“A toda acción le corresponde una reacción igual, pero de sentido contrario”, así redactó el gran Isaac Newton su tercera ley sobre el comportamiento mecánico en física. Para tratar este principio del movimiento hubo de observar que siempre que un cuerpo presiona en otro, éste segundo tiende a comportarse invariablemente en respuesta a esa presión con una reacción claramente perceptible en sus movimientos y que, medida de algún modo, equivale a la presión sufrida. Hasta aquí el recuerdo del estudio de dicha ley en los estudios que uno recibió. Lo que importa fundamentalmente de este principio es que, debido a su universalidad, se puede extender dicho principio a realidades que no son estrictamente físicas, sino que pueden ser también extensibles al campo de las relaciones humanas, la política o la economía. Esta situación, tiene también valor interpretativo en contextos inmateriales como puede ser por ejemplo la acción política. Particularmente, en la situación política española actual, la izquierda sufre una acción de presión que de manera natural debe desembocar en una reacción igual (o superior por acumulación de años de sobrepresión neoliberal) debida a gobiernos de dicha ideología política. La pandemia del Covid-19 ha sacado a flote debilidades estructurales en la sociedad española producidas por años de excesos en la gestión y administración de los bienes o servicios de una forma completamente contraria a los intereses de los ciudadanos de este país. Como consecuencia de ello, la pandemia a golpeado la salud, la economía y la vida misma de los ciudadanos, sin que por ello se haya conseguido aunar los esfuerzos de una clase política (principalmente los partidos del arco de la derecha) que anteponen su interés particular a la demanda y necesidad extrema que padecen multitud de ciudadanos. Ahora bien, frente al oscuro relato descrito anteriormente, la tercera Ley de Newton tambien trasmite un cierto positivismo, porque aun sabiendo de lo que ocurre en la naturaleza y en los fenomenos inmateriales como pueden ser los fenómenos económicos o políticos, los mismos tendran una respuesta proporcional a dicha presión. El Gobierno actual, tiene ahora mismo una oportunidad histórica para cambiar con su proceso de reconstruccion de la economía, un capitalismo sin alma de años anteriores como por ejemplo sucedió en la crisis del año 2008. Para volver a ser la voz y la propuesta de quienes han sufrido un sistema marcado por la injusticia y la desigualdad, el Gobierno tiene que ofrecer un nuevo sistema donde primen las personas por encima de cualquier variable.
Ayer se celebró en la Casa de América de Madrid, un evento económico con el que se ponía en marcha un curso político, que no dejará de estar salpicado de procesos y decisiones difíciles en el ámbito económico. Las mismas tienen que marcar la pauta hacia una reconstrucción que sirva para sacar a la sociedad española del agujero en el que está inmersa. De tal evento, ayer escribí un post para relatar lo sucedido en el mismo y porque la digitalización es la piedra angular sobre la que deben pivotar multitud de sectores económicos con el fin de agilizar dicha salida https://bit.ly/3jxBKm8 También vimos algunos de los corrillos formados por los diferentes asistentes al evento y una imagen que ha circulado por las redacciones de los diferentes medios de comunicación ha sido la imagen de la charla que tuvieron el presidente y vicepresidente de Telefónica con el Presidente del Gobierno https://bit.ly/2YUR8RL Lo que hablaron obviamente no lo conocemos, sin embargo, lo que si sabemos es lo anunciado hoy por el presidente de la operadora después de la asistencia a dicho evento, “Telefónica 'enciende' el 5G y el 75% de la población tendrá cobertura este año” https://bit.ly/2QMtQcd Telefónica ha anunciado el encendido de su red 5G en España, que permitirá que el 75% de la población española pueda acceder a esta tecnología antes de que acabe el presente año. La operadora lanzará una oferta tanto para clientes particulares como para empresas, apuesta por la multitud de beneficios transversales, directos e indirectos, que el 5G trae para sectores clave como el transporte, el turismo, la energía, la automoción o la salud. "Con el 5G todo sucede en un milisegundo. Un milisegundo es lo que hace posible una cirugía remota, el coche autónomo, la gestión inteligente de los recursos energéticos y de las ciudades, o el entretenimiento más avanzado. Un milisegundo es mucho más que un nuevo tiempo de respuesta. Es la respuesta de Telefónica a los nuevos tiempos. Es el compromiso de Telefónica con el futuro del país", ha concluido José María Álvarez-Pallete.
Ante dicho anuncio, hay que hacer una serie de puntualizaciones para entender el mismo y los números que se manejan en dicho despliegue por los diferentes actores para ver su viavilidad. El 23 de junio de este año, el presidente de Vodafone compareció en la cumbre organizada de la CEOE celebrada en la Moncloa, en la misma, Antonio Coimbra afirmó que en España actualmente solo está conectado el 60% de la población a redes de nueva generación, pero aseguró ser factible que en dos años el 100% de los hogares y las empresas del país esté conectado con redes de nueva generación que ofrezcan una velocidad como mínimo de 1Gbps. Para conectar dichos ciudadanos, unos 6.000.000, en redes de fibra óptica (FTTH), hacen falta unos 1.500 millones de euros. Asimismo, ha señaló que otro objetivo para impulsar la recuperación del país es que el 4G llegue al 100% de la población y las carreteras, lo que tendría un coste de 250 millones de euros para una velocidad de 100 Mbps. Asimismo, abogó por preparar las infraestructuras para el futuro con el despliegue del 5G, que requerirá un esfuerzo inversor "hercúleo", que ha cifrado en unos 5.000 millones de euros, que podrían ascender a 10.000 millones de euros para impulsar casos de uso como el coche conectado o servicios más avanzados. https://bit.ly/2OPm00p , https://bit.ly/2GeaudP
La primera cuestión relevante de dicho anuncio es el montante económico de dicho proyecto de despliegue, hablamos de miles de millones de euros. En los últimos resultados presentados por Telefónica en la presentación del primer semestre del año 2020, se publicó en la memoria que la operadora tenía una sólida posición de liquidez de 24.000 millones de €, siendo la liquidez de 10.000 millones de €. La deuda financiera neta ex arrendamientos fue de 37.201 millones de euros. Parece pues que el activo liquido de la compañía no es suficiente para un despliegue de una tecnología que necesita una cantidad de recursos que uno solo no puede realizar salvo… Que el Gobierno apoye dicho anuncio con el fondo Next Generation EU de 140.000 millones de euros. Pero si es con el dinero de ese fondo, ¿qué sentido tiene que lo anuncie el presidente de una compañía que necesita el dinero de un tercero como es el Gobierno?, ¿Acaso el Gobierno no debiera anunciar dicho hecho en compañía de Telefónica? Por si había alguna duda al respecto, el 27 de agosto el diario El País publicó un editorial cuyo título era “Digitalización hipotecada” https://bit.ly/3bci83V En el mismo, se decía lo siguiente: “ El presidente del Gobierno anunciaba el 23 de julio la agenda España Digital 2025, mediante la cual el Ejecutivo pretende movilizar 140.000 millones de euros para la completa digitalización del país en los próximos cinco años. De ellos, la mitad se invertiría en los tres primeros ejercicios y 50.000 serían aportados por las empresas privadas. Es decir, por las principales operadoras nacionales. Telefónica, Orange, Vodafone y MasMóvil deberían ser las que lleven a cabo las inversiones en las hoy cruciales redes de fibra óptica y de telefonía móvil 5G”.
“Pero la capacidad económica de estas empresas está muy afectada. Por lo pronto, han recortado sus inversiones en el primer trimestre de este año más del 20%, fundamentalmente como consecuencia de la caída de ingresos. Aunque la demanda que han tenido y siguen teniendo se ha incrementado por el uso de esas tecnologías durante la pandemia, los resultados de algunas de esas compañías siguen siendo adversos, ya sea por su difícil situación financiera de partida, por la presión competitiva de los usuarios o por el aumento de la morosidad derivada del aumento del desempleo y la reducción de rentas de la mayoría de los consumidores”.
Obviamente el planteamiento de dicho diario, donde Telefónica tiene una participación en el accionariado de PRISA del 9%, con respecto al devenir de las operadoras no parece un elogio a la capacidad financiera de dichas operadoras. También es cierto, que en el caso de Orange y Vodafone el Gobierno no puede decir nada, al ser compañías de origen foráneo que tienen sus centros de decisión fuera de nuestro país. Sin embargo, el caso de Telefónica es harina de otro costal. El Gobierno tiene en Telefónica a la piedra angular sobre la que tiene que girar dicha digitalización, ya que es el principal actor en un sector que es comodín para múltiples sectores económicos de la economía para su digitalización. Es por ello, que permanece atento al devenir bursátil que atraviesa actualmente la misma y que le ha obligado a que en el Real Decreto promulgado el 17 de marzo de este año con el Estado de Alarma haya tenido que proteger a la misma de ser opada por un oferente no deseado por su escaso valor bursátil. El devenir bursátil de la acción de Telefónica este año arroja una pérdida del 47,83%, cerrando con una valoración bursátil de 17.350 millones de euros. Si nos remontamos al comienzo desde que está el actual equipo directivo al frente de la operadora, la pérdida alcanza el 65,09%, entonces tenía una capitalización bursátil de unos 48.000 millones de euros.
Mas allá de los anuncios hechos hoy en múltiples medios de comunicación por la operadora para el despliegue del 5G en todo el país, parece a primera vista que la reunión de ayer de casi la totalidad de presidentes de compañías del IBEX-35, ha despertado la iniciativa de alguno en un momento de extrema debilidad que bursátilmente no despierta mucha credibilidad entre los inversores, si nos atenemos al discurrir bursátil. Es posible que la tercera Ley de Newton haya hecho su trabajo como al principio del post, sin embargo, hay que decir que posiblemente dicho esfuerzo sea baldío para sus esperanzas… El tiempo nos dirá.
Ya lo dijo Isaac Newton: “Un hombre puede imaginar cosas que son falsas, pero sólo puede entender cosas que son ciertas”.
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