Hacia el año 1925 surge la escuela de Relaciones Humanas trayendo consigo un
nuevo lenguaje en la administración corporativa en el que los factores: motivación, liderazgo,
comunicación, organización informal, etc., cobran una dimension desconocida despues de los experimentos hechos en Hawthorne. Ya no solo se habla de
autoridad, jerarquía, o racionalización de trabajo según Fayol y Taylor sino que se confirma que las recompensas económicas no son la única motivación
del hombre, existen otros tipos de recompensas: las sociales, simbólicas,
y no materiales.
El
comportamiento del ser humano pues viene determinado por una serie de variables como
son; la cultura, las actitudes y las emociones, que son
personales del propio individuo. Esto le conforma una ética, una
forma de entender y aplicar la autoridad basada en
aptitudes como son la persuasión, el conocimiento, la empatía, etc.
En la actualidad en las compañías se está transitando a una evolución de equipos de
trabajo de alto rendimiento, en estos las personas son el eje central. El tener trabajadores comprometidos, implicados en los objetivos,
innovadores, con pasión por lo que hacen, con iniciativa, etc., determina que la misma sea más competitiva y tenga garantizado su futuro.
Estos equipos se mueven con algunas de las siguientes características que a continuación describo:
1.
Tener una meta clara. Todos los miembros del equipo deben
saber exactamente cuál es el objetivo a alcanzar.
2.
Poseer una comunicación efectiva hacia adentro y afuera. Esto permitirá que no existan dudas
en los miembros del equipo respecto a qué deben hacer, cuándo, cómo y por
qué.
3.
Voluntad de aprender de los demás.
Todos los integrantes del equipo tendrán voluntad de aprender nuevos
conocimientos para ser aplicados en los proyectos en los que trabajen.
4.
Participación en el grupo.
Todos los miembros participan en las decisiones del equipo, los miembros del
equipo no solo deben tener tareas específicas a realizar, sino que deben de
sentirse parte del equipo.
5.
El equipo está orientado a la solución de problemas, y no a la búsqueda de culpables,
esto genera confianza en los miembros, de tal forma que se podrá innovar y
probar nuevas formas de trabajo sin el sentimiento de miedo al castigo
por el error cometido.
6.
Búsqueda de la excelencia.
Todo miembro del equipo busca ser excelente en el trabajo asignado como en las
relaciones con sus compañeros, esto permitirá conseguir excelentes resultados.
7.
Celebración de los éxitos.
La celebración de los éxitos es colectiva con lo que se aumenta la motivación
del mismo. Estas celebraciones son también una oportunidad para que el líder
felicite a las personas que han tenido un papel relevante en la meta colectiva
alcanzada. Esto permitirá que en situaciones difíciles los miembros
se involucren en buscar soluciones a los problemas.
8.
Formación de equipos transversales para problemas multidisciplinarios. Cuando el problema es de varias
áreas se formaran equipos con representantes de las mismas.
9.
El equipo se focaliza en la innovación. Existe un intercambio de ideas entre los miembros del
equipo, generando nuevos desarrollos y capacidades al mismo, permitiendo abordar proyectos al ser más eficientes por las nuevas
formas de llevarlo a cabo.
10.
Compromiso. El
trabajo en equipo genera un compromiso con el grupo y a la vez afianza el
desempeño personal con la meta fijada.
Para
bien o para mal, las camarillas en los grupos de personas llámense equipos,
grupos, etc. son tan inevitables como la naturaleza humana. Estas tienen un
impacto positivo o negativo en el Clima Laboral en función de que exista un
correcto liderazgo por parte del responsable del equipo. Cuando el espíritu del
equipo es de compañerismo sano este funciona correctamente, la organización
entera se mueve de manera sincronizada en la dirección de la meta u objetivo
fijado, mostrando altos niveles de desempeño, responsabilidad y
creatividad.
Ocasionado por dicha situación, este líder pierde el sentido del bien y del mal, se convierte en un fanático de la disidencia, persiguiendo la obediencia del colaborador fundamentada en el miedo o bien buscando que el colaborador comparta algún tipo de deshonestidad que le haga rehén de sus actos. Su liderazgo ha perdido toda autoridad y pasa a depender exclusivamente de la fuerza, es la regla de la obediencia irreflexiva.
Ante
situaciones como las descritas anteriormente, no existe ninguna opción al Clima
Laboral, el mismo se ve relegado y escondido puesto que todo lo que en
esencia representa este factor de ventaja en una compañía va en contra de la práctica del liderazgo tóxico.
Esto ocasiona cuantiosas pérdidas a las compañías por coste de
oportunidad de sus activos humanos, ya que los mismos suelen ofrecer a la compañía un mínimo de compromiso, pero muy por debajo de
las capacidades de las que disponen.
Así pues aquellos mandos o
directivos que lideran equipos y tienen metas y objetivos colectivos deben
pensar si, ¿es mi liderazgo tóxico?, ¿Lideraría una compañía propia jugándome mí dinero aplicando el tipo de liderazgo que practico en una compañía ajena?, ¿Si mi liderazgo es tóxico, qué tengo que cambiar para contribuir a
los objetivos de mí compañía con otro tipo de liderazgo más integro?, son todas preguntas que un líder se debe plantear si quiere aportar valor a la compañía en la que trabaja. Ya lo dijo John Maxwel: ”La gerencia es el proceso de asegurar que el programa y los objetivos de una organización se implementen correctamente. Liderazgo, en cambio, se refiere al proceso de inspirar y motivar a las personas.”
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