El laberinto del Minotauro nos cuenta la siguiente historia. Varios años antes Androgeo, hijo de Minos, rey de
Creta, había participado en los juegos deportivos de Atenas y había sido el
ganador de todas las competiciones. Los sobrinos de Egeo, envidiosos, lo
acusaron de conspiración para hacerse con el trono de Atenas y lo asesinaron. El
rey Minos protestó ante los dioses del Olimpo los cuales ordenaron a Atenas que
cada nueve años entregara a Creta catorce jóvenes, siete muchachos y siete
muchachas, para que sirvieran de alimento al Minotauro, un terrible monstruo
con cuerpo de hombre y cabeza de toro que había nacido de Pásifae, esposa de
Minos y un toro que Poseidón había regalado a Minos. El Minotaruro estaba
encerrado en un laberinto que había construido el arquitecto Dédalo. Teseo para
acabar con el Minotauro decidió ser uno de los siete muchachos que se
entregarían al Minotauro. En un barco de velas negras se dirigieron a la isla
de Creta. Egeo había ordenado que llevaran también velas blancas y le había
dicho a Teseo:
- Si logras derrotar al Minotauro
iza las velas blancas en el viaje de regreso, así sabré que has vencido.
Teseo llegó a Creta y fue
llevado junto a los otros jóvenes al laberinto. Ariadna, la hija de Minos, se
enamoró de Teseo, y para ayudarle le dio un ovillo de hilo para que atara un
extremo en la entrada del laberinto y pudiera encontrar la salida. Ariadna le
hizo prometer a Teseo que la llevaría a Atenas y se casaría con ella. Teseo
logró matar al Minotauro y salvó a todos sus compañeros. Después se escaparon
con Ariadna. Pararon en la isla de Naxos donde Teseo abandonó a Ariadna que se
quedó con el dios Dioniso. Estaban tan contentos de haberse salvado que olvidaron
cambiar las velas negras por las blancas. Egeo estaba esperando en las costas
de Grecia y divisó el barco a lo lejos con las velas negras, pensó que su hijo había
muerto y se arrojó al mar ahogándose, desde entonces ese mar se denomina Mar Egeo.
Teseo fue nombrado rey y gobernó con gran sabiduría hasta el final de sus días.
El ritmo de los negocios se ha acelerado y en los
últimos veinte años hemos sido testigos de muchos más cambios que los ocurridos
en los cien anteriores. En un mundo donde la tecnología lo impregna todo, las compañías tienen una oportunidad de
oro para re-inventarse, para alinear más
estrechamente el negocio con la tecnología, ofrecer un mayor valor al cliente y
transformar su negocio. Si bien los modelos de negocio se transformaron radicalmente
en los noventa, momento en el que la tecnología y el comercio se cruzaron con
internet, las tecnologías de hoy en día
como los medios sociales, la movilidad y la nube, están causando cambios
radicales en muchas industrias, desde la editorial, hasta la del ocio y
entretenimiento e incluso en las
administraciones de todo el planeta. Sectores enteros y anticuados modelos de
negocio están siendo barridos a medida que la gente encuentra nuevas formas de
acceder a la información, las noticias, el ocio, los productos y servicios para
satisfacer sus necesidades diarias.
Si esto se produce, estaremos ante
lo que los expertos llaman a esa nueva generación que aparece en este entorno
digital: Generación C,
porque son creativos, colaboran, comparten, están comprometidos y trabajan conectados.
El término Generación C, o "Gen C", fue acuñado por Nielsen and
Booz Allen Consulting en 2010 para describir a los milénicos (la generación que
se hizo mayor de edad con la llegada del milenio). Avancemos hasta 2013, cuando
los miembros de esta generación han salido del molde, se han convertido en un
auténtico grupo psicográfico (son los perfiles de
segmento que van más allá de los demográficos, que tienen que ver con aspectos
culturales, sociales, personales y psicológicos), no ya solo
demográfico. Su mentalidad es compartida por miembros de diferentes
generaciones.
Esta generación C serán los
líderes del mundo futuro, tomaran las decisiones de los nuevos modelos de crecimiento y
desarrollo que se establecerán en los próximos años. La tecnología será la
palanca que emplearan para modelar el destino de la sociedad, esta generación
en el año 2020 supondrá el 40% de la población de Estados Unidos, Europa y los
países BRIC (Brasil, Rusia, India y China) y en torno a un 10% del resto de la
población mundial.
A nivel global, la mayoría de los milénicos pertenece a la
Generación C, pero en
más de 30 países hay un promedio del 39% (con un intervalo de entre 20% y 50%)
de miembros de la Generación C que tienen 35 años o más. Esta
nueva generación no son personas nacidas en una fecha determinada, sino que se
nombre se asocia a la forma de entender la vida que tienen, donde su espíritu de
trabajo se asocia a crear y compartir y motivar a otros con su historia. Son
verdaderos agentes del cambio dentro de esta revolución digital que se ha
iniciado.
La generación C son los mejores clientes de las compañías
Las organizaciones
necesitarán digitalizar cada proceso y reconfigurar sus negocios para asegurar
la competitividad y la eficiencia. Para aguantar el ritmo de la evolución
constante de las demandas de clientes y negocios, fundamentalmente competidores, la
empresa actual deberá transformarse en una empresa digital. La información será
la materia prima dentro de esta nueva revolución, esta será crucial en factores
fundamentales como la innovación, el crecimiento y oportunidades. La
información lleva a un mayor conocimiento, mejora la toma de decisiones en el
negocio, proporciona mayor satisfacción al cliente, agiliza todos los procesos
de forma transversal en la compañía, así como optimiza recursos para ser más
eficaces y eficientes en el negocio.
Pero todo
esto no será posible sin LAS PERSONAS, estas como en revoluciones anteriores
como describe Kondratieff en sus famosos
ciclos; la revolución industrial, la del petróleo, la del carbón y el
acero, etc., LAS PERSONAS han sido claves.
Ciclos de Kondratieff
Los directivos de las compañías tienen que ir hacia esta nueva revolución comprendiendo el nuevo escenario de oportunidades que se abre ante sus ojos. Para este escenario hay que contar con valores como: la cultura del esfuerzo, el trabajo en equipo, el alineamiento de las personas en la organización y el compromiso, valores todos ellos que tienen que gozar de un entorno tranquilo (CLIMA LABORAL) donde las personas tengan la tranquilidad para crear, aportar y sientan como propia la compañía para la que trabajan.
Los directivos de las compañías tienen que ir hacia esta nueva revolución comprendiendo el nuevo escenario de oportunidades que se abre ante sus ojos. Para este escenario hay que contar con valores como: la cultura del esfuerzo, el trabajo en equipo, el alineamiento de las personas en la organización y el compromiso, valores todos ellos que tienen que gozar de un entorno tranquilo (CLIMA LABORAL) donde las personas tengan la tranquilidad para crear, aportar y sientan como propia la compañía para la que trabajan.
Así pues será como el principio darwiniano que dio lugar
a la teoría del origen de las especies, según el cual no sobreviven los más fuertes al
entorno sino los que mejor se adapten, este será el punto central que deberan tener en cuenta los directivos que
quieran sobrevivir en este nuevo entorno
digital.
Ya lo dijo Bertolt Brecht; " Las revoluciones se producen en los callejones sin salida".
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