domingo, 1 de abril de 2018

DERECHOS DEL FÚTBOL…LA RAZÓN CONTRA EL PODER "CIEGO"



Ramón María Narváez y Campos fue un militar y político español que vino al mundo en el año 1800 y lo dejó sesenta y ocho años después. Conocido como El Espadón de Loja, fue Presidente del Consejo de Ministros de España en siete ocasiones y no le faltaron el temperamento y la mala leche durante sus mandatos. Como vamos a ver, hasta en el lecho de muerte hizo gala de sus atributos masculinos, aunque ya los había puesto encima de la mesa, casi literalmente, mucho antes. No obstante en su lecho de muerte, y como era costumbre, un sacerdote vino a auxiliarlo espiritualmente para hacerle menos aciago su paso al otro mundo. La escena no debió de tener desperdicio, pues se dice que cuando el clérigo le preguntó si perdonaba a sus enemigos, el general negó tajantemente y afirmó: No tengo enemigos, padre, los he fusilado a todos.

Durante la crisis económica de mediados del siglo XIX, un acreedor ansioso por cobrar la deuda que había contraído el gobierno con él le dijo a Ramón María Narváez, Presidente del Consejo de Ministros:
-España cuenta con hombres insignes, como Cristóbal Colón, que descubrió América. ¿Por qué nadie del gobierno descubre la manera de pagarnos?
Narváez le contestó:
-Mire usted, Colón descubrió América porque había una América que descubrir; nosotros no podemos descubrir dinero porque no lo hay. 
 
Hace unos 2400 años nacía Aristóteles, un filósofo que dejó una impronta tan profunda en áreas como la política, la ética, la retórica, la física, etc., que es de obligado cumplimiento recurrir a él con el fin de centrar el tema de este post, el poder. Para Aristóteles la idea del poder o autoridad están enmarcadas fundamentalmente en la concepción de los gobernantes. La dominación que ejerce el padre sobre el hijo o el marido sobre la esposa difiere en amplio sentido con el del gobernante sobre el gobernado, o del amo sobre el esclavo. Sin embargo, estos niveles de mando tienen una referencia común: la procuración del bien de los demás. El beneficio común hace que se gobierne para el bien de todos, debido a que el beneficio de unos es el beneficio de los demás. Para Aristóteles, la autoridad se desempeña como el elemento indispensable para dirigir mejor los destinos de los ciudadanos, en beneficio de la comunidad; y de exigir, al mismo tiempo, el mejor ejercicio de las funciones de los demás,  de tal forma que siempre existe una relación directa entre el trabajo y la virtud. Esa autoridad a la que hace mención Aristóteles se sustenta en la comunidad. Este análisis sobre la autoridad, no sólo responde al control social para alcanzar los objetivos comunitarios, sino que obedece a un ámbito de responsabilidad compartida entre quienes ejercen el dominio y los dominados, lo que significa asumir el carácter legítimo de la autoridad por estar sustentado en un propósito común, que conlleva la asunción de mandatos como orientaciones de la conducta plenamente reconocidas por todos.
Fue el filósofo alemán Hans-Georg Gadamer quien señaló que la autoridad es un atributo de personas, que no tiene su último fundamento en un acto de sumisión y abdicación de la razón, sino que en un acto de reconocimiento y conocimiento: se reconoce que el otro (la autoridad) está por encima de uno en juicio y perspectiva, por lo que, en consecuencia, su juicio es preferente y tiene primacía respecto al propio. Gadamer concluye que la autoridad no se otorga sino que se adquiere, y tiene que ser adquirida si se quiere apelar a ella. La autoridad queda plenamente validada cuando existe el carácter objetivo de su reconocimiento frente a los demás, bien sea por la capacidad de discernir racionalmente el curso de las acciones, por la aptitud para la realización de las tareas, o bien porque se encuentra inscrita dentro de las actividades virtuosas que son propias en cada uno de los sujetos que ejercen el dominio. El hecho de que la autoridad no se otorga —como sucede en el nombramiento formal de cualquier organización cuando se trata de apelar a un régimen administrativo—, sino que se adquiere conforme a los escenarios de legitimación, en el sentido de que la dominación sea reconocida voluntaria, informada y racionalmente por quienes forman parte de la relación social de mando y obediencia.
Estos días nos encontramos en la prensa dos noticias sobre los derechos del futbol y la subasta que se realizará próximamente, (“Presiones a Telefónica para que haga más rico a Roures” https://bit.ly/2IiztbO , “Telefónica se planta ante Moncloa: acabará con la sangría del fútbol” https://bit.ly/2pMX50I), que revela hasta qué punto "el poder político y mediatico" se encuentra fuera de lugar.

COSTE PAGADO POR LOS DERECHOS DE FÚTBOL POR LAS TELCO EN ESPAÑA HASTA TEMPORADA 2018/2019


El 14 de febrero de este año publique en este blog un artículo donde se ponía de manifiesto el elevado coste pagado por unos derechos, en el caso de Telefónica (2.706 millones de €) y el escaso retorno obtenido en cuanto accesos capturados, desde el 1/01/2016 al 31/12/2017. En ocho trimestres dicho operador consiguió capturar 176.100 accesos de televisión. Si dividimos el coste de dichos accesos por lo pagado por los derechos de dicho fútbol, nos sale cada acceso de televisión a un coste de 15.366 euros, bien es cierto que todavía queda por concluir parte del acuerdo comercial con Mediapro. Lo que está claro, es que dichos derechos televisivos fueron un completo fiasco de negocio para todos los operadores, pero para Telefónica más, ya que fue el operador que más invirtió en dichos derechos.   
Asimismo un informe publicado por kelisto.es, aseguraba que un español necesita pagar 612,98 euros por ver el fútbol nacional y europeo. Nuestro país es el tercero más caro por la cantidad, aunque es el primero si se hace el ratio coste del paquete-sueldo medio. En concreto, un 2,33% del salario medio anual -en 2015 era de 26.259 euros- va a parar a las operadoras españolas, mientras que en Alemania es el 1,01%. Por otro lado, un inglés destina un 1,2%, un francés un 1,8% y un italiano un 1,97%. 




Por otro lado, vengo diciendo últimamente con respecto al modelo de televisión establecido en las telecos que existen una serie de nubarrones que amenazan el modelo establecido de fuertes inversiones en contenidos. El primero fue el informe emitido por Digital TV Research en Estados Unidos con perspectiva sobre todos los mercados mundiales de televisión hasta el año 2023. En el mismo se ponía de manifiesto que, “la televisión por cable no es la única plataforma que sufrirá. La TV por satélite y la televisión a través de IPTV (la que facilitan las operadoras de telecomunicaciones) también están perdiendo suscriptores e ingresos. Gran parte de esto se debe a que los operadores cambian sus suscriptores a plataformas en línea. Sin embargo, no se espera que el crecimiento de las vMVPD (Virtual Multichannel Video Programming Distributor) compensen completamente los suscriptores perdidos, ni los déficits de ingresos de la televisión de pago tradicional”. El aumento de los ingresos en la televisión prestada por las operadoras (IPTV) desde el periodo 2018-2023 crecerá en 559 millones de euros en toda Europa Occidental en cinco años, como se puede ver en el grafico de abajo. https://bit.ly/2G94Hpm 



La segunda amenaza es la televisión híbrida, HbbTV. Este modelo de televisión que se lanzará próximamente en España con una plataforma que de momento la forman las principales televisiones en abierto, Grupo Televisión Española, Antena 3 y Mediaset, aunque parece que el resto de televisiones (autonómicas) que están en la FORTA se integrará. Este rival será muy fuerte debido a que se garantiza toda una serie de servicios y programas a la carta  a través de la interactividad que posee dicho modelo, pero sin duda lo principal será, que el modelo es gratuito, salvo determinados servicios que requiera el usuario.  El formato HbbTV está triunfando en países como por ejemplo Alemania, donde en el año 2017, se vendieron 9 millones de televisores inteligentes de los que el 85% están equipados con HbbTV. En España, según datos presentados por GfK, el 74% de los televisores inteligentes en España están preparados para la televisión híbrida y cuentan incluso con aplicaciones que utilizan la norma HbbTV. Los datos de GfK muestran que la mayor parte de los usuarios utilizan el HbbTV para acceder al contenido a la carta de sus canales favoritos (un 58% de los usuarios HbbTV lo hace), ver vídeos en YouTube (57%) y visualizar otras plataformas de vídeo bajo demanda (48%). Así pues, estos dos escenarios condicionan cualquier tipo de aventuras económicas en el contexto de la televisión, máxime cuando dicho mercado está tan fragmentado en formatos de emisión tecnológica, sin embargo según el estudio de Digital TV Research solamente serán dos los actores que crecerán en el mercado televisivo hasta el año 2023, el mercado asiático y los OTT´s.
Telefónica es una sociedad anónima, totalmente privada,  con  122.000 empleados, 1,5 millones de accionistas y 343,4581 millones de clientes. La misma según su página web, se guía por  "Nuestros principios de Negocio Responsable , entre los cuales están:
  • La integridad, “integridad implica honestidad y actuar de acuerdo con unos estándares éticos que son innegociables”.
  • El compromiso, “la relación que mantenemos con cada uno de nuestros grupos de interés (stakeholders) se fundamenta en un compromiso de actuar siempre de forma responsable y cumplir con lo prometido”.
  • La transparencia, “nos comprometemos a que nuestros clientes, empleados, proveedores, accionistas y la sociedad en general, tengan información clara y accesible sobre nuestra estrategia y nuestras actividades y que puedan en todo momento consultar las dudas o preguntas que puedan tener en relación con las mismas”.
Así mismo existe un apartado dentro de dichos principios que hace referencia al Control Interno y Gestion de Riesgos, en el mismo se dice; “establecemos controles adecuados para evaluar y gestionar todos los riesgos relevantes para la Compañía. Nuestras actividades de gestión de riesgos están coordinadas por el área de Auditoría interna y cuentan con la colaboración de todas las áreas internas de la Compañía, que se encargan de identificar e implementar planes de gestión de riesgos siempre y cuando la situación lo requiera. Las actividades en materia de cumplimiento normativo complementan dicho sistema de controles”.
Llegados a esta situación y con los números encima de la mesa, ¿Qué derecho hay para que una compañía privada se vea condicionada por intereses políticos y mediáticos que para nada coinciden con los de sus stakeholders?, ¿Es legítimo que en una sociedad como la española donde se pregona el “libre mercado”, las compañías vean lastradas sus cuentas por dichos intereses?, ¿Quién reparará el daño que se ocasiona a los diferentes stakeholders cuando dichas personas ya no estén al frente de dichas instituciones públicas?

Fue el profesor Edward T. Freeman el padre de la “Teoría de los Stakeholders”, el que definió las partes interesadas de una compañía, poniendo de manifiesto la necesidad de mantener un diálogo constante y honesto con los públicos interesados en la empresa. La capacidad de responder a las necesidades, opiniones y preferencias de estas partes a través de una relación fluida es, según Freeman, “un activo estratégico y una ventaja competitiva para cualquier compañía”. Para el profesor, “una compañía no funciona a menos que la gente en su mayor parte diga la verdad, cumpla sus promesas, genere los productos y servicios que crea la empresa… Es decir, a menos que cumpla lo que dice. Y esto ha de suceder con todos los stakeholders. Hay que decir la verdad, cumplir las promesas y ser responsables por los efectos de nuestras acciones. La empresa que no sea responsable de los efectos de sus productos en sus consumidores se irá a la bancarrota”.



Parece pues, que deberían de existir pocas dudas por parte de los directivos que tienen que tomar las decisiones pertinentes en dicha cuestión de los derechos televisivos, si piensan en el bien de sus stakeholders. Quizás habría que decirles a estas personas que presionan lo mismo que dijo el General  Narváez al comienzo de este post… Mire usted, no compro dichos derechos televisivos porque no quiero dañar a mis stakeholders (empleados, accionistas, clientes, etc.), que son millones.

Ya lo dijo Edward T. Freeman: “La ética consiste en hacer cosas por los demás y por uno mismo”.



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