguna duda, lo hemos visto con compañías como CureVac, Carrefour o el aumento de participación del Estado francés y alemán en sus aerolíneas de bandera Lufthansa o Air France. Pero la cuestión no ha parado en la toma de participaciones, sino que en algunos casos se han planteado incluso nacionalizar compañías estratégicas si se comprometía su nacionalidad https://bit.ly/2xaTZLb
Para terminar el post, hay que decir que como al comienzo de este con IBM, se necesita un cambio profundo y severo que permita al país salir al país de la crisis en la que estamos administrando un capital que aporta la Unión Europea de forma ordenada y correcta, eludiendo las ocurrencias o dislates que han llevado a algunas de las compañías de referencia españolas a la situación calamitosa en que se encuentran. El gobierno tiene una gran responsabilidad en la administración de dichos fondos… Pero, sobre todo tiene un deber y obligación con la sociedad a la que debe servir en el momento actual.
Ya lo dijo Immanuel Kant: “Debo porque puedo”.
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