Siempre se ha dicho que la prisa no es una buena consejera para cualquier ámbito de la vida, en el mundo empresarial sucede lo mismo. Dicen que un 40% de las decisiones que toma una persona a lo largo del día no son meditadas, sino simples rutinas que el cerebro repite de forma inconsciente. Hace unos años, el periodista del The New York Times, Charles Duhigg, publicó un libro en el que explicaba que los hábitos son tan poderosos que consiguen que el cerebro se aferre a ellos y excluya todo lo demás, incluido el sentido común. Ello explicaría, en parte, que tantas personas tropecemos una y otra vez en la misma piedra. Esta misma realidad es la que sucede en el mundo empresarial, en las compañías se toman decisiones algunas veces marcadas por acontecimientos o hechos que a veces son ajenos al negocio o gestión de la propia compañía. Los comportamientos, el modo en que se toman las decisiones, se convierten en hábitos que en dicho mundo son moneda común para los directivos. Hay situaciones que obligan o condicionan algunas decisiones empresariales, sin embargo, otras veces no tienen entendimiento o comprensión por aquellos que las perciben. La burocracia en el mundo empresarial, no solo crece por una mayor complejidad, sino también por una menor confianza y generosidad. Se crean compartimientos estancos, en los cuales se elude la responsabilidad que uno tiene que asumir cuando hay algo que cae en la frontera de nuestro alcance. Los factores externos o ajenos, son en la mayoría de los casos los que motivan el cambio. Esta situación, motiva primero una fase de confusión en aquel que la percibe y no entiende, hasta que es asimilada como una rutina. Solo la reflexión del individuo, acaba venciendo al miedo y el desconocimiento, algunos directivos en tiempos de cambio político se ven en el centro de un “cisne negro” cuando empiezan los cambios, todo ello lo que nos revela es la extrema fragilidad que atesoran los mismos.
Estas últimas semanas, la prensa recogía las siguiente noticias, el 2 de julio, “Telefónica renueva hasta 2024 por un 15% menos para seguir emitiendo Champions y Europa League” https://bit.ly/3m4P9UI , el 7 de septiembre, “Telefónica apura la negociación para la compra de Oi antes de una junta decisiva del día 8”, https://bit.ly/2F4lkmL, el 9 de septiembre, “Ezentis renueva su contrato de mantenimiento de telecomunicaciones con Telefónica Brasil”, https://bit.ly/2F6cPrn, el 25 de agosto, “Telefónica Tech compra la consultora de ciberseguridad Govertis” https://bit.ly/3k2v4fQ , el 9 de septiembre ,“Telefónica compra una firma de formación en ciberseguridad y refuerza su filial 'Tech” https://bit.ly/3k2v4fQ , el 8 de septiembre, “Liberty y Telefónica inician las recapitalizaciones previas para la fusión de Virgin y O2” https://bit.ly/2Zmd2gC Todos ellas, son noticias en las cuales la compañía asume obligaciones , en un momento en el cual uno de sus principales accionistas dominicales, La Caixa, ha entrado en un proceso de fusión sobre el que saldrá un nuevo equipo directivo para tomar las decisiones en la nueva compañía. Las participaciones industriales que se pueden ver afectadas por la nueva compañía que surja de dicha fusión, serán entre otras las de CaixaBank: Telefónica (4,8%) más la participación de (1,23%) de Criteria Caixa, Naturgy (25%), Cellnex (5%) https://bit.ly/2FdHToZ
Son diversos los motivos y causas que han llevado a la operadora al sitio en que se encuentra actualmente, la irrelevancia. Una de las cuestiones que quizás cueste más entender a la sociedad es el silencio que accionistas relevantes como son los dominicales, La Caixa y BBVA. Estos, han permanecido en silencio pese a las minusvalías milmillonarias que tienen en sus participaciones con el actual equipo directivo. De hecho, en una presentación con analistas el BBVA reconoce que cada 10% que cae la acción de Telefónica le cuesta al banco 2,6 puntos básicos en su ratio de capital de máxima calidad (CET1), que se situó en junio en el 11,22%. En poco más de tres años, la entidad vasca, se ha dejado 2.000 millones de euros de valor por su participación en Telefónica. Por lo que respecta a La Caixa, el valor de su participación se ha ido deteriorando en los últimos años ante las caídas de la empresa presidida por José María Álvarez-Pallete en bolsa. El 5% en Telefónica tenía un valor en los balances de CaixaBank de casi 5.000 millones hace algo más de 10 años, frente a los 1.103 millones al que ha quedado reflejado en junio de este año https://bit.ly/3fyHyt9
En todo relevo de un equipo directivo, es fundamental que el equipo saliente deje lo menos hipotecada posible el margen de maniobra del equipo directivo entrante, para que el mismo tenga margen de maniobra para implantar la estrategia que definan. El único fin de dicha razón, es permitir variar el rumbo sí el mismo se comprueba errático como bien parece en este caso si observamos la cotización bursátil. En algunas decisiones adoptadas como por ejemplo en la renovación del fútbol, la prisa no parece justificada si tenemos en cuenta que la temporada que está a punto de empezar estaba dentro de lo contratado anterior. Este es un contrato de varios miles de millones de euros, en un momento en que España se encuentra en medio de una pandemia que hace más necesario que nunca acelerar la digitalización en busca de la salida de la crisis. Esta es una de las palancas clave, tanto para el Gobierno de España como para la Comisión Europea. Los recursos de dicho contrato, por ejemplo, si se dedicasen a dicha finalidad permitiría desplegar los 6.000.000 millones de accesos de fibra que faltan para que las nuevas redes de fibra lleguen al 100% del territorio español. El coste de dicho despliegue sería de unos 1.500 millones de euros y todavía sobraría dinero. El fin último de la optimización de recursos, es priorizar aquellas cuestiones que tienen, como es este caso, un alto impacto sobre las necesidades de la sociedad en la cual obtiene los ingresos.
En el momento actual, el Gobierno ha lanzado hace unas semanas el plan “España Digital 2025”, el mismo movilizará 140.000 millones de euros en los próximos cinco años. En los tres primeros, hasta que finalice la legislatura movilizará al menos 70.000 millones de euros, de los que 50.000 provendrán del sector privado https://bit.ly/3m7er4E Esta son líneas claras y definidas de aquello que conduce a la salida de la crisis, en la que está inmersa la economía española. Todo equipo directivo pendiente de confirmar, debería darse por aludido de dichas necesidades, todo ello… Redundaría en beneficio de aquellos que lo necesitan, los ciudadanos.
Ya lo dijo Alexander Pope: “Algunas personas nunca aprenden nada, porque todo lo comprenden demasiado pronto.”
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