El ajedrez se ha descrito como un deporte o juego de reyes, de caballeros, de nobles. Pero por muy noble que sea, la picaresca y el ingenio se han combinado eficazmente para diseñar una serie de trampas o tretas con el objetivo de vencer. Esto puede ser común en torneos menores o partidas amistosas, pero los grandes maestros del ajedrez también han utilizado tácticas poco ortodoxas. En 1948, el jugador argentino Miguel Najdorf se enfrentaba a Gosta Stoltz. El primero conocía la gran dependencia del alcohol de segundo. El primero no paró de invitar a su contrincante a copas, pues la partida se iba a disputar esa misma tarde. Najdorf creía que su rival no se presentaría al encuentro, pero al final apareció y la partida quedo en tablas. Según el libro Curiosidades del Ajedrez (2004) de Javier Córdero Fernández, Stoltz le dijo a Najdrof lo siguiente: “le he propuesto tablas, aunque estoy mejor, porque si usted no me hubiese invitado hoy no habría podido jugar”. Otra anécdota sobre tales artimañas fue ejecutada por el campeón del mundo Alexander Alekhine en la partida que le enfrentaba a Max Euwe. Alekhine sabía que Euwe detestaba a los gatos, así que decidió jugar con un gato en su regazo, en plan Doctor Maligno. Alekhine finalmente ganó.
El 11 de noviembre nos despertábamos con la siguiente noticia que recogía un diario digital, “Telefónica ultima un plan de más de 3.000 bajas por la competencia de las ‘low cost” https://bit.ly/3Ca1gqm En la misma se informa que la compañía, es incapaz de subir los ingresos por la guerra de precios, admite que los inversores le reclaman medidas para frenar el deterioro de la matriz del grupo. “José María Álvarez-Pallete va a poner en marcha un plan de bajas incentivadas para reducir la plantilla de la matriz en España, cuya pérdida de clientes y caída de los ingresos por la competencia 'low cost' se ha convertido en el verdadero lastre para la cotización. El ajuste, que se va a comunicar a los sindicatos, es la consecuencia de la "preocupante" evolución de España, como la han calificado los brókeres en su reacción a las cuentas presentadas por Telefónica el pasado viernes. Mirabaud ha enviado un informe a sus clientes en el que anticipó que revisará a la baja las estimaciones de beneficios y la valoración de la compañía por las dudas sobre la capacidad del equipo de Pallete de “estabilizar las operaciones en España”. Posteriormente a dicha noticia diferentes medios de comunicación se fueron haciendo eco de esta, ampliando si cabe el número de salidas. Todas las noticias presentan un factor común, es el hecho de que dicho supuesto PSI no ha sido presentado por el equipo directivo para ser negociado de forma oficial como recoge la legislación vigente. Sin embargo, determinados actores implicados (CCOO) participan alentando dicha supuesta situación, mientras UGT lo desmiente al no tener constatación oficial de que lo publicado sea cierto al carecer de información. Al albur de dicha noticia, se van ampliando las informaciones con respecto al PSI desde diferentes ámbitos, “Telefónica busca un acuerdo de paz con los sindicatos que evite el otoño caliente” https://bit.ly/3FhaHpQ En la misma se afirma lo siguiente, “La operadora ha tratado de calmar a los representantes de los trabajadores con una propuesta de diálogo social en la que buscan enmarcar algunas medidas duras como un nuevo plan de bajas incentivadas (PSI por sus siglas) que ha estado sobrevolando la sede de Las Tablas (Madrid) desde comienzos de este año y que es especialmente ansiado por una parte de la plantilla. Le exigen que haya propuestas para tratar de asegurar el empleo futuro y la organización en un mercado como el español, especialmente golpeado por la guerra de precios y los despidos colectivos. Ante el puñetazo en la mesa de UGT y CCOO, la dirección ha recogido el guante: proponen una mesa de diálogo como antesala de un pacto social. No es, advierten fuentes sindicales, una mesa de negociación, sino de diálogo. Es decir, no se ha planteado un proceso formal para pactar una medida traumática como un nuevo PSI. De hecho, la Comisión Delegada del consejo de administración de la operadora en ningún momento estudió la medida, que debe ser ‘autorizada’ por el propio consejo, pues supone un coste inicial de más de 1.500 millones de euros, al tener que provisionar todos los pagos de las prejubilaciones en el ejercicio en vigor en un ejercicio de prudencia financiera. No hay fechas concretas y desde las organizaciones sociales esperan que haya una primera convocatoria en los próximos días”. La situación de dicho PSI, se desarrolla en un escenario de crisis energética, con fuertes subidas de precios, la escasez de materias primas y las previsiones de los diferentes organismos internacionales menos halagüeñas conforman un cóctel que ya ha puesto en guardia al Gobierno. Para complicar más la situación si cabe, el gobierno está negociando algunas reformas clave como la de las pensiones, con la fuerte presión de Bruselas para desbloquear los fondos europeos, o la laboral, con la estrecha vigilancia de los dos principales sindicatos, patronal y Comisión Europea.
Para completar la situación de lo que sucede en el tablero donde se juega esta partida, ayer se publicaba una noticia cuando menos llamativa por lo que afirma la persona a la que se le recogen las declaraciones, “Pallete defiende las "salidas en buenas condiciones" para empleados que no quieren reciclarse” https://bit.ly/3kAYULr En la misma el presidente de Telefónica afirmó lo siguiente, “El directivo ha instado a la Unión Europea (UE) a definir su visión industrial, de competencia e innovación en el encuentro anual de antiguos alumnos de IESE celebrado este viernes, donde ha señalado en una conversación con el profesor de IESE, Philip Moscos, que Europa y los operadores ya no son líderes en el ámbito digital y que los que deben ser tratados como líderes y regulados por lo tanto son otras empresas, en alusión a los gigantes tecnológicos. Además, ha lamentado la falta de consolidación del mercado de operadores a nivel europeo en comparación con Estados Unidos y Asia. Álvarez-Pallete ha vuelto a defender que las personas deben recibir contraprestación por sus datos y ha subrayado que no se puede asumir la innovación partiendo de la base de que los datos van a ser siempre gratis, porque no lo serán”.
La ministra Yolanda Díaz, puede tener sobre su mesa una decisión cuando menos difícil de tomar si mantiene lo que viene afirmando de forma reiterada con respecto al mercado laboral y a las pensiones en España, https://bit.ly/3qE3dJA Su coherencia y conocimiento de lo que sucede en nuestro país con el mercado laboral, choca frontalmente con lo que se pretende realizar en Telefónica. La ministra ha rechazado “recortar uno de los pilares” del bienestar de la tercera edad y uno de sus principales “derechos”. Al contrario, ha defendido que “necesitamos cambios en la línea de los países más avanzados, ensanchando la base laboral”. Esto, ha dicho, se traduce en “aumentar la tasa de empleo, reducir la precariedad” y, así, reforzar las cotizaciones. “Tenemos que asegurar que toda persona mayor tenga una pensión digna, no podemos consentir que alguien que cobra una pensión se encuentre” por debajo del umbral de la “pobreza”, ha advertido. Situación en la que se hallan 2,2 millones de pensionistas, uno de cada cinco, ha recordado. “En el futuro no debe haber trabajadores pobres, y tampoco deben existir pensionistas pobres”, ha apostillado. Esta coherencia, se ha constatado el otro día en la siguiente noticia, “Las empresas hacen fijos a 82.400 temporales en dos semanas tras una carta de la Inspección de Trabajo” https://bit.ly/3ChEI70 Por lo tanto, el PSI de Telefónica tendrá que pasar el tamiz de dicha ministra, a la cual hasta la fecha los cuentos parecen no impresionarla más allá de lo que le dicen las cuentas o números que acompañan a dichos hechos.
El PSI de Telefónica viene motivado después de presentar los resultados del tercer trimestre del año 2021, en el cual se constata que la razón de este nuevo aligeramiento de plantilla, (una vez más), es la necesidad imperiosa de Telefónica de reducir costes para equilibrar el balance, ya que los ingresos continúan cayendo trimestre a trimestre ininterrumpidamente. Hasta septiembre, la filial española mantiene planos los ingresos, aunque si se descuenta la venta de móviles, el ingreso por servicios está en negativo (-3,7%). La rentabilidad desciende más abruptamente. El beneficio bruto operativo (OIBDA) se ha reducido un 5,4% y el margen disminuye en 2,2 puntos porcentuales hasta el 38,4% https://bit.ly/3HhQZfL Esta situación no es nueva en la operadora, se viene produciendo desde que empezaron a aplicarse a finales de los años 90 estas reducciones de plantilla, con el tiempo la plantilla de la división española se ha ido aligerando hasta quedar reducida a la mínima expresión, sin embargo, dicha situación no resuelve el verdadero problema de fondo. Dicho problema está en que lo que se pierde por la fuerte competencia que existe en el mercado español de las telecomunicaciones, no se ha compensado por la apertura de nuevos negocios que proporciona la digitalización como hacen los OTTs. Un ejemplo de lo que digo lo vemos cuando observamos lo que las telecos invierten en I+D y lo que hacen las OTTs https://bit.ly/34Th82X El gap o diferencia es tan enorme que hace que los esfuerzos escasos que hacen las telecos sean un “brindis al sol”. Esto lleva produciéndose las últimas dos décadas, sin embargo, las telecos han invertido miles de millones en negocios que no han aportado nada a sus resultados como son los derechos audiovisuales del fútbol pese a que en nuestro país existen todavía 5,5 millones de españoles que no tienen acceso a Internet https://bit.ly/3nbrqVw En esta situación, Telefónica ha emprendido un camino para reducir la deuda que ha sido contraproducente al anunciar un programa de desinversiones que lo único que ha hecho es reducir el perímetro de la compañía, reduciendo ingresos, OIBDA a la vez que se aumentan los costes por alquileres que tiene que pagar por dichos activos. Además, algunos de estos activos, como es por ejemplo el 50,01% Telxius, o la red de fibra óptica (FTTH) se encuentran afectados por el Real Decreto-ley 8/2020, de 17 de marzo, de medidas urgentes extraordinarias para hacer frente al impacto económico y social del COVID-19, el cual se ha prolongado sucesivamente hasta el 31 de diciembre del 2021. Para que se puedan enajenar los mismos se necesita la aprobación del consejo de ministros y este hecho no se ha recogido desde que se anunció su venta el 13 de enero en ningún BOE. Sin embargo, los resultados presentados en el primer semestre del 2021 recogían dichos activos como vendidos https://bit.ly/3qAdQwS Por lo tanto, estamos a poco más de un mes para saber si lo que se dice como vendido está aprobado en las cuentas definitivas que se cierran a 31 de diciembre del 2021. En este escenario el ajuste de costes para mantener la rentabilidad es un camino de corto recorrido para los diferentes stakeholders que integran la compañía, ¿cuándo pasen dos o tres años volverán a reducir la plantilla cuando los márgenes se vuelvan a reducir? Argumentar como disculpa a la situación que atraviesa la falta de consolidación del sector, es cuando menos llamativa después de años de vivir fuera de lo que exige la revolución digital que nos invade, la innovación. Acierta en su afirmación el presidente de Telefónica al reconocer que las operadoras ya no lideran la revolución digital, pero una parte muy importante de dicho hecho tiene que atribuírsela el mismo después de años de omitir aquello que alimenta la digitalización, como es la búsqueda de nuevos productos y servicios que invaden la vida de las personas con la misma. Con respecto al valor de los datos, si deben ser gratis o deben tener un canon por su utilización, hay que decir que dicha materia prima está a disposición de todo el mundo que hace negocios dentro de la digitalización. Otra cosa es que se vulneren los derechos de los ciudadanos con dicha utilización, para eso están los organismos reguladores en la vigilancia de la operativa de las compañías. Esa disculpa no puede ni debe esconder lo que está sucediendo con la caída que vienen sufriendo los operadores de telecomunicaciones de todo el mundo frente a los OTTs.
UGT y CCOO como sindicatos mayoritarios de la operadora, se encuentran en una encrucijada después de años de vida a espaldas de la realidad que impera en la operadora en la división española y sus trabajadores. Su alejamiento de la realidad ha desembocado como bien relaté en un post que escribí el 29 de octubre https://bit.ly/3vTJvKk en una situación que se ha hecho límite donde algo que parecía imposible ha aparecido, el miedo a comparecer delante de los trabajadores. En el mismo hacía hincapié en que lo único que pueden ofrecer a la plantilla ya, son acuerdos para la salida de la misma. Un dato que nos puede ser muy esclarecedor de dicha situación sería saber el número de afiliados que tienen, según un reciente informe de la OCDE, el nivel de afiliación sindical en España alcanza al 13,7% de los asalariados, el nivel más bajo desde 1990. Si dicho porcentaje lo aplicamos a Telefónica de España, la plantilla al cierre de 2020 era de 28.560 empleados según Statista, hace que el número de afiliados sea de 3.912 afiliados entre todos los sindicatos. Por lo tanto, este es el único comodín que tienen las organizaciones sindicales mayoritarias para presentarse ante la plantilla, este confluye con el interés de multitud de trabajadores que se quieren ir y no seguir dentro de la misma después de años de silencio de ambas organizaciones pese a los problemas que se vienen detectando. Por lo tanto, el efecto arrastre de dichas organizaciones sindicales hacia la movilización es cuando menos de dudosa efectividad después de años de alejamiento.
El PSI de Telefónica llega en el momento más inoportuno a escasos días que el gobierno español envíe a Bruselas los acuerdos necesarios para recibir los fondos del fondo Next Generation EU. El contrato firmado entre Comisión Europea y él gobierno español es un documento que la Comisión suele firmar con los Estados miembros cada vez que entrega fondos. En ellos figuran de forma muy detallada y esquemática los compromisos de las dos partes y su cumplimiento es necesario para que vaya llegando el dinero. En este caso son los casi 70.000 millones de euros en subvenciones, es decir, recursos a fondo perdido, para recuperarse del golpe que ha supuesto para la economía la pandemia del coronavirus. Normalmente estos documentos no se hacen públicos, pero en esta ocasión el ejecutivo que dirige Ursula von der Leyen tenía especial interés en que saliera a la luz, así que este miércoles por la tarde han divulgado el documento de 346 páginas. En él figuran todas las reformas a las que se compromete España y sus plazos, entre ellas las tres más importantes: la laboral, la de pensiones y la fiscal.
La ministra Yolanda Díaz puede tener ante sí una situación compleja para decidir, la decisión que tome será interpretada y juzgada por la sociedad española, en un momento, en que las dificultades económicas no se le pueden añadir también la dificultad de entendimiento que llevan parejas situaciones como la descrita anteriormente. El tiempo corre para los diferentes actores implicados en dicha situación como al comienzo del post con los jugadores de ajedrez… Veremos quien tiene el gato en el regazo y gana dicha partida.
Ya lo dijo José Raúl Capablanca: “Hay que eliminar la hojarasca del tablero”.
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