La
compañía de telecomunicaciones Global Crossing (GC)
decidió acogerse el día 28 de enero del año 2002 al capítulo 11 de la Ley de
Quiebras de los Estados Unidos. La decisión, que en la práctica
supone suspender pagos y quedar bajo protección judicial, permitió a la
compañía reorganizarse con el apoyo de nuevos socios que aportaron 750 millones
de dólares. La compañía con sede en Bermudas se
declaró en suspensión de pagos con un pasivo de 12.400 millones de
dólares y activos por 22.400 millones de dólares. Las acciones de GC llegaron a
rondar los 5 centavos, cuando en 1999 había que pagar más de 60 dólares
por adquirir un título. En esos tiempos de bonanza, el fundador de
la compañía, Gary Winnick,
se embolsó 730 millones de
dólares vendiendo acciones de GC. El expediente de Global Crossing
es el cuarto, por volumen, de la historia de Estados Unidos. Global Crossing
fue una compañía emergente en el mercado de las telecomunicaciones americano
que se acogió a la ley de quiebras por el elevado peso de su deuda, un pasivo que la
compañía había acumulado en su carrera por crear una red que conectase a 200
ciudades en 27 países. La compañía se vio afectada, principalmente,
por la caída de la demanda, el descenso de precios para las redes de alta
velocidad, y particularmente, en las rutas submarinas.
Hace meses que vengo advirtiendo
en este blog del problema tan grave que significa para las operadoras disponer
de amplios despliegues de redes de fibra óptica ultra rápidas (FTTH), sin ocupación.
En concreto, el 15 de mayo de este año publique el post titulado: RESULTADOS
1º TRIMESTRE 2018 SECTOR TELCO, ANÁLISIS PRINCIPALES OPERADORAS . En el
mismo, se alertaba sobre la amplia oferta que existe en el mercado español de
dichas redes de fibra óptica y la baja ocupación que tiene en nuestro país al
término del primer trimestre del 2018. En
concreto, en dicho trimestre el despliegue de
los cuatro principales operadores suma un total de 45,9 millones de unidades
inmobiliarias cubiertas al finalizar el primer trimestre del 2018, como se
puede ver en el siguiente cuadro. Sin embargo,
el grado de ocupación de los tres principales players, Telefónica, Vodafone y
Orange alcanzan un total de 8,6785 millones de conexiones en servicio. Esto
hace que en conjunto los tres principales operadores tengan un grado de ocupación
en su conjunto del 20,56%. Si observamos individualmente cada una de las
operadoras, la ocupación varía, por ejemplo; Telefónica tiene una ocupación al
finalizar el primer trimestre del 2018 del 18,02%, Orange del 19,9% y Vodafone
del 26,21%.
España en el último decenio ha logrado
convertirse en un ejemplo en cuanto a los despliegues de redes FTTH.
Dichos despliegues por las tres
principales operadoras, Telefónica, Orange y
Vodafone han permitido situar a España como una referencia a nivel
mundial, solamente por detrás de Japón y Corea del Sur. Por las
últimas cifras facilitadas por del regulador, la Comisión Nacional de los
Mercados y la Competencia (CNMC), sabemos que casi 7 de cada 10 líneas de banda ancha tienen más de 30 Mbps develocidad en España. En
España tenemos la red de fibra hasta el hogar (FTTH) más grande de Europa.
Telefónica roza los 20 millones de hogares
cableados, Orange cuenta con
12,2 millones de hogares cableados, Vodafone
tiene algo más de 10 millones y MasMóvil
trabaja a contrarreloj por cerrar el año con 5,1 millones. Sin embargo,
a la vez que se producían dichos despliegues de redes (FTTH), los
ingresos del principal operador (Telefónica) iban en regresión de forma clara y
continua, desde el final del 2008 hasta el final del 2017, los ingresos cayeron
según las memorias de dicho operador publicadas en su web en 8.185 millones
de euros.
NOTA: los datos publicados del año 2017 estan sacados de la memoria de cada operador publicada en su pagina web, el resto de datos y años tienen como fuente la CNMC.
Una de las cuestiones que relata la noticia de hoy https://bit.ly/2ILxc8L, es el formidable
esfuerzo inversor que se ha llevado a cabo la operadora en el despliegue de
dicha red FTTH, en concreto cifra
el mismo en 15.000 millones de euros. Si tenemos en cuenta, que la ocupación al término del primer trimestre del 2018
es de 3.550.500 millones de accesos de un total de 19,7 millones de accesos
desplegados.
Según la memoria
publicada por el operador en el primer trimestre del 2018, Telefónica tiene un uptake de clientes conectados a dicha red de fibra del
23% (18% minorista y 5% mayorista). Lo cual significa que solo 3.450 millones
de dicha inversión está generando retorno por dichos clientes conectados a
dicha red, 11.550 millones de euros están desplegados sin generar ningún ROI
(retorno a la inversión).
La
combinación de dicho despliegue arbitrario, masivo y costoso, con una caída de los ingresos tan pronunciada a
lo largo de estos últimos diez años, ha contribuido de forma decisiva a incrementar
el endeudamiento de los operadores. Esto ha sido y es un factor crítico para lastrar el precio de
las acciones en los mercados bursátiles, así como inversiones de dudosa rentabilidad como
por ejemplo los contenidos del fútbol entre otros. Otro factor no menor que contribuyo de forma decisiva a
la gravedad de la situación actual es el
hecho de poner el foco en el despliegue (cantidad de accesos desplegados) y no en
el retorno a dicha inversión. Una prueba de dicha situación fue la afirmación de forma
constante y reiterada efectuada por directivos de dichas operadoras del mantra,
“España suma más accesos de
fibra óptica que los cuatro mayores países y economías de Europa juntas:
Alemania, Reino Unido, Francia e Italia”. https://bit.ly/2KGaWCc En Europa los despliegues en
dichos grandes países han sido más lentos, atendiendo precisamente a esa variable
de rentabilidad.
https://bit.ly/2IPJCg8
Por otro lado, existe una
vertiente política a la hora de desprenderse o vender este tipo de
infraestructuras a terceros que un operador no puede olvidar, ya que las mismas tienen consideración estratégica
por los gobiernos, al ser la red nerviosa de cualquier sociedad avanzada por la que
discurre una gran parte de la actividad que mueve un país. Una
prueba de esto último lo hemos visto hace unos meses en Italia. El Consejo de Ministros del gobierno italiano
aprobó el 16 de octubre del 2017 un decreto que permite el ejercicio de poderes
extraordinarios por parte del Ejecutivo sobre una empresa privada, en este caso sobre
el grupo de telecomunicaciones TIM, del que la francesa Vivendi posee el 23,94
% de su capital. Esta maniobra, que se denominó en Italia "golden
power", permite al Gobierno ejercer ciertos poderes sobre una
empresa privada si la considera de importancia estratégica para el país. El
ministro de Desarrollo Económico, Carlo Calenda, dijo a los medios de que esta
medida no es ni una intromisión por parte del Gobierno en la empresa privada de
tampoco de ninguna nacionalización, sino que busca ejercer "unos poderes
especiales" que permiten un control preventivo para garantizar la
protección de una empresa que es de interés nacional. La medida prevé la
presencia en el consejo de administración de TIM de una
figura que goce del visto bueno del Gobierno y que proteja "los intereses
esenciales de defensa y seguridad nacional".
Además, tanto el grupo como sus filiales Sparkle y Telsy deben proporcionar al Gobierno "información previa sobre cualquier decisión que pueda reducir o cancelar las capacidades tecnológicas, operativas e industriales en actividades estratégicas". El decreto emitido por el gobierno establece "una serie de medidas de control para asegurar el cumplimiento de las prescripciones y condiciones impuestas".
Para terminar este
post decir qué a diferencia de Enron, cuyas
donaciones beneficiaron sobre todo a los republicanos, Global
repartió muy equitativamente sus donaciones entre los dos grandes partidos. Garry Winnick
jugaba habitualmente al golf con el ex presidente demócrata Bill Clinton.
Pero su principal lugarteniente, Lodwrick Cook,
vicepresidente de Global, era
amigo de los ex presidentes republicanos Ronald Reagan y George Bush.
Tal vez debido a este
buen reparto de favores y relaciones, la quiebra Global revistió, un aspecto
político menos importante que el caso Enron. Por otro lado, comprender las fuentes de la ventaja
competitiva de una compañía es una de las tareas más importantes que tiene
cualquier equipo directivo de una compañía. Desde los años sesenta, el modelo
dominante para analizar la situación estratégica se ha basado en
encontrar la relación entre el análisis del entorno, o externo, y el análisis
interno de las características de la empresa, (Análisis DAFO).
El
análisis externo consiste en identificar las oportunidades y amenazas que el
entorno representa para la compañía. Por su parte, el análisis interno permite
identificar las fortalezas y debilidades de la misma. La tarea de la
dirección es, según este modelo, obtener ventaja competitiva a base de servirse
de las fortalezas de la empresa para responder a las oportunidades del entorno,
neutralizar sus amenazas y evitar las debilidades. Este diagnóstico competitivo
de la empresa se ha basado en el análisis de la estructura del sector. Las
redes de fibra óptica singularizan a las compañías de telecomunicaciones que
las poseen con respecto a los competidores que no las tienen, ya que
proporciona una ventaja competitiva decisiva a la hora de prestar servicios que
solo por dichas redes de alta velocidad pueden discurrir. Como reconoce el
CEO de Telefónica en el siguiente artículo, https://bit.ly/2MJ7i7Z
, "Se ha
ampliado mucho el espectro de competidores, pero el principal valor de una compañía como la nuestra son las redes, ya que cada año aumenta
el volumen de datos que circula en redes un 50% y eso es lo que estamos
construyendo nosotros. Nuestro principal activo son las redes que es lo que da
el servicio al cliente". Por lo tanto, desprenderse de ellas por necesidades bursátiles,
no parece una buena elección, máxime si tenemos en cuenta que lo que es pan
para hoy… Mañana puede ser
hambre atroz.
Ya lo dijo Voltaire: "Quienes creen que el dinero lo hace todo,
terminan haciendo todo por dinero."
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