Cuentan que el filósofo, Gilbert Keith Chesterton, que era muy despistado. En una ocasión, viajando en tren, el revisor le pidió el billete. Él empezó a buscarlo por todos los bolsillos y no lo encontraba. Se iba poniendo cada vez más nervioso. Entonces el revisor le dijo: "Tranquilo, no se inquiete, que no le haré pagar otro billete". "No es pagar lo que me inquieta –repuso Chesterton– lo que me preocupa es que he olvidado a dónde voy".
La integración de varias compañías con el fin de configurar un gran grupo industrial con el que competir en el mercado europeo y mundial es una aspiración no de ahora, sino que hace años en el que se viene trabajando. Fue en el año 2016 cuando se intentó fusionar al operador ferroviario (RENFE) y administrador de la infraestructura (ADIF), pero no prosperó al oponerse la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC). Sin embargo, en la actualidad dicha propuesta de configuración de un gran grupo ferroviario vuelve a tomar fuerza en el seno del gobierno español, pero con una variación muy significativa, se integra en dicha configuración al fabricante de trenes TALGO. Con dicha integración tendríamos un grupo industrial ferroviario de primer nivel con músculo suficiente para ofrecer: el diseño, construcción, explotación y suministro de material ferroviario en cualquier oferta a la que se presente en el mundo. Sería una especie de “Chaebol” como los que existen en Corea del Sur. Sería cerrar el círculo en la captura de sinergias en la cadena de valor ferroviaria que puede ofrecer un operador cuando opera en dicho sector ferroviario. Dicha integración de compañías sería la forma más natural de proporcionarles una modernización a los operadores que operan de forma parcial en dicha cadena de valor del sector ferroviario, facilitando una modernización al apostar por mejorar la competitividad de forma conjunta al integrar los mismos capturando las sinergias de forma conjunta y no como venían haciendo de forma individual. La idea del gobierno es aumentar el control estatal de la operadora RENFE al construir un gigante que -por tamaño y sinergias- pueda convertirse en un campeón europeo de transporte ferroviario. Todo ello con el fin de modernizar el mismo a la vez que se suprimen los cuellos de botella que tiene en su operativa diaria con la liberalización del transporte ferroviario en el que compite actualmente. El nuevo operador seguiría él modelo que se ha implantado en AENA (gestor aeroportuario) con una facturación de 5.142 millones de euros y 29.750 millones de valor bursátil https://tinyurl.com/y3mdbxdt
Este modelo de integración vertical es el que el gobierno quiere para los sectores de telecomunicaciones, defensa y aeroespacial, como se publicó en prensa el 7 de marzo del año 2024 https://tinyurl.com/35ppe47z Serían la integración de las compañías, Indra, Telefónica y Hispasat, con un objetivo claro, competir con los grandes del sector europeo como la francesa Thales o la italiana Leonardo, etc. El eje de toda esta operación sería Indra, empresa que tiene un 28% del capital en manos del Estado español, desde la que se tejerán las alianzas con otros pesos pesados como Hispasat, participada en un 89% por Redeia; y Telefónica, en la que el Estado es el mayor accionista al tener un 10% de participación a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). El Gobierno español tiene sobre la mesa todas las opciones de colaboración que pueden compartir dichas compañías, que van desde compartir contratos, colaborar en determinadas áreas, crear sociedades conjuntas e incluso compartir participaciones en sus respectivas estructuras accionariales. Podrían además sumarse nuevas compañías a dicho grupo industrial que fortaleciesen el mismo y otros activos digitales dentro de España e incluso en el extranjero, como por ejemplo: los fabricantes de hardware o software pero siempre con el común denominador de empresas con participación estatal que refuercen la autonomía estratégica del país, que ejecuten proyectos clave y que estén alineadas con los hitos de digitalización del Gobierno y con su hoja de ruta enmarcada en el Plan de Recuperación y los fondos Next Generation que están llegando de Europa.
Los mayores "Chaebol" (conglomerados empresariales) de Corea del Sur
Esta operación de integración se alinea con la presentación del plan estratégico de Indra, ‘Leading the future’, con el que la tecnológica quiere facturar 10.000 millones de euros en 2030 (actualmente ingresa 4.343 millones) y ser un campeón español de la defensa y la tecnología. Un proyecto que pasa por adquirir nuevos activos y compartir el capital bajo tres ejes principales: reforzar el área de defensa, crear una división espacial y dar entrada a un socio, minoritario o mayoritario, a su filial tecnológica Minsait. Esta estrategia es diametralmente opuesta a la que fijó en su plan estratégico el actual equipo directivo de Telefónica el 8 noviembre del año 2023 con su plan GPS, donde se marca como objetivo una generación de caja de 5.000 millones de euros en 2026 con el fin de repartir dividendo https://tinyurl.com/ypketn5e Si bien de momento la compra de Hispasat por Indra se ha atascado por desacuerdos en él precio, ya que la oferta de Indra por dicha compañía está tasada entre 600 y 650 millones de euros. Esta cifra es prácticamente la mitad de lo que exige Redeia (propietaria de Hispasat), que también está controlada por el Estado –la SEPI participa en un 20% del capital– y pretende ingresar por la venta cerca de 1.100 millones. Indra ha detectado determinados problemas internos en Hispasat tras realizar el análisis exhaustivo de sus cuentas o ‘due diligence’, lo que le ha llevado a rebajar su valoración, que inicialmente rondaba los 900 millones. Ante esta situación, las probabilidades de que la operación salga adelante son mínimas, ya que Redeia pagó 949 millones de euros en 2019 a Abertis para hacerse con la compañía de satélites. De hecho, otras fuentes apuntan a que Redeia va a cancelar próximamente la transacción, al no poder aceptar un precio tan inferior al que abonó hace cinco años al grupo de concesiones de autopistas. El consejero delegado de Indra, José Vicente de los Mozos, reconoció hace nueve meses que Hispasat era una adquisición que estaba en el radar de Indra, pero que había muchas otras opciones. Con esta compra, el grupo, del que el Estado tiene el 28%, quería pasar de facturar los apenas 60 millones actuales a más de 300 millones. Indra tiene ya una participación del 10,5% en la compañía de satélites Sateliot (donde también están Cellnex con un 3,5% y la SEPI, con un 5% a través de Sepides). La firma, que planea desplegar una constelación de nanosatélites, todavía se encuentra levantando capital y entraría en plena fase comercial en 2024, con ingresos de 70 millones, para dispararse a 300 millones el segundo año y hasta 600 el tercero https://tinyurl.com/y46vwzcm
Un ejemplo de dicha integración en busca de la captura de sinergias se produjo hace escasos días con la firma de Telefónica con la empresa alemana de Siemens, para la digitalización de la industria española. El acuerdo pasa por impulsar la digitalización y la automatización de la industria en España, utilizando tecnologías como Internet de las Cosas (IoT), la red 5G y soluciones basadas en inteligencia artificial. El propósito principal de esta colaboración consiste en integrar recursos de ambas compañías para optimizar procesos productivos en distintos sectores, incluyendo la manufactura avanzada y el ámbito de las infraestructuras. El acuerdo se centrará en la provisión de conectividad de nueva generación por parte de Telefónica, mientras que Siemens proporcionará su conocimiento en sistemas industriales y automatización. Esta alianza apunta a generar un ecosistema de producción más inteligente, capaz de funcionar con grandes volúmenes de datos y de actualizarse conforme a los retos de competitividad global. Con la incorporación de algoritmos de IA y modelos de gemelos digitales, las compañías pretenden facilitar el diseño, supervisión y ajuste de las líneas de producción, reduciendo costes y anticipando posibles problemas https://tinyurl.com/4paex4ef
Peso de nuestro país en la inversión en I+D dentro del ámbito europeo
El papel que la compañía alemana Siemens desempeñará en dicho proyecto para digitalizar él modelo productivo puede ser realizado por la compañía Indra en procesos de automatización como nos tiene informado la prensa en proyectos similares https://tinyurl.com/yc6bx37j Este modelo de integración vertical de la cadena de valor que apoya el gobierno español, con el que pretende construir conglomerados empresariales que capturen las sinergias a proyectos que mejoren la competitividad del tejido empresarial de nuestro país, choca frontalmente con lo que se defiende desde la dirección de Telefónica con la integración solamente de compañías de telecomunicaciones a nivel europeo. Ayer se celebró una reunión en Bruselas de la vicepresidenta de la Comisión Europea y Comisaria de Competencia, Teresa Rivero, con los presidentes de las operadoras de telecomunicaciones y CEOs de, Telefónica, Orange, Vodafone, KPN, Liberty Global, Proximus Group y de la patronal de las telecos europeas Connect Europe (antes Asociación Europea de Operadores de Telecomunicaciones o ETNO) para reivindicar el papel de la conectividad en la mejora de la competitividad y el crecimiento sostenible en Europa y avanzar en sus reivindicaciones, como la de completar un mercado único digital para permitir a la industria móvil desarrollar e implementar servicios paneuropeos y la revisión del reglamento de fusiones de la UE, tal y como piden desde la organización empresarial global de la telecos GSMA que preside el presidente de Telefónica. Este grupo de presión abordó en a reunión con la Comisaria Ribera cuál debe ser el papel de las empresas de telecomunicaciones en cuanto a la mejora de las competitividad en Europa, incidiendo en la importancia de la escala y la consolidación del sector, y cuestiones como la forma en la que se pueden utilizar las redes digitales europeas para alcanzar los objetivos climáticos de la eurozona.
Obviamente, el planteamiento efectuado por dichos presidentes de compañías de telecomunicaciones choca con una realidad incontestable, como nos pone de manifiesto la propia Comisión Europea con el ranking que todos los años publica sobre la inversión en I+D que realizan las 2000 mayores compañías a nivel mundial. En el del año 2024 dicho ranking nos dice que las 25 compañías que telecomunicaciones que aparecen en el mismo invirtieron en I+D un total de 18.245 millones de euros, esta cantidad que representa el 45% de los 39.804 millones que solamente invirtió una compañía, Alphabet (Google). Por lo tanto, no debe de extrañar que en los servicios digitales Google lideré el desarrollo de la digitalización junto con sus coetáneas que aparecen en el ranking, Microsoft, Apple o Meta, que juntas invirtieron un total de 127.148 millones de euros en el año 2024. Alphabet invirtió 50 veces más que los 785 millones que invirtió Telefónica, con estos números es imposible competir en servicios digitales que mejoren la competitividad de las empresas españolas. Las compañías de telecomunicaciones tienen la conectividad dentro del ecosistema digital, pero el resto de servicios que se prestan desde el mismo son en muchos casos licenciatarios de otras compañías que si los tienen como por ejemplo los servicios en la nube de Amazon (AWS), Microsoft (Azure) o Google Cloud https://tinyurl.com/nhbktece La digitalización requiere de forma intensiva invertir en I+D como recogió el informe de Mario Draghi el 8 de septiembre pasado, en el cual se decía que Europa tenía que invertir 800.000 millones de euros al año para eliminar el gap que hoy presenta en competitividad con Estados Unidos y China. Draghi advirtió de que hará falta implicar al sector privado (hoy las compañías de telecomunicaciones europeas no están poniendo su grano de arena a dicha necesidad), una cooperación sin precedentes entre Estados miembros y reformas institucionales para poner en marcha sus recomendaciones, según fuentes con conocimiento de la discusión. Estados Unidos y China, dijo, están adoptando políticas para reforzar su competitividad que, en el mejor de los casos, están diseñadas para redirigir inversión hacia sus propias economías a expensas de la europea y, en el peor, para hacer a los europeos permanentemente dependientes de ellas https://tinyurl.com/ybfk5x78 Hoy mismo podemos leer en la prensa que el País Vasco necesita invertir 5.000 millones de euros para no perder competitividad. Afirma la asociación de empresarios vascos Zedarriak, que el sector industrial europeo se enfrenta a importantes desafíos: por un lado, la transición energética y digital, que está transformando los procesos productivos y las cadenas de valor; y, por otro, la competencia de China y Estados Unidos, que está impactando de lleno a las empresas del continente. Todo ello con una grave crisis económica en Alemania y Francia de fondo. Los ya conocidos Informe Draghi e Informe Letta analizan estos desafíos y también las oportunidades que este contexto supone para Europa. Dos análisis que el foro empresarial Zedarriak ha cogido como fuente de inspiración y ha trasladado a Euskadi. Y en esto se basa el sexto informe de la plataforma, en el impacto y las oportunidades que se abren en Euskadi en un contexto de transformación y revisión profunda https://tinyurl.com/yavn26je
Ante esta realidad, Telefónica hoy sigue en una situación de interinidad como es el hecho de que su consejo no se haya completado con la entrada de los nuevos accionistas de STC. Dicha situación cuando se produzca, tiene que propiciar un cambio de 180º en la estrategia, personas y objetivos que nos permitan alcanzar esa competitividad que hoy no tenemos frente a nuestros competidores norteamericanos y chinos en la cuarta revolución industrial (digitalización). El gobierno español ha apostado por la integración como forma de crecimiento y desarrollo de las compañías, esto propiciará un campeón nacional en el ecosistema digital, no solo en el de la conectividad como es el que proporciona Telefónica, sino también en el de servicios digitales. Esto choca con lo que se piensa desde la operadora https://tinyurl.com/5n7jxv2e El fin último de este proceso es que la nueva compañía que surja pueda competir en el ecosistema digital capturando las sinergias a la vez que moderniza nuestro tejido industrial y productivo. Lo estamos viendo con el sector ferroviario y también parece que lo veremos en el sector digital. Lo importante en todo proyecto que se pone en marcha como sucede con este, es tener claro el destino, ya que el fin último es aprovechar los vientos que soplen a favor para que la misión cumpla su objetivo.
Ya lo dijo Séneca: “No hay viento favorable para el que no sabe a dónde va”.
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