En el año 1908 la ciudad
de Londres acogió la cuarta edición de los Juegos Olímpicos modernos, tras las
celebradas en Atenas, París y Sant Louis. Hasta entonces, las carreras de
maratón se disputaban sobre una distancia de unos 40 kilómetros, la distancia
que separa Marathón de Atenas, trayecto que recorrió el soldado Filípides
para anunciar la victoria sobre el ejército persa en el año 490 a.C., según nos
cuenta la leyenda sobre el origen de esta prueba. Pero en esta ocasión tendría
una distancia algo superior a la habitual, por decisión real. Como no podía ser
de otra manera, la carrera finalizaría en el majestuoso Shephers´s Bush Stadium, con capacidad para
75.000 espectadores. Pero para que pudiera iniciarse en los jardines del Castillo
de Windsor, residencia de los Príncipes de Gales, hubo de
establecerse un recorrido de 26 millas y 385 yardas (42.195 metros). En
1.921, por razones nunca suficientemente explicadas, se tomó la decisión de
establecer esta distancia como la definitiva para todas las pruebas de maratón.
Dorando Pietri entra en la meta
Estos Juegos han pasado a
la historia, sobre todo, por la epopeya de un italiano llamado Dorando
Pietri. Dominó la carrera y llegó al estadio en cabeza, pero destrozado, su
entrada en el estadio Shephers’s
Bush Stadium, que tenía una cuerda de 536,45 metros resulta dramática. Al
entrar en el estadio, cae desorientado y con el rostro desencajado, toma el
sentido equivocado de la pista y debe ser redirigido por los jueces. Inconsciente
y con pasos erráticos, se tambalea y cae sobre la ceniza de la pista una y otra
vez, así hasta cuatro veces, y en cada ocasión debe ser
ayudado por varios jueces y un médico. El público asiste a la escena con el corazón encogido. Tarda más de nueve minutos en recorrer los últimos 350 metros. Le ponen en pie, le reaniman, le dan masajes, le orientan a meta…
Su última recta es un calvario, pero Pietri se resiste a retirarse. Cae
por última vez a cinco metros de la llegada, justo en el momento en que John
Hayes está entrando en el estadio olímpico. Y cruza la línea de meta en un tiempo de 2 horas 54 minutos y 46 segundos, ayudado
y sujetado por un juez, en una de las imágenes más famosas de la historia del
olimpismo. Nada más llegar se desploma y permanece un tiempo tendido en el
suelo, auxiliado por médicos y organizadores. Se dijo incluso que estuvo en
riesgo de fallecer por el brutal sobreesfuerzo. Pocos segundos después llega a
meta Hayes,
y tras él lo harían Hefferson y otros dos norteamericanos (Frenshaw y Welton). Inmediatamente, la delegación estadounidense presenta una reclamación por la
ayuda recibida por Pietri, quien es descalificado. Hayes se convertiría en el
ganador oficial de aquel maratón.
El
18 de mayo del 2017 la FCC (Federal Communications Commission) o Comisión Federal de
Comunicaciones de los Estados Unidos ha aprobado acabar con la
neutralidad en la red, lo cual permitirá un Internet a dos velocidades. Esto
significa que las operadoras de telecomunicaciones podrán discriminar el
tráfico de datos estableciendo “líneas rápidas” para determinados
servicios. La FCC ha votado a favor de eliminar las medidas que
protegen la neutralidad de la red y que fueron aprobadas bajo el gobierno de Barack
Obama. La neutralidad en la red ha supuesto una caída en la
inversión de un 5,6% entre 2014 y 2016, lo que demuestra que dicha
medida pone en riesgo la evolución del sector. Con el presidente Donald
Trump ha llegado un cambio que tendrá consecuencias muy importantes
tanto para los operadores de telecomunicaciones como para los OTT´s. El
resultado de la votación se ha saldado con dos votos a favor y un voto en contra.
Los votos a favor de la supresión han sido de Ajit Pai (presidente) y Michael
O’Rielly (vocal). El voto en contra se ha producido por parte de Mignon
Clyburn (vocal). No obstante, este es el primer paso de varios que se
deberán dar para eliminar la norma que protege la neutralidad de la red. A
continuación la FCC abrirá un periodo de consulta pública para que los
ciudadanos manifiesten su opinión sobre dicha medida, este periodo de consulta
pública durará 90 días. Para los dos vocales que votaron a favor de la
supresión de la neutralidad de la red, esta situación suponía que se restringía
la inversión de los operadores de banda ancha en redes y que con la
desregulación de dicha situación la situación se tornará mucho más beneficiosa
para los diferentes actores que están en dicho mercado, como inversores,
players, clientes, proveedores, etc. El nuevo presidente de la
FCC Ajit
Pai, tras la victoria de Trump y una FCC controlada por el
partido republicano manifestó lo siguiente: “debemos encender la cortadora
y remover esas reglas que están frenando la inversión, la innovación y la creación
de empleo”. Pai es un
republicano que ya formaba parte de la FCC y es un vocal opositor al
principio de la neutralidad de la red. Asimismo trabajó como consejero general para
Verizon entre 2001 y 2003. Los bandos de esta guerra en Estados
Unidos por parte de los proveedores son Comcast, Verizon, AT&T y Time
Warner y por parte de los OTT´s son por ejemplo; Netflix, Facebook, Google, etc.
La neutralidad en la red es el principio por el cual los proveedores de servicios de internet y
los gobiernos que regulan Internet deberían tratar a todo el tráfico de datos
que transita por la red por igual, sin discriminarlo o cargar al usuario de
manera diferente según el contenido, página web, plataforma, aplicación tipo.
Se basa pues en que los proveedores de acceso a Internet dan acceso a los
contenidos sin privilegiar a un participante de la red por encima de otros. Es
decir, tratar como iguales a
todas las máquinas conectadas con respecto a los paquetes que van por la red.
Según este principio, el usuario no tendría que notar diferencia si navega en
dos páginas o se descarga dos archivos iguales al margen de donde provengan. Si
dos archivos pesan igual deben ser tratados igual sin importar el origen. Al aplicar esta
regla se evita que haya contenidos de primera y de segunda, lo cual limita a
los proveedores o operadores de red a no tener ingresos por el tráfico de
contenidos en función de que el cliente esté dispuesto a primar el mismo y
hacerlo más rápido. Esta ley aplicada hasta ahora en Estados Unidos favorecía
principalmente a los OTT´s como Google, Facebook, Amazon (aliados de la
Administración Obama). Con la supresión de la misma los operadores
tradicionales pueden primar y discriminar dicho tráfico y obtener unos ingresos
que les permita amortizar antes las redes de nueva generación que se
desplieguen. Una declaración de intenciones sucedió en el año 2006
cuando Cisco y Motorola propusieron construir tarifas de diferente categoría:
platino, oro, plata y bronce; según las necesidades de cada cliente. Las compañías
argumentaban que se trataba de adaptar mejor el acceso según el tipo de
usuario. La controversia se ha abierto también con los servicios de Voz
sobre IP, como Skype. Si se evitase la neutralidad de la red, los proveedores
de conexión podrían evitar el acceso a este servicio si lo creyesen oportuno. O
a la descarga de contenidos por P2P, o la mensajería instantánea.
Lo que aprobó la FCC es una propuesta para cambiar la
regulación de internet, donde el regulador manifestaba lo siguiente:
“…to end the utility-style
regulatory approach that gives government control of the Internet and to
restore the market-based policies necessary to preserve the future of Internet
Freedom, and to reverse the decline in infrastructure investment, innovation,
and options for consumers put into motion by the FCC in 2015.”
“…para acabar con el enfoque
regulador que le da el gobierno al control de Internet y restaurar las
políticas basadas en el mercado, necesarias para preservar el futuro de la
libertad en Internet, y para revertir el descenso de la inversión en
infraestructura, la innovación y las opciones para los consumidores puestos en
marcha por la FCC en 2015.”
Entre las propuestas que se encuentran en esta
normativa de demolición de la neutralidad en la red se encuentran:
- Restablecer la clasificación de servicios de información para el servicio de acceso a Internet de banda ancha.
Al reclasificar el servicio de banda ancha como un
servicio de información y no de telecomunicaciones, este servicio pasaría a
estar dentro del título I del Acta de Telecomunicaciones de 1996. De
esta forma los ISP podrían priorizar unos contenidos sobre otros por motivos
económicos. A los efectos la FCC quedaría fuera de la regulación de los
servicios de Internet porque sólo regula los servicios de telecomunicaciones.
- Restablecer la determinación de que el servicio de acceso a Internet de banda ancha móvil no es un servicio móvil comercial.
- Devolver la autoridad a la Comisión Federal de Comercio (FTC) para que vigile las prácticas de privacidad de los proveedores de servicios de Internet (ISP).
En resumen la nueva regulación que trae consigo el
organismo regulador da vía libre a los ISP o proveedores de acceso a la red
para gestionar el acceso a determinados contenidos basándose en criterios
económicos. Este escenario abierto y sin
regulación que se ha aprobado en Estados Unidos devuelve el poder a las telecos
en detrimento de los OTT´s. Esto hará que los gigantes de internet no dispongan
más que de dos alternativas:
1º Negociar acuerdos con los
ISP o telecos para la no discriminación de su trafico cuando se muevan grandes
cantidades de datos. Esto supondrá el pago de unas tarifas acorde a la
ocupación de dichas redes.
2º. Los OTT si se encuentran con tarifas elevadas
pueden optar por ser ellos los que construyan dichas redes o las compren.
Google ha cambiado de estrategia con el despliegue de su red de fibra óptica en
Estados Unidos. La compra del operador Webpass es un
ejemplo de dicha estrategia, esta compañía cuenta con su propia red de fibra en
ciudades tan importantes como San Francisco,
Oakland, San Diego, Miami, Chicago y Boston, lo que le permitirá llegar
a esos nuevos mercados instantáneamente, sin los plazos de tener que ejecutar
su propio despliegue. El fin de la neutralidad en la red ha disparado el
interés de los gigantes de la red por disponer de toda la cadena de valor para
sus servicios, y la red de transporte es fundamental. Si a esto unimos
su capitalización bursátil y la liquidez que atesoran, es fácil suponer que
puedan comprar operadores de telecomunicaciones importantes en los Estados
Unidos o Europa. http://bit.ly/2qsSDHB
En Europa sin embargo las autoridades regulatorias (BEREC) están
a otra cosa. Europa aprobó en agosto del 2016 las directrices para una
aplicación armonizada del Reglamento de neutralidad de red a través del BEREC, (Organismo de
Reguladores Europeos de Comunicaciones Electrónicas) http://bit.ly/2rgrwi5 El reglamento
aprobado con las nuevas directrices publicadas son sobre el papel muy claras.
Según el artículo 3.3 del reglamento, "los proveedores
de acceso a internet deben tratar todo el tráfico por igual, sin discriminar,
restringir o interferir el contenido al que se accede o se distribuye,
independientemente de quién lo facilita, las aplicaciones utilizadas o el
terminal desde el que se accede". Si se interpreta correctamente,
el (BEREC) comunica a los
operadores de telecomunicaciones que tienen en teoría las manos atadas para
cargarse la neutralidad de la red. Pero hay excepciones, la más importante
es la gestión de ese tráfico en momentos de congestión. Según
detalla el nuevo documento del (BEREC), "los reguladores
de cada país deberán considerar los mecanismos internos de red de los IPSs
usados en momentos de congestión como un recurso en línea con el trato
igualitario (del tráfico) y, por tanto, permisible, siempre y cuando
estos mecanismos sean agnósticos de las aplicaciones y no se circunvale la
regulación". El significado de agnóstico queda a
interpretación de los reguladores nacionales de cada país dentro de la Unión
Europea. Si los operadores toman la medida de "intervenir y
discriminar" el tráfico en momentos de congestión, tendrán que
justificar (en España a la CNMC) por qué lo han hecho, y demostrar
que no ha habido bloqueo, reducción, alteración o restricción del tráfico
de ningún tipo. Otro punto polémico que reguló el (BEREC)
ha sido el zero-rating (también llamado tasa
cero o tarifa cero) es una práctica de operadoras de telefonía móvil y
operadores móviles virtuales para no cobrar a sus clientes finales por un
volumen de datos usados por aplicaciones específicas o por servicios de
internet a través de sus redes, en planes de datos y tarifas. Es decir, básicamente regalan
el acceso a dichos programas cuando no se disponen de datos al haber consumido
los mismos. El problema que surge cuando los operadores de
telecomunicaciones realizan dicha acción y discriminan a unos OTT´S en
detrimento de otros. Como por ejemplo se permite el acceso a Spotify o Netflix
y se discrimina a sus competidores. Al realizar esta acción según el regulador,
se está restringiendo la libre competencia y elección de los
usuarios. El BEREC dice
que si el cliente agota sus datos mensuales y los operadores reducen la
velocidad de todas las “apps” excepto aquellas sujetas al acuerdo comercial, la práctica iría en
contra del artículo 3.3 de la regulación de la UE. Si hubiesen
excepciones, estás serán analizadas por la CNMC quien tendrá la decisión final
en España y analizará caso por caso.
En
Estados Unidos, el dilema que se planteaba a las operadoras de hacer
plataformas para hacerse con el control de los datos que generaban sus clientes
y luego entregárselos para que decidieran sobre los mismos, y con ello
limitar la amenaza de los OTT´s... desaparece. El regulador al abolir
dicha neutralidad en la red permitirá a las operadoras discriminar y
restringir los datos que circulan por dichas redes cuando se haga de forma
abusiva, o en su caso permitirá a los operadores reclamar a los OTT´s el pago
de un peaje económico por la utilización abusiva que hacen de la red. Esto estimulará la construcción de
redes y permitirá que el sector no se resienta como sucede en la actualidad. En Europa, la
regulación que está en marcha no puede ser un hándicap para que las telecos se sientan en
igualdad de condiciones que sus semejantes norteamericanas, ya que el mercado y
las reglas que se van a implantar al otro lado del charco les favorecen
ampliamente frente a sus competidoras europeas. El regulador europeo
(BEREC) debe de avanzar y equipar la regulación europea con la que disfrutan
los competidores americanos, si no quiere poner a las operadoras europeas en el
punto de mira de las telecos y OTT´s americanas. Como dije al principio de este
post con Dorando Pietri, la ayuda que reciben los operadores americanos no
servirá a los europeos para reclamar la descalificación de dichos competidores,
sino que serán los ayudados los que se beneficien de competir con sus
rivales con una gran ventaja.
Ya lo dijo Philip Kotler: “Las
empresas pobres se desentienden de sus competidores; las empresas del montón
copian a sus competidores; las empresas ganadoras marcan el camino a sus
competidores”.