Toda
compañía que no tiene puesta su vista, alma y empeño en el servicio al cliente
está condenada al fracaso. La evolución de los hábitos del cliente como son, el comportamiento,
los hábitos de consumo, valores, estilo de vida, forma de compra, conocimiento e información,
perfil del comprador, necesidades, etc., en los últimos cinco años han cambiado
en una magnitud superior a los 20 anteriores. Es por ello que cada vez es más difícil
cautivarlos y llevarlos hacia los servicios o productos que se fabrican o
prestan por parte de las compañías. Aquella compañía que: no integre al cliente
como una parte más, no mejore la calidad, fiabilidad y prestaciones de sus
servicios o productos está cometiendo un error con consecuencias inmediatas en
sus cuentas financieras así como en la pérdida de clientes.
Un
teórico sobre dicha materia es Noriaki Kano, ganador del premio Deming en Japón
en el año 1997 por su teoría sobre la calidad atractiva así como por su
contribución al mundo de la mejora. El modelo Kano está considerado una
herramienta útil para la gestión de la calidad y una técnica para fidelizar al cliente. Esta
permite medir el grado de satisfacción del cliente, algo que es crítico en el
tiempo actual para que una empresa pueda corregir si se equivoca el enfoque que
tiene puesto sobre el cliente. Según Kano hasta hace poco el paradigma en
la prestación de un servicio o fabricación de un producto era satisfacer al
cliente, lo que se conoce como (calidad de desempeño o productos con cualidades
esperadas), esto ha cambiado radicalmente hoy en día, este modelo nos dice que
hay que ir más allá en la expectación de lo que el cliente espera, hay que
sorprenderlo y fascinarlo. Bajo el planteamiento de Kano existen
tres formas en las que el cliente percibe esa calidad:
2.-Espera o requiere (calidad de desempeño, producto con cualidades esperadas).
3.-Descubre (calidad de exaltación, producto con cualidades sorpresa).
El modelo para triunfar resalta que: el cliente es lo más
importante, hay que cuidarlo, mimarlo y no perderlo, el propósito de nuestra
acción se debe focalizar en reforzar el integro cumplimiento de las
especificaciones y así obtener un rendimiento sobre las necesidades y
cualidades del producto para impactar y satisfacer al
cliente.
Otra cuestión fundamental a tener en cuenta en esta
cuestión es el coste de captación de nuevos clientes con respecto al coste de
retener a los que la compañía tiene actualmente.
“Captar un nuevo cliente cuesta de 5 a 7 veces más
que mantener uno que ya tenemos”. Creo que aunque la frase es de las más
dichas en las escuelas de negocios, cada caso de compañía es particular. Lo que
amparan dichos costes son gastos de publicidad, mailing, ofertas, acciones de
marketing que son imprescindibles para darnos a conocer a los nuevos clientes.
Una estrategia pues que se debe realizar es mantener y fidelizar a los
clientes que ya tenemos y que sean “rentables”, y además debemos
intentar captar a nuevos clientes, intentando a la vez seleccionar a los más “atractivos”
para nuestros objetivos. Se trataría de buscar pues clientes “rentables”
y “atractivos” que quieran mantener una relación duradera con la
compañía y que nos puedan reportar un beneficio duradero en el tiempo.
Un cliente encantado será nuestro mejor
prescriptor dentro de su entorno, hará de comercial para nosotros
realizando acciones que nos saldrán “gratis”. Otro beneficio es que un
cliente fidelizado será más receptivo a lo que le ofrezcamos, como otros
productos o servicios que le puedan interesar.
Ya lo dijo Sam Walton: "Solo hay un jefe.
El cliente. Puede correr a cualquiera, desde el dueño hacia abajo, simplemente
gastando su dinero en otro lado”