Entre 1943 y 1944 se rodó
en Roma la película "La puerta del
cielo", película dirigida por Vittorio de Sica y producida por el
Vaticano,
en la que se contaba el viaje de varios peregrinos a Loreto. En realidad, la
propia película en sí era lo que menos les interesaba a todos: era una
simple tapadera para poder salvar a 300 judíos y antifascistas de la muerte.
Para conseguirlo, se dijo que eran técnicos y extras y se les alojó en la
Basílica de San Pablo Extramuros, donde se realizó la grabación. La
grabación se alargó justo hasta el día antes a la llegada de los aliados, lo
necesario para salvar a cientos de personas. La película, en cambio, pasó sin
pena ni gloria.
Según el profesor Michael
E. Porter, la cadena de valor es una
forma de estudio de la actividad que realiza una compañía mediante la cual la
misma desagrega su actividad global en diferentes partes, con el objetivo de identificar
fuentes de ventaja competitiva en las actividades que generan valor. Mediante
este estudio se precisa un conjunto de funciones que añaden valor a los
productos y servicios de dicha compañía y se intenta, en cada una de esas
funciones, obtener la máxima rentabilidad posible, reduciendo todo lo que sea
superfluo. De esta forma, si la empresa lo logra, consigue un gap o ventaja
frente a su competencia de forma menos onerosa
y mejor diferenciada que sus rivales. Existen tres tipos de
estrategias competitivas según Michael Porter para competir, son
las siguientes:
- Estrategia de diferenciación. Busca hacer un producto significativamente diferente a sus competidores, o que sea así percibido por sus clientes o usuarios. El cliente puede llegar a pagar más por el producto, ya que la empresa se comporta como si fuese un monopolio, siendo menos sensible al precio y más fiel. Un ejemplo de esto es la compañía Apple.
- Estrategia de líder en costes. Consiste en producir con los costes más reducidos posibles, de forma que se pueda ofrecer el producto a un precio inferior al de la competencia, por medio de una ventaja a escala productiva u operativa. En ocasiones en mercados poco maduros y con mucha demanda, dichas compañías pueden mantener el precio bajo y así beneficiarse de un margen comercial elevado. Un ejemplo de esto último lo estamos observando en el mundo de la telefonía con los fabricantes chinos de móviles como por ejemplo, Xiaomi.
- Estrategia de enfoque. También conocida como de alta segmentación y consiste en centrarse en un segmento del mercado, aplicando la diferenciación de producto o el liderazgo en costes. De esta forma, se aplica la estrategia competitiva más conveniente a cada segmento del mercado, bien sea en costes o diferenciación. Si se aplica el liderazgo en costes, pueden obtener importantes márgenes comerciales por producir con costes bajos. Si en cambio se adopta la diferenciación, ofreciendo un importante valor añadido, pueden justificarse unos precios más elevados en relación a la competencia, lo que se conoce como diferenciación segmentada. Un ejemplo de esto último es Coca-Cola. Su producto se consume en todo el mundo indiferentemente del nivel de renta que existe en los diferentes segmentos de mercado.
Cualquier estrategia que se establezca
en
la existencia de una ventaja competitiva intentará que haya un factor que
impida que la competencia pueda adoptarlo o imitarlo. Sin embargo
actualmente este hecho es muy difícil, ya que los ciclos de vida de los productos o
servicios tienen una duración de vida muy corta debido a que otros
competidores replican los mismos en un corto espacio de tiempo. Existe un libro
cuyo título es “Océano azul & Océano rojo” de W. Chan Kim y Renée Mauborgne en el cual se plantea la idea de que la mejor
manera de tener éxito y vencer a la competencia es dejar de tenerla.
Esta es la base del libro, los
océanos rojos representan las empresas actuales en el mercado, donde compiten
entre sí. Por el contrario, los océanos azules representan a todas las empresas
que no existen actualmente, en un espacio desconocido del mercado. En el Océano
rojo se conocen los límites del mercado, se compite de manera agresiva y están
reducidas las perspectivas de rentabilidad y crecimiento. Es un océano
ensangrentado por la fuerte competencia. En el Océano azul en cambio, hay
espacios no aprovechados, con oportunidades de negocio, con posibilidad de
crecimiento y rentabilidades altas. Como ejemplo, se cita el caso del Circo
del Sol, que encontró un nicho de mercado a medias entre el circo y el teatro.
Estos días estamos viviendo
un escenario curioso e interesante en el sector de las telecomunicaciones, protagonizado
por los cuatro principales players que dominan en el mercado, Movistar,
Vodafone, Orange y MasMóvil. La estrategia que llevan cada uno de ellos
se puede agrupar en dos tipos, una estrategia centrada en el precio
y servicio hacia los clientes (estrategia de enfoque) que
llevan MasMóvil y Vodafone (que se acaba de incorporar) y una (estrategia de diferenciación) donde
el precio parece una variable no tan importante para dichos players como el
tener unos contenidos o servicios exclusivos. Esta estrategia la están llevando
a cabo Movistar y Orange.
La estrategia
de enfoque que están llevando a cabo MasMóvil y Vodafone, ha
tenido su punto álgido con los derechos audiovisuales del futbol,
a los que renunciaron y las tarifas ilimitadas de datos que ofrecen a sus
clientes como producto estrella del momento. MasMóvil fue
la primera teleco española en ser consciente y consecuente con que dichos
contenidos televisivos no eran ni decisivos para competir ni de interés para
sus clientes, por tener un precio fuera de mercado y carecer de un segmento
de clientes que amortizara los mismos. Su estrategia competitiva ha
sido desde que se consolidó como grupo integrado de telecomunicaciones (fijo+móvil),
facilitar unos servicios ajustados a las necesidades del cliente, atendiendo a
la variable que más pondera en los clientes de dicho sector a la hora de
contratar un servicio de telecomunicaciones cómo ha puesto de relieve la CNMC (Comisión
Nacional del Mercado y la Competencia), EL PRECIO. Por otro lado, si
tenemos en cuenta los datos de portabilidad que lleva cosechados dicho operador
desde que dichos contenidos están a disposición de todos los clientes
potenciales del mercado español, dicha decisión estratégica no le ha
podido ir mejor. En el mes de junio del 2016 MasMóvil compró al
operador Yoigo, desde que la CNMC tiene datos de dicho operador
en sus registros (octubre del 2016), su carrera ascendente ha sido imparable en
cuanto a portabilidades como se puede ver en el siguiente gráfico.
En diciembre del 2017 MasMóvil tenía 5,5
millones de clientes según su memoria presentada a
la CNMV. Unos
5 millones son del segmento móvil y 504.000 de banda ancha. En el ejercicio 2017 el grupo captó 400.000
portabilidades móviles netas, y 174.000 portabilidades netas en el negocio de
banda ancha fija Su crecimiento en clientes
ha sido exponencial desde la adquisición de Yoigo, esto
ha tenido un fiel reflejo en la bolsa donde sus acciones han subido más de un
200%, danto el salto al mercado continuo.
Vodafone,
hasta este mes de marzo ha sido uno de los operadores más castigados en pérdida
de accesos en cuanto a portabilidad junto a Orange y Movistar. Dichas
pérdidas vienen siendo compensadas muy ligeramente por sus segundas marcas, en
el caso de Vodafone por Lowi. Sin embargo, a raíz del Mobile
World Congress de Barcelona, su CEO Antonio Coimbra, dio un giro de 180º consecuente y racional
a la estrategia llevada hasta entonces, anunciando que no habría más contenidos
audiovisuales del fútbol de pago. Este contenido había castigado
sus cuentas a lo largo de los años que lo tuvieron a su disposición, tuvo
un coste según sus declaraciones de 240 millones de euros por año https://bit.ly/2JEUKhv. A la
vez que anunciaba esto, en los últimos días se ha publicado que dicho operador
está negociando para sus clientes de televisión, 1.370.000, una suscripción gratuita a Amazon Prime, con el
vídeo incorporado a su plataforma con tecnología TiVo, con el fin de fidelizar
a su base de clientes. A la vez
que se anunciaba la noticia anterior, Vodafone acaba de lanzar SuperPass,
una tarifa ilimitada de datos con el fin de no perder la estela de Yoigo,
segunda marca de MasMóvil, que fue quien abrió dicho mercado de
nicho en el sector de las telecomunicaciones español https://bit.ly/2GZNoU2 . Las dos medidas van consecuentemente hacia la
mayoría de su base de clientes, con el fin de crear valor sin gravar su estructura de costes a la vez que proporciona un servicio diferencial, unos 13.000.000. Unos 11.649.000 son
clientes de telefonía móvil y 1.370.000 son clientes de televisión. El
abandono de los contenidos audiovisuales le va a permitir a dicho operador tener una estructura financiera más flexible para acomodar otra serie de contenidos y
servicios sin gravar los márgenes de beneficio, como pueden ser las
plataformas de diversos OTT´s: HBO, Netflix, Sky, u otros servicios
que vayan apareciendo en el mercado.
En el lado
contrario, Orange y Movistar han decidido seguir con su
estrategia
de diferenciación, fundamentada en facilitar un “contenido
premium”, para lo cual han decidido acudir a la subasta en los derechos
audiovisuales del fútbol que ha puesto en marcha Mediapro con respecto a
la competición de la Champions. Independientemente del precio que hayan ofertado en
dicho pliego, en la subasta celebrada en el año 2015, dicha competición
tuvo un precio por parte de Mediapro de 130 millones de euros, siendo
catalogado en su momento por dichos operadores como fuera de mercado, sin
embargo estos contendidos que han salido a subasta actualmente, Mediapro ha tenido que pagar por
los mismos 1.100 millones de euros, lo cual hace que para cada uno de los años
tenga un coste anual de 366 millones de euros. En otro ámbito, con respecto a las
tarifas de datos ilimitadas en la telefonía móvil, dichos operadores permanecen
fuera de mercado, al carecer de oferta en dicho nicho de mercado.
Esto tendrá consecuencias directas por ejemplo en los clientes que deseen tener
un servicio más amplio así como en clientes que tengan contratada una
segunda línea en segundas residencias, ya que dicho servicio ilimitado
de datos y voz fagocitará dicho mercado. Esta estrategia diferencial también ha
ido pareja al ofrecer más datos y servicio por más dinero de forma unilateral sin que el cliente lo requiera, lo cual ha tenido
consecuencias muy perniciosas, acentuado más si cabe la portabilidad en el
mercado. Si a esto unimos que el Índice de Confianza del Consumidor (ICC)
en el mes de marzo alcanzó los 98,1 puntos en una escala de 200,
tenemos la imagen de un escenario complejo, donde las subidas de
precio (forzadas por servicios adquiridos como puede ser el fútbol) no parecen
que sean una buena acción para tratar de competir y crecer en dichos mercados
maduros.
La aplicación de una estrategia
diferencial en la situación económica actual del país, no
tiene mucho recorrido si tenemos en cuenta que aunque estemos creciendo al 3%
del PIB, existe una amplia capa social de personas que no disponen de una
capacidad de renta que les permita contratar servicios con un elevado coste.
Sin ir más lejos, en febrero de este año la Seguridad Social abonó 2.392.094 pensiones consideradas mínimas, cifra
que representa una cuarta parte del total, y de ellas, la mayor parte son de jubilación
(1,37 millones), seguidas por las de viudedad (735.196). La cuantía de la
pensión mínima varía en función de la edad del pensionista y de que tenga o no
cargas familiares. Así, la pensión mínima de jubilación oscila entre los 565,3 euros
mensuales del jubilado menor de 65 años con cónyuge pero no a su cargo hasta
los 1.183,4 euros que percibe alguien con 65 años procedentes de una gran
invalidez y con cónyuge a cargo. En cuanto a los salarios, España es
junto a Grecia los únicos países que no han recuperado su renta salarial del
año 2008 cuando estallo la profunda crisis económica. Los salarios solo representan el 47,3% del PIB, el dato más bajo de toda la serie histórica. La economía española ha
transferido 40.000 millones de salarios a beneficios del capital durante la
crisis. Esta transformación supone que esos 40.000
millones de euros han pasado de rentas
salariales a excedente bruto de explotación (EBE).
La situación que se ha generado es más producción con menos trabajadores,
marchando
dicho excedente de capital a la mejora de márgenes y elevar las rentas del
capital. Según los datos publicados por Eurostat, la renta salarial en España
se ha reducido en 9.500
millones de euros desde el año 2008.
Hasta ahora, solamente teníamos
solo un operador centrado en una estrategia de enfoque (servicio
ajustado a necesidades del cliente y precios ajustados), MasMóvil,
la incorporación de Vodafone a dicha estrategia
competitiva añadiendo valor puede agrandar si cabe más la brecha y perdidas de
aquellos operadores que llevan una estrategia diferencial (contenidos exclusivos y regla del “más por más”, más servicios por mas precio sin
requerirlo el cliente), Movistar y Orange, ya que el mercado español
no tiene una masa de potenciales clientes, si nos atenemos a lo que nos dicen tanto el INE (Instituto Nacional de
Estadística como la agencia Eurostat.
Para terminar este post, quiero
afirmar que en los próximos meses veremos quien encuentra la “puerta
del cielo” como los judíos del principio del post, y se salva en el mercado
español de las telecomunicaciones. De momento, vista la estrategia que han
adoptado las diferentes telcos… Habrá alguna que se pierda y no la
encuentre.
Ya lo dijo
Michael E. Porter: “Una propuesta de valor es la respuesta a
tres preguntas: ¿A qué clientes vamos a servir?, ¿Cuáles necesidades vamos a
satisfacer? y ¿Qué precio vamos a pedir? ¿Tu empresa tiene una propuesta de
valor? ¿Qué actividades distintivas ejecuta tú compañía para sostener su
propuesta de valor?”.
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