A
medida que la Segunda Guerra Mundial se acercaba a su fin, las potencias
aliadas comenzaban una carrera entre ellas para apoderarse de los enormes
avances tecnológicos y armamentísticos que habían desarrollado los nazis en los
últimos meses. Así, el Servicio de Inteligencia Militar estadounidense puso en
marcha la Operación “Paperclip”.
Entre -1945
y 1958- EE.UU. concedió
visados a más de 1.500 ingenieros y científicos alemanes, a pesar de su oscuro
pasado nazi, para
trabajar en los proyectos secretos del gobierno americano.
Figuran en la lista científicos tan relevantes como: Werrhner von Braun, responsable del desarrollo y construcción del
cohete V2, posteriormente fue el director del Centro Espacial Marshall de la NASA, y diseñador del cohete Saturno V, desde el que se lanzaron las
misiones Apolo a la Luna y se logró hacer caminar a doce hombres sobre la superficie lunar; Herbert A. Wagner, quien supervisó el
desarrollo del misil anti-buque alemán Henschel
Hs 293; y Kurt Blome, director
del Programa de Guerra Biológica de los nazis, entre otros muchos. Estados Unidos describía a estos
hombres como “mentes únicas, elegidas, cuya productividad intelectual nos
proponemos usar”.
Científicos alemanes repatriados a Estados Unidos
La expatriación de dichos
científicos fue clasificada dentro del programa de “seguridad nacional” por dos motivos principalmente, el primero era
el temor al escándalo que se podía generar si se supiese que el país se iba a
aprovechar de los conocimientos de científicos nazis, y la segunda razón
era el temor que se tenía a que dichas personas cayesen en manos de la Unión
Soviética, ya que estas personas eran todo un “arma secreta”. Estados
Unidos descubrió qué científicos nazis “eran
críticos por su conocimiento” gracias a un técnico de laboratorio que
encontró, oculta en un retrete de la Universidad de Bonn -Alemania-, la lista
de nombres a los que Alemania había hecho regresar del frente para que
desarrollar su tecnología. Dicho documento es conocido como la “Lista
Osenberg”. Además, los miembros de los servicios de inteligencia de Estados Unidos sabían qué historiales eran los más “siniestros”
porque eran los únicos cuyas páginas estaban agrupadas por un clip. De ahí el
nombre de la operación “Paperclip”. En 1998, el presidente
norteamericano Bill Clinton firmó un acta de desclasificación con información
que Estados Unidos guardaba sobre los crímenes de guerra de los nazis donde se recogía
información de dichos científicos.
El 27 de enero del 2017, el presidente
norteamericano Donald Trump firmó
una orden ejecutiva donde interrumpe la admisión de
refugiados en los Estados Unidos durante 120 días, suspende la entrada de ciudadanos de
Irak, Siria y países designados como
“áreas de preocupación” (la
prensa estadounidense señala que podrían ser Irán, Sudán, Libia, Somalia y
Yemen) durante 90 días y prohíbe la entrada de refugiados
sirios indefinidamente. Esta situación ha generado multitud de
daños como por ejemplo; humanitarios, económicos, sociales, de imagen para el país y… empresariales, sobre
todo a las compañías tecnológicas, que todavía son difíciles de cuantificar
el impacto que tendrán. En esto último quiero centrar mi post, en el valor del
conocimiento de dicha inmigración y la estrategia a adoptar frente a una enorme
oportunidad que se puede abrir si ese conocimiento se tiene que marchar de
dicho país.
El sector tecnológico norteamericano se encuentra en estos
momentos a la cabeza del mundo, dos han sido hasta ahora sus principales
fortalezas; la primera es el saber integrar el conocimiento independiente de la
nacionalidad o país del que proviniese, y
la segunda es la capacidad de monetizar dicha tecnología digital de forma que
fuera rentable y necesaria para el desarrollo humano. Para lograr
dicho éxito se ha necesitado poner en primer lugar los valores, estos han formado la columna de dichas compañías como una
estructura de acero sobre la que se construye cualquier gran obra. Con ello han
logrado juntar mentes y corazones en dicha compañías en pos de la meta fijada. La
nueva ley promulgada por el presidente norteamericano Trump es un ataque directo en dos sitios fundamentales de dichas
compañías; sus valores y su negocio. Un indicador del problema que representa
dicha ley es que están en el alero el 20% de los empleados de las principales firmas
de Silicon Valley, ya que los mismos son inmigrantes. Y la gran mayoría de sus fundadores son
también inmigrantes o descendientes de inmigrantes. Según el portal estadounidense Myvisajobs http://bit.ly/2jRJKQp son miles los empleados
contratados por las principales tecnológicas norteamericanas, recurriendo a visados
H-B1. En Estados Unidos Google contrató a el 28% de su plantilla, Facebook
a el 28% de su plantilla, Apple a el 11%
de la plantilla y
Twitter tiene el 43% (una de los porcentajes más elevados) de su fuerza
laboral en Estados Unidos está formada por inmigrantes. En promedio, el 20% de los
empleados en las ocho primeras tecnológicas asentadas en Silicon Valley son
extranjeros. Para otras firmas como Microsoft, pese
a estar en Redmond (Washington), la contratación de inmigrantes cualificados es
igual de vital: el 31% de su
plantilla en Estados Unidos procede de otro país.
Para contratar a este personal las compañías emplean
el modelo de visa H-1B, esta es una visa de no inmigrante y una vez concedida previa acreditación de dichos conocimientos y experiencia,
sólo permite la contratación temporal de empleados extranjeros que tengan
experiencia en campos especializados, tales como científicos, ingenieros programadores informáticos, etc.
También requiere que tengan un título universitario en la profesión
especializada, como mínimo una licenciatura. No se puede presentar una petición
H-1B con más de seis meses de antelación a la fecha del inicio de un trabajo.
La visa H-1B permite la estancia de no más de seis años consecutivos, con
algunas excepciones. Se permite una nueva estancia de seis años una vez que el
trabajador extranjero haya pasado un año fuera de los Estados Unidos después de un periodo de seis años. Una de
las ventajas de la visa H-1B es que cónyuges e hijos solteros menores de 21
años de los solicitantes también pueden obtener el beneficio de admisión al
país por medio de una visa H-4. Los cónyuges e hijos no pueden
trabajar durante su estancia en los Estados Unidos, pero se les permite
estudiar. En la actualidad una parte de esas visas son reservadas a ciudadanos de
Chile y Singapur bajo términos de tratados de libre comercio, otra parte de
esas visas son para trabajadores con títulos universitarios de postgrado
(maestrías y doctorados) obtenidos en los Estados Unidos. Según un informe del
Departamento de Seguridad Nacional titulado las "Características de los
trabajadores con especialidad H-1B", en 2014 se otorgaron un total de 315.857
visas H-1B, pero éstas incluían no sólo las visas para empleos nuevos de
extranjeros provenientes del exterior (68.390) y las que ya están dentro de
EE.UU. (55.936), sino también las visas que se renovaron de un año al otro.
En el año 2016 el
gobierno de los Estados Unidos concedió 65.000 visas H-1B. Estos trabajadores son los mejor remunerados como recoge un informe del año 2014 emitido por la
Oficina para la Certificación de Empleados Extranjeros y recopiladas por Find The Data.
Fuente:Inmigration Policy Center
Según el mismo, Facebook y Twitter pagaron a sus ingenieros un promedio 130.000 $ al año, Google por su parte les pagó cerca de 125.000 $, Evernote, 123.600 $ y Apple, 120.000 $. De las compañías de Silicon Valley, Box fue la que más pagó, con un sueldo anual promedio de 145.000 $. En algunos casos esta H-1B es un paso previo a la obtención de la tan deseada “Green Card”, tarjeta permanente de residente, cuando uno la obtiene puede vivir y trabajar permanentemente en dicho país. Un ejemplo de lo importante que ha sido esta fuente de conocimiento para las principales tecnológicas norteamericanas son las siguientes cifras que resumo a continuación:
Fuente:Inmigration Policy Center
Según el mismo, Facebook y Twitter pagaron a sus ingenieros un promedio 130.000 $ al año, Google por su parte les pagó cerca de 125.000 $, Evernote, 123.600 $ y Apple, 120.000 $. De las compañías de Silicon Valley, Box fue la que más pagó, con un sueldo anual promedio de 145.000 $. En algunos casos esta H-1B es un paso previo a la obtención de la tan deseada “Green Card”, tarjeta permanente de residente, cuando uno la obtiene puede vivir y trabajar permanentemente en dicho país. Un ejemplo de lo importante que ha sido esta fuente de conocimiento para las principales tecnológicas norteamericanas son las siguientes cifras que resumo a continuación:
- Google ha presentado 12.010 solicitudes de condiciones de trabajo para visas H1B y 4.207 certificaciones de mano de obra para la "green card" desde el año fiscal 2014 hasta 2016.
- Microsoft ha presentado 13.354 solicitudes de condiciones de trabajo para visas H1B y 7.147 certificaciones de mano de obra para la "green card" desde el año fiscal 2014 hasta 2016.
- Amazon ha presentado 6.395 solicitudes de condición laboral para visas H1B y 3.076 certificaciones de mano de obra para la "green card" desde el año fiscal 2014 hasta 2016.
- Apple ha presentado 4.639 solicitudes de condiciones de trabajo para la visa H1B y 2.096 certificaciones de mano de obra para la "green card" desde el año fiscal 2014 hasta 2016.
- Intel ha presentado 5.847 solicitudes de condiciones de trabajo para visas H1B y 5.196 certificaciones de mano de obra para la "green card" desde el año fiscal 2014 hasta 2016.
- Facebook ha presentado 2.959 solicitudes de condiciones de trabajo para visas H1B y 1.407 certificaciones de mano de obra para la "green card" desde el año fiscal 2014 hasta 2016.
- Qualcomm ha presentado 4.072 solicitudes de condiciones de trabajo para visas H1B y 1.678 certificaciones de mano de obra para la "green card" desde el año fiscal 2014 hasta 2016.
- Paypal ha presentado 1.981 solicitudes de condiciones de trabajo para la visa H1B y 673 certificaciones de mano de obra para la "geen card" desde el año fiscal 2014 hasta 2016.
- Cisco ha presentado 1.717 solicitudes de condiciones de trabajo para visas H1B y 2.176 certificaciones laborales para la "green card" desde el año fiscal 2014 hasta 2016.
Otro
aspecto no menos importante es que más
de la mitad de startups (unicornios) con un valor de más de 1.000 millones de
dólares han sido fundadas o tenían un inmigrante entre sus fundadores, según un
estudio de la National Foundation for American Policy. Compañías como Uber, Palantir o Espace X son ejemplo de ello. Pero aparte de esto, existen altos
directivos al frente de importantísimas compañías tecnológicas como el CEO de Google (Sundar Pichai), Microsoft
(Satya Nadella) o Alphabet (Sergey Brin) provienen de India y Rusia. Otros nombres como la CEO de Oracle, Safra Catz es de origen israelí, o a Shantanu Narayen, otro indio que ostenta el cargo de CEO de Adobe. Las agencias de noticias como Bloomberg ya han
avanzado que dicha administración endurecerá todavía mucho más el acceso a la
H-1B. La contratación de extranjeros cualificados a través de estas visas ha
sido una pieza clave para el extraordinario desarrollo tecnológico que tiene
actualmente Estados Unidos, Silicon Valley es el claro ejemplo de lo
que digo. En la actualidad, el máximo de H-1B que se otorgan al año es de
65.000 y solo se tienen tres meses al año para solicitarlas. Las restricciones
a estas visas han aumentado en los últimos mandatos presidenciales, primero con
Bush y luego con Obama, pero ahora Trump pretende reducirlas a la mínima excepción.
Ante la alarma generada por esta situación, algunas compañías tecnológicas han
tenido que recurrir a fletar aviones para repatriar a empleados que tenían
nacionalidad de alguno de los siete países afectados, ya que se encontraban en el
extranjero.
Los principales ocho cluster de innovación a nivel
mundial según el Massachusetts Institute of Technology (MIT) en el 2016, son http://bit.ly/2kONZAj;
- Sillicon Valley (San Francisco, USA). Tiene una industria de capital de riesgo cercana a los 11,2 billones de dólares, con empresas ícono como Google y Apple y donde el 64% de quienes ahí trabajan son extranjeros.
- Boston (USA). Tiene venture capital que asciende a 3,6 billones de dólares, un entorno académico inigualable con 85 colleges y universidades y donde se han creado la mayoría de las compañías biomédicas de Estados Unidos.
- Tech City London (Reino Unido). En este cluster se han desarrollado importantes firmas, como Techstars y Last.fm, este ecosistema alberga más de 140 compañías tecnológicas.
- Paris Saclay (Francia). Este centro que se comenzó a construir este año con fondos del gobierno que ascienden a 3,5 billones dólares, destaca por reunir a gigantes como Siemens y EADS en unos campus donde se fusionaron seis destacadas escuelas de ingeniería.
- Israel. En este pequeño país se han creado destacados emprendimientos como Waze y Teva, en un ecosistema que reúne capital riesgo por 1 billón de dólares, donde trabajan más de 230.000 personas y exporta cerca de 25.000 millones de dólares en estas nuevas tecnologías.
- Skolkovo Innovation City (Moscú, Rusia). Con una financiación del estado de 2.500 millones de dólares, este espacio de 362 hectáreas, creado el año 2010, alberga a empresas como IBM y Rusnano y cuenta con el respaldo del MIT.
- Bangalore (India). Alberga destacadas empresas como Infosis, Make my Trip y Wipro. Destaca por tener una reconocida fuerza de trabajo talentosa y muy educada.
- Beijing (China). Este centro cuenta con capital riesgo cercano a los US$ 1.4,billones de dólares, alberga más de 70 colleges y universidades, 14,5 millones de activos usuarios de internet y tiene entre sus empresas más destacadas a Lenovo y Baidu.
Todo
parece indicar que la política de esta nueva administración norteamericana será
la de endurecer el acceso a la H-1B por parte de ciudadanos de otras
nacionalidades, se abre pues una oportunidad de oro para el desarrollo de otros
polos tecnológicos fuera de Estados Unidos. Europa, ni puede
ni debe perder dicho capital humano, las compañías del viejo continente tienen
una oportunidad fantástica para aumentar su competitividad y lograr un
desarrollo en áreas que serán críticas en un futuro no muy lejano.
Europa necesita desarrollar y aglutinar sus centros tecnológicos como sucede en
Estados Unidos con Boston y Silicon
Valley, las personas con dicho conocimiento científico vienen mayoritariamente
sin ninguna mochila, no como los científicos alemanes que capto Estados
Unidos al acabar la II Guerra Mundial. Así pues, hace falta altura de miras y
ponerse a trabajar en post de ese objetivo tan ambicioso como es el desarrollo
de una comunidad científica multirracial europea. Recursos, oportunidades y
estabilidad personal tienen que ser las palancas que muevan a que
dichos “cerebros” a regresar en muchos casos a la “vieja Europa”. Los
directivos de las principales compañías y los políticos de turno tienen que abrir
ese espacio que permita a Europa ser una referencia en los avances
tecnológicos.
Ya
lo dijo Bertrand Russell: “Los científicos se
esfuerzan por hacer posible lo imposible. Los políticos por hacer lo posible
imposible”.
Ni de casualidad. En primer lugar dudo que efectivamente las restricciones se apliquen a este tipo de emigrantes que aportan valores añadidos al desarrollo económico de EEUU en los propios EEUU.
ResponderEliminarY en segundo lugar no se trata solo de atraer el capital humano, se trata de crear las circunstancias para que las empresas funcionen, para que los trabajadores altamente cualificados se vean socialmente recompensados y eso en la Europa de la UE, de las limitaciones a los sueldos, de la voracidad fiscal, de las empresas que son los malos de la película, del igulitarismo y lo políticamente correcto es imposible.