Sócrates (470-399 a.c) identificaba la virtud con el conocimiento: las personas serán virtuosas si “conocen” que es la virtud. Para este pensador toda maldad o pecado es resultado de la ignorancia. El recto conocimiento de las cosas lleva al hombre a obrar moralmente. Para Platón (427-347 a.c) esta definición no era del todo precisa, ya que no consideró que la virtud consistía solamente en sabiduría, sino también en justicia, temperancia y fortaleza, las cuales constituyen, según él, la justa armonía de la actividad humana.
La virtud entre los valores humanos, ocupan un puesto relevante entre las virtudes humanas. La palabra virtud proviene del latín “virtus”, igual que su equivalente griego, “areté”, significa “cualidad excelente”, “disposición habitual a obrar bien en sentido moral”. Dado que se trata de una disposición o capacidad adquirida, por el ejercicio y el aprendizaje, de hacer lo que es moralmente bueno, la virtud es una cualidad de la voluntad que supone un bien para uno mismo o para los demás. Y en esto se distingue una virtud de cualquier otra disposición habitual, como por ejemplo la salud, la fuerza física o la inteligencia: en que “en un hombre virtuoso la voluntad es la que es buena”. Tanto el bien como el mal obrar forman costumbres e inclinaciones en el espíritu; es decir, hábitos de obrar. A los buenos se les llama “virtudes”; y a los malos, “vicios”. Un hábito bueno del espíritu es, por ejemplo, saber decidir sin precipitación y considerando bien las circunstancias. Un vicio, en cambio, en el mismo campo, es el atolondramiento, que lleva a decidir sin pensar y a modificar muchas veces y sin motivo las decisiones tomadas. Algo tan importante como lo que llamamos “fuerza de voluntad” no es otra cosa que un conjunto de hábitos buenos conseguidos después de haber repetido muchos actos en la misma dirección. Ésta es la regla de oro de la educación del espíritu: la repetición, desgraciadamente en diversos ámbitos económicos esto no es algo muy común.
Como recoge hoy la prensa, mañana arranca una cumbre en la Casa de América de Madrid, con la que se pretende dar el pistoletazo de salida a un otoño que se presenta enormemente complejo tanto en el ámbito económico como en el sanitario para la sociedad española. A dicho evento asistirán personas de la vida social, cultural y económica de la sociedad española https://bit.ly/2Qzq064 , https://bit.ly/31FpNEB Dentro de la parte económica, cobran especial relevancia la asistencia de personas como son los presidentes del Banco de Santander, BBVA, Iberdrola, Telefónica, Bankia, ACS, etc. Los principales responsables del empresariado español respaldarán con su presencia al Gobierno actual en un momento de grave crisis, algo que ya ocurrió por ejemplo en el año 2011 con el inquilino de la Moncloa https://bit.ly/2EEcsDZ.
Sin embargo, el Gobierno actual cuando llegó a un acuerdo con el partido Podemos levantó una “honda preocupación” en la CEOE y Cepyme, ya que las medidas contenidas en el pacto de investidura estaban "más cerca del populismo que de la ortodoxia económica" según dichas organizaciones https://bit.ly/2ED9L5u , ya que dichas medidas tendrían un impacto muy negativo en la economía española. Sin embargo, el 7 de enero del año 2020 el actual inquilino de la Moncloa fue investido presidente del Gobierno. Tres meses después de dicho acuerdo de investidura, llegó la pandemia del Covid-19 a todos los países, en España en concreto el 14 de marzo se decretó el Estado de Alarma. En ese intervalo de tiempo, las principales compañías del IBEX-35 sufrieron una corrección bursátil devastadora en general, sin embargo, hay tres casos emblemáticos: Telefónica, Banco de Santander y BBVA. Estas tres compañías desde la llegada de sus respectivos presidentes han sufrido la siguiente corrección bursátil; Telefónica ha perdido un (-63,58%), Banco de Santander (-74,21%) y BBVA (-53,32%). Hoy estos tres directivos, ven en él Presidente del Gobierno un interlocutor válido, se puede decir sin duda que a fuerza ahorcan, se emplea este silogismo para reflejar que alguien hace una cosa en contra de su voluntad y no le queda más remedio que aceptarlo con resignación. Detrás de dicha postura existen varios motivos para según que directivos del IBEX-35, existen algunos que son comunes y otros que son específicos de cada uno. Por ejemplo, en el presidente de Telefónica es la caída de la cotización bursátil, la cual le ha sacado del índice Euro Stoxx 50 por segunda vez, ya que en el año 2019 sufrió dicha situación y luego fue nuevamente incluido. Para el presidente el BBVA dos son los motivos, uno la cotización bursátil y su salida del Euro Stoxx 50, también tiene un grave problema con los tribunales por la pieza 9 del Caso Tándem del comisario Villarejo. La presidenta del Banco Santander tiene varios frentes judiciales abiertos https://bit.ly/2Qz9tz8 por importe de unos 30.000 millones de euros, como son por ejemplo el caso del Banco Popular, litigios fiscales en su división brasileña, demanda de Andrea Orcel, en Reino Unido el Santander tiene abierto el caso de los seguros PPI, el presunto fraude de Valores Santander que se fraguó en 2007 con el objetivo por parte de la entidad de obtener financiación para hacerse con la totalidad de las acciones de la entidad holandesa ABN AMRO mediante una OPA conjunta con el banco Royal Bank of Scotland y Fortis, etc. A las causas judiciales hay que añadir también la depreciación bursátil que sufre dicha entidad desde la llegada de la actual presidenta. El presidente de Iberdrola tiene pendiente la pieza 17 del Caso Tándem, en la cual se está investigando los contratos que Iberdrola habría suscrito con las empresas del comisario jubilado.
A las causas descritas anteriormente que motivan el acercamiento e interés para congraciarse con el Gobierno actual por parte -de algunos de los presidentes de las principales compañías del IBEX-35, hay que añadir una común para todas ellas, España recibirá en torno a 140.000 millones de euros del fondo Next Generation EU de recuperación, de los que 72.700 millones se darán en ayudas directas, después de que la Unión Europea haya alcanzado un histórico acuerdo de 750.000 millones de euros para la recuperación tras la crisis del Covid-19. El objetivo del Fondo es movilizar una cantidad masiva de recursos públicos europeos para que la recuperación sea lo más pronta y fuerte posible. Una recuperación que debe sostenerse en tres pilares que permitan un crecimiento fuerte, equilibrado y sostenible basado en la: transición digital, la transición ecológica y la formación de estudiantes y trabajadores", es decir, una recuperación verde, digital y la mejora del capital humano, para una economía competitiva, inclusiva y sostenible. Dichos recursos son un pastel demasiado suculento para el presidente de la CEOE, el cual ha abierto una oficina conjunta, CEOE y PwC, en la que colaborarán en la apertura de una oficina de apoyo a las empresas que opten a dichos fondos europeos https://bit.ly/3gJ3diG
Con esta situación es con la que tiene que lidiar el Gobierno actual y la sociedad española, en un momento en el que las debilidades de la economía están pasando una factura grave a multitud de personas. El Gobierno español tendrá que lidiar no solo con la crisis económica, sino que en el mismo pack tendrá que facilitar y promover cambios no solo en el modelo económico llevado estas ultimas décadas, sino que también tendrá que promover cambios en los perfiles de gestión ya que la era dorada de ese “liberalismo” sin principios, donde la mentira fue liberticida, pues la verdad y la libertad se encuentran en una relación total según el filósofo Julián Marías. Además, la mentira es algo que se ha extendido hasta el paroxismo, no porque tenga su origen en la ignorancia, sino porque era parte de la doctrina errónea que se vendía. Cuando se mentía se hacía conscientemente, ya que, a diferencia de la falsedad, esta se suele producir como consecuencia de la ignorancia. El liberalismo económico fracasado de estos últimos años, ha llevado el dogma del mercado como solución a todos los problemas. Según sus voceros, el mercado era quien regularía cualquier desequilibrio o asunto llevándolo a su punto de equilibrio correcto, a través de la oferta y la demanda. Por lo tanto, quienes han defendido esta teología económica sin control, aseguraban la eficiencia de los mercados siempre y cuando no concurriesen distorsiones en ellos, como por ejemplo las intervenciones originadas por regulaciones y medidas de cualquier tipo que pudiesen hacer agentes exteriores a la oferta y demanda pura. Esta idea ha defendido que el mercado es el sumo factótum y que cualquier injerencia en él haría indudablemente que no exista una asignación óptima de los recursos. Sin embargo, esta idea económica contiene una grave y enorme inconsistencia intelectual, concretamente que la economía es la que prima con respecto a la persona. Algo que es una aberración, porque la economía como ciencia social que es, está al servicio de la persona y nunca al revés. Además, hay otra idea fundamental que ha resultado un fracaso total de este liberalismo de salón, es la que considera que los mercados funcionan de manera eficiente. Y eso no se ha podido demostrar que ha sido una total falacia en el crisis actual, ya que, si los Gobiernos de todo el mundo desarrollado no hubiesen intervenido de forma efectiva, el liberalismo y el mercado hubiese fracasado estrepitosamente.
La economía tiene que estar al servicio de las personas y no al revés como ha sucedido en estos últimos años, para lo cual se deben adoptar medidas tendentes en ese sentido. Si no se adoptan y se deja exclusivamente todo al mercado por parte de la oferta y la demanda, los daños pueden ser irreparables a las personas y la sociedad. Si se deja todo al mercado como ha sucedido, el pez grande se come al pequeño, lo que significa que las cosas se harán en beneficio del grande y no de la sociedad en su conjunto por lo que se dañará a la misma. Adam Smith, el padre del liberalismo económico dijo hace casi tres siglos que, “si abordas una situación como un asunto de vida o muerte, morirás muchas veces”. Desde entonces, el liberalismo ha muerto en numerosas ocasiones porque no han dejado de reivindicarlo como la solución de urgencia ante el asunto más importante que existe: la economía. Sin embargo, dicha doctrina nos ha llevado a las dos peores crisis económicas de la historia moderna, la de 1929 y la del 2008. De la primera se salió con una política intervencionista conocida como “New Deal”, este programa se desarrolló entre 1933 y 1938 con el objetivo de sostener a las capas más pobres de la población, reformar los mercados financieros y redinamizar una economía estadounidense herida desde el crac bursátil, resultó un gran éxito. De la crisis del 2008 se salió mal, con un aumento de la desigualdad y la exclusión social, mayor precarización laboral, relajación de la protección ambiental y pérdida de derechos civiles.
Para salir de la actual crisis económica, los gobiernos han priorizado correctamente un programa de gasto público que aguantase en los momentos más duros a las empresas y por ende amplias capas sociales que se vieron afectados gravemente por dicho problema. Ahora, toca abordar la reconstrucción económica y social, la cual se debe abordar de forma simultánea a la defensa de la salud, la economía y el medio ambiente. Pero para eso como dije, se necesitan personas con un claro perfil industrial, como por ejemplo en su día fue Antonio Barrera de Irimo en el periodo que ejerció la presidencia de Telefónica https://bit.ly/31KIcP8 , modernizándola y proporcionado a la sociedad española servicios y desarrollo que impulsaron la economía nacional. Esto no es lo que existe actualmente en algunas compañías emblemáticas españolas, por lo que es imprescindible cambiar a dichas personas por otras mas comprometidas con el desarrollo de la sociedad.
Para terminar este post, decir que la virtud es un valor esencial para salir de la crisis actual, la definición de Platón es la que más se ajusta a las necesidades que tiene actualmente la sociedad española. Esperemos que, a partir de mañana con el inicio de dicha cumbre, los cambios que se produzcan en los próximos días tengan… La dirección y el sentido que el célebre filósofo griego logró aventurar tan certeramente.
Ya lo dijo Platón: “No es en los hombres sino en las cosas donde hay que buscar la verdad”.
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