Decía Paulo Coelho en su libro "El Alquimista": "Las dunas cambian con el viento pero el desierto sigue siendo el mismo". Me viene esta frase a la memoria para comentar que existen organizaciones en las cuales los problemas
de Clima Laboral, se abandonan, olvidan o esconden pensando que quizás con el tiempo escampe la tormenta que está cayendo sobre las mismas, después de
recoger indicadores de clima pésimos. Nada más opuesto a esa creencia,
dicen las personas que saben del tema, que el retrasar la solución al problema de Clima Laboral sirve para;
- Aumentar el malestar que existe en la plantilla
- Indicadores de productividad malos
- Se agrandan las perdidas por coste de oportunidad ya que el trabajador no hace todo lo que puede
- Mayor absentismo
- Se potencian los riesgos psicosociales
- Escaso nivel de innovación
- Conductas personales cuestionables
- Escaso nivel de cumplimientos de objetivos
- Disminución de ingresos por pérdida de clientes
- Se deteriora la comunicación entre los miembros de los equipos
- Surgen liderazgos tóxicos de mandos y directivos por objetivos que no se cumplen
Más grave si cabe es intentar responsabilizar a los gestores de clima del fracaso del programa,
ya que los mismos se encuentran muchas veces sin medios ni ayuda
para la función que realizan.
En esta materia de Clima Laboral
es como dice Koldo Saratxaga con la fábula del huerto: PARA RECOGER
COSECHA HAY QUE SEMBRAR, si uno no siembra no puede esperar recoger
nada, por lo tanto la labor del gestor de clima está condicionada por la
capacidad de disponer de medios para poder sembrar (trabajar) por las personas
con las que convive en su centro de trabajo, si no el programa y sus directivos
estarán haciendo un mero brindis al sol sin ningún tipo de credibilidad para
los trabajadores de la organización.
Para cuando se lanza la encuesta
de Clima anual en las empresas, ya se tiene que tener una buena cartera de acciones
terminadas con objetivos alcanzados, los cuales se traducirán en un incremento
de satisfacción del personal. Intentar en el último momento
alcanzar unos objetivos de clima sin haber hecho los deberes, es un
comportamiento de mal estudiante, es dejar todo para el día anterior del
examen, acción desesperada que no lleva a ningún sitio. Intentar retomar
el programa después de un largo periodo en barbecho sin haber hecho nada, sirve
para que muchos de esos colaboradores se pregunten, ¿qué ha cambiado ahora para que
se haga algo?, ¿será verdad que se quiere abordar el problema o será otra pose
más de cara a la galería?, ¿por que los trabajadores deben confiar ahora en los
responsables que quieren arrancar el programa, si son los mismos que lo olvidaron durante un tiempo sin dar ninguna
explicación?. Estas son algunas preguntas que tienen que
contestar los responsables que están dirigiendo el mismo, ya que las cosas
que no se explican no comprometen, en estos programas todas las explicaciones
son pocas, cuanto más conozca el personal, menos opciones al rumor y las
intoxicaciones.
Otro punto
importante es la validez de los resultados de las
encuestas de clima. Todos los resultados que se producen en las organizaciones si
son con baja participación, tienen muy poco valor, ya que no son fiables ni
orientativos de lo que está sucediendo. Agarrarse a indicadores
altos de ICC (Indicador de Clima y Compromiso) con baja participación es
no querer ver el mensaje de la encuesta. Cuando una persona no hace la
encuesta, está comunicando a la dirección que no está de acuerdo
con lo que sucede, todo aquel que participa nos indica que: puede estar
de acuerdo o no, pero siempre nos manifiesta algo. Sin
embargo el que no nos manifiesta nada con su indiferencia nos obliga a
elucubrar situaciones que desconocemos, es el peor de los escenarios
que se puede producir. La indiferencia está asociada al hecho de
que el programa de Clima no les interesa lo más mínimo debido a hechos,
personas, situaciones o acontecimientos que hacen no creíble él mismo,
para ello la persona adopta un estado emocional donde se aísla de la realidad
que le toca vivir, es un mecanismo de autodefensa que se activa después de haber
sufrido continuas decepciones en él mismo. Es su forma de protegerse "manteniéndose al
margen”, no esperando nada del mismo o
de alguien que participe en él.
Para finalizar este post
quiero hacer la siguiente reflexión: el tener buen Clima Laboral no es
una opción para las compañías hoy en día, es una OBLIGACIÓN fundada en unos
principios de actuación éticos por aquel que lidera y busca lo mejor para la
compañía y sus diferentes grupos de interés (empleados, accionistas, clientes, proveedores, etc.), proporcionando a sus directivos la capacidad para competir en
el entorno actual de dificultad en el que estamos. Los resultados de
las encuestas, son una foto fija en un momento dado que nos indica que es lo
que está sucediendo, esto no es lo importante, lo importante es que
dichos programas no pueden ni deben ser abandonados por aquellas personas que
tienen la responsabilidad de implantarlos y mantenerlos, haciendo que a veces
los mismos caigan en el olvido como moneda de cambio de otras cuestiones más
prosaicas o haciendo caso a cantos de sirena que les llegan de los que no les
vienen nada bien los mismos.
Ya lo dijo mí paisano él dramaturgo asturiano Alejandro Casona: "Llorar, sí; pero llorar de pie, trabajando; vale más sembrar una cosecha que llorar por lo que se perdió."