Antígona es la tercera obra de la trilogía de Edipo. El difunto
rey de Tebas, Edipo, tuvo dos hijos varones: Polinice (hijo de Edipo
y Yocasta, reyes de Tebas) y Eteocles. Tras partir
Edipo al destierro, sus dos hermanos-hijos, Eteocles y Polinice,
acuerdan alternarse el mando de la ciudad cada uno un año. Comienza el turno Eteocles,
pero luego no accede al traspaso del trono a su hermano como correspondía. Eteocles
tuvo éxito en establecerse en el poder. Polinice acude
entonces a la vecina ciudad de Argos para buscar apoyo a su causa. Ante este nuevo escenario Polinice
trajo a un ejército para invadir el territorio de Tebas. Polinice
lidera la expedición de los Siete Contra Tebas para derrocar a su
hermano. Después de la brutal batalla que se desata donde mueren los dos
hermanos, al final Tebas gana y Polinice es declarado traidor y
su tío Creonte (el tío de ambos) publica un decreto por el cual se
prohíbe dar honras fúnebres a Polinice por haber muerto luchando contra
su patria. Con la muerte de Eteocles y Polinice, se proclama rey Creonte,
hermano de Yocasta. El nuevo rey le dio a Eteocles un honorable
funeral, pero a Polinice, por traidor, ordenó que dejarán el cuerpo
sobre la tierra en el lugar donde había caído. Su hermana Antígona lo
recoge, lo embalsama y lo entierra. Por este delito Creonte la condena a
ser enterrada viva en el panteón familiar. Antígona no puede permitir
que su hermano sea abandonado como pasto para los buitres, siendo consciente
del castigo que por ello le espera. Entonces, Antígona se ahorca y más
tarde y junto a ella, se suicida Hemón, amante de Antígona e hijo
de Creonte.
La obra
Antígona es un enfrentamiento de gran dramatismo constante entre dos
personajes: Antígona y Creonte. Ella es una firme defensora de la
ley natural, amante de su hermano al que debe dar honras fúnebres. Creonte
es defensor de las leyes de la ciudad que, desobedecidas, deben suponer un
castigo al que no las ha acatado. Antígona sufre un gran conflicto
consigo misma, pues es consciente de lo que le acarreará desobedecer las leyes
de los hombres, sin embargo, la ley natural y el amor fraternal, será más
fuerte, siendo Antígona un personaje verdaderamente noble y dramático.
Cuando Antígona se ahorca y con ella el hijo de Creonte, Hemón,
Creonte se arrepiente de haber sido tan inflexible y comprende la
diferencia que existe entre la ley natural o derechos del hombre, de las leyes
que el hombre se dicta para convivir en cierta armonía y respeto.
Se ha consumido
prácticamente la mitad del año 2016 y es un buen momento para ver el estado y
rumbo que las compañías llevan en el año en curso, con un segundo trimestre a
punto de concluir y con él, sus resultados que se publicarán en el mes de
julio. Si bien durante el año 2015 la recesión parecía haber quedado atrás
después de que los tres últimos trimestres del año se produjera una leve y
constante recuperación del crecimiento en los ingresos de las compañías, este
primer trimestre del año 2016 ha vuelto a generar dudas en algunas al
observar como los ingresos por operaciones han retrocedido con respecto al 4º
trimestre del año 2015. Piénsese que en algunas compañías, los balances están
enormemente dañados, ya que la caída ingresos por operaciones con respecto al
comienzo de la crisis en el 2008 ha sido superior al 40%. Frente a este
escenario las compañías estaban obligadas a tomar toda una serie de
medidas que permitan coger impulso y aprovechar el viento favorable de
la leve, pero constante recuperación económica, algunas si lo han hecho,
otras sin embargo siguen pensándoselo.
Algunas de las
principales medidas que una compañía acomete para coger impulso cuando sale de
una crisis son; el apostar por la I+D+I interna y externa, lanzar
programas de eficiencia y control de gastos, buscar nuevos mercados, lanzar nuevos productos o servicios, etc...., pero existe una medida
fundamental que no se puede obviar y que tiene que acompañar a las anteriores,
es invertir en las personas, ya que esta es la única
palanca que definirá si la compañía triunfará o fracasará. En este campo hay
compañías que si se han puesto a la faena buscando con ello paliar las
consecuencias y daños de la crisis (7 años), después de los enormes sacrificios
que se han tenido que realizar. Pero otras sin embargo siguen estancadas
o han retrocedido en el trabajo de acomodar y preparar a la gente ante la nueva
situación de leve crecimiento y cambio de época que estamos viviendo.
Esto se manifiesta principalmente en los indicadores de Clima y
Compromiso y en la participación de las personas en las encuestas de
opinión o sugerencias que toda compañía realiza buscando con ello tener una
guía u opinión que sirva para orientar sus acciones. En este caso, la
participación es escasa y la información que se desprende de este hecho debería
ser motivo de reflexión por quien lidera una compañía para estudiar los motivos
y tomar las medidas correctoras ante esta situación tan negativa.
Algunos de los
hechos y situaciones que se están viviendo en dichas compañías son los
siguientes;
- Se ha producido una parálisis o ralentización a la hora de realizar los cambios necesarios de personas y estrategias que impacten en el negocio, después de sufrir durante años una caída constante de los ingresos en las mismas.
- Existe un divorcio entra la dirección y los empleados debido a que no guarda coherencia lo que se comunica con lo que luego dichos directivos hacen. Es muy común que dicho divorcio se manifieste con la desidia y huyendo de todo aquello a lo que se requiere al empleado para aportar, por ejemplo; encuestas, ideas, opiniones, etc.
- Un fenómeno que llama mucho la atención, es la comunicación y el uso que se está haciendo de las redes sociales en algunas de ellas. Por un lado se trata de fomentar e implicar a los empleados para que participen y por otro se observa que ni directivos y mandos participan activamente en las mismas. La demostración de dicha situación viene del poco interés que se hace a lo que en las mismas se publica, es común que en dichas redes se pongan de manifiesto problemas y carencias que están ocurriendo en las compañías con el fin de corregir dichos problemas, sin embargo muchas veces no se toman medidas al respecto. Un ejemplo claro lo tenemos con el Clima Laboral. Es común observar redes sociales corporativas que se utilizan más como chat de amigos y defensa de lo establecido (lo que emana de la dirección), que como instrumento para la crítica y el debate constructivo que permita impulsar la consecución de metas con las acciones que se están poniendo en marcha. Noticias o hechos que se publican en la prensa y son perjudiciales para la imagen de las compañías, se silencian en dichas redes sociales. Esto hace un flaco favor a la credibilidad y reputación de las mismas, ya que si se publicase todo y se hablase de todo, se fomentaría un clima de libertad y cambios de opinión, que sería enriquecedor y comprometería a los empleados. Los comunity manager de dichas redes son clave en la comunicación digital para impulsar y desarrollar la transformación digital. Si los mismos resaltasen aquellos hechos que pueden preocupar a los empleados, y los directivos participasen en debates abiertos donde se extrajeran las conclusiones que sirvieran para tomar las correspondientes acciones que los empleados pudieran visualizar... entonces, sí que las redes sociales servirían para persuadir e influenciar a los empleados. Esto desgraciadamente en algunas compañías no ocurre, lo que trae aparejado que las redes sociales están muertas, al no disponer de un contenido atractivo con el que fijar la atención y participación de los empleados. Por todo ello, las mismas no sirven para generar el compromiso que las compañías necesitan.
- Por otro lado existen algunas compañías que están inmersas en procesos de ajustes laborales, estos deben de ser previamente planificados, explicados, y realizados con el conocimiento de las personas que se van a ver envueltas en los mismos. Si esto no se hace, las compañías se pueden ver envueltas en situaciones donde; no se pueda atender la carga de trabajo, las personas que sufran los cambios no tengan los conocimientos para el desempeño de su nueva función, se tendrá un cliente desencantado con los servicios o productos que se le presta, abandonando a dichas compañías con la consiguiente pérdida para sus stakeholders (grupos de interés). En estos momentos en algunas compañías, existe una ausencia total de mandos y directivos que expliquen dichos ajustes y comuniquen a los empleados estos cambios y como se abordarán los problemas que surjan.
Es
fundamental que estas compañías que están pasando problemas, implementen las
acciones sin demora que son necesarias para aprovechar el ligero crecimiento
económico. Es responsabilidad del líder de la compañía aplicar la ley natural
como decía John
Locke, “la ley natural se encuentra en el estado de naturaleza y equivale
a la ley de la razón. Muestra a los hombres que, siendo iguales e
independientes, nadie debe dañar a otro semejante en su vida, salud, libertad o
propiedad. Además, de estos derechos y sus correlativos deberes, la ley natural
otorga a los hombres el poder de fijar y ejecutar la propia ley natural”, como hizo Antígona
cuando atendió a su hermano y le dio sepultura. Esta acción en las compañías será en defensa de
los stakeholders que componen las mismas, haciendo aquello que por impopular o
desagradable resulte beneficioso para el conjunto de personas e intereses que habitan
dentro de las mismas. Aquellos que lo hagan, el tiempo y las personas que
prestan sus servicios en las mismas se lo agradecerán, sin embargo los
que no lo hagan y renuncien a su responsabilidad, será cuestión de
tiempo y resultados económicos para que tanto accionistas e inversores (propietarios),
tomen el control de la compañía.
Ya lo dijo Ismena a Antígona cuando iba a enterrar a su hermano Polinice: “Pues si estás tan decidida, sigue. Sin embargo, ten presente una cosa: te embarcas en una aventura insensata; pero obras como verdadera amiga de los que te son queridos”.
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