Generaciones de jóvenes de todo el mundo han cantado el pegadizo estribillo de Carlos Puebla,” se acabó la diversión llegó el comandante y mando a parar…” https://bit.ly/3DwTU2j, la mayoría sin saber que aludía a la revolución cubana de 1959 y al poliédrico Fidel Castro, el comandante, el líder glosado por decenas y decenas de intelectuales, escritores, políticos y amigos, que se convirtió en un símbolo para una parte del mundo. Para unos ha sido el héroe antiimperialista, para otros un dictador mimado por la historia. Con su muerte, el 25 de noviembre del 2016, finaliza una época que se inició cuando Fidel y sus hombres - tras 25 meses de lucha guerrillera en la Sierra Maestra- derrocan la dictadura de Fulgencio Batista. La revolución cubana se inicia el 1 de enero de 1959 y sobrevivió a una decena de presidentes de los Estados Unidos, a la invasión de Bahía de Cochinos de 1961, a la crisis de los misiles de 1962, al embargo impuesto por Washington casi desde el inicio de la Revolución en 1959, a la caída del muro de Berlín y a la desintegración de la Unión Soviética. Dicha época de régimen presidencialista está marcada por la diáspora de más de un millón y medio de cubanos que abandonan la isla por razones políticas y… económicas.
El 26 de agosto la prensa española recogía dos noticias que ponían en perspectiva la situación por la que atraviesa Telefónica. La primera, “Amazon le mete otro gol a Telefónica y las TV con el fútbol: gratis, en internet y con Ibai” https://bit.ly/2Wx7UYs , en la misma, se recoge otra gran otra sacudida en el negocio de los derechos del fútbol en España y, de rebote, afianza a Amazon en sus aspiraciones de ponerse al frente de esta industria en España. Kosmos, propiedad del futbolista Gerard Piqué, se ha hecho con los derechos de la liga francesa de fútbol por dos temporadas. A esta situación hay que añadir la guinda: Ibai, amigo del futbolista, retransmitirá gratis por Twitch (propiedad de Amazon) el debut de Messi con su nueva camiseta. Ahora hay que esperar para ver cómo acaban utilizando estos derechos en las futuras jornadas. De momento, Telecinco ha pasado por caja por conectarse a la señal del debut de Messi y los planes podrían ir por ese mismo camino: convencer a alguna cadena u OTT de que pagasen por 'subcontratar' esta licencia. Amazon se encuentra en pleno asedio al mercado futbolístico europeo, su canal Twitch es el instrumento que servirá de arma para golpear a todos aquellos que compren unos derechos, como es (Telefónica), su estreno tuvo lugar en la retransmisión de los partidos de la Copa América. La experiencia sirvió para demostrar que Twitch también podía ser monetizado con este tipo de contenido y supuso, además, una promoción tremenda para la plataforma. La pregunta que ahora surge es qué hará Pique si no logra que nadie subcontrate la explotación de los derechos. Podría optar por crear una OTT 'ad hoc' con Ibai o explotar la vía de su canal (con subcontrataciones puntuales como la de T5), como ya hicieron con la Copa América, y recuperar parte de la inversión a través de patrocinadores. Amazon, el gigante del comercio electrónico, 'cloud computing' y los servicios web a través de AWS, lleva tiempo empeñado en levantar un nuevo imperio: el del entretenimiento audiovisual. El vehículo para llegar a esa meta es Prime Video, que ha conseguido hacerse un importante hueco en un disputado mercado en el que están Netflix, HBO o Disney +, entre muchos otros, amén de competidores locales como es el caso de Movistar + en España. Para realizar dicho camino hacia lo audiovisual, Amazon protagonizó una de las operaciones empresariales más llamativas de los últimos tiempos: pagó por la Metro Golden Mayer, 8.500 millones de dólares, la segunda mayor compra de su historia. La filosofía que ha emprendido en dicho mercado audiovisual es el misma le llevó de empezar vendiendo libros y acabar ofreciendo hasta alimentos frescos: encontrar todo en un lugar. Y ahí es donde entran el fútbol y el resto de los eventos deportivos que está comprando, que siguen siendo productos que arrastran grandísimas audiencias. Ha cerrado acuerdos con ligas de todo el mundo, como la NFL o la WNBA en Estados Unidos para la emisión de diferentes encuentros. No es ni mucho menos la única. Plataformas como Disney o Paramount+ también han movido ficha en esta dirección. En Europa sabe que donde puede tener camino para recorrer debido principalmente a su escala es en el fútbol, deporte rey en los principales mercados de la UE (Alemania, Francia, Italia, España) así como Reino Unido. En el mercado británico, Amazon invirtió 100 millones de euros en hacerse con un atractivo paquete de derechos de la Premier durante los próximos tres años que incluye la retransmisión en directo de nueve partidos en el Boxing Day (en Navidad) y uno más el 27 de diciembre. Allí, en Reino Unido, también hizo uno de los primeros experimentos entre Prime Video y Twitch, al emitir cuatro partidos en junio de 2020 a través de la plataforma. En Alemania todavía no ha entrado en la Bundesliga, pero tienen los derechos de la Champions League en la temporada 2021/2022. Lo mismo que en Italia, donde se produjo un terremoto local después del anuncio de que la compañía de Internet sería la encargada de retransmitir en exclusiva los 16 mejores encuentros tanto de la máxima competición continental como de su hermana menor, la UEFA. En Francia, a principios de junio cerró un sonado acuerdo con los responsables de la Ligue 1. La firma pagó 250 millones, menos de un tercio de lo que pagaba MediaPro, por ocho de los 10 encuentros que se disputan semanalmente. Los otros dos se quedan en manos de Canal+, que abonará 330 millones de euros. A esta plataforma le corresponden más de una veintena de partidos del PSG; pero Amazon tiene derecho a 'priorizar' sus 10 fechas favoritas, entre las que se incluirán los encuentros contra el Olympique de Marsella, el Lyon, el Lille y el Mónaco. Es decir, los platos fuertes. Cabe decir que estos contratos se firmaron antes del culebrón Messi, por lo que esta compra cobra todavía más valor. Que Amazon haya conseguido este precio se sustenta principalmente en dos puntos clave: por una parte, el mermado pulmón económico de los clubes franceses que, salvo el PSG, todos han sufrido en mayor o menor medida las penurias provocadas por el Covid-19. Y, por otra, que sus posibles rivales tenían un músculo económico insuficiente para competir con el rodillo de 7.000 millones que Amazon moviliza anualmente para la compra y producción de contenido audiovisual.
Lo sucedido en dichos mercados europeos, nos anticipa lo que puede sobrevenir en nuestro país cuando en septiembre se saquen a subasta los derechos audiovisuales para las próximas temporadas. Según recoge la noticia, “el anuncio sorpresa del tándem Piqué-Ibai con Twitch y Amazon de fondo deja fuera de juego a Telefónica, la operadora que ostentaba anteriormente los derechos de la liga francesa con un contrato de 2,5 millones de euros por temporada. Y no tanto por haber perdido los derechos del fútbol galo o por no poder mostrar el debut de Messi gratis y 'online'. Ver o no al argentino este domingo es solo el comienzo de lo que está por llegar: esa paulatina entrada de Amazon en los contenidos deportivos. Telefónica sigue imponiendo un modelo único para ver LaLiga Santander y la Champions en nuestro país: o contratas un paquete de fibra y móvil a la operadora (desde 120 euros) o te quedas sin ello. La única alternativa es contratar otro paquete similar con Orange (desde 95 euros), que compra los derechos del fútbol a Telefónica. Si Amazon se hiciera con los derechos del fútbol en España, la gran diferencia es que nadie tendrá que contratar fibra, ni móvil ni pagar 100 euros para verlo. Es muy probable que esto acabe estando incluido, como sus series, sus películas y documentales, en la suscripción a Prime, que incluyen otras prebendas como envíos prioritarios, 'streaming' musical o almacenamiento en línea”. Esta puede ser una de sus grandes bazas para convencer al espectador, que ha dado señales de fatiga y frustración ante este escenario de permanencias y planes de suscripción propuesto por la operadora, la prueba la obtenemos en la caída que viene sufriendo la operadora en sus servicios de televisión en nuestro país, 253.000 accesos en el último año. Este cansancio también ha llegado a algunos operadores, que han sabido cambiar el paso y alejarse de un negocio ruinoso, es el caso de Vodafone. El operador inglés decidió apearse de la guerra del fútbol porque no le salía a cuenta el dinero que tenía que movilizar, el resultado no ha podido ser mejor si comparamos lo sucedido a Telefónica y Orange. Lo relatado nos puede llevar a la siguiente situación, veremos a suscriptores de Amazon Prime Video (incluido en tu suscripción mensual) o paga tres euros en Twitch para verlo con (o sin) comentarios de Ibai. Este escenario es cada vez más factible en España y Telefónica llega a esta situación extenuada jugándose buena parte de sus ingresos y cotización. En el año 2017, las plataformas de 'streaming' sumaban medio millón de suscriptores. Ahora se calcula que cinco millones en España. Y eso sin contar cuentas compartidas, por lo que el número de visionados es todavía más alto. Si se suma una parroquia más numerosa a una mayor capacidad para sacar la chequera, el círculo se cierra para que una OTT se haga con los derechos que la operadora nunca debió comprar al carecer de escala para rentabilizar los mismos. A la situación anterior hay que añadir que Javier Tebas admitió conversaciones con todos los actores, incluido Facebook, para la nueva etapa. Esto desató las especulaciones sobre si Netflix también entraría a la subasta. De momento, fuentes cercanas a la negociación, indicaron a este periódico que habría ofrecido a Amazon al menos tres jornadas en exclusiva para su catálogo. Hace tempo que Tebas abrió la puerta a los OTTs con un único objetivo: conseguir la mayor liquidez posible. En este contexto, ha firmado acuerdos para que Amazon (con quienes han colaborado en la producción de diferentes documentales) y Disney exploten los derechos de retrasmisión de LaLiga en Reino Unido y Estados Unidos, respectivamente. A partir de la temporada 2022-2023, el fútbol va a entrar en una nueva dimensión en la que Amazon probablemente marque lo que sucederá en esta partida, todo ello servirá para sacar de la ecuación a Telefónica de un terreno donde jamás debió de entrar si uno observa sus resultados.
La segunda de las noticias, “Las apuestas de JP Morgan en 'telecos' europeas: sí a Cellnex, no a Telefónica” https://bit.ly/3yntM5O, en la misma el banco de inversión JP Morgan ha publicado su informe mensual sobre el sector de las 'telecos' europeas, en el que incluye aquellos valores que se verán impactados por "claros catalizadores positivos a corto plazo" y aquellos que afrontarán catalizadores negativos. En este listado aparecen dos grandes compañías españolas, Cellnex y Telefónica, aunque lo hacen en bandos diferentes. Cellnex está en el grupo de 'telecos' a las que les esperan catalizadores favorables. En su caso, pesa positivamente la posibilidad de que sea incluida en el EuroStoxx 50 a finales de mes. En este grupo están también la alemana Deutsche Telekom (ante la posibilidad de vender más de 20.000 millones de euros en activos); Bouygues (a la espera de lo que ocurra con las ofertas por Equans en septiembre); la griega OTE (ante las opciones de consolidación a nivel nacional); la portuguesa NOS (sobrecarga de la subasta de espectro), la austriaca TKA (posible venta de torres); Liberty Global (por su gestión de la cartera) y Tele2 (venta de T-Mobile Netherlands). En el grupo de las 'telecos' sobre las que JP Morgan tiene más dudas a corto plazo está Telefónica, de la que no le gusta la competencia española a la que debe hacer frente, así como el peso negativo de las divisas. En este mismo grupo aparecen Telecom Italia (ante la inminente entrada en el mercado italiano de la banda ancha de Iliad) y British Telecom.
El pasado mes de junio, JP Morgan reiteraba su consejo de 'infraponderar' Telefónica, con un precio objetivo de 3,30 euros, por debajo de los 4,3 euros a los que cotiza actualmente. Para el banco estadounidense, el principal problema que afronta Telefónica se encuentra en España, debido a la intensa presión competitiva en su mercado doméstico. Tras la operación corporativa entre MásMóvil y Euskaltel, señalan que "la esperanza de una consolidación de 4 a 3 (operadores) no se ha logrado materializar". Los inversores extranjeros esperaban que MásMóvil se fusionara con Vodafone, lo que hubiera reducido mucho más la competencia en España. "Nuestro análisis sugiere que las presiones competitivas, anteriormente limitadas a bajos segmentos (de precios), han proliferado en niveles más altos", señalan desde el banco estadounidense. En este sentido, menciona al operador de bajo coste Digi, que ha comenzado a ofrecer servicios de banda ancha; y a MásMóvil, que ha entrado en el mercado de la televisión. Además, Orange ha reajustado sustancialmente sus ofertas de gama alta. "Nos preocupa que Telefónica puede verse obligada a responder", señala JP Morgan, en el sentido de tener que reajustar sus ofertas de gama alta y media a la baja para hacer frente a la competencia.
La situación actual del mercado televisivo que recoge la noticia acentúa si cabe más la urgencia de salir de ese nicho de negocio, para él que no se tiene ni escala (suscripciones) ni recursos económicos como los OTTs. Sin embargo, no hay que ser muy optimistas puesto que hace escasamente tres meses, la directoria financiera de la operadora afirmó en un diario económico lo siguiente, el fútbol "es una parte importante de nuestra propuesta de valor. En la última subasta compramos los derechos con deflación y sería genial repetirlo. Tomaremos el proceso muy seriamente y con una orientación muy financiera. Sabemos exactamente la audiencia que tiene el fútbol entre nuestros clientes, así que haremos un análisis de negocio sobre ello y tomaremos la mejor decisión" https://bit.ly/3wHOGN6 Visto los hechos, no hay que tener ninguna esperanza con respecto al actual equipo directivo con respecto a los derechos televisivos del fútbol. Aquí el refrán, “Más vale ponerse una vez colorado que un ciento amarillo”, parece no encontrar sitio dentro del equipo directivo, si tenemos en cuenta, que cuando el actual presidente de la operadora asumió dicha responsabilidad la acción cotizaba a 9,31 euros, el 8 de abril del año 2016, hoy tiene una cotización de 4,28 euros, la perdida desde entonces es de un (-54%) sin contar el dividendo.
https://bit.ly/3jMFEsF
Con respecto a la segunda noticia, el 23 de octubre del 2020 escribía un post en el blog https://bit.ly/3kpfueS en el cual reflejaba que era la cuarta vez que JP Morgan sacaba la tarjeta a Telefónica. Él 9 de septiembre del año 2020 se publicaba en la prensa la siguiente noticia, “JP Morgan ve a Telefónica por debajo de los 3 euros y le da un potencial de caídas del 13%” https://bit.ly/35uw20i La noticia era grave de por sí, ya que tiene ciertos factores que agravan la misma. El primera de las causas de dicha gravedad, estriba en que esa era la tercera vez que dicho banco emitía una previsión negativa sobre el devenir bursátil, en las dos anteriores acertó en sus previsiones y sobre las mismas escribí los siguientes posts; https://bit.ly/3eFnbd7, https://bit.ly/2yCKbdC Así pues, la noticia del 26 de agosto sería la quinta vez que JP Morgan vuelve a retratar lo que sucede en Telefónica en los últimos años. Si uno observa los ingresos del Grupo Telefónica y de la principal división, la española, desde el año 2010 hasta el año 2020 nos ofrece una imagen muy certera de lo que ha sucedido estos últimos años en cuanto a la gestión efectuada. JP Morgan no hace más que reflejar lo que es una realidad, en este momento el mercado tiende mayoritariamente hacia las ofertas que se desarrollan en el “low cost”, y Telefónica está completamente alejada de operadores como son Masmóvil o Digi, verdaderos dominadores de la portabilidad como observamos mes tras mes según nos muestra la CNMC en los informes que publica.
Fuente: Telefónica
La semana que viene comienza un mes, que será el arranque de los proyectos que amparan el fondo Next Generation EU. En Alemania y Francia sus operadores incumbentes (Deutsche Telekom y Orange) están llamados a jugar un claro papel protagonista en el desarrollo del 5G en colaboración con los gobiernos actuales. La participación de ambos Estados, alemán y francés en su capital en porcentajes minoritarios, 23% en él capital de Orange y 30% en él capital de Deutsche Telekom, es el nexo que permite una perfecta simbiosis de las necesidades del país con el desarrollo de sus operadores incumbentes. En España, se desconoce cuál es el papel de nuestro incumbente, cuestión esta que puede ser un grave problema en la captación de fondos europeos para el desarrollo de una tecnología en la que se ha puesto la esperanza como palanca que sirva para reactivar nuestra economía.
Para terminar el post, hay que decir que quizás como al comienzo este tiene que aparecer el comandante y mande callar a quien tras largos años de gestión ha cosechado unos resultados que no admiten ninguna interpretación, salvo fracaso. Si en las próximas semanas no existen cambios al respecto, el resultado puede ser demoledor en cuanto a quienes serán los adjudicatarios de esos 4.000 millones de euros que se destinarán al desarrollo del 5G. El tiempo dirá…Pero ya queda muy poquito.
Ya lo dijo Cicerón: “La verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario