Como bien es sabido, a los
griegos (de la Antigua Grecia) les gustaba empinar el codo bastante. El poeta Eubulus
creía que existía una dosis perfecta para el vino, y esa era tres cílicas: la
primera, por salud; la segunda, por amor; y la tercera, por placer. Además,
expresaba que era de sabios irse a casa una vez la tercera cílica se hubiera
terminado. De lo contrario, la cuarta, llevaría a la violencia; la quinta, al
escándalo; la sexta, a la embriaguez… y así hasta llegar a la décima, a la que
le atribuye la locura y, ojo aquí, el lanzamiento de muebles.
Hoy se publica en un periódico
digital la siguiente noticia, “Pallete prepara un ajuste salarial en la
alta dirección para ahorrar 250 millones” http://bit.ly/2P6e7UR Según
recoge la noticia, “Según aseguran distintas fuentes, la operadora va a comunicar un
ajuste de costes adicional que afecta al centro corporativo y que finalmente
será el doble del estimado en un principio. El objetivo es ahorrar 250 millones
de euros en altos sueldos en los próximos dos años con el adelgazamiento de la
cúpula directiva tanto en España como en las distintas filiales”. Dicho
plan pretende ser un estímulo a lo que la propia noticia recoge y que si es
verdaderamente importante, “Como el mercado ya da por descontado que
los ingresos y el beneficio operativo o ebitda cayeron ligeramente el pasado
año, sin contar el impacto positivo de la nueva contabilidad de los alquileres,
y que el beneficio se redujo bruscamente cerca de un 45% por los costes de la
última reestructuración de plantilla, los inversores están ya pendientes de
los nuevos objetivos que se ha marcado el consejo de administración para tratar
de animar la alicaída cotización. Dado que los ingresos
podrían seguir reduciéndose en 2020 y 2021 y el ebitda subir tímidamente en los
dos próximos años, según las previsiones del bróker suizo Mirabaud y del
estadounidense Bank of America, la atención de los inversores está centrada
en la ejecución del plan de ventas anunciado a finales de noviembre y de cómo
va a afrontar Telefónica la caída de la facturación”.
Una de las cosas bien
conocida en las grandes empresas del IBEX que algún día fueron públicas, como
Telefónica, Repsol, Endesa, Tabacalera, Indra, etc., es que fueron refugio para
políticos de diferente signo, los cuales al acabar su ciclo en la vida pública
se les acomodaban en el consejo con el fin de que tuviese un retiro económico
dorado. Con el paso de los años dicha situación cambió, y la orientación o
entrada de dichos políticos fue diferente, ejercer de lobby para la compañía
que le contrataba. Célebres fueron las contrataciones de José María Aznar o
Felipe González, para Endesa y Gas Natural. Las eléctricas abonaron dicho campo
y la entrada de políticos en los consejos fue un semillero bien provisto,
indistintamente del hecho de que el precio de la luz en España fuese de los más
caros de Europa. En el caso de la operadora tampoco hubo una excepción, en la
actualidad todavía en su consejo existe alguna persona con vinculaciones
pasadas con la política (PSOE), donde fue el secretario de juventudes socialistas,
lleva más de 12 años en el consejo. En el año 2018, últimos estados financieros
consolidados publicados, la retribución percibida por dicho consejero alcanzó
la cifra de 279.800 euros.
Los excesos de estructura
jerárquica vienen siendo un mal endémico en dichas compañías que algún día
fueron monopolio, en esta no debería ser tanto si tenemos en cuenta que en los últimos
25 años ha aligerado el peso de la plantilla en más de 50.000 personas. Lo
importante de la noticia, es que el ajuste que ahora se propone viene no tanto
por el sobredimensionamiento de dicha estructura como por el hecho de que los
ingresos en los próximos ejercicios se verán mermados como recoge la noticia.
Una de las cosas que vengo hace tiempo repitiendo machaconamente es que el peso
de la I+D en la compañía es simbólico con respecto a la facturación, no
llega al 2%. Esto actúa como un cuello de botella de
cara a los futuros ingresos, ya que no se abren nuevas vías de negocio por
donde la compañía pueda compensar los ingresos que percibe por negocios maduros
donde existe una competencia feroz, y que año tras año se observa que cada vez
ingresan menos. Otra cuestión que también hay que resaltar es que
el mercado español de las telecomunicaciones se ha segmentado en dos clases de
clientes, el cliente de alto poder adquisitivo y el cliente de medio-bajo poder
adquisitivo. En el nicho de alto poder adquisitivo entrarían los servicios de
más valor añadido como son por ejemplo la TV o el video bajo demanda con los
normales como pueden ser la telefonía fija y móvil e Internet en ambos casos. En
los de medio y bajo valor solo entrarían estos últimos. La televisión de pago en
España en él 2019, explotada tanto por telecos como por plataformas OTTs, alcanzó
su récord de abonados en los nueve primeros meses del año, con 6,9 millones de contratos.
Se trata de una mejora del 1,9% respecto al cierre de 2018 y ayuda a entender
el aumento de los ingresos de estas compañías, que alcanzaron 1.673,17 millones
de euros en los primeros nueve meses del ejercicio, un 4% más interanual.
Movistar+
se mantiene líder del mercado pese a tener estancada su base de clientes en 4,0885
millones de accesos. En los nueve primeros meses del 2019 facturó 1.308,8 millones de
euros, un 4,8% más. Sin embargo, los márgenes no son
muy grandes si tenemos en cuenta que solo por los contenidos del fútbol debe de
pagar al año unos 1.300 millones de euros al año. Así pues, este no será el
segmento que pueda compensar la caída de ingresos que se esta produciendo en
los segmentos "core" de la conectividad del fijo y móvil. La cifra de portabilidad de enero
de este año no anticipa nada bueno para Telefónica, los más de 53.000 accesos
perdidos en enero son un mal comienzo. Telefónica tiene el problema de que no
está compitiendo con el sentir y la necesidad del cliente, el cual ve
incrementada su factura sin servicios solicitados por el mismo, agravando las
cifras de portabilidad. El cliente no sé fija tanto en el valor agregado y si en
el precio que paga por el servicio.
Un dato curioso de la noticia
es qué si bien los dos brókeres, el suizo Mirabaud y del estadounidense Bank
of America, prevén dicha caída en los ingresos para los dos próximos años,
pronostican
también un ligero aumento del EBITDA (beneficio de una empresa obtenido antes de restar los gastos
financieros). La pregunta a la cuestión fundamental es, ¿de dónde vendrá ese ligero incremento de EBITDA? La respuesta parece clara, no tanto de unos
mayores ingresos por el negocio y los nuevos negocios puestos en marcha, y si por
un mayor ajuste en los gastos. Lo cual deja a la compañía en un escenario para
el cual durante estos últimos años ha navegado con suerte más bien escasa,
si tenemos en cuenta, por ejemplo, en
el año 2010 ingreso un total de 18.711 millones de euros y sin embargo este último
año (nueve primeros meses del 2019 y último trimestre del 2018) su ingreso
alcanzó 12.754 millones de euros, una pérdida de 5.957 millones de euros en
ingresos. Preparada para competir en ese escenario de océano rojo no parece
que este mucho, sin embargo, los hechos y apuestas realizadas en estos últimos años en la gestión, han
llevado a que ahora el actual equipo directivo tome medidas cuando menos
traumáticas.
Para terminar el post,
recurriré al refranero, “A río revuelto, ganancia de pescadores”. Revuelto
está el mercado de las telecomunicaciones español, existen un cúmulo de
circunstancias que han situado a algunos players fuera del mercado, esto les
esta obligando a tomar medidas defensivas que no garantizan su futuro, ya que
para garantizar el mismo se necesitan crear nuevos escenarios donde la competencia
no pueda llegar…Y eso desgraciadamente no está al alcance de los directivos
actuales salvo que como al principio quieran evadirse bebiendo cílicas.
Ya lo dijo Tom
Peters: “Esta es una era propicia para
quienes rompen las reglas, para quienes imaginan lo que hasta ahora ha sido
imposible.”
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