El 4 de diciembre de 1956, en los estudios de Sun Records se encontraban Carl Perkins, que acababa de triunfar con “Blue
Suede Shoes”, se disponía a grabar algunos temas junto a sus hermanos y
un batería. Al propietario de Sun
Records, Sam Phillips, se le
había ocurrido llamar a un desconocido pianista, que tambien cantaba- para
unirse a Perkins en las grabaciones,
era Jerry Lee Lewis. Elvis Presley había formado parte de Sun Records, pero en aquel tiempo
formaba parte del sello RCA. Ese día pasaba por su antiguo estudio, entonces ya
era un cantante con reconocimiento debido a varios éxitos.
Elvis saludo al a Sam Phillips en los controles de sonido y se quedó a escuchar lo que
había grabado Perkins. Después paso a
la sala de grabación y comenzaron una jam
session (sesión improvisada) junto a Carl
Perkins y Jerry Lee Lewis. La
imagen fue sensacional para la historia musical, tres mitos del
Rock and Roll tocando juntos por pura diversión. Cuando llevaban un
rato tocando apareció por el sello discográfico Johnny Cash, y se unió a ellos. Fue un momento único el poder ver y
oir a cuatro figuras de la musica cantando improvisadamente juntos. Nunca una
entropía y caos produjo tanto placer musical como aquellos privilegiados que
pudieron escuchar su música. Phillips llamó al periódico local para que
inmortalizara aquel histórico momento y al día siguiente un reportero del Memphis Press Scimitar contó todo bajo
el titulo de, “Millon Dollar Quartet”, así se conoce aquel grupo de estrellas
que tocaron una Jam Session épica que quedo para la historia de la música.
En
1850 el físico alemán Rudolf Julius
Emmanuel Clausius (1822-1888) utiliza por primera vez el término entropía
para calificar el grado de desorden de un sistema. Dicho concepto surge del
griego, de em (en - en, sobre, cerca de...) y sqopg (tropêe - mudanza, giro,
alternativa, cambio, evolución...). La segunda ley de la termodinámica dice que
los sistemas aislados tienden al desorden, ya que en ellos la entropía nunca
puede disminuir y como mucho permanecerá constante. Cualquier persona que
afirme que la naturaleza tiende a llevar cosas desde el orden al desorden, y da
uno o dos ejemplos, recibirá el reconocimiento y asentimiento casi universal. Pasar
horas limpiando el escritorio, el sótano, el ático, forma parte de nuestra
experiencia común, y parece que volverá espontáneamente de nuevo al desorden y
al caos ante sus ojos. Así que si usted dice que la entropía es una medida del
desorden, y que la naturaleza tiende a la máxima entropía de cualquier sistema
aislado, entonces usted tiene un conocimiento de las ideas de la segunda ley de
la termodinámica. La evolución espontánea de un sistema aislado se traduce en
un incremento de la entropía. La entropía es una magnitud que nos da el grado
de desorden o caos de un sistema. Cuanto mayor es la
entropía mayor es el desorden y viceversa, fue Henri Poncaire (1854-1912)
el padre de la “Teoría
del Caos”. En 1908 el matemático francés había ensayado con sistemas
matemáticos no lineales, habiendo llegado a ciertas conclusiones que con el
tiempo, fueron un importante antecedente histórico y conceptual de la “Teoría del caos”. A
la pregunta del vaso anteriormente reflejada en la imagen, la contestación es
la siguiente. En un vaso de agua el número de moléculas es astronómico. La
mezcla de trozos de hielo puede parecer más desordenada en comparación con el
vaso de agua que se ve uniforme y homogéneo. Sin embargo, los trozos de
hielo ponen límites a la cantidad de formas en que se pueden disponer las
moléculas. Las moléculas de agua en el vaso de agua se pueden
arreglar de muchas maneras más, tienen mayor “multiplicidad” y por lo tanto,
mayor entropía.
Sin
embargo para el profesor japonés Ikujiro Nonaka:
“cuanto más caos
o fluctuación tenga una compañía dentro de su estructura establecida, mayor es
la probabilidad de tener una actividad intensa de creación de información para
lograr el cambio… El principio paradójico de que un nuevo orden -la
información que constituye su base es provocado por el caos- constituye un
punto de vista que ha sido ignorado en teorías de gestión previas”. Esto
obviamente no sucede en aquellas compañías que tienen
directivos que construyen y relatan realidades ficticias a los empleados que
para nada se parece lo que comunican con lo que está sucediendo internamente
dentro de la compañía. Este ocultamiento de la realidad a los empleados
y demás stakeholders de la compañía no tiene más que un fin, es tratar de perpetuarse en su posición… Pero la realidad y
los kpi´s de gestión son mucho más importantes que sus actos a la hora de
convencer a inversores y accionistas que ponen su dinero en la compañía.
Cuando una compañía hace lo que el gurú de gestión Nonaka nos
aconseja, aprende a transformar la información que se genera en situaciones de “caos” en una oportunidad, extrayendo conclusiones
y tomando la iniciativa de los nuevos “imputs” que se generan. Saber
reaccionar y sacar conclusiones de dichas perturbaciones, puede ser una enorme
ventaja para afrontar los graves efectos que se pueden originar cuando surgen
dichas dificultades. Por lo tanto, los directivos no pueden basar sus
habilidades en sistemas, reglas y procedimientos antiguos, sino que deben de
tener una capacidad de adaptación a lo nuevo de forma continua con el fin de
atrapar las oportunidades que brindan dichos cambios en entornos tan volátiles.
El modelo del “caos” introduce la
idea de que el azar, las condiciones cambiantes y la creatividad pueden
introducirse en cualquier momento en un sistema complejo y alterar su curso. Es
por todo esto, que las compañías tienen la posibilidad de anticiparse y responder al
cambio, modulando
el mismo y reconduciéndolo en el momento en que aparece. El
Centro Americano para la Calidad y Productividad (APQC) define la gerencia
del conocimiento como las estrategias y procesos que identifican, capturan y
apalancan el conocimiento, para alcanzar la competitividad. Para Martenssen
(2000) (en Begbie et al, 2002), considera que el conocimiento es desordenado y
auto-organizado, es buscado por la comunidad y propagado con el lenguaje, es
resbaladizo y holgado, se experimenta pero no siempre se cultiva, es un
fenómeno social que evoluciona orgánicamente de múltiples modos y dimensiones.
Pero no es un
valor a menos que sea puesto en uso.
Las empresas que han
entendido esta nueva forma de conocimiento se han distinguido por; su capacidad
para responder rápidamente a los clientes, de abrir nuevos mercados, de
desarrollar rápidamente nuevos productos y de dominar las nuevas tecnologías.
Un ejemplo de esto último lo estamos viendo con los GAFA (Google, Appel, Facebook
y Amazon), ayer todavía se publicaba un artículo en prensa donde se pone en
valor dicho conocimiento con crecimiento de ingresos y de valor de las
compañías http://bit.ly/2pV6hkI
Las acciones de la empresa de la manzana alcanzaron un nuevo máximo
histórico, acercándose a la cota de los 154 dólares. Al
superar la cota de los 153 dólares, la capitalización bursátil de Apple ha
superado por primera vez la cota de los
800.000 millones de dólares. Un hito que nunca antes había sido alcanzado
por ninguna empresa. La empresa dispone de un total de 256.800 millones de dólares en su tesorería para efectuar
compras. Según City
Research en su lista de compras posibles han
identificado a siete potenciales objetivos. Tres compañías relacionadas con los
medios: Netflix, Disney y Hulo. Tres desarrolladores de videojuegos: Activision, Electronic Arts y Take-Two. Y por Por último señala también al fabricante
de coches eléctricos Tesla al que, por cierto, ya se acercó hace años http://bit.ly/2pYZgje
El resto de los GAFA tienen el siguiente
valor bursátil, Alphabet matriz de
Google tiene una capitalización bursátil de 652.000 millones de dólares, Amazon
vale 451.000 millones, y Facebook 436.000 millones.
Para Nonaka la piedra
angular del enfoque japonés reside en aceptar que la creación de nuevo
conocimiento no es simplemente una
cuestión de “procesar” una información objetiva. Es más bien saber aprovechar
las tácitas y a menudo muy subjetivas percepciones, intuiciones y corazonadas
de los empleados, y luego poner esas ideas a disposición de toda la empresa
para ser probadas y utilizadas. La clave de todo el proceso está en el
compromiso personal del empleado, en el sentido de identificación con la empresa, y de su
misión, que mantienen los empleados. Para movilizar ese compromiso y lograr
materializar ese conocimiento tácito en productos y tecnologías reales, se
necesitan directivos que sepan manejar con igual facilidad símbolos e imágenes
así como las secas cifras empleadas para evaluar la cuota de mercado, la
productividad o la rentabilidad de las ventas.
La compañía que genera valor, tiene equipos que
desempeñan un papel crítico con lo que hacen y perciben de sus mandos y
directivos, esta relación de confianza mutua proporciona un contexto donde
las personas pueden interactuar unas con otras y establecer esa clase de
diálogo constante que hace posible una reflexión eficaz. Se necesita desterrar la sumisión, pleitesía
y servilismo que existen en determinadas compañías donde ante el temor de
represalias la gente entra en un silencio que se vuelve complicidad cuando la
compañía va al desastre. Obsérvese que este dialogo abierto y libre en las
discusiones genera nuevos puntos de vista, que enriquecen la propuesta final a
la que lleguen los equipos en su toma de decisiones. Más allá de los posibles
conflictos que genera dicha situación, los empleados se atreven a poner en
valor sus ideas y propuestas con el fin de buscar la mejora continua a través
de sus propias experiencias. Los directivos deben de ser los grandes patrocinadores
de dicha situación, promover que los
empleados reexaminen todo aquello que hacen.
Para terminar este post, decir
que quien gestiona bien la entropía directiva puede salir fortalecido de la
misma, con la lección aprendida y con un montón de oportunidades para crecer y
crear nuevos escenarios donde la compañía siga avanzando. Aquellos que no
aprenden de dicho desorden (entropía) terminan convirtiendo a la compañía o
división que lideran allí donde compiten en irrelevante, con la consiguiente pérdida para sus
diferentes stakeholders. En esta situación no podemos decir lo que
decía al principio de este post con el “Millon Dollar Quartet” (el cuarteto del millón de pavos), aquí lo
único que cabe decir es que la mezquindad y el desastre se ha apoderado de
dicha compañía.
Ya lo dijo Ikujiro
Nonaka: “En los negocios hay demasiado análisis y
un temor compartido: enfrentar la realidad.”
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