El famoso sociólogo Zygmunt Bauman fue quien desarrolló el concepto de "Modernidad Líquida", en referencia a la sociedad en la que vivimos. A través de la historia, diversas instituciones y estructuras sociales se mantuvieron intactas e incuestionables, donde los valores más relevantes se asociaban a la estabilidad, la unión y la tradición. Pero en nuestra realidad actual, estos valores, guías y estructuras se han disuelto, dando lugar a la "Modernidad Líquida", concepto elaborado por el sociólogo polaco Zygmunt Bauman, reconocido a nivel mundial como uno de los más grandes referentes del área. Bauman define el estado actual de nuestra sociedad, donde la figura del cambio como algo constante donde la transitoriedad se encuentra atada a factores educativos, culturales y económicos. La metáfora de la liquidez intenta demostrar la inconsistencia de las relaciones humanas en diferentes ámbitos, como pueden ser el político, social, económico, afectivo o laboral. Las redes sociales en la actualidad juegan un papel fundamental que permiten conectarse a todos los ciudadanos con todos, pero a la vez desconectarnos cuando queramos: un clic representa un muro o un puente en las relaciones humanas. La sociedad líquida está en cambio constante, lo que genera una angustia existencial, donde parece no haber sentido cuando se trata de construir nuevas cosas, ya que el tiempo y la propia modernidad impulsarán su desintegración. Así nos encontramos como raza humana navegando los mares de la incertidumbre, sin saber cómo estará la economía mañana, si estallará una crisis o no, si contaremos con trabajo, si formaremos una familia, etc. Esta situación es fundamental para autenticar lo que nos sucede actualmente como personas, asumimos lo anormal como normal en multitud de ámbitos y cuestiones que nos afectan… Hay que decir, que este hecho o postura cómoda que adoptamos para no luchar y combatir todas aquellas cuestiones que nos degradan como ciudadanos actualmente, sea el caparazón que nos ponemos ante la velocidad a la que suceden los hechos a los que nos vemos expuestos.
Estos días la sociedad española se ve expuesta, de forma más intensa si cabe, a una cruzada de hechos que se asumen como normales, pero que de normal no tienen nada. Los hechos de los que hablo son tanto del ámbito político como económico, los mismos, están deteriorando de forma grave a la sociedad española como puso de manifiesto hace escasos días un diario económico tan prestigioso como es “The Economist” https://bit.ly/34IWtBt Hay que decir que ambos escenarios, económico y político, tienen raíces que convergen en la polarización a la que estamos sometidos, la principal es el ámbito de des legitimización a la que se ven sometidas instituciones por aquellos que la realidad les es esquiva en sus asuntos de interés y que son clave para un correcto funcionamiento del sistema democrático español. La justicia (fiscalía y jueces) están teniendo un papel central en lo que está sucediendo actualmente, su obligación de vigilar y controlar el cumplimiento de la ley está siendo la única garantía que, de momento, puede garantizar las arremetidas de aquellos que no aceptan la legalidad a la que estamos expuestos todos los ciudadanos.
Un ejemplo de lo que digo lo vemos hoy en la prensa con la siguiente noticia, “Iberdrola amenaza con reclamar al Estado una indemnización por daño reputacional” https://bit.ly/3uQRQjC Iberdrola ha amenazado con reclamar una indemnización al Estado por el daño reputacional y las pérdidas económicas que le está provocando el procedimiento judicial abierto en contra de su presidente, Ignacio Sánchez Galán, y de su filial Iberdrola Renovables en el marco del caso Villarejo. La eléctrica ha asegurado que se plantea presentar una reclamación patrimonial por funcionamiento anormal de la Administración de Justicia, según indica en un reciente escrito remitido al Juzgado Central 6 de la Audiencia Nacional en que se considera "perjudicada" a nivel empresarial por la atribución de conductas delictivas a su cúpula directiva. Uno se pregunta que no entiende el señor Galán de la separación de poderes de Montesquieu “El espíritu de las leyes” (1748), que rige en nuestro país. El señor Galán, es el mismo que por un lado plantea una demanda al estado español con una mano ante los reveses judiciales que está obteniendo y con la otra, aspira a recibir 8.000 millones de euros de fondos europeos que el gobierno español recibe de la Unión Europea para el desarrollo de 150 proyectos https://bit.ly/3GUPORZ ¿Coherencia? Ninguna, todo lo que no sea beneficioso para sus intereses se combate con los recursos de Iberdrola como es el pago de su defensa con los principales bufetes de nuestro país. La resistencia numantina que mantiene por no abandonar la presidencia en Iberdrola, esta ocasionando un daño reputacional cuantificable económicamente, sus intangibles como el valor de marca, credibilidad, confianza, etc., lo sufren sus propietarios, los accionistas.
Otro ejemplo, hoy un diario nos informa de lo siguiente, “BBVA vende la mitad de su deuda pública española y apuesta por Italia” https://bit.ly/3uSWugZ En la noticia nos informan que el BBVA hace caja con la deuda pública española. La entidad presidida por Carlos Torres redujo durante el año pasado su cartera de bonos españoles en 13.500 millones, un 46% de los que tenía a comienzos de 2021. Invirtió en su lugar en deuda estatal de otros países como Italia (3.400 millones) y México (1.600 millones). Las entidades financieras toman este tipo de movimientos por diversos motivos. El principal suele ser la necesidad de compensar la caída de ingresos, lo que lleva ocurriendo años en el sector por los bajos tipos de interés, o las mayores provisiones o costes extraordinarios. Esto último es algo que hizo el año pasado Sabadell para financiar su ERE. En el caso de BBVA, también hubo un proceso de salida de empleados en 2021, que costó cerca de 1.000 millones. Si a ese hecho añadimos el calvario que atraviesa en Turquía con la adquisición de Garanti, donde la entidad refleja un nuevo impacto en el fondo de comercio de su filial turca, Garanti, en esta ocasión, el deterioro asciende a 877 millones de euros en 2021, según el ajuste recogido en los estados financieros individuales del banco. Es el cuarto año consecutivo que realiza un ajuste por Garanti. En 2020, el banco revela que el impacto negativo en el resultado individual fue de 288 millones de euros. Antes de la pandemia se anotó también 543 millones (2019) y 1.517 millones (2018). Según los datos de la entidad, a 31 de diciembre de 2021, el deterioro total de la participación en Garanti es de 3.224 millones de euros frente a los cerca de 7.000 millones que invirtió en el banco turco entre 2010 y 2017. BBVA todavía valora su 49,85% en algo más de 2.800 millones teniendo en cuenta su estimación de 'valor recuperable'. Sin embargo, en este momento, esas acciones valen en bolsa poco más de 1.600 millones. El motivo del nuevo ajuste a la baja de 877 millones de euros se debe al desplome del tipo de cambio de la lira turca frente al euro, sobre todo, en el cuarto trimestre. BBVA toma como referencia una depreciación de la lira del 40% en 2021, según el documento enviado a la CNMV https://bit.ly/3BoZtPk Esta situación calamitosa no fue óbice para que la remuneración de su cúpula durante los últimos 12 meses, que subió un 5% y un 8% para su presidente y consejero delegado, respectivamente. El presidente Torres obtuvo una remuneración total de 7,8 millones de euros durante el ejercicio 2021, lo que representa un 5% más que en 2019, mientras que el consejero delegado Onur Genç ganó 6,8 millones de euros, un 8% más que en 2019, todo ello pese a un resultado que estuvo marcado por los extraordinarios, como fue la venta de la división de Estados Unidos. A la vez que sucede esto con respecto al apoyo esquivo a la deuda pública de nuestro país, que no reporta minusvalías a sus cuentas, la entidad aspira a canalizar los fondos europeos para distribuir los mismos a las empresas, pymes y autónomos en el año 2022 https://bbva.info/3rRgn66
La asistencia a la que se ven expuestos los ciudadanos de una confrontación política duradera, está generando un ruido distorsionador que tratan de distraer la atención de cuestiones importantes que inciden en la calidad de vida de estos. Estos, partidos políticos u organizaciones sindicales, prensa, etc., deberían de ser incisivos y pedir explicaciones ante los hechos que se suceden, sin embargo, lo único que hacen es contribuir a agrandar dicho ruido mediático crispando más en lugar de perseguir los principios del interés general https://bit.ly/3Lxy9Dv que debería ser la brújula que guíe su conducta. Estos principios provienen del derecho romano, los más de mil años de legislación y formas de entender la ley del Imperio romano abarcan desde el primer código de leyes de la Antigüedad, la Ley de las XII Tablas, hasta la compilación jurídica que realizó el emperador Justiniano en el siglo VI d.C., conocida como "Corpus Iuris Civilis". El compendio de las normas de la Antigua Roma siguió vigente hasta la caída del Imperio bizantino, en el año 1453, pero sus fundamentos se han mantenido vivos a lo largo de los últimos siglos. Primero, a través de su inclusión en los textos jurídicos germánicos y, después, como parte del "ius commune" y de los diversos derechos nacionales, sirviendo de base no solo para el desarrollo de la legislación civil de gran parte de Europa y de toda América Latina, sino también para el desarrollo de múltiples instituciones y principios de derecho público como es la separación de poderes, entre otros. Pues bien, todo esto ha saltado por los aires con el comportamiento que tienen diversas personas que encabezan instituciones públicas y privadas, ante hechos que desbordan sus objetivos y que sitúan a los mismos fuera del escenario de privilegios que disfrutan actualmente.
Estando consumida poco más de la mitad de legislatura actual, los problemas que se han abordado han sido cuestiones de orden político principalmente como son; la reforma laboral, la revalorización de las pensiones conforme al IPC, la derogación del copago en medicamentos en algunos colectivos, etc. https://bit.ly/3GTku66, toca abordar otras cuestiones que son vitales para nuestro país como son las de orden económico. Un país que viene observando como un ramillete de sus principales compañías como son; Iberdrola, BBVA, La Caixa o Repsol, la justicia fija la vista sobre algunas compañías del IBEX-35 que atraviesan una odisea judicial compleja con el caso Tándem, está tensionando los principios ESG (environmental, social & governance) al que están sometidas, por el silencio y complicidad que mantienen sus principales accionistas de estas, como es el caso de BlackRock. A uno no se le escapa la preocupación que puedan tener los mismos ante dichos hechos, sin embargo, el silencio que mantienen ante los mismos ahuyenta la posible credibilidad que puedan tener los ciudadanos en su representación. Esta situación propicia por un hecho llamativo como es el que estos directivos pese a tener la figura de investigados por la justicia, no se apartan de la responsabilidad que ostentan en sus corporaciones pese al daño reputacional que causa la misma. Frente a este hecho nos encontramos con una parte del cuarto poder español (prensa), ciega y sorda ante hechos como los relatados. Esto está contribuyendo a que dichos actores económicos no se auto regulen los comportamientos que como la justicia acredita en las fases procesales, son delictivos. Estamos asistiendo pues a una prensa sujeta al principio de cautividad económica, este consiste en poner el dinero para publicidad institucional a cambio de un silencio sobre todo aquello que pueda afectar a mis intereses. La dependencia económica limita el periodismo libre en cuestiones graves como son las que se están dilucidando en el caso Tándem. A uno le viene a la memoria periodistas como, Ben Bradlee, director del Washington Post durante 23 años que destapo del caso Watergate, el mismo afirmó, “El fundamento del periodismo es buscar la verdad”, cuestión está que ha quedado completamente relegada en la sociedad española. Aquí al contrario de lo que sucedió bajo la batuta de Bradlee, donde el triunfo del periodismo sobre el poder y la corrupción fue su seña, sin embargo, en España tenemos una parte del periodismo en posición servil y obediente a intereses alejados de la sociedad.
Para terminar el post, hay que decir que tiene que finalizar la “modernidad liquida” (falta de valores, principios en busca del interés general) que sacude a la sociedad española por parte de una minoría de personas, tanto desde el ámbito político y económico, que están contribuyendo a la generación de un clima irrespirable. La ausencia de un sentido de Estado y pertenencia de dichas personas en busca del bienestar de la sociedad está siendo un hándicap que nos aboca al fracaso pese a la posible ilusión que pueden tener los ciudadanos en la salida de la crisis económica que nos azota. La situación no admite más demora… Si queremos salir a flote.
Ya lo dijo Zygmunt Bauman: “Nos hallamos en una situación en la que, de modo constante, se nos incentiva y predispone a actuar de manera egocéntrica y materialista.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario