Casi todas las noticias que han llegado a nuestros
días coinciden en que Bárbara era la única hija de un sátrapa llamado Dióscuro.
Había quedado huérfana de madre a los siete años y, muy joven, se había
convertido al cristianismo. Al regreso de un viaje de inspección por la
provincia romana efectuado por su padre, éste propuso a la joven un matrimonio
de conveniencia, que ella rechazó. Dióscuro descubrió la conversión de Bárbara
al cristianismo y la denuncio al pretor romano, el cual se vio obligado a
condenarla a la pena capital. El sátrapa, que había mandado construir una torre
para mantener a Bárbara alejada del mundo y forzarla a la apostasía, la sometió
a toda clase de vejaciones y, finalmente, solicitó permiso para ejecutar
personalmente la sentencia de muerte. Después, la degolló con su propia espada.
Al momento de cometer el parricidio, Dióscuro fue fulminado por un rayo. A este
hecho, según parece, se le ha venido atribuyendo el origen de la frase "acordarse
de Santa Bárbara cuando truena" y de que la iglesia nominara
santa protectora de las personas y de sus bienes frente a las tormentas.
Viene esta historia al caso para acordarnos del
valor de la encuesta de Clima Laboral, si una vez realizada nos encontramos con
un resultado que no está en concordancia con los objetivos fijados a principio
de año por el equipo directivo. Muy a menudo se oye a gerentes y directores de
empresas plantearse la siguiente cuestión: “¿mejoro el Clima Laboral
de mi empresa o me centro en alcanzar los objetivos? La respuesta es
sencilla:”No se puede escoger entre estas dos opciones; a lo segundo
no se puede llegar sin lo primero. Aquellos que se han centrado en
el segundo obviando el primero difícilmente conseguirán alcanzar los objetivos
que están establecidos en la compañía, ya que con mal Clima no se logran nunca
los mismos. Así que podemos decir que con mal Clima no se logra nada,
con buen clima se puede lograr todo.
Quiero empezar este post con
ánimo constructivo, él de una persona que quiere contribuir a enriquecer y aportar
con su humilde opinión un análisis riguroso sobre la importancia y el valor que tienen
las encuestas de Clima Laboral en una compañía. He oído una serie de
argumentos que trataré de rebatir ya que existen razones equivocadas que sustentan los
mismos y que sitúan muchas veces la solución al problema del Clima Laboral fuera de lo posible, estando muchas veces la solución al problema más próxima y cercana de lo que uno piensa. He oído los siguientes argumentos
por algunos directivos con respecto al Clima Laboral y las encuestas:
1º. Las encuestas son una
foto finish del momento, pero no son representativas.
2º. Hay que agradecer el
hecho que en tiempos de crisis la compañía mantenga el empleo y no despida a
nadie.
3º. El Clima Laboral es un
problema que requiere fuertes inversiones para tratar de mejorar las condiciones
y el compromiso de la gente.
4º. En el kpi de Clima
Laboral yo me conformo con mejorar la calidad de vida de los trabajadores que están
a mi cargo, las encuestas van por otro sitio, no me preocupan.
Decía
Peter Drucker el padre del mangement: "Lo que no se define no se
puede medir, lo que no se mide, no se puede mejorar, lo que no se mejora se
degrada siempre". Con la encuesta de Clima Laboral se
consigue evaluar tanto las cosas que se hacen mal, como las variables básicas que afectan al Clima y compromiso de las personas con su organización, estas
cuestiones tienen un impacto directo en las percepciones de las personas, a
través de factores como el liderazgo, la comunicación, resolución de
conflictos, negociaciones, etc. Obviamente parece una broma de mal
gusto decir que no le damos valor a dichas encuestas ya que son una foto finish
del momento y sin embargo si le damos valor a aquellas encuestas que efectuamos
sobre nuestros clientes para percibir la calidad de nuestros servicios, o las
que efectuamos sobre problemas raíz y su soluciones para saber la satisfacción
de nuestros clientes en cuanto a la eficacia y calidad de dicha resolución. ¿Existe algo más
importante que saber y conocer de primera mano lo que piensa nuestro principal
activo en la compañía: las personas? Obviamente creo que no, ya que
son las personas las que: hacen el trabajo, las que aportan sus conocimientos
para hacer crecer y avanzar la compañía, las que luchan todos los días contra
viento y marea para sortear las dificultades a las que se enfrenta dicha
compañía, y sobre todo, las que dan alma,
sentido y valor de marca a la organización en la consecución de su visión y
misión establecida por el equipo directivo.
Cuando tenemos él análisis del Clima Laboral en una
organización y no se hacen las correspondientes autocríticas por parte de quien
corresponde hacerlas, está condenándose a dicha organización a cometer los mismos errores con los
consiguientes daños para la misma, que son perdidas de INTANGIBLES
(VENTAJAS COMPETITIVAS DE UNA EMPRESA COMO CREATIVIDAD, INICIATIVA, COMPROMISO, PASIÓN POR EL TRABAJO BIEN HECHO, ETC.), COMO EN RECURSOS ECONÓMICOS
que perdemos por no captar el mejor desempeño de la gente con la que contamos.
Es condición fundamental poner el foco en aquello que nos están comunicando las
personas que son evaluadas porque con ello conseguiremos las siguientes
cuestiones:
- Dar credibilidad al modelo de Clima Laboral, ya que la gente observará que lo que se comunica se corrige.
- Animar a aquellas personas que no creen en el mismo a participar visto el punto anterior.
- Servirá para hacer análisis más rigurosos de lo que está pasando en la compañía ya que cada vez dispondremos de más encuestas contestadas.
- Servir a los compañeros que son GCL (Gestores de Clima Laboral) de ejemplo e imagen de las cosas bien hechas, en el fondo es ganar CONFIANZA, bien tan escaso y tan valioso.
- Ponernos de ejemplo a todos los colaboradores de que cuando hacemos una cosa mal o nos equivocamos sabemos rectificar y escuchar la sugerencia de quien nos la ofrece.
- Conseguir más fácilmente las metas que nos fijemos en la implantación del modelo y por consiguiente tener una traslación en los resultados económicos de la compañía.
Escalera del despido interior de un trabajador
Se oye en la actualidad decir a algunos directivos la expresión siguiente cuando han tenido un mal resultado de Clima: “Hay que agradecer el hecho de que en tiempos de crisis como los actuales la compañía mantenga el empleo y no despida a nadie.” He de decir que esto es un comentario que en muchas compañías resulta cuando menos chocante, sobre todo si dichas compañía están sujetas a programas de desvinculación o ERE, ya que los mismos son despidos pactados entre las dos partes. Esto en el fondo no diluye el meollo de la cuestión, el cual es, que las plantillas se vuelven cada vez más pequeñas por la salida de personal fijo con el fin de ajustar la capacidad de la compañía (relación entre ingresos-gastos ajustando en la variable personal dichos gastos fijos por otros de tipo variable con personal subcontratado). En el fondo, hay que decir a las personas que este ajuste se produce por una pérdida de ingresos ahí donde se compite, la cual viene motivada en una parte sustancial por una falta de competitividad, naturalmente de esa competitividad hay que ver y analizar, ¿cuál es el porcentaje de impacto que tienen el factor personas? A nadie se le escapa el hecho de que una compañía no compite igual con un trabajador que recorre la “milla extra” por la misma que con uno que solo va y hace lo justo para que no le llamen la atención, pero no da ese plus en su rendimiento. En esta cuestión el Clima es fundamental, obviar el mismo es no saber nada del tema. Cuando hay una fuerza laboral desmotivada, las personas no rinden como deberían hacerlo, lo cual es un esfuerzo que la organización deja de convertir en producto o servicio que presta.
Se oye en la actualidad decir a algunos directivos la expresión siguiente cuando han tenido un mal resultado de Clima: “Hay que agradecer el hecho de que en tiempos de crisis como los actuales la compañía mantenga el empleo y no despida a nadie.” He de decir que esto es un comentario que en muchas compañías resulta cuando menos chocante, sobre todo si dichas compañía están sujetas a programas de desvinculación o ERE, ya que los mismos son despidos pactados entre las dos partes. Esto en el fondo no diluye el meollo de la cuestión, el cual es, que las plantillas se vuelven cada vez más pequeñas por la salida de personal fijo con el fin de ajustar la capacidad de la compañía (relación entre ingresos-gastos ajustando en la variable personal dichos gastos fijos por otros de tipo variable con personal subcontratado). En el fondo, hay que decir a las personas que este ajuste se produce por una pérdida de ingresos ahí donde se compite, la cual viene motivada en una parte sustancial por una falta de competitividad, naturalmente de esa competitividad hay que ver y analizar, ¿cuál es el porcentaje de impacto que tienen el factor personas? A nadie se le escapa el hecho de que una compañía no compite igual con un trabajador que recorre la “milla extra” por la misma que con uno que solo va y hace lo justo para que no le llamen la atención, pero no da ese plus en su rendimiento. En esta cuestión el Clima es fundamental, obviar el mismo es no saber nada del tema. Cuando hay una fuerza laboral desmotivada, las personas no rinden como deberían hacerlo, lo cual es un esfuerzo que la organización deja de convertir en producto o servicio que presta.
Existe una “idea” equivocada de que en el Clima Laboral para
mejorarlo se necesita gastar importantes cantidades de recursos (dinero) en
bienes que mejoren el factor higiénico de los trabajadores. Esto en muchas
ocasiones es un craso error, ya que, de que sirve comprar una nevera o un
microondas en un centro de trabajo si luego tenemos una estructura de mando que
no sabe lo que es el kpi Clima Laboral, su impacto y repercusión, o como liderar un
equipo, o como trabajar la creatividad en equipo frente a dificultades que surgen. Los factores higiénicos tienen un recorrido de
motivación muy limitado con respecto a lo que es el Clima Laboral, lo que las
personas echan de menos en sus centros de trabajo son factores
motivacionales, estos surgen de competencias que tienen que tener las
personas que lideran los equipos. Obviamente en muchas compañías esto es un
brindis al sol, el desconocimiento de dichas habilidades por parte de dicha
estructura es manifiesto. Pero lo grave de dicha situación no es que se
desconozca dichas habilidades, lo grave y sangrante de la misma es que
dentro de las compañías exista un inventario de conocimientos de cada uno de
sus trabajadores y no se busquen aquellos que atesoran los mismos para formar y
poner en valor los mismos al resto de compañeros con dichos conocimientos. Esta acción tiene
un coste económico ínfimo comparado con lo que costaría formar a dichos
trabajadores con formadores externos, sin embargo, sigue siendo una asignatura
pendiente en muchas compañías.
Decía David Fishman profesor de la Universidad de
Boston que: "si quiere mejorar el clima laboral de su empresa empiece por
mejorar la capacidad de sus jefes y gerentes. Dime que se premia y se
recompensa en tú organización y te diré lo que es importante en su cultura
empresarial, este dicho es muy cierto si se premia a los ejecutivos en base al Clima Laboral, entonces la mayoría hará un esfuerzo por cambiar y
mejorar."
Tradicionalmente, las empresas piensan que los
indicadores duros como los financieros o los de rentabilidad, entre otros, son
los más importantes, son únicos a la hora de hablar del éxito de una empresa. Cuando
hablamos de personas se habla de indicadores blandos, donde algunas de las empresas
que están utilizando el Clima como un indicador importante para la consecución
de estos resultados han hallado la alineación entre las personas y la meta
esperada. La cuestión es generar ambientes estimulantes donde las personas
puedan tener por parte de sus directivos y jefes un mensaje claro y permanente
de la dirección de la compañía, así como líderes muy encaminados a potenciar
y desarrollar las habilidades que atesoran sus colaboradores. Estudios que ha
realizado Hay Group indican que entre el 58% y 70% del Clima o de los
microclimas de las áreas del total general, están siendo explicados por el estilo
de los líderes de las áreas.
El
hacer autocrítica supone una “Meta-cognición”; un proceso de valoración de
nuestra manera de pensar, sentir y actuar, pero no solo desde una perspectiva
“egocentrista” sino desde la perspectiva del otro, de los demás. La autocrítica
supone ir más allá de las propias necesidades, supone comprender las
necesidades del otro, su punto de vista, supone, al fin y al cabo, “empatizar”.
Así pues, la autocrítica sincera es propia de "personas que asumen que pueden estar en un error"
o si se prefiere, que pueden haber pasado por alto otros puntos de vista y no
haber tenido en consideración la opinión y los sentimientos de los demás. Esta
actitud, sin duda constructiva, analítica y profunda no debe dañar en absoluto
la autoestima ni la seguridad de la persona que la ejerce, todo lo
contrario; le fortalece, dado que supone la incorporación de nuevos “mecanismos de análisis, procesamiento y
tratamiento de la información” y tiene como consecuencia el cuestionamiento
de esquemas y estructuras cognitivas que pueden estar obstaculizando el “crecimiento
personal”. Ser capaz de reconocer los errores, los puntos débiles en
nuestro ejercicio profesional, más allá de hacernos débiles o de crear una mala
imagen, nos fortalece como trabajadores, pero mucho más como seres
humanos o líderes en el desempeño de la función que tengamos encomendada dentro
de una compañía.
Aquellos
que ven en esta actitud una debilidad o una señal "negativa" en el
perfil de un trabajador o líder, sólo están reflejando su incapacidad para
ejercer esa autocrítica. La autocrítica personal positiva es aquella que no
esconde ningún miedo a ser realizada en voz alta, con ello se demuestra la
flexibilidad y el ejercicio de adaptación que tiene una persona que no es "inamovible"
cuando se equivoca. Reconocer los errores, las debilidades, nos
permite aprender y crecer, no hacerlo nos mantiene estancados. Sin embargo, hay
alrededor de un 20% de los mandos o directivos que no aceptan que el Clima
Laboral es responsabilidad también de ellos, no se adaptan o no les interesa
producir un cambio a la hora de mejorar el Clima puesto que no se hacen cargo
de sus errores. En definitiva,
cuanto mejor trabajen los empleados, mejor desempeño tendrán, con lo que
menos personal necesitará una compañía y por lo tanto mejores resultados
económicos tendrá en sus ganancias. Los directivos deberían darse cuenta de la
importancia de esta ecuación y así pondrían poner el foco en el tema del Clima Laboral entre las prioridades de su agenda.
Hay habilidades que se desarrollan, son
fundamentalmente aquellas relacionadas con el trato interpersonal y con las
emociones (Autoconsciencia, Autocontrol, Empatía, Motivación y Habilidades
Sociales) estas capacidades son las que conforman la Inteligencia Emocional.
Razón por la cual cuando una persona tiene capacidad de aprendizaje puede
llegar a cambiar hábitos tales cómo, la capacidad de escuchar, entender y
comprender a las personas o a manejar sus impulsos para evitar reacciones que
pueden generar disgusto en los demás. La autocrítica es un signo de
madurez, que facilita el aprendizaje continuo y las relaciones con los demás.
En exceso, como tantas otras cualidades, no es positiva, todo está en encontrar
la óptima medida.
Así pues, no esperemos que Santa Bárbara como al
comienzo de dicho post haga el correspondiente milagro cuando nosotros no hemos
hecho nada por mejorar dicho Clima Laboral, si de verdad nos importa dicho
tema, cojamos el toro por los cuernos y como el movimiento se demuestra
andando, echemos a caminar las iniciativas y medidas que permitan mejorar dicho
Clima Laboral para tener la credibilidad de las personas que integran las
compañías, y no sea sólo como siempre un mero gesto (palabras) que nunca se
traducen en nada.
Ya lo dijo Mark Twain: " Dentro de veinte años
estarás más decepcionado por las cosas que no hiciste que por las que hiciste.
Así que suelta las amarras. Navega lejos del puerto seguro. Atrapa los vientos
favorables en tus velas. Explora. Sueña. Descubre."
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