lunes, 3 de marzo de 2014

ADAPTARSE A LAS CIRCUNSTANCIAS.



Lo más sofisticado no siempre es lo mejor; hay que tener los pies en el suelo y adaptarse a las circunstancias.
Hace unos días asistí la conferencia que pronunció un brillante gestor de empresas ante un nutrido grupo de estudiantes universitarios de  la facultad de empresariales.   Me sorprendió oírle decir que él valoraba mucho más la actitud de los candidatos a entrar en una empresa que un curriculum repleto de licenciaturas, diplomas y másteres.   Luego recordé algo que sucedió en un pueblo de una rica zona vinícola del norte de España y comprendí lo que aquel hombre nos quería explicar.
Lo que sucedió fue esto: Un gran banco tenía al frente de su sucursal en este pueblo de unos 5.000 habitantes en la más importante zona vinícola de España a un veterano director que, por los muchos años que llevaba al frente del la oficina local, conocía y era muy conocido por aquellos labriegos,  que en las últimas décadas ayudados por el considerable alza en el precio del vino, se habían enriquecido (más de lo que muchos piensan) cultivando sus viñedos.
El banco decidió prejubilar al veterano director y poner en su lugar a quien supiese sacar más rendimiento de aquella sucursal. Nombraron director a un empleado relativamente joven, con un impresionante curriculum: licenciatura, máster en el extranjero, caros cursos de dirección y administración de empresas, inglés fluido, etc, etc.





Al cabo de no mucho tiempo, los responsables del banco se vieron sorprendidos con unos resultados que no solo no mejoraban, si no que habían empeorado considerablemente.  El joven director había seguido escrupulosamente las directrices marcadas por la entidad y no se había encontrado ningún tipo de irregularidad. Aquello era inexplicable……..!  Sin embargo sí que había explicación.  Y era muy simple. El antiguo director era considerado por aquellos labriegos como uno más entre ellos, aunque dirigía la sucursal del banco, hablaba su mismo idioma (fluidamente, como el inglés del otro),  tenía las mismas costumbres que ellos e incluso cultivaba una pequeña huerta. Y además todas las tardes jugaba al mus en las tabernas del pueblo. Y allí era donde hacía los clientes, en las partidas de mus. Cabe reprocharle al joven director que no se hubiese sabido adaptar al nuevo entorno, pero sobre todo hay que censurar a los directivos de la entidad financiera, por la poca inteligencia que demostraron escogiendo al candidato a  sustituir al veterano empleado.
Las organizaciones deben tener en cuenta las circunstancias del entorno en el que trabajan y adaptarse a ellas y para eso es imprescindible valorar la actitud de las persona antes que un curriculum que en muchas ocasiones dice muy poco.

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