La realidad aumentada es cada vez más parte de nuestro
día a día. Tiene su origen en el año 1950, en el que Morton Heilig escribió
sobre un "cine de experiencia" en él pretendía incorporar
todos los sentidos del individuo. Hasta construyó un prototipo llamado
Sensorama en 1961, que utilizó para visualizar cinco películas y así aumentar
la experiencia del espectador.
En el mundo empresarial asistimos en la actualidad a
una situación que se puede definir como compleja, los colaboradores reciben una comunicación deficiente motivada por una serie de fallos que conducen a un alejamiento de las personas con la dirección
de la compañía, y por ende con los objetivos fijados a alcanzar.
Los problemas más importantes que se perciben por parte de los colaboradores son los siguientes:
- Las empresas no conectan emocionalmente con sus trabajadores.
- Los medios de comunicación que se utilizan no son atractivos, son obsoletos, no captan la atención.
- La comunicación interna que se emite no pueden competir con la ingente cantidad de información externa que llega al colaborador.
- El comunicador o directivo tiene que ser más realista "pegada al terreno", y menos "publicista", a veces transmite que se vive en el país de las maravillas. Esta sensación viene determinada por la capacidad del individuo de utilizar diferentes fuentes que le permiten tener visiones complementarias a las que recibidas desde la dirección. Estas incongruencias nadie las aclara o matiza profundizando la desconfianza del colaborador hacia la dirección.
- No se consigue que la comunicación interna resulte interesante a quien la percibe.
- El CEO o líder de la compañía no es carismático.
- Falta cercanía con el empleado, la relación y explicación del tú a tú brilla por su ausencia, a los directivos les cuesta bajar a la arena, ven esta comparecencia más como una imposición de arriba que como algo beneficioso para fomentar el compromiso de sus colaboradores, ya que se consigue vincular emocionalmente al empleado con la compañía y forma parte de su responsabilidad como gestores.
- Los directivos no gozan de confianza por parte de sus colaboradores.
- No se cumple lo que se comunica.
- La compañía y sus directivos no comunican, si no que informan a hechos producidos, viviendo los colaboradores las situaciones que se producen como impuestas, en las que no tienen ningún tipo de participación, ni siguiera en sus inicios cuando se delibera la estrategia, y se puede aportar opiniones e información por parte de todos en la elección del mejor camino a tomar.
- La dirección cree que cuanto menos sepa el colaborador de cómo va el negocio mejor, salvo cuando la compañía va mal, entonces ahí si aparecen las cifras con la petición de esfuerzos por parte de todos.
- Se cree que la comunicación interna es “propiedad y responsabilidad” del departamento de comunicación interna y no de la totalidad de la organización.
Todas estas
causas enumeradas anteriormente vienen producidas por lo siguiente;
- La empresa considera que el colaborador tiene como función principal hacer nada más lo que se le requiere.
- Se infravalora el conocimiento y opinión de las personas que están dentro de la organización. Se piensa que solo valen para su trabajo específico.
- Como consecuencia, se pierde la opinión del personal de la compañía, dudas, ideas, opiniones, etc.
- Existen pocas causas y medidas que incentiven la participación, motivación o integración de los colaboradores en el devenir de la compañía.
Se puede
decir sin lugar a equivocarse que la comunicación no sólo ayuda a la
organización sino que es la esencia de la actividad organizada y es creadora de Clima Laboral, confianza, compromiso y todos aquellos valores que hacen que las
personas alcancen las metas que se proponen colectivamente.
Ya lo dijo Carmén Martín Gaite: "No hay
nada que se pueda comparar a la palabra y a la comunicación. No hay nada
comparable a poder hablar a la persona adecuada en el momento adecuado en el
que la persona a quien se habla tiene ganas de escuchar, y la persona que habla
desea hablar."
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