El origen de la palabra revolución está en el término del latín ‘revoltum’ que significa “dar vueltas”. Hoy entendemos este término como un cambio radical o violento, una transformación inmediata y de algún tipo de orden. Las revoluciones pueden ocurrir a distintos niveles: pueden transformar el sistema político de un país o influir en distintos contextos en el ámbito artístico, cultural, social, económico o industrial. Según la ciencia de la revolución, existen tres tipos de revolución según sus características, protagonistas y causas:
Revolución política. Se caracteriza por un cambio de gobierno o transformación radical del sistema o las instituciones políticas.
Revolución económica. Se alteran los medios de producción y las estructuras materiales de una sociedad: cómo se mueve el dinero o cómo se produce y distribuye la riqueza.
Revolución social. Es una revuelta en la que se alteran los lazos sociales o las relaciones e interacciones sociales. Algunos autores han caracterizado así la Revolución rusa de 1917.
Existen muchos ejemplos de revoluciones a lo largo de la historia, que se han dado en distintos países y ámbitos, célebres fueron; la revolución francesa, revoluciones de 1848 (año de las revoluciones en Europa), revolución rusa, revolución cubana o la revolución iraní 1979.
El 15 de septiembre la presidenta de la Unión Europea, Ursula Von der Leyen, pronunció un discurso sobre el estado de la Unión, del cual extraigo el siguiente párrafo https://bit.ly/2ZMsZA9 :
Del sector digital depende nuestro éxito o fracaso. Los Estados miembros comparten esta opinión: el gasto digital en Next Generation EU superará incluso el objetivo del 20 % fijado. Esto refleja la importancia de invertir en nuestra soberanía tecnológica europea. Tenemos que duplicar la inversión para moldear nuestra transformación digital de acuerdo con nuestras propias normas y valores. Permítanme centrar su atención sobre los semiconductores, esos chips minúsculos que hacen que todo funcione, desde los teléfonos inteligentes y los patinetes eléctricos a los trenes o las fábricas inteligentes. No hay sector digital sin los chips. Y, en este preciso momento, líneas de producción enteras ya están funcionando a medio gas, a pesar de la creciente demanda, por la escasez de semiconductores. A pesar de que la demanda mundial se ha disparado, la cuota de Europa en toda la cadena de valor ha disminuido. Dependemos de los chips de vanguardia fabricados en Asia. No es, por lo tanto, solo una cuestión de nuestra competitividad, sino que se trata también de una cuestión de soberanía tecnológica. Así que prestémosle toda la atención que merece. Presentaremos una nueva Ley Europea de chips. Necesitamos conectar nuestras capacidades de investigación, diseño y ensayo que se encuentran en la vanguardia mundial. Necesitamos coordinar las inversiones nacionales y de la UE a lo largo de la cadena de valor. Se trata de crear conjuntamente un ecosistema de chips europeo de última generación, que incluya su fabricación, garantice nuestra seguridad de suministro y desarrolle nuevos mercados para una tecnología europea pionera. Sí, se trata de una tarea hercúlea. Y sé que algunos sostienen que es imposible. Pero lo mismo dijeron del proyecto Galileo hace 20 años. Y ¿qué sucedió? Pues que fuimos capaces de lograrlo juntos. En la actualidad, los satélites europeos proporcionan el sistema de navegación para más de 2 000 millones de teléfonos inteligentes en todo el mundo. Somos líderes mundiales. Así que volvamos a ser audaces, esta vez con los semiconductores”.
El programa lanzado el 15 de septiembre por la Comisión Europea tiene su origen en la Brújula Digital 2030 de marzo de 2021, en la que se basa la propuesta que se esboza en el plan lanzado. El camino europeo hacia la economía y la sociedad digitalizadas propuso una serie de objetivos digitales concretos en los ámbitos de las competencias, las infraestructuras, las empresas y los servicios públicos. La propuesta de la “Senda hacia la Década Digital” se apoya en los resultados de varias consultas en las que ciudadanos, compañías, administraciones públicas, Estados miembros, industria y organizaciones compartieron sus puntos de vista sobre lo que se necesita para el éxito de la transformación digital europea. Además, su aplicación, incluido el diseño de iniciativas de seguimiento, se verá respaldada por los debates en el foro en línea dedicado a la Brújula Digital. Paralelamente, la Comisión está trabajando en la finalización de la propuesta de una "Declaración sobre Principios Digitales" conjunta del Parlamento Europeo, el Consejo y la Comisión para garantizar que los valores y derechos europeos se reflejen en el espacio digital. Esto garantizará que todo el mundo pueda disfrutar de los beneficios de las oportunidades digitales, como el acceso universal a internet, los algoritmos que respetan a las personas y un entorno online seguro y de confianza. El informe anual sobre el "Estado de la Década Digital" evaluará la aplicación de los Principios Digitales.
El plan lanzado por la Comisión “Path to the digital decade” (Senda hacia la Década Digital), un plan concreto para lograr la transformación digital de nuestra sociedad y economía de aquí a 2030. La senda hacia la Década Digital propuesta traducirá las ambiciones digitales de la UE para 2030 en un mecanismo de ejecución concreto. Establecerá un marco de gobernanza basado en un mecanismo de cooperación anual con los Estados miembros para alcanzar los objetivos de la Década Digital 2030 a nivel de la Unión en los ámbitos de las competencias digitales, las infraestructuras digitales, la digitalización de las empresas y los servicios públicos. También pretende identificar y poner en marcha proyectos digitales a gran escala en los que participen la Comisión y los Estados miembros. La Covid-19 puso de manifiesto el papel central que desempeña la tecnología digital en la construcción de un futuro sostenible y próspero. En particular, la crisis puso de manifiesto la brecha existente entre las empresas digitalmente aptas y las que aún no han adoptado soluciones digitales, y puso de manifiesto la diferencia entre las zonas urbanas bien conectadas, las rurales y las remotas (algo que sucede en nuestro país con la “España Vaciada”). La digitalización ofrece muchas nuevas oportunidades en el mercado europeo, donde más de 500.000 vacantes de expertos en ciberseguridad y datos no se pudieron cubrir en el año 2020. En consonancia con los valores europeos, la Senda hacia la Década Digital debe reforzar nuestro liderazgo digital y promover políticas digitales centradas en el ser humano y sostenibles que empoderen a los ciudadanos y a las compañías.
La vicepresidenta de la Comisión, Margrethe Vestager, declaró "La visión europea de un futuro digital es una visión en la que la tecnología empodera a las personas. Por ello, hoy proponemos un plan concreto para lograr la transformación digital. Para un futuro en el que la innovación funcione para las compañías y para nuestras sociedades. Pretendemos establecer un marco de gobernanza basado en un mecanismo de cooperación anual para alcanzar objetivos en los ámbitos de las competencias digitales, las infraestructuras digitales, la digitalización de las empresas y los servicios públicos." Por su parte, Thierry Breton, comisario de Mercado Interior, declaró: "Europa está decidida a liderar la carrera tecnológica mundial. Fijarnos objetivos para 2030 ha sido un paso importante, pero ahora tenemos que cumplirlos. Debemos asegurarnos de que Europa no se encuentre en una posición de gran dependencia en los próximos años. De lo contrario, quedaremos demasiado expuestos a los altibajos del mundo y perderemos el crecimiento económico y la creación de empleo. Creo en una Europa que lidere los mercados del futuro, no en una que sea un mero subcontratista". Esta última declaración choca frontalmente con lo que sucede en algunas compañías de telecomunicaciones, que han basado y basan su gestión en la externalización de todas las operaciones, incluso las que son “core” como son las torres de la telefonía móvil https://bit.ly/3CBkRBc
El progreso digital en los Estados miembros de la Unión ha sido muy desigual en los últimos años. La tendencia muestra que los países que progresaban a un ritmo lento hace cinco años, han seguido avanzando lentamente hasta ahora. Con esta nueva senda hacia la Década Digital, habrá una cooperación estructurada para trabajar colectivamente hacia los objetivos acordados, reconociendo al mismo tiempo los diferentes puntos de partida entre los Estados miembros. Para ello la Comisión introduce ahora un sólido marco de gobernanza para alcanzar los objetivos digitales en forma de una Senda hacia la Década Digital. En concreto, la Comisión propone emprender un mecanismo de cooperación anual con los Estados miembros que consistirá en un sistema de seguimiento estructurado, transparente y compartido basado en el Índice de la Economía y la Sociedad Digitales (DESI) para medir los avances hacia cada uno de los objetivos de 2030; incluyendo indicadores clave de rendimiento (KPI);
- Un informe anual sobre el "Estado de la Década Digital", en el que la Comisión evaluará los avances y ofrecerá recomendaciones de actuación.
- Establecimiento de hojas de ruta estratégicas plurianuales de la Década Digital para cada Estado miembro, en las que se describirán las políticas y medidas adoptadas o previstas en apoyo de los objetivos de 2030.
- Un marco anual estructurado para debatir y abordar las áreas de progreso insuficiente mediante recomendaciones y compromisos conjuntos entre la Comisión y los Estados miembros.
- Un mecanismo para apoyar la ejecución de proyectos multinacionales.
Para garantizar que Europa avanza rápidamente hacia los objetivos de la Década Digital, el marco de gobernanza propuesto prevé un sistema de seguimiento de los avances basado en un Índice de la Economía y la Sociedad Digitales (DESI) mejorado. La Comisión desarrollará primero las trayectorias previstas en la UE para cada objetivo junto con los Estados miembros, que a su vez propondrán hojas de ruta estratégicas nacionales para alcanzarlos. Cada año, la Comisión presentará un informe sobre el "Estado de la Década Digital" al Parlamento Europeo y al Consejo de la Unión Europea con el objetivo de:
- Presentar los resultados digitales medidos frente a las trayectorias previstas.
- Hacer recomendaciones específicas a los Estados miembros para alcanzar los objetivos de 2030, teniendo en cuenta las circunstancias nacionales.
- La Comisión revisará los objetivos antes de 2026 para hacer un balance de la evolución tecnológica, económica y social.
- Proyectos multinacionales.
Los proyectos multinacionales son proyectos a gran escala que contribuirían a alcanzar los objetivos de la transformación digital de Europa para 2030, proyectos que ningún Estado miembro podría desarrollar por sí solo. Estos proyectos permitirán a los Estados miembros reunirse y poner en común sus recursos para crear capacidades digitales en ámbitos que son fundamentales para mejorar la soberanía digital de Europa y para impulsar su recuperación. La Comisión ha identificado una lista inicial de proyectos multinacionales, que incluye varios ámbitos de inversión: infraestructura de datos, procesadores de baja potencia, comunicación 5G, computación de alto rendimiento, comunicación cuántica segura, administración pública, blockchain, centros de innovación digital e inversión en las capacidades digitales de las personas.
Los diferentes objetivos establecidos acelerarán el proceso de digitalización y conducirán a una mayor resiliencia y soberanía tecnológica al traer más especialistas al mercado para trabajar en los campos digitales, o incentivar a varias industrias en el desarrollo de tecnologías digitales en Europa. El informe anual sobre el "Estado de la Década Digital" proporcionará la información necesaria para dar cuenta de los avances y las lagunas identificadas en la transformación digital de Europa, y actualizará la lista de proyectos multinacionales. Los proyectos plurinacionales deberán reunir inversiones procedentes de los recursos de financiación de la UE, incluidos los del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, así como de los Estados miembros. Otras entidades públicas y privadas podrán invertir en los proyectos cuando sea necesario. La Comisión, actuando como acelerador de los proyectos multinacionales, ayudará a los Estados miembros a determinar sus intereses en los proyectos multinacionales, les orientará sobre los mecanismos de ejecución y les prestará asistencia en la aplicación, a fin de garantizar una amplia participación y el éxito de la ejecución. El programa prevé una nueva estructura jurídica, el Consorcio Europeo de Infraestructuras Digitales (EDIC), que permite la creación y ejecución rápida y flexible de proyectos multinacionales. ETNO, la asociación que representa a los principales operadores de telecomunicaciones de Europa ha acogido hoy con satisfacción la propuesta de "Programa Político 2030 - Camino a la Década Digital" presentada por la Comisión Europea. Mientras las instituciones de la UE avanzan en la propuesta, los operadores de telecomunicaciones de la UE piden que se dé una fuerte prioridad a la inversión en 5G y al desarrollo de infraestructuras y servicios europeos. La pregunta que surge ante este escenario es, ¿dónde encaja la venta de activos críticos que están realizando algunos operadores europeos, como Telefónica con el programa de digitalización lanzado desde la Comisión?
Comisario de mercado interior Thierry Breton
En opinión de ETNO, el nuevo programa político 2030 tiene el mérito de reunir tres enfoques innovadores clave. En primer lugar, prevé procesos de coordinación y rendición de cuentas muy bien acogidos para ayudar a armonizar los planes nacionales de digitalización. Esto incluye también la solicitud de una mayor certeza sobre la futura disponibilidad de espectro para 5G y 6G. En segundo lugar, reconoce que la digitalización requiere no solo la disponibilidad de redes de gigabits, sino también políticas sólidas del lado de la demanda para promover la adopción generalizada de las herramientas digitales. En tercer lugar, reconoce la necesidad de una mayor colaboración entre los agentes industriales mediante la creación de un Consorcio Europeo de Infraestructuras Digitales (EDIC). Mientras el Consejo y el Parlamento Europeo analizan la propuesta, la ETNO pide:
- Un fuerte enfoque en la necesidad de acelerar y facilitar la inversión privada en redes gigabit, tanto en términos de disponibilidad y condiciones del espectro, como en términos de incentivos para el despliegue de fibra.
- Indicadores clave de rendimiento armonizados y claros que apoyen políticas ambiciosas de oferta y demanda en todos los Estados miembros, incluida la adopción de soluciones digitales en todos los sectores industriales.
- Un apoyo audaz y ambicioso a la colaboración dentro de las industrias y entre ellas, con el fin de desarrollar soluciones digitales a escala de la UE que puedan competir a nivel mundial.
Lise Fuhr, directora general de la ETNO, ha declarado: "El comisario Breton y la vicepresidenta Vestager han presentado una sólida estrategia digital para la próxima década, que da prioridad a la inversión de la UE en digitalización e innovación. Ahora tenemos que garantizar que la acción reguladora a nivel de la UE y nacional sea coherente con esos objetivos. Esto es crucial para acelerar las necesarias transiciones digitales y verdes".
Para terminar el post, hay que decir que Europa comienza su camino hacia la cuarta revolución industrial (dicha frase 'cuarta revolución industrial' se utilizó por primera vez en 2016, en el Foro Económico Mundial de Davos), lo hace con firmeza y convencida de lo que nos deparará la misma. Sin embargo, la misma presenta disfunciones y ajustes a realizar en el ecosistema digital actual que enturbian y reman en dirección contraria a la propuesta como es la venta de infraestructuras, la externalización del “core” a los gigantes de Internet, la escasa inversión en I+D, etc. Esperemos que al igual que hubo revoluciones en otras épocas de nuestra historia… Esta no deje una huella imborrable de asimetría e injusticia como sucedió con algunas otras.
Ya lo dijo Víctor Hugo: “Cuando la dictadura es un hecho, la revolución se vuelve un derecho”.
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