Existe una teoría sobre la
felicidad en el trabajo que argumenta que la misma está asentada sobre la base
de cuatro patas, también es conocida como la “Teoría de la Silla”. La
misma, lo que nos viene a decir es que para que una persona sea feliz en el
trabajo necesita cuatro apoyos que resultan básicos para el pleno desarrollo de
sus capacidades tanto emocionales como laborales. Los cuatro apoyos son los siguientes:
- Lo que contribuye a la empresa: se conoce con el nombre de “valor añadido”, es lo que aporta dicho el individuo con su desempeño en el trabajo diariamente. Esta pata de la silla es esencial, ya que permite mantener la mente sana en el desarrollo de la actividad laboral al individuo.
- Lo que la empresa te aporta: entre algunas de las cuestiones que aporta están: el reconocimiento, salario, beneficios sociales, la formación, etc. Esta pata de la silla es quizás la más visible para el empleado a la hora de mostrar el beneficio que le genera trabajar en la compañía. Visto de otra forma, se podría afirmar que es el precio que paga una compañía por el esfuerzo y la dedicación de los empleados con la misma. Es obvio que para que la cosa vaya bien debe de haber un equilibrio entre estas dos patas, lo que se contribuye y lo que la empresa aporta al empleado.
- El ambiente de trabajo: o conocido también como el Clima Laboral, es el ambiente laboral que existe en el ámbito donde el empleado realiza sus tareas. No sólo cuenta el ambiente del departamento donde uno se encuentra, sino que es el de toda la compañía a nivel general. Esta pata es quizás la más importante dentro de los pilares que sustentan una compañía, ya que de la misma se devengan cuestiones básicas para una compañía como son la puesta en valor de todos los intangibles que atesora, como son; el compromiso, la innovación, la pasión, la iniciativa, etc. Si lo que se quiere es tener empleados que vivan en el “despido interior” sin ningún tipo de compromiso hacia la compañía, no existe mejor acción que descuidar dicho pilar.
- Tú mando: sí tú mando o responsable jerárquico directo no es competente para “liderar” a las personas que están en su equipo de trabajo, se puede decir sin lugar a dudas que la silla no servirá para dar soporte al empleado, aunque las otras patas se encuentren bien. Cuando hablo de liderazgo, me estoy referenciando a personas con capacidad “de influir” sobre los demás de forma natural, su liderazgo descansa sobre la autoridad que representa y nunca sobre el poder que detenta. Son personas que basan su acción en el servicio a su equipo para que el mismo desarrolle todas las capacidades que atesora, es por esto que no tienen lacayos o gregarios a los cuales haya que decir en todo momento lo que tienen que hacer o decir. El líder permite a sus colaboradores tomar la iniciativa, y si se equivocan, que pidan perdón en lugar de pedir permiso por tomar la iniciativa.
Se acaba de publicar una encuesta por la compañía
Adecco cuyo título es “VI Encuesta Adecco la Felicidad en el
Trabajo” http://bit.ly/2yZ0Iai, la misma está realizada sobre una muestra de 2.400 empleados
en activo de toda España. En la encuesta se miden los niveles de satisfacción y
realización personal que tiene el talento español. De dicho estudio se
desprenden datos curiosos e interesantes sobre cómo se encuentra el mercado
laboral, las conclusiones más representativas de dicho estudio son las
siguientes:
- El 60% de los empleados, 6 de cada 10, trabajadores creen que su empresa aún no aplica políticas dedicadas al bienestar y satisfacción del empleado.
- Solo un 10,7% de los trabajadores españoles considera que las empresas de nuestro país están incluyendo seriamente entre sus políticas de Recursos Humanos medidas relacionadas con la felicidad laboral de sus empleados. El 31% restante cree que lo empiezan a hacer ahora tímidamente.
- En cambio, la mitad de los encuestados considera un aspecto fundamental a la hora de buscar trabajo encontrar ese tipo de políticas entre los paquetes de beneficios de las empresas. Un 40,9% las valoran positivamente aunque no sean decisivas y sólo un 9,4% de ellos no les da importancia.
- Preguntados por su índice de felicidad laboral, los trabajadores españoles rozan el notable. En una escala del 1 al 10, el trabajador español se encuentra en un 6,3 (tres décimas menos que un año atrás).
- Los aspectos mejor valorados por los encuestados por Adecco a la hora de conseguir esa felicidad laboral son; disfrutar de un buen ambiente en el trabajo (8,38 puntos sobre 10), disfrutar de un horario que permita conciliar trabajo y vida personal (8,24) y un buen salario (8,22 puntos).
- Sin embargo, casi 6 de cada 10 trabajadores renunciarían a tener mejor sueldo a cambio de gozar de mayor felicidad en el trabajo (disminuye este “sacrificio” en 3 puntos porcentuales con respecto al año anterior).
- Además, 8 de cada 10 encuestados piensan que una mayor racionalización de los horarios o la posibilidad de teletrabajar ocasionalmente les reportaría mayores índices de satisfacción laboral.
Sobre el trabajo
siempre ha existido cierto debate entre aquellos que lo ven como algo
maldito y los que lo perciben como un medio para lograr la realización
personal. Los estudios e investigaciones
de los últimos años han permitido saber que pueden ser ambas cosas, dependiendo
de múltiples variables que afectan a individuos u organizaciones. Para algunas personas pueden
ser fuente de angustia, sufrimiento, estrés, etc. Sin embargo para otros es un
camino hacia la felicidad o bienestar al ver colmado sus logros en las metas que
se establecen como individuos. Esa
tercera parte de horas que componen un día y se pasan en el trabajo, define en
muchos aspectos el comportamiento, humor o estado anímico de la persona hacia
el entorno en el que interactúa. Un kpi
que demuestra y entronca con dicha felicidad es el compromiso laboral. Los
empleados que se sienten altamente implicados con su trabajo son las que buscan
siempre formas de realizarlo mejor, las que emprenden sus tareas diarias con
entusiasmo, pasión e iniciativa. Estos empleados enferman menos, se deprimen
menos, y cuando se les pregunta sobre su estado general de felicidad, indican
valores más altos que aquellos que no están involucrados con su profesión. Pero
son múltiples los escenarios donde tiene impacto dicha situación de felicidad y
compromiso laboral, uno de los más importantes es el impacto que genera en el
desempeño laboral y por ende en la productividad de las compañías. Los empleados
más comprometidos son más productivos, se ausentan menos, originan menos
rotación de personal y menor número de accidentes laborales. En sus lugares de
trabajo se producen también menos pérdidas de materiales y de suministro.
Algunos estudios han llegado a establecer una relación positiva entre Clima
laboral y precio de las acciones de las compañías. De De manera que cuando un
empleado se encuentra altamente implicado, gana todo el mundo.
La propia CNMV (Comisión
Nacional del Mercado de Valores) ha editado una guía para las empresas
cotizadas cuyo nombre es “GUÍA PARA LA ELABORACIÓN DEL INFORME DE GESTIÓN
DE LAS ENTIDADES COTIZADAS”, la cual se puede leer en
internet en el enlace http://bit.ly/1Nua3D0 , en dicha guía se
recomienda en el punto 2.2. Cuestiones relativas al medio ambiente y
al personal, en el punto C página 37 de dicha guía en el cuadro 10 dice:
- Relación empresa/trabajadores; datos sobre Clima Laboral, satisfacción o motivación de los trabajadores, e identificación con la entidad.
La razón e importancia que
tienen que una empresa tenga buen Clima laboral viene razonada por la CNMV por
el siguiente hecho: "si bien las NIIF no imponen la obligación de informar de la
composición de la plantilla en los estados financieros, aunque las entidades
cotizadas suelen incluir esta información en las cuentas anuales, a semejanza
de lo regulado por el Presupuesto General de la Compañía para las cuentas
individuales y separadas. Por lo tanto, alguna de las informaciones
recomendadas a continuación puede tener su acomodo usual en las notas, en cuyo
caso no será necesario repetirla en el informe de gestión, si bien se
recomienda hacer las referencias correspondientes (véase el Apéndice C que
trata de la información incluida también en otros documentos)”. La
información de dichos ratios clarifica y da veracidad del grado de compromiso
de la plantilla con los objetivos estratégicos de la compañía, factor
fundamental para poder alcanzar los mismos.
Son muchas las razones como
vemos en este post que existen para que las compañías tengan a los empleados
motivados y felices, yo particularmente digo siempre lo siguiente: “al
trabajo los empleados no vienen a que los motive nadie, vienen
principalmente a que no los desmotiven con acciones o hechos que realizan otras
personas que arruinan el compromiso que traen de su casa”, ya que
la motivación es una variable que está afectada no solo por ese tercio de horas
que la persona interactúa durante el día en el trabajo, sino que existen otras
variables que pueden condicionar la misma en el otro tercio de horas que
interactúan en su ámbito personal. Tengo que decir que todavía esta cuestión se
ningunea enormemente por los directivos de las compañías. Esto tiene un coste
de oportunidad para las mismas que se refleja en la cuenta de resultados además
de impactar en sus diferentes stakeholders como; accionistas, inversores, etc. La prueba del algodón de dicha situación
precaria en el que se encuentra dicho tema, es el poco conocimiento y la nula
información que facilitan los directivos de muchas compañías a sus empleados en
cuanto a los datos que se obtienen en las encuestas de Clima Laboral. Un hecho
curioso que revela la bipolaridad de mente que padecen dichos directivos es que
se facilita poca información y sin embargo se presiona a los empleados para que
hagan dicha encuesta, lo cual demuestra que la participación es un
factor esencial para poder conocer lo que piensa la plantilla de una compañía.
Sin embargo durante todo el año cuando hay que implantar acciones y medidas correctoras
que permitan avanzar en mejorar dicho kpi, no se hace absolutamente nada, lo
cual trae aparejado que dichos empleados de estas compañías sean...Más
infelices.
Ya lo dijo Santa Teresa de Ávila: “Quien
obra puede equivocarse, pero quien no hace nada ya está equivocado”.